TERCERA MARCHA : NI UNA MENOS
Hace algunos días, se realizó la tercera Marcha de NI UNA MENOS. En esta movilización se responsabilizó al Estado por su ausencia en las medidas y programas de protección a las mujeres y su presencia con represión a las militantes feministas.
Días antes del 3 de Junio, desaparece Aracelli Fulles y fueron las organizaciones sociales las que la buscaron y las mujeres fueron quienes detuvieron al femicida. Seguidamente se comprobó que el Estado terminó implicado en este hecho.
Se marchó contra la violencia machista. Y para responsabilizar al Estado de esta ausencia.
En esta Marcha se vislumbró también, mayor presencia varonil; algo que veníamos reclamando en las movilizaciones anteriores pero comprobamos que cada vez más se suman los varones. Existe una preocupación por el levantamiento de los programas de Educación Sexual, el desinterés por muertes provocadas por abortos clandestinos y por la falta de igualdad en las posibilidades económicas, que se gestan a través de las políticas económicas con tinte neoliberal sustentadas por este gobierno.
No es casual que la Legislatura porteña, haya aprobado la remoción de la estatua de Juana Azurduy, de su privilegiado lugar frente a la Casa Rosada. Nuestra historia oficial se empeña en asignar a las mujeres, papeles subalternos en tiempos independentistas. Mientras los hombres luchan en los campos de batalla, las mujeres bordan, cosen y cocinan.
La historia de Juana es emblemática, dado el papel heroico que muchas mujeres desempeñaron durante la epopeya de nuestra independencia, y ella sin duda se destacó de manera significativa.
Es el símbolo de la participación de la mujer y de los pueblos originarios en jornadas fundamentales de nuestra historia. Este gobierno, tan afín a políticas de los conquistadores, vuelve a expulsarla del lugar visible que se le había otorgado para ubicarla en algún lugar postergado al que fue condenada en su historia, muriendo en Sucre a los 82 años, olvidada y en la miseria.
Sin embargo, hoy se la reconoce como mujer, luchadora y emprendedora de movimientos independentistas. Y merece ser tenida como modelo y ejemplo de las mujeres luchadoras y militantes que se movilizan en defensa de su dignidad.
Este conjunto de mujeres unidas, en estas Marchas, contribuye a reivindicar el buen lugar que nos merecemos. Reclamamos el poder luchar con Abrazos. Es de suma importancia la posibilidad que podemos brindar las mujeres, además de la ternura, el de organizarnos para una revolución con abrazos, en las que estamos incluidos los varones y los niños.
En estos días, también se produjo el encuentro de Vera Jarach, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, con la “dueña de Europa” Angela Merkel. En esa escena conmovedora que circuló por todos los medios del mundo, pudimos compartir la emoción, la ternura y la necesidad de esa mujer, Vera Jarach, al poner en palabras lo que no está en cuerpo. Expresar la falta de tumba del abuelo, en época de Auschwitz, como la falta de tumba para su hija de 18 años en Buenos Aires en época de Dictadura. Ella habla de la falta de cuerpo, de la posibilidad de poder enterrar esos cuerpos amados, pero en el decir expresa y pone en presente la carga de afecto emocional que conllevan esos recuerdos.
Deja al descubierto, bien claramente la necesidad de la Memoria, para no olvidar esos cuerpos desaparecidos y todo el horror que debimos soportar los que no están y los que quedamos. La necesidad de contribuir a la Verdad, descubriendo lo ocurrido en esa ápoca para exigir la no repetición de esos hechos. Y la necesidad de contribuir a la Justicia para que sean condenados y aborrecidos los hechos lamentables y los responsables de situaciones tan terribles.
Monserrat Olivera. Psicóloga. Miembro de la Comisión de américa latina de Tesis11