5ª mesa-debate sobre: “Recomposición del Campo Popular”

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Revista Tesis 11 (nº 122)

(política nacional)

Resumen de la 5ª mesa-debate (31/05/17) del ciclo organizado por Tesis 11 sobre:

“RECOMPOSICION DEL CAMPO POPULAR”

Organizaciones intervinientes: Asociación Bancaria (integrante de la Corriente Federal de los Trabajadores-CGT); CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular); Nuevo Encuentro; Partido Comunista; PYMES SUR.

Coordinador del debate y autor del resumen: Carlos Mendoza (Tesis 11)

Tesis 11 recomienda leer este debate, por considerar que fue franco, profundo y de gran riqueza, sobre los temas ideológicos y de praxis política vinculados a una temática de tan fundamental importancia para el campo popular.

Nota: Este resumen fue realizado por Carlos Mendoza seleccionando párrafos de las intervenciones, con modificaciones para adaptar su redacción y vinculación entre los párrafos, por lo que la responsabilidad del texto corre por cuenta del mismo.

(Al final del texto se incluyen enlaces que permiten acceder al audio completo del debate y al desgrabado corregido del mismo, al igual que a los resúmenes de las mesas-debate anteriores).

Temáticas generales debatidas:

  1. Caracterización socioeconómica y política de la realidad argentina, su relación con la situación en América Latina y el mundo capitalista actual: Problemas estructurales principales a resolver desde el interés de los sectores populares.
  2. Necesidad de un frente o movimiento sociopolítico para encarar las tareas transformadoras. Condiciones para su conformación y desempeño. Relación con la democracia, las organizaciones y el frente del movimiento popular. Su vínculo con el desarrollo de la democracia participativa y la utilización de la institucionalidad de la democracia representativa.

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CARLOS MENDOZA (TESIS 11-Coordinador).- Ingeniero, especializado en temas políticos y económicos. Integrante de la mesa de dirección de Tesis 11:

Este ciclo de debates es un aporte que hacemos desde Tesis 11, porque si por un lado es de fundamental importancia la discusión de temas ideológicos y programáticos entre las organizaciones del campo popular, por otro lado las organizaciones están siempre muy ocupadas en la coyuntura y no es frecuente que se reúnan para debatir estos temas de fondo. Sin embargo, si queremos seguir construyendo un frente o movimiento socio-político, sin discutir las cuestiones ideológicas de fondo es difícil hacer algo que realmente aporte a resolver los problemas del campo popular, si se llega al gobierno y, si no se llega, tener elaborados los objetivos a plantear ante los sectores populares.

Haremos tres rondas de discusión, una por cada temática y una final a temario libre.

Debate sobre la 1er temática

Débora Spínola (Asociación Bancaria-Corriente Federal de los Trabajadores-CGT).- Pro Secretaria de Acción Social y Deportes de la Bancaria, Seccional Buenos Aires; integrante de la Comisión Gremial del Banco Galicia:

Está muy bueno este tipo de debates y de espacios, porque la verdad es que se debate poco y cuando uno escucha a veces, sobre todo al campo académico, finalmente está solamente el análisis de situación y no como resolver. Por ejemplo se habla mucho del fin del ciclo progresista que hemos vivido estos años y me da la impresión de que es simplemente una justificación de la situación, pero no hay un aporte de cómo salir de esto y me parece que es dejar de lado la impronta de lucha que tenemos en el campo popular.

La derecha es un sinónimo de recorte de derechos, de lo social, de la intervención del Estado, de liberar las fuerzas del mercado. Porque en este gobierno ellos están convencidos de que liberar las fuerzas del mercado realmente resuelve los problemas de la Argentina; es una concepción ideológica. Sin embargo, en este momento ya dejamos de tener un plan de gobierno y lo que tenemos es simplemente un plan de negocios. En términos económicos, hay dos cosas nada más que llevan adelante, que tienen que ver con las metas de inflación, que sabemos que eso es un fracaso, y las Lebacs a través de la bicicleta financiera.

Lo que nos faltó en la etapa anterior es que el sindicalismo no discutió el modelo de país y la agenda de los argentinos. La agenda en ese momento simplemente la tenía el sector político y en este momento la lleva el sector empresario.

Sergio Palazzo desde el día 1 se opuso al gobierno y a lo que pasó en el mes de Diciembre, cuando el Banco Central despidió a 47 trabajadores de la entidad. Si desde el Banco Central, que es el banco de bancos, habilitamos a despedir como si fuera el sector privado, se está habilitando al resto: despidan que nosotros avalamos. Ya sabemos que esto es lo que sucede. Nuestro Secretario General eso lo entendió desde el día 1 y fue la postura que tuvo la Bancaria. Recibimos el apoyo de distintos sectores, del arco de la cultura, organismos de derechos humanos, vinieron las Abuelas, las Madres de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; también nos apoyaron el resto de las organizaciones sindicales, y del arco político, no solo el Frente para la Victoria, sino diferentes partidos y organizaciones. También el sindicalismo internacional. De este conflicto salimos exitosos, porque cerramos una paritaria y además se consiguió la reincorporación de los compañeros que estaban cesanteados. Lo cual eso interpela de alguna manera a la sociedad. No fue un conflicto cualquiera, porque se demostró que había otra alternativa, más allá que algunos dicen: ese es el sector financiero y no es lo mismo que la industria, Si, estamos de acuerdo, no es lo mismo, pero el sector empresario siempre viene a “eficientizar” y a “racionalizar” y eso se traduce en eliminar puestos de trabajo y en cómo hacer para que los trabajadores que se quedan produzcan más. Pero, de alguna manera ese conflicto marcó la cancha, mostró que había otra forma de hacer y también demostró al resto de las organizaciones sindicales que sí se puede enfrentar a este gobierno.

Otro planteo que también tomó nuestra organización, fue la disputa dentro de la CGT. Está el programa que tenemos en la Corriente Federal de Trabajadores, que la Asociación Bancaria integra junto con otras organizaciones y también compañeros que están en distintas regionales de sindicatos nacionales. Creo que hemos llevado adelante una tarea clave, porque hay que dar la disputa dentro de la CGT. Militamos en el espacio de la Corriente Federal, donde desde una agrupación se interpelaba desde adentro, diciéndole a la CGT que había que tener un plan programático y llevar adelante acciónes para ponerle freno a las medidas de este gobierno, sobre todo contra sectores castigados como la industria, lo que se traduce en pérdida de derechos y de empleos, ya que básicamente este gobierno vino a bajar el salario, a tener desocupación alta, a no tener mercado interno, a reprimarizar la economía, a endeudarse y directamente exportar materia prima y traer productos terminados. Es eso un modelo viable? Sabemos que eso va a terminar en una gran conflictividad social y que es un país para pocos. Nosotros queremos un país que nos incluya a todos.

