Revista Tesis 11 (nº 121)
(internacional)
Montserrat Olivera*
Esta fecha, 8M, quedó inscripta a nivel mundial, como el Día Internacional de la Mujer, identificando ese día como día de luto, lucha y protesta por las condiciones de desigualdad y discriminación al que son sometidas las mujeres por su condición femenina y por la desvalorización con las que se las considera.
El 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, en más de 50 países, se recordó la tragedia sufrida por 140 mujeres en un taller textil de Nueva York, que fue incendiado en represalia a la protesta que ejercían dichas mujeres por las condiciones en las que trabajaban.
Año a año el homenaje a estas mujeres se hace sentir con mayor fuerza, resonando en los oídos de los habitantes de todo el planeta.
Debido a la secuencia de femicidios ocurridos en los últimos años, este día no pasa desapercibido y miles de mujeres acompañadas por muchos hombres, que se acoplan a esta lucha, recuerdan la importancia que han adquirido las mujeres por sostener su dignidad en cuanto mujeres trabajadoras y luchadoras, principales creadoras de la vida en cada uno de sus aspectos.
Hoy en día se dignifica a las mujeres por ser un aporte necesario al sistema productivo de cada país, y también por sus aportes trascendentales en las luchas políticas, vinculadas con las necesidades de las comunidades sociales…
Represión a las mujeres
La escalada de la represión policial hacia la población en general se hace sentir cada día con más fuerza, pero sobre todo se siente un ensañamiento mayor con las mujeres, a quienes se las considera muchas veces como las más débiles.
En nuestro país, tenemos a Milagro Sala como presa política, desde hace más de un año, a quien quieren acallar por ser mujer, india y negra. Pero por sobre todo, por ser una luchadora social que tuvo preponderancia en el trabajo organizativo de una parte de la comunidad de Jujuy. Y en esta lucha enfrentó a los poderosos que sólo buscaban silenciarla. La construcción de los barrios que ella promovió ha impedido negociados en esos terrenos de Alto Comedero. Actualmente, el gobernador Morales y sus secuaces, para seguir llenando sus arcas y empobreciendo a las personas con menores recursos, están destruyendo estas obras, con la idea de recuperar esos terrenos para sus negocios inmobiliarios.
Debemos denunciar y lamentar el episodio ocurrido el mismo día 8M, con veinte mujeres que fueron golpeadas y detenidas por la Policía Metropolitana y recién recuperaron su libertad diez horas después. También otro grupo de mujeres jóvenes, que se encontraban en una pizzería después de participar en la movilización, fueron sorprendidas por la Policía Metropolitana quienes las detuvieron llevándolas a la Comisaría, donde las hicieron desnudar sin tener acceso a higiene ni a defenderse por la arbitrariedad del procedimiento.
Gracias a la movilización de otras mujeres, que se comunicaron por las redes sociales, rápidamente se acercaron a la Comisaría y pudieron acompañarlas. Y gracias a la intervención de Nora Cortiñas, mujer luchadora por excelencia, después de varias horas las liberaron.
Marta Dillon, del Colectivo “Ni una menos”, se refirió a este episodio como “una situación gravísima porque están (el gobierno) construyendo un relato de las mujeres violentas que hacen vandalismo, a las que hay que reprimir y a las que no se tienen que sumar los autoconvocados. Eso me parece lo más grave”.
En un día histórico, donde se pide: “Basta de matar y violentar a las mujeres”, estas chicas fueron capturadas y violentadas por las fuerzas de seguridad y luego detenidas por “resistencia a la autoridad, lesiones y daños”, acusadas de lesionar a la policía…
Dora Barrancos, que integra el directorio del Conicet y coordina la Cátedra Abierta de Género en la Universidad Nacional de Quilmes, nos acerca esta reflexión sobre estas situaciones que debimos vivir.
“Las masivas marchas que se replicaron en Buenos Aires y numerosas ciudades del país, el 8M, están expresando un estado de movilización en la subjetividad de millones de mujeres”. Repudió las “manifestaciones represivas sobre jóvenes que habían participado de la convocatoria y fueron víctimas de una cacería policial”. Y advirtió “que muchas de las conductas de los agentes que llevaron adelante el irregular operativo, no sólo acataron órdenes, sino también tuvieron reacciones por propia cuenta, que tienen que ver con el capital patriarcal, en alusión al ensañamiento en el momento de las detenciones y los comentarios sexistas y discriminatorios que recibieron las mujeres apresadas”.
Esta situación que padecemos en este país, nos debe hacer recapacitar para dimensionar la importancia que debemos asumir las mujeres en su valoración íntegra y la necesidad de sumar a los hombres en esta lucha para reivindicar la dignidad que nos merecemos todos, Hombres y Mujeres, por el sólo hecho de ser seres humanos.
Modelos
Sabemos también cómo fueron reprimidas y trataron de acallar en otros tiempos a Bartolina Sisa, Juana Azurduy y tantas otras mujeres, que vienen aportando en la lucha emancipadora de nuestros pueblos de Amércia Latina.
En nuestro país, están ahora nuestras mujeres, ejemplo de lucha, como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que en momentos tan duros, tan difíciles, de mucho miedo y terror en la población de todo el país, se animaron a enfrentarse a las fuerzas represivas de los genocidas que, en ese momento de la dictadura, no escatimaron los medios para torturar y desaparecer a tantas mujeres luchadoras que trabajaron por liberar a los pueblos oprimidos por los poderes de la política liberal.
