29 Encuentro Nacional de Mujeres en la Argentina

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El tesoro de una lucha que no cesa
Por Beatriz Chisleanschi (*)
Unas 40.000 mujeres se congregaron en Salta en el noroeste argentino, en el 29º Encuentro Nacional de Mujeres” (ENM) que se desarrolló durante los días 11,12 y 13 de octubre.
Salta, la linda. La que invita a conocer su suntuoso centro histórico, la de la Iglesia San Francisco, la del folklore en Balderrama y la de los Valles Calchaquíes donde la deidad “Madre del Cerro”, según la leyenda, madre del viento y del LLastay (genio protector masculino), guarda los tesoros sin entregárselo a los hombres.
Salta, la misma que albergó durante los días 11, 12 y 13 de octubre a alrededor de 40.000 mujeres que fueron a gritarle a la ciudad y al mundo que la lucha por la equidad de género y la defensa de sus derechos llegó para quedarse.
Salta, la que presenta su cara más oscura. En septiembre de este año el gobierno de Juan Manuel Urtubey declaró a la provincia en emergencia por los casos de violencia de género.  Según registros del Poder Judicial, fueron asesinadas entre enero de 2013 y mediados de 2014, un promedio de una mujer por mes y son 80 las víctimas por femicidio desde 2008 a la fecha (relevamiento de la organización social salteña La Otra Voz Digital).
Indígenas, pobres, clase media, jóvenes, mayores, feministas, trans, lesbianas, bisexuales, estudiantes, trabajadoras, intelectuales, en definitiva mujeres reunidas en una ciudad que se caracteriza por ser altamente conservadora y que intentó desde diferentes organizaciones evitar la concreción del encuentro.
“El 11, 12 y 13 de octubre un grupo de extremistas vienen a destruir tu ciudad. ¿Lo vas a permitir?” fue una de las convocatorias que vía Facebook realizó el grupo “La violencia de las mujeres autoconvocadas” y que replicaba las opiniones vía Twitter a través del hashtag #CuidadoSalta.
Algo a lo que la mujer está acostumbrada, a pelear y enfrentarse no sólo a su condición de clase sino a una diferencia ancestral marcada por su sola condición de género y al discurso machista que atraviesa aún, a una importante parte de la sociedad. La resistencia a estos encuentros se reproducen en cada una de las ciudades donde ellos se realizan y, en el caso de Salta, es la segunda vez (la primera fue en el 2002) que “las extremistas” viene a gritarle al conservadurismo local su verdad. Una verdad que encuentra eco en cada ley que se dicta a favor de la igualdad.
En esta oportunidad fueron tres intensos días donde mujeres de distintas partes del país y representantes de Paraguay, Uruguay o España debatieron en los 63 talleres dispuestos por las 75 organizadoras del encuentro, problemáticas que atraviesan las mujeres.
Los talleres, concebidos con un carácter soberano, democrático, pluralista y horizontal de modo de entenderse con el disenso que caracterizó las jornadas fueron considerados por las organizadoras como “el corazón del encuentro”.
Algunos de ellos: Mujeres y Feminización de la Pobreza; Mujeres e Instituciones de Seguridad; Mujeres y Violencia Obstétrica; Mujeres y Estado laico; Mujeres, Anticoncepción y Aborto; Mujeres y discapacidad; Mujeres y adicciones; Violencia; Violencia sexual y Mujeres en situación de prostitución,
Pero el eje principal estuvo puesto en el reclamo por la legalización del aborto y la eliminación de la violencia de género. Reclamos que unificaron la diversidad de voces en todos y en cada uno de los talleres y en la Marcha de Cierre que casi como una marea verde, símbolo de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, recorrió más de 30 cuadras de la ciudad de Salta.
Voces, lucha, energía, fuerza, colores, “ovarios”, que se multiplican año tras año para visibilizar la violencia y la opresión contra la mujer y las minorías sexuales.
Los Encuentros Nacionales de Mujeres que se realizan en Argentina, son únicos en el mundo. Reconocen su origen en la III Conferencia Mundial de Nairobi (Kenya-Africa) realizada en julio de 1985 a fin de examinar y evaluar los logros del Decenio de la Mujer, que había sido declarado en la Conferencia Mundial del Año Internacional de la Mujer, realizada en México en 1975. Buenos Aires fue la primera sede y desde allí año tras año, antes de que cada participante vuelva a su casa con la experiencia vivida latiendo a flor de piel, se define el lugar donde las encontrará el año siguiente.
Es así que la ciudad costera de Mar del Plata, será la próximo testigo de una lucha que no cesa y que, como la “Madre del Cerro”, cuida cada encuentro como un tesoro único que resiste en entregárselo a los varones.

(*) Secretaria de Asuntos Profesionales-UTPBA, Lic. en Ciencias de la Educación, Periodista. Editora del portal Nos-Comunicamos. Colaboradora de medios argentinos y españoles.

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