En función de eso es que la Corriente Federal planteó un programa y que nosotros lo militamos dentro de los bancos, para concientizar, porque esta creo que fue la gran dificultad que nosotros hemos tenido desde el sindicalismo: no tener un programa, un plan, hablar de las grandes cuestiones nacionales y de cómo resolver los problemas de los argentinos.

Este gobierno oligárquico ya ha dejado de lado el fundamental tema de la integración latinoamericana y ha vuelto al camino de los acuerdos de libre comercio, cuando sabemos que no hay uno solo que beneficie al campo popular o al sector de los trabajadores.

Ellos tienen dos problemas: han identificado como enemigo al movimiento obrero, y el movimiento obrero ha reaccionado, porque en el mes de Marzo hubo una movilización tras otra y creo que ahí dimos cuenta de que nosotros tenemos poder de movilización y que hay una conciencia colectiva.

Los derechos humanos y el movimiento obrero son el gran freno que tiene el gobierno para llevar adelante su plan, que todavía puede hacer mucho más daño. Se ha visto incluso como los han demonizado. Pero el fallo del 2×1 provocó la reacción de la sociedad. Quiere decir que hay una conciencia colectiva y ese es el límite: con los derechos humanos no.

No debemos subestimar que este gobierno tiene mucho poder, pero no por Macri, sino por lo que representa. Hoy tenemos en cada ministerio del Estado a los que tuvieron que ver con el golpe del 76 que aniquiló a toda una generación.

Tenemos un proceso de acumulación en la conciencia colectiva, está en el ADN y en el tema de que nosotros podemos volver a recuperar los derechos, no estamos dispuestos a ir para atrás. Y sobre todo cuando se ve en los movimientos populares la movilización, porque cuando tenés al pueblo en la calle, ahí siempre ganás. Porque tenemos una memoria cercana de lo que fueron las mejoras que tuvimos en nuestra vida en los doce años del gobierno anterior.

Si bien hemos ganado en derechos para la clase trabajadora, no hemos fortalecido la organización de cuadros y hemos perdido la idea movimientista dentro del campo popular. No nos corresponde a nosotros ocupar el gobierno desde el sector sindical, pero sí discutir el modelo de país que queremos, formar cuadros y tener representación o apoyar aquello que represente nuestros intereses y el programa de gobierno que queremos.

Tenemos ahora un desafío que es en Octubre, aunque creo que se va a dirimir en el 2019. Tenemos que contribuir para que este proceso neoliberal no se consolide. Por lo menos nosotros hacemos nuestro aporte, desde la movilización, desde la representación y desde tener el plan de gobierno que hemos elaborado.

Lito Borello (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular).- Secretario de Derechos Humanos de la CTEP:

Estamos en medio de una crisis global, sistémica y de carácter civilizatorio del capitalismo, que desde distintos marcos conceptuales se plantea como la más profunda de los últimos 200 años. En ese marco, estamos en medio de una contraofensiva conservadora restauradora a nivel mundial, regional y nacional. Existe una contradicción secundaria dentro del bloque de poder mundial entre los globalistas y quienes conservan todavía la idea de un imperio más unipolar, pero esa contradicción secundaria no quita que ambas miradas son absolutamente antagónicas a los intereses populares y de soberanía de cualquiera de nuestras patrias. Estamos en un momento en el que hasta el propio Papa Francisco – que entiendo no se ha hecho marxista – plantea que este sistema no da más y que no hay manera de embellecer al capitalismo agregándole alguna bondad de palabra que parezca humanizarlo. Por lo tanto, el único camino es construir otra sociedad, en donde el hombre no sea lobo del hombre. Más allá de que se llame patria socialista, peronista o el nombre que cada uno, según su historia, le vaya poniendo, está claro que, sin salir del capitalismo, no hay posibilidad de imaginar bienestar para las mayorías.

Esta contraofensiva conservadora viene luego de 10 a 15 años de gobiernos post-neoliberales en América Latina. Esos gobiernos, si bien generaron mejoras, recuperación de derechos, de banderas históricas, ninguno pudo hacer los cambios estructurales que evitaran la contraofensiva. Siguió siendo la misma matriz capitalista.

El bloque de poder mundial construyó una estrategia, en donde primero se fue haciendo de los medios de comunicación y luego fue imponiendo lo que se ha teorizado como guerra de cuarta generación.

Por eso hoy, la única manera de que el capitalismo salga de su crisis, es radicalizando su avaricia – al decir del Papa Francisco: aquellos que adoran al dios dinero – y llevándonos a un mundo donde solo miserabilizan, generan guerras, hambre y muerte. Incluso en la Argentina, un país donde para esa política sobran al menos 25 o 30 millones de personas, en donde ya el excluido no es una nueva palabra que tiene que estudiar la sociología, sino que directamente es una categoría de las políticas de exclusión y – como dice el Papa – del descarte. Expliquemos si no, que son las políticas de descarte: es una nueva categoría de desaparecidos, donde el excluido es el “no ser”. Y para eso usan herramientas de nuevo tipo, donde los ejércitos ya no son los de ocupación del bloque de poder, sino que hay una nueva instrumentación del ejercicio de la violencia: el narco, la delincuencia, las bandas; hay una nueva manera de violentizar nuestros territorios, no como un problema social, o de salud,  o moral, sino como parte de los escenarios que necesitan tener para la aplicación de una nueva doctrina de poder. Esto es México, Siria, Colombia, Irak.

Sin embargo, en esta situación en América Latina, nosotros seguimos teniendo una mirada absolutamente optimista. Creemos que los pueblos en los últimos años han construido un nivel de conciencia política muchísimo más alto que el que teníamos hace 20 o 30 años atrás. En Argentina se vio en este último año, inclusive por encima de la crisis dirigencial, en donde los escenarios son bastante más decadentes que entre los compañeros que están en la calle.

Eso es lo que creemos que se está dando y creemos que todavía sigue abierta la ventana de un tiempo emancipador en la región de América Latina. Hoy el mundo mira a América Latina porque ahí está una de las posibilidades de sociedades de nuevo tipo, de sociedades “del buen vivir”, en donde decimos, desde la CTEP, que la economía popular es ir perforando en lo viejo elementos de lo nuevo, de una nueva sociedad; de cómo generar una economía distinta, generar relaciones distintas, ir superando una democracia falleciente, que no va a dar bienestar a las mayorías. Necesitamos una nueva geometría del poder, una democracia de nuevo tipo, donde la participación y el protagonismo pase por alto aquello que nos dice que el pueblo solo gobierna a través de sus representantes. En esto van muchos de los debates en el movimiento popular.