Voces femeninas
Hoy, las mujeres y también todos los hombres, debemos tener en cuenta estos modelos a seguir, porque la lucha emancipadora de las mujeres está ocurriendo, se está escuchando y deberá seguir, no sólo en Argentina, sino en muchos países de América, como Estados Unidos, Brasil, Chile, Perú, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, entre otros. Así como en varios países de Europa, como Italia, España, Polonia, Rusia y otros varios países de Africa y Asia como India, Turquía y otros.
Cientos de miles de mujeres salieron a las calles para reclamar la igualdad, algo que en pleno siglo XXI resulta inconcebible que haya que seguir reclamando. Muchas mujeres salieron a las calles vestidas denegro y otras de violeta, color histórico de la lucha feminista, para clamar por sus derechos, visibilizar su fuerza y protestar contra la deriva sexista de algunos Gobiernos.
Los crímenes machistas, o el temor a la agenda ultraconservadora de Trump y su repercusión global, empujaron a las mujeres a movilizarse. No sólo marcharon, sino que dejaron parcialmente de trabajar, consumir y participar en los cuidados domésticos, una especie de huelga femenina para mostrar qué ocurriría si parara la mitad de la humanidad.
En Washington, frente a la Casa Blanca, se concentraron varios cientos de personas. También en el Capitolio: “No hay nada más saludable para el proceso político que la participación de las mujeres” dijo la líder de la minoría demócrata.
En Varsovia, varias mujeres salieron a las calles vestidas de luto, para protestar contra un Gobierno ultraconservador. En Roma y otras ciudades de Italia vistieron prendas amarillas. En Suecia se manifestaron pese a la nieve. En Moscú, siete activistas fueron detenidas frente al Kremlin por desplegar una pancarta que decía: “Los hombres están en el poder desde hace 200 años, ya está bien!”.
Un grupo de mujeres siberianas lograron convencer a las autoridades de la ciudad de Tomsk de la necesidad de abrir un centro de crisis para las víctimas de la violencia doméstica. Es la única institución dedicada a mujeres maltratadas en toda una provincia petrolera que padece problemas económicos. El perfil típico de las afectadas es de mujeres entre 25 y 35 años. Han sido atendidas más de 2.000 mujeres. Las estadísticas sobre violencia doméstica según datos del Ministerio del Interior es que cada año 600.000 mujeres sufren maltrato por parte de sus parejas y el 40% de esos delitos se comete en el hogar.
En las manifestaciones que se produjeron en Madrid, se vieron mensajes en las pancartas, que decían “Maltrato salarial no”, “No estamos todas, faltan las asesinadas”. En el Vaticano se presentó Consulta Femenina, un grupo de 37 mujeres de diferentes profesiones. Esta iniciativa se basa en la necesidad de que en una estructura básicamente masculina, es necesario analizar, juzgar, criticar, pero sobretodo proponer, para que las decisiones que se tomen incluyan una postura femenina.
En Colombia hay dos palabras que representan la desigualdad de género: mujer indígena. Sufren discriminación por su sexo, por su etnia y porque la mayoría son pobres.
La tasa de participación femenina en el ámbito laboral, en América Latina y el Caribe se ha estancado al 53% y persisten las diferencias de género en el mercado de trabajo.
En México ocurre una migración particular de las mujeres del interior hacia la capital, dado que es el único lugar donde se puede abortar libremente. El único motivo de aborto legal en los diferentes distritos es la violación.
El foco de las diferentes manifestaciones, que se produjeron en este día, estuvieron dadas por la desigualdad de género en el trabajo, evidenciado en salarios más bajos que los hombres y menos cargos directivos.
Existe un momento, en toda sociedad en que lo tolerable se convierte en intolerable. Existen las injusticias indiscutibles como la diferencia en los salarios, la violencia de género y la falta de derechos respecto de los hombres. La brecha de la desigualdad afecta a todos los ámbitos, desde la educación hasta la pobreza, desde el empleo hasta la salud.
Es interesante visualizar cómo esta protesta global contra la desigualdad, que se produjo el 8M, se enmarcó en demostrar que “si las mujeres paran, el mundo para”.
*Montserrat Olivera, licenciada en psicología, activista de derechos humanos, miembra de la Comisión de América Latina de Tesis 11.
Gracias Montse, por refrescar la memoria histórica de este día tan controvertido, porque ¡ojalá !podamos ver el día en que no fuera necesario celebrar un Dia de la Mujer porque sus derechos estén tan reconocidos como los de los hombres, y sólo conmemoremos la gesta heroica de quienes nos precedieron en esta lucha. Me ha gustado mucho en tu artículo la inclusión de los hombres también, porque como seres humanos, debemos ser reconocidos por nuestros valores y nuestro hacer y no por nuestro sexoEs una reivindicación en beneficio de todos.Me ha emocionado sentir en la marcha de Madrid que estábamos juntas, a pesar de la distancia, detrás de las pancartas de todo el mundo. Había una que decía “no son muertas, son asesinadas”. Que no nos acostumbremos a ser víctimas.