José Campagnoli (Nuevo Encuentro).- Politólogo; legislador en la Ciudad de Buenos Aires por el Frente para la Victoria; presidente del Comité de Nuevo Encuentro en la CABA:

Es muy interesante poder debatir esto entre compañeras y compañeros.

Hoy el capitalismo atraviesa una crisis hegemónica, porque el centro – EE.UU. – que organizó hegemónicamente al mundo en términos económicos, políticos, militares y culturales, desde la caída del bloque socialista en 1990/91, ha perdido la capacidad de tener la articulación político-ideológica del conjunto de los países occidentales, va perdiendo la pulseada económica centralmente a manos de China, y la Unión Europea, con todas sus dificultades, se va emancipando y teniendo un margen de maniobra cada vez mayor.

La edad dorada del capitalismo, de 1944 a 1975, generó la expectativa de que el sistema de producción fordista y el keynesianismo podían dar la posibilidad, al conjunto de la humanidad, de tener acceso a bienes que elevaran su calidad de vida. Luego, la crisis del Estado de Bienestar y el advenimiento del neoliberalismo, en el 79 con Thatcher, en el 81 con Reagan, generaron cierto entusiasmo, pero al final termina dando lugar a un mundo injusto, que va distribuyendo la riqueza de forma cada vez más inequitativa y que multiplica la injusticia. Sin embargo, la negación del capitalismo solo es posible con el surgimiento de una alternativa, que hoy no está dada, pero sí hay un terreno más fértil para pensar alternativas de carácter más profundo o estructurales, que pongan en discusión este sistema. Esas condiciones de posibilidad, para empezar a pensarlo, pueden prefigurar un escenario para empezar a construirlo. Todas las grandes revoluciones que marcaron cambios en el mundo estuvieron precedidas de marcos teóricos, pero fueron en realidad una suerte de maridaje notable entre teoría y práctica.

No estaba pensado, desde el centro del poder, que en América Latina había que organizar proyectos populares con más Estado, más distribución, más inclusión; eso surgió, se impuso y fue a contramano de la corriente. Es un proceso desde el cual se puede pensar que la región puede seguir proveyendo novedades mundiales para pensar en un paradigma alternativo al capitalismo, a diferencia de cómo se pensó siempre: que desde Europa iban a surgir esas novedades.

En particular en la Argentina, pensamos que el gobierno de Macri no llegó para quedarse 4 años, transferir la mayor cantidad de riqueza al sector dominante y a su familia e irse, sino para instalar un proyecto de carácter hegemónico, desestabilizar toda la región y ponerla en clave de la derecha.

Lo que precisa hacer el bloque de poder es reconfigurar el tema político en Argentina. Precisan un sistema político bipartidista, donde gane quien gane sostenga el modelo de ajuste. Ellos ya lograron tener un oficialismo de ellos y ahora precisan una oposición que también sea de ellos. Para eso tienen que liquidar a la única dirigente popular que desafía el statu quo en Argentina, que es Cristina Fernández de Kirchner; por eso la quieren poner presa, estigmatizarla, hundirla.

Durante este gobierno de derecha hubo movilizaciones gigantescas. Sin eso es imposible generar condiciones para que en las urnas confronten dos proyectos de país. A su vez, sin urnas, no tenés posibilidad de plasmar todo eso en una propuesta que después rompa el equilibrio institucional, por lo menos en el sistema en el cual estamos viviendo.

En América Latina hemos sufrido derrotas, pero conservamos la mayoría de los gobiernos progresistas. Hay que recuperar la hegemonía en América Latina desde una perspectiva popular, revolucionaria, transformadora, que permita discutir más a fondo el sistema económico, político, social y cultural bajo el cual vive la humanidad desde fines del siglo XVIII.

Marcelo Rodríguez (Partido Comunista).- Miembro del Comité Central del PC; director adjunto del Centro de Estudios y Formación Marxista Héctor P. Agosti:

Es fundamental empezar viendo el contexto, que tiene que ver con una crisis del capitalismo que comienza en el 2007/2008 y que todavía no se resuelve, sino que tiende a profundizarse y que va dejando cada vez más millones de personas excluidas y sin posibilidad de ser parte del sistema. Sistema que generaba en otros momentos espacios o modelos de contención, lo cual tenía también que ver con la existencia de la URSS, no era solamente con el beneplácito de los capitalistas hacer un estado benefactor porque se habían vuelto más humanitarios, sino que era también una forma de contrarrestar ese fantasma rojo que estaba muy vigente en todos esos años. En ese contexto, se dan en América Latina estos gobiernos progresistas, de izquierda, cuyas raíces podemos rastrear en la historia, en las largas luchas de emancipación e independencia de América Latina, y que, viniendo mucho más acá, no hubieran sido posibles si Cuba no hubiese resistido durante tantos años el ataque del imperialismo. Fue algo muy novedoso para esta época, que se cristaliza en el 2005 en el no al ALCA, que es algo que nunca nos van a perdonar.

Estamos en medio de esta crisis capitalista, que es una crisis civilizatoria y no solo de hegemonía. Es una crisis de hegemonía de Estados Unidos con los bloques de países que le van surgiendo, pero en el contexto de una profunda crisis sistémica. Es económica, financiera, política, cultural. También es una crisis de consumo: las pautas de consumo del sistema capitalista, son insostenibles, no hay planeta que resista si nosotros queremos ampliar el modo de vida norteamericano a más de la mitad de la población mundial. Pero no se va a caer solo el capitalismo y si no logramos voltearlo puede haber una reconstitución del sistema hacia la barbarie.

Hay tres factores a tener en cuenta para analizar lo que pasó en América Latina y el Caribe:

–       Un primer factor, es que caímos en una fuerte subestimación de la derecha. Ellos venían en toda la región con un plan – está la Fundación Albert Einstein, con Gene Sharp, hablando de cómo hacer golpes blandos -. Está el tema de los medios de comunicación, que son parte de las trasnacionales. Se han apoderado de los grandes medios para dar una batalla cultural e ideológica, que es uno de los terrenos más fuertes donde vamos a tener que batallar.

–       Un segundo factor, es la idea de ”capitalismo serio”, “capitalismo humanizado”, y no discutir bien los límites que esas ideas pueden tener. Hoy el capitalismo es el problema, no puede ser parte de la solución. Entonces, cuando hablamos de profundizar, de radicalizar nuestras políticas, no estamos hablando de tomar el cielo por asalto mañana, es una construcción de poder popular que hay que ir haciendo, pero, como se dijo aquí, la economía popular, la organización territorial, todo eso tiene que tender a construir un sistema alternativo, que incluye una economía alternativa.

–       Un tercer y fundamental factor, son las dificultades e insuficiencias que tuvimos, en la gran mayoría de nuestros países, para construir la herramienta política necesaria para impulsar nuestros proyectos, defenderlos y bancar el avance de la derecha.

Hay que moverse rápido en la construcción de la alternativa, porque ellos siguen avanzando y nos va a costar muchísimo reconstruir lo que están destruyendo. Las insuficiencias para la concreción de un programa es una de las cosas que, quienes fuimos aliados y apoyamos la experiencia del gobierno anterior, la tenemos que ver con autocritica.

La derecha viene con un proyecto que en que lo central es la baja del salario. Es también un proyecto extractivista, de saqueo de los recursos. Viene avanzando en la región, con planes muy parecidos, según las características de cada país.

Para frenarlos, tenemos que construir el frente en Argentina y articular con toda América Latina y el Caribe. Articular la construcción de alternativas con una visión latinoamericana es una de las cosas que más hemos ganado en estos últimos años.

Carlos Norryh (PYMES SUR).- Ingeniero; referente de Pymes Sur; referente del espacio Peronismo por la Ciudad; secretario de prensa del PJ Comuna 4:

Es importantísimo este tipo de reuniones. Leí las cuatro mesas-debate anteriores y se ve que, lógicamente, todo gira en torno de lo que hemos estado hablando en esta mesa debate.

Lo importante es que en esta mesa-debate están las cuatro patas que hoy tienen preponderancia dentro de lo que es el campo popular: los movimientos sociales, el espacio político, las Pymes y el sector de los trabajadores.

Coincido en que la crisis es civilizatoria. Creo que va a tener que haber un cambio importante. Porque la crisis no es solo económica, también es cultural. Le damos importancia a la parte mediática, que es un poder fortísimo, pero nosotros tenemos incorporado la colonización, con todo lo que es nuestra formación educativa, y esto hace que, llegado cierto punto, tomemos decisiones que van en contra nuestro. Por ejemplo, las Pymes se desarrollaron mucho durante el gobierno anterior y sin embargo le votaron en contra. Para vencer esa inercia cultural, necesitamos gobiernos populares con sustentabilidad en el tiempo, para lo cual es muy importante la construcción programática de la que estamos hablando entre esas cuatro patas que mencioné, porque si no, no vamos a lograr la masa crítica que necesitamos para sustentar nuestros gobiernos en el tiempo.

Tenemos la gran posibilidad de una Latinoamérica que está en paz, pero nos van a querer llevar a que nos peleemos entre nosotros, a tener algún conflicto con algún país hermano limítrofe

Estamos del lado de los justos, luchamos por causas que justifican nuestra esfuerzo, pero tenemos que mentalizarnos en que la lucha es larga, no va a pasar esencialmente por lo que suceda ahora en las legislativas.

En cuanto a qué paradigmas buscaríamos, me parece que tiene que haber una nueva Constitución. Por lo pronto porque es algo que hay que consensuarlo mucho para llegar a definirlo y si lo logramos ya vamos con una mayoría que está aceptando lo que se plasme en ella.

En cuanto al tema mencionado aquí “del buen vivir”, tenemos que tener en cuenta, en este planteo, el desarrollo tecnológico. Nosotros, como peronistas, hablamos de que el trabajo dignifica, que es movilidad social ascendente; seguramente, si logramos la gran integración latinoamericana, va a haber mucho trabajo; pero también seguramente, considerando el desarrollo tecnológico que está en ciernes, va a haber gente sin trabajar y la única forma que tienen para desarrollarse es por la parte del arte, de la cultura, del deporte. Ahora, si esas cosas están insertas en un capitalismo, estamos mal, porque van a tener un costo y por ende los sectores populares no van a poder acceder a eso.

Debate sobre la segunda temática

Carlos Mendoza (Tesis 11-Coordinador): En el debate sobre la primera temática ya se ha hablado bastante de la segunda, porque ambas están muy entrelazadas; no se puede hablar de una sin hablar de la otra.

La cuestión es cómo construir el espacio que represente al campo popular, llámese frente o movimiento socio-político. Cuáles son los caminos, cual es la amplitud. Está la cuestión de enfrentar las políticas neoliberales, para lo que se debe hacer el frente más amplio posible, todo el que se oponga a las medidas de Macri, bienvenido sea. Luego está la cuestión electoral, de cómo hacer un frente para tratar de derrotar a este gobierno. Y finalmente está la cuestión estratégica, porque para resolver los problemas estructurales que se han mencionado, se necesita un movimiento social y político que tenga conciencia de eso, para lo cual se requiere el desarrollo de la democracia participativa, porque es solo la praxis lo que va a elevar la conciencia de la gente. Son tres problemas distintos: el problema de enfrentarse a las políticas del neoliberalismo, el problema electoral y el problema estratégico, que son asuntos implícitos en la temática de este segundo bloque de debate.

José Campagnoli (Nuevo Encuentro): A nosotros nos parece que hay una coyuntura de corto plazo, medio decisiva en términos político-electorales, que puede modificar algún tipo de correlaciones de fuerza, no todas porque algunas son estructurales. Es importante lo que plantea Cristina de armar un programa mínimo al que nos podamos ajustar, y que los que son candidatos se deban ajustar a eso. Me parece un salto cualitativo empezar a construir un programa que pueda darle forma a las búsquedas políticas que tengan traducción electoral.

La candidatura de Cristina creo que tiene un basamento importante, entre otras cosas porque que los pueblos no producen liderazgos todos los días. Ella expresa, entre otras cosas, una referencia contestataria que otros no expresan.

Cualquier otro candidato que no sea ella no es lo mismo, porque partiría de la dificultad de que en el período del gobierno anterior, como balance autocritico, no se pudo o no se quiso construir una fuerza política que tenga la misma densidad, en términos políticos, que el liderazgo. La distancia que hay entre Cristina y los demás, en términos ideológicos, de coraje, de jacobinismo y de la relación con la sociedad, es gigantesca.

Para nosotros, no hay 2019 si no se les gana en las urnas este año, porque no es que las cosas siguen sin ningún tipo de alteración pase lo que pase; o se gana y la tendencia es para un lado, o se pierde y la tendencia es para el otro. Si hay una derrota popular en las urnas, aunque haya resistencia como siempre la hubo, va a haber una avanzada y una afirmación de la derecha en su programa; van a avanzar con más consenso sobre las conquistas populares, sobre los fondos de jubilación, van a tomar más deuda, van a profundizar las paritarias a la baja, van a avanzar sobre el sistema de salud y educación.

Después, hay otros aspectos más de carácter estratégico. Creo que hay que pensar una cantidad de cosas por si se vuelve al gobierno. Reafirmar un proyecto de largo aliento en Argentina, de carácter popular. Estoy de acuerdo en que hay que pensar en una nueva Constitución; de hecho, los gobiernos que hoy se sostienen en la región, Venezuela, Bolivia y Ecuador, cambiaron su Constitución.

Hay ciertas cosas más de fondo: una es que en Argentina está ese problema del estrangulamiento del sector externo, de la crisis stop and go, o péndulo de Diamand, de que el país se tiene que industrializar en base a sus exportaciones y cuando caen los precios de exportación y no alcanzan las divisas, se tiene que caer en una devaluación forzada, lo cual significa que los laburantes consumen menos, se compran menos productos importados y se reequilibran la balanza comercial y la balanza de pagos. Esas son crisis recurrentes de los gobiernos populares.

Hay también que discutir un modelo de sociedad donde el consumismo no sea la lógica dominante, porque eso lleva a una vorágine donde se termina perdiendo cosas esenciales de la vida. Además eso genera un serio problema, porque cuando el gobierno de Cristina no pudo dar los dólares que la gente requería, o no se pudieron importar ciertas cosas y no la tenías en las góndolas, se generó una crisis.

Otra cuestión que hay que debatir, es el concepto de movilidad social ascendente, que está bueno, pero que conlleva el desclasamiento de sectores que antes eran parte del campo popular. Tu mismo proyecto de país va empujando a mucha gente a que vivan mejor, y a veces terminan generando una ideología contraria a la de sus orígenes de clase. Entonces, hay que pensar cómo se logra crear políticas activas, inclusivas, de distribución, pero que a su vez vengan acompañadas de un trabajo ideológico que no te haga abandonar la perspectiva de que la clase dominante sigue siendo tu adversario histórico y que vos pertenecés a la otra clase, más allá de que hoy tengas un mejor ingreso que el que tenían tus viejos.

Carlos Norrih (PYMES SUR): Coincido en cuanto a lograr esa parte programática que vamos a llevar a estas elecciones. Lograr un frente lo más amplio posible, pero ahí hay que tener voluntad de consenso.

Coincido en que Cristina es la líder, que tenemos que ir todos ahí, por lo menos en nuestro espacio político estamos alineados en eso.

Hago mucho hincapié en el tema de la nueva Constitución; ya hay muchos compañeros que vienen trabajando en eso: el Instituto Sampay, Barcesat, Cholvis, Conti, Zaffaroni y otros. Se viene trabajando pero solo desde un sector; hay que abrirlo, ponerlo al alcance de todos. La compañera Delia Bissuti, en la 4ª mesa-debate de este ciclo, decía que se había logrado una Constitución de la Ciudad de Buenos Aires lo más progresista posible y sin embargo no se aplica. Otro caso es el Estatuto del Peón Rural, que fue anterior a que Perón fuera Presidente y sigue sin aplicarse. Por eso insisto en el tema cultural, tenemos que trabajar mucho dentro de nuestros espacios para crear esa conciencia que nos lleve a lograr un gran frente que sea sustentable en el tiempo y poder sostener así nuestras propuestas y logros

Débora Spínola (Asociación Bancaria-Corriente Federal de los Trabajadores-CGT): Coincido en que Cristina tiene un liderazgo marcado. Pero el problema que estamos teniendo es que nos faltan cuadros de conducción en los distintos sectores, porque muchos pensamos lo mismo pero nos falta una articulación entre los distintos espacios por carencias de conducción. Lo que tenemos que hacer desde el campo popular y particularmente desde la organización sindical, es retomar capacidad de organización, recuperar el concepto movimientista del campo popular y articular entre los distintos sectores. Cuando fortalecés la organización y generás conciencia en el pueblo, interpelás a los representantes, para que no hagan después lo que quieran.

Es fundamental la movilización popular; con la gente en la calle el campo popular gana y de esa manera se interpela no solamente a la oligarquía, sino también al sector político, incluyendo a los propios que estuvieran yendo para donde no debieran ir.

Hay un despertar de la conciencia colectiva, pero todavía nos falta. Ellos tienen los medios hegemónicos, pero nosotros tenemos lo cotidiano, el fortalecimiento de la organización, la discusión política colectiva.

Es fundamental ser capaces de conducir las contradicciones del campo popular, pero particularmente ser capaces de organizar y formar cuadros. Para avanzar en lograr la unidad, es necesario una alianza estratégica entre los distintos sectores, como lo decía el compañero Nohrris, que tiene que ver con articular las organizaciones de los trabajadores con los sectores de la producción, los sectores políticos, los trabajadores de la economía popular.

Debemos tener una concepción estratégica y no simplemente electoral; se puede ganar una elección, pero sin una propuesta programática profunda y objetivos estratégicos, después la derecha, el sector concentrado, te vuelve a ganar y vienen absolutamente por todo.

El gran problema que tuvimos, sobre todo en el último gobierno de Cristina, fue que no profundizamos, nos quedamos en cuestiones superficiales; por algo ellos después en 48 hs nos sacaron la ley más debatida y elaborada que fue la Ley de Medios

Es clave el cambio de la Constitución, no una simple reforma. Retomar lo que fue la constitución del 49. Porque tenemos una Constitución liberal. Ahora, eso no se hace de la noche a la mañana, hay que militarlo, trabajar en la conciencia del pueblo.

Debemos lograr un acuerdo programático profundo: cambiar la Constitución, declarar la emergencia social, medidas de protección del empleo, volver a tener en manos del Estado el control de los recursos, los servicios públicos, los puertos, la navegación, los ríos, los mares, tener una flota propia, tener un plan de desarrollo y protección de la industria nacional, hacer una reforma tributaria, cambiar la ley financiera que favorece la fuga de capitales. Son cosas para discutir y profundizar.

La reforma más importante que tuvimos en los últimos años, fue re-estatizar las jubilaciones. Eso es lo que más les duele. El manejo del fondo de garantía de sustentabilidad, que era la timba para ellos, y el negocio de la deuda externa, son dos cosas que al gobierno anterior no le perdonan.

Nosotros somos mayoría, pero si estamos divididos ellos nos ganan. Cualquier contradicción entre nosotros es secundaria, porque nuestra verdadera contradicción es contra este capitalismo, que es ya directamente capitalismo financiero. Debemos entender eso y pasar de la resistencia a la ofensiva, pero con un acuerdo programático y trabajar sobre la conciencia de los sectores populares.

No creo que la lucha se vaya a dirimir ahora en Octubre, pero puede generar condiciones más favorables.

Podemos conseguir nuestros objetivos? Creo que sí, porque tenemos en nuestro pueblo un proceso de acumulación, que está en nuestro ADN, en las luchas. Un proceso de acumulación lento, pero que después explota, como en el Cordobazo, o en el 2001. No es que cuando vienen por nuestros derechos y con los medios de comunicación cooptan la conciencia del pueblo, nos resignamos. Parece que la conciencia popular está dormida, pero en algún momento se revela y explota.

Lito Borello (CTEP-Confederación de Trabajadores de la Economía Popular): Estamos en un momento en que – a diferencia de varias décadas atrás – no hay una hoja de ruta. Hace 40 años, uno podía adscribir a una u otra hoja de ruta. En los últimos años venimos de navegar por las estrellas, saltando de lucha exitosa en lucha exitosa, pero la verdad es que se va haciendo cada vez más necesario tener una estrategia, y definir la herramienta política necesaria. Está claro que hay crisis de muchas de las herramientas que hace algunas décadas se utilizaban, que los partidos políticos dejan afuera a los nuevos emergentes, no solo los partidos que están enrolados en los imaginarios políticos del enemigo, sino inclusive los que intentan banderas de carácter popular o hasta incluso revolucionario.

No es pequeño detalle decidir cuál es el sujeto político central en donde uno apoya la palanca de fuerza. En esto hay que tener en claro que ya no se trata de la toma del poder mediante un golpe de mano. De lo que se trata actualmente es de construir lo nuevo en medio de lo viejo. Lo otro era como más sencillo: destruíamos el aparato burocrático-militar del enemigo y construíamos la nueva sociedad.

Este nuevo paradigma nos implica una batalla más cotidiana, porque la guerra de cuarta generación que nos imponen, lo que tiene en su centro no son los medios de comunicación, sino la construcción del sentido común. Y ese es el problema por el que inclusive el gobierno boliviano hace la autocrítica, en la última derrota electoral, de que no le estaban encontrando el agujero al mate de como el enemigo nos libra la batalla en los tiempos electorales; y claro, porque es la cancha de ellos, no la nuestra. Tenemos que ir a elecciones, pero convengamos que esta democracia representativa es de ellos, no es nuestra.

Para nosotros, este gobierno es una tiranía institucional, porque llegó por los votos, pero por el ejercicio despótico del ejecutivo está roto el contrato social y quebrado el estado de derecho. Hasta habría que pensar si esto es siquiera una democracia burguesa: Milagro Sala está presa, inentendible, pero está presa. Podríamos también hablar de la cana entrando a los colegios y a las universidades, etc. Ahora, cuando la tiranía es ley, la rebelión es justicia. Entonces, en el camino vamos a tener que hablar de luchas legítimas pero que puede que sean ilegales.

En cuanto a si esto se resuelve en Octubre, quienes le construyan ese criterio de éxito a sus militantes van a necesitar muchos psicólogos una semana después. La verdad es que es imposible que se cambie radicalmente el tablero político al otro día, porque no hay números que justifiquen eso. Entonces, eso sería crear una ilusión.

¿Es solo desde el poder político desde donde podemos hacer los cambios? ¿Desde el poder formal? ¿Podemos tener garantías de que vamos a llevar adelante los intereses populares que creemos defender?  O no hay un poder fáctico que actúa de hecho? O el poder fáctico no compra Concejales, Diputados, Senadores, Jueces cuando es necesario y cada vez más a la Policía y a cualquier fuerza de seguridad?

¿Sirve que solamente creamos que la batalla institucional nos va a resolver la construcción de todo lo que hablamos hoy en la primera ronda? De construir otra sociedad, otro paradigma, otra democracia. Si el sujeto sigue siendo los trabajadores, los tradicionales y ahora los de la economía popular, si son el pueblo, ¿qué necesitamos para empoderarlos llamando a crear una nueva Constitución? No podría haber generosidad en la clase política para generar de esa manera un fenómeno de institucionalidad que empodere al sujeto que creo es el único que puede dar garantías de transformación profunda?

Está claro que hay una acefalía de conducción política, aunque nuestro pueblo viene demostrándonos que aquí no se rinde nadie; son incontables las veces que en este año y medio el pueblo ha salido a la calle, y construye unidad en la acción. Donde no se construye es en los escenarios, donde se matan a codazos para ver quien sale en la foto.

El concepto de construcción de poder popular también requiere una actualización, porque hay una nueva territorialidad en la cual el enemigo te enfrenta con el narcotráfico y te rompe la familia, el tejido social.

No tenemos una visión pesimista. Seguimos pensando que tenemos la posibilidad de retomar el tiempo emancipador, pero ojo que no es fácil, resolver la crisis no es solo que estos se vayan, ellos pueden seguir comiendo asado usándonos a nosotros como carbón…

Marcelo Rodríguez (Partido Comunista): Creo que es clave que a la derecha y a estos gobiernos se los enfrente en las calles y en las urnas, en ese orden y con esa preponderancia.

Nosotros defendemos un frente lo más amplio posible y con la mayor profundidad programática que podamos encontrar, pero con una meta y con la lucha en las calles que nos va marcando la hoja de ruta y los acuerdos que nos comprometamos a llevar adelante. Es totalmente imbricado este camino, es dialéctica la relación: el programa por un lado, la lucha por el otro. Eso es lo que tenemos que lograr llevar adelante.

Un frente contra el ajuste, contra la entrega, de debate y acuerdo político y programático, debe ser el germen que nos tiene que llevar al objetivo del frente estratégico de construcción de poder popular, que los comunistas lo llamamos Frente de Liberación Nacional y Social. Podemos usar lo electoral para la difusión de ideas, acumulación de fuerzas, acuerdos, etc., pero no es ahí donde se va a definir, sino en la construcción frentista amplia y programáticamente profunda.

Los liderazgos existen, son importantísimos, pero no podemos estar esperando todo el tiempo que aparezca un líder, autoproclamado o realmente legitimado ante el pueblo, para que nos solucione los problemas. Si nos ponemos de acuerdo en que necesitamos una herramienta política frentista, no sé cuánto tiempo nos va a llevar, pero iríamos adelantando tiempo en los debates, en el trabajo que tenemos que hacer. Y eso nos haría ganar confianza entre nosotros.

El enemigo es gigantesco, está en crisis, pero cuanto más está en crisis más peligroso es, más osado, es capaz de hacer cualquier cosa y avanza sobre los derechos y la vida de la gente.

El tema de las nuevas organizaciones sociopolíticas también lo tenemos que discutir, porque es verdad que los partidos hemos tenido problemas, en estos últimos años, para ver cómo nos movíamos, refutábamos o conteníamos a gente que se acercaba; pero también es verdad que desde los 80 para acá, el ataque contra la militancia política que se hizo fue gigantesco, salieron a desestructurar a los partidos políticos.

El PRO, entre otras características que tiene, se está transformando en el intento más avanzando de la derecha en tener un instrumento político propio, un partido.

Definir el sujeto político es algo muy importante. Nosotros hablamos de un sujeto-pueblo, por esta variedad que se ha ido estructurando en la sociedad. Tenemos que hacer un aprendizaje muy fuerte sobre eso.

Tenemos que nacionalizar el comercio exterior, los puertos, tomar medidas profundas. No vamos a decretar el socialismo, se entiende, pero hay que pensar muy bien cuales medidas hay que tomar rápido y cuáles llevarán más tiempo.

Los mejores momentos del gobierno kirchnerista fueron cuando lo pusieron contra las cuerdas y tuvo que salir a la defensiva. La Ley de Medios fue una de las mejores cosas que se hicieron y que se vino trabajando por sectores sociales desde 20 años atrás. El kirchnerismo tomó eso y giró la Ley de Medios al Congreso. Después no hubo financiamiento para que los sectores populares pudieran tener sus medios. Eso facilitó que este gobierno la liquidara en dos meses. Por eso tenemos que discutir y hacernos autocrítica, incluidos nosotros los comunistas, porque hemos sido parte del espacio político que apoyó al gobierno kirchnerista. Reivindicamos los avances y nos hacemos cargo de los errores.

Ese frente que armemos tiene que tener una condición: debemos comprometernos a respetar en política las hegemonías, pero eso no es lo mismo que ser víctimas de los hegemonismos; que te digiten constantemente lo que podés o no hacer, o que te avisen en donde tenés que estar, sin debates, sin construcciones colectivas.

Pero todo eso para hacer qué? Porque no vamos a volver para hacer exactamente lo mismo. Todo eso hay que discutirlo, con mucha fraternidad, pero con mucha sinceridad, poner los temas sobre la mesa. Estamos del mismo lado y si no somos capaces de decirnos las cosas y discutirlas bien, para poder superarlas, vamos a estar siempre dando vueltas sobre el mismo problema, sin poder avanzar.

Debate a temario libre

Carlos Mendoza (Tesis 11-Coordinador): Quisiera referirme al tema de la industrialización, que preconizamos los sectores progresistas. En general, la industrialización que se ha dado ha sido incompleta, por tantas interrupciones, por golpes de Estado y otros medios con los que la oligarquía ha retomado una y otra vez el poder. Tenemos una industria en gran medida ensambladora, que importa insumos y partes desde el exterior, ensambla localmente y vende mayoritariamente en el mercado interno. Entonces, cobra en pesos y gasta en divisas y llega un momento en que se produce un cuello de botella por insuficiencia de divisas.

El gobierno anterior lograba captar parte de la renta de la tierra mediante las retenciones a las exportaciones, porque en última instancia era el terrateniente el que pagaba eso, y era una forma de captar divisas. También hizo progresos en promocionar las exportaciones manufactureras de la Argentina. Pero hay otro medio para captar divisas, que es la estatización del comercio exterior. Lo que se va por sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones son cifras tan cuantiosas que ya de por si resolvería en gran parte el problema del estrangulamiento de divisas. Un gobierno popular tiene que meter mano en el comercio exterior.

Para analizar, en este tercer bloque a temario libre, hay una cuestión importante que se ha estado debatiendo en el campo popular. Hay algunas organizaciones respetables del campo popular, que argumentaron que uno de los roles de las organizaciones populares es tratar de ayudar a la gobernabilidad, teniendo en cuenta que las instituciones de la democracia son una herramienta utilizada por el campo popular, aun cuando la democracia liberal y sus instituciones estén en decadencia en todo el mundo. Entonces, aparentemente, ayudar a la gobernabilidad sería una manera de preservar esa herramienta. En cambio, otras organizaciones, también muy respetables, dijeron: nada de eso, lo que tenemos que hacer es luchar contra las medidas de este gobierno y cuanto antes los paremos y antes se vayan, mejor. Hay un debate con respecto a esto que yo lo menciono como propuesta para discutir.

Lito Borello (CTEP-Confederación de Trabajadores de la Economía Popular): Me voy a referir a esto que ya salió en las dos rondas de debate anteriores, sobre cuál es el sujeto político. Para nosotros está claro que es el sujeto-pueblo; la definición de sujeto-pueblo no es una lectura dogmática, requiere del análisis concreto de la realidad concreta en la Argentina, de cuál es el crisol que en esta realidad conforma el sujeto-pueblo.

Luego, hay que definir cuál es el sujeto histórico y como se conforma. El sujeto histórico es aquel llamado a jugar un papel de carácter político-ideológico, en cuanto a la direccionalidad que uno le quiere dar a las transformaciones. Quienes creemos que tienen que estar en el centro los trabajadores, hablamos de que ese es el sujeto histórico; en todo caso con la reformulación, de la que va dando cuenta la vida, de cómo es hoy el movimiento de los trabajadores.

Pareciera ser que quienes son los más castigados por el diseño y aplicación de esta política, los heridos que deja, son el sujeto más dinámico, la fuerza motriz principal. Son los trabajadores excluidos, los de la economía popular. Y esto no tiene que ver con algo subjetivo, sino que es una cuestión objetiva.

Esta política que va dejando a los excluidos como nuevos desaparecidos, estos nuevos NN, interpela a un mundo donde estamos en las desigualdades más grandes en la última etapa democrática.

Creer que sin justicia social va a haber paz y democracia, abre la puerta a tragedias. Con fenómenos que no estaban hace 20 años, como por ejemplo el paco y la pelea narco en los territorios.

Nosotros en un encuentro, en 2006, 2007, planteamos que el tema del paco es un tema político, es parte de una doctrina, no el elemento químico, sino ese elemento utilizado en una estrategia político-militar de dominación. Ahí es donde está lo nuevo.

Lo mismo que los medios de comunicación, no son nuevos, pero lo nuevo es que están metidos en una estrategia de guerra del bloque de poder.

Hablando de lo mejor de los años anteriores, podemos decir que la Argentina, junto con otros hermanos latinoamericanos, abrió un segundo tiempo emancipador. Los historiadores dirán si es la continuidad de aquel, o si es un segundo tiempo, pero estamos hablando de una ventana hacia un tiempo emancipador.

Sin embargo, si no hay una mirada continental en la pelea que damos, si no hay un entramado regional de la diplomacia de los pueblos, que no tenga que pasar siempre por la política de estado, sino que sea de organización a organización, de movimiento obrero a movimiento obrero, de movimiento social a movimiento social, de movimiento de las compañeras a movimiento de las compañeras, no vamos a lograr que haya un nuevo tiempo. Hay que volver a San Martin y Bolívar, volver a un proyecto continental.

Débora Spínola (Asociación Bancaria-Corriente Federal de los Trabajadores-CGT): La construcción tiene que ser a nivel regional, desde abajo y transversal, fortaleciendo las organizaciones. Hay que disputarle el poder a la oligarquía, que en realidad es lo que no se ha disputado en este último tiempo. Hemos tenido un gobierno popular, pero el verdadero poder no se disputó. A su vez, el sindicalismo tiene que estar a la altura y tener un rol determinante en esta etapa de discusión del país.

Tenemos que tener la voluntad de hacer la unidad en serio, poner en claro en qué no estamos de acuerdo. Nos tenemos que juntar con nuestra diversidad y respetar el origen, el pensamiento político y las banderas de cada uno. Tenemos que reconstruir las alianzas y no tiene porque nadie dejar de lado su pensamiento original y sus banderas. Hay que discutir políticas entre los distintos espacios, sabiendo que hay cosas en las que tal vez nunca nos vamos a poner de acuerdo.

Hay que recuperar la idea movimientista, el poder popular tiene que estar si o si en las calles.

Soy optimista, vamos a hacer ese proceso de liberación, por lo menos en el mundo de las ideas está, tenemos que concretarlo en la acción y para eso es clave la organización.

Marcelo Rodríguez (Partido Comunista): Unidad no es uniformidad, porque a veces el mito de la unidad que nos rodea es que algún día vamos a ser todos iguales, vamos a pensar todos lo mismo. No, no vamos a pensar lo mismo, sino que debemos tener la capacidad de respetarnos, de defender nuestras identidades y poder acordar el sentido de nuestra acción.

Con respecto al tema de la gobernabilidad, lo primero que me pregunto es ¿qué democracia es esta democracia representativa? ¿Qué tan alejada está en este último año y medio de los intereses del pueblo? ¿En que se está transformando? ¿Gobernabilidad de una suerte de plutocracia atravesada por negociados, de los CEOS tratando de administrar el Estado como una oficina más de sus negocios, o de los negocios de las multinacionales? Entonces, ¿a quién le tenemos que garantizar la gobernabilidad? Ganaron con los mecanismos de la democracia representativa, pero en realidad: ¿es solamente esa legalidad la legitimidad de un gobierno democrático que exprese, con sus contradicciones, los intereses del pueblo?

Yo sigo tentado de defender el derecho de insurrección del pueblo contra gobiernos como estos. Aceptamos lo electoral, sin caer en el electoralismo, pero no le tenemos que tener miedo a los distintos campos de batalla que tenemos que enfrentar, porque no los elegimos nosotros; nos los impone el enemigo.

Si salís a pelear en la calle, no es que estás en contra de la gobernabilidad, sino en contra de la explotación, de la opresión y de una determinada política. Nosotros peleamos para defender y recuperar una democracia lo más participativa posible, el protagonismo popular. No para la gobernabilidad en una democracia de élite y de intereses empresariales.

El desafío es largo, la construcción va a ser larga, no solo por nuestras diferencias, sino por cómo nos operan todo el tiempo para que nos peleemos entre nosotros. Sin embargo, con la experiencia que hemos acumulado en estos años, creo que tenemos el piso un poco más alto para enfrentar el desafío.

Carlos Norryh (PYMES SUR): En cuanto al tema de las importaciones para la industria, creo que no todo fue para empresas ensambladoras; sí se dio en la industria automotriz, o en la parte informática en Tierra del Fuego; pero no se dio por ejemplo con la industria textil, donde puedo asegurar que se trajo tecnología de punta y podríamos ser competitivos con cualquier país del mundo Tal vez no tenemos la escala suficiente pero si la tecnología.

Se habló también de las tarifas. Las podemos manejar, si manejamos también los recursos naturales a partir de los cuales se generan esas tarifas. No podemos entrar en el cuentito este de que las tarifas están bajas, cuando en realidad no lo están; están mucho más alto que el nivel internacional, como se demostró con el precio del gas en boca de pozo.

Yendo al tema de mi sector en particular, el sector PYME, donde hay 800.000 PYMES que generamos el 80% de los puestos de trabajo, estamos dispuestos a formar ese gran frente, porque si no, nos hacen mierda, vienen por nosotros también, es así de clarito.

¿Dónde tenemos la posibilidad de tener esta democracia participativa de la cual tanto hablamos? Y voy a caer otra vez en el tema cultural. Están las organizaciones barriales, los clubes, los consorcios, toda esa sociedad intermedia. Sin embargo ahí, por lo general no participamos, no damos la pelea.

Hay mucha pelea para dar, con sectores que no son los trabajadores, pero que son importantes, como el que represento, para ese todo que queremos armar. Y si no vemos eso, no podemos plantearnos una etapa superadora. Tenemos que incluir y concientizar a la mayor parte de la población, tener masa crítica.

– Se accede al audio completo del debate mediante el siguiente vínculo:

Debate MSP 31-5-2017.MP3

-Se accede al texto completo corregido del debate mediante el siguiente vínculo:

texto completo corregido debate 31-05-17

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Mesas debate anteriores del ciclo de Tesis 11 sobre “Recomposición del Campo Popular”

Texto resumido de la 1er mesa-debate (20/5/16) con participación de APYME (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios ) / KOLINA (Corriente de Liberación Nacional) / CPP (Corriente de Participación Popular) / LA CAMPORA / LOS PIBES (Organización Social y Política) / PSOL (Partido Solidario):

(+detalles)

-Texto resumido de la 2ª mesa-debate (12/08/16) con participación de ADEF (Asociación de Empleados de Farmacia)-CGT / CTA (Central de Trabajadores de la Argentina-Secretaría Yasky) / CPP (Corriente Política de Participación Popular) / USpV (Unidad Socialista para la Victoria) / TESIS 11 (Organización político-cultural):

resumen texto corregido debate 12-08-16

-Texto resumido de la 3er mesa-debate (28/09/16) con participación de CTA (Central de Trabajadores de la Argentina) secretaría Michelli / IMFC (Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos) / KonFluencia Popular (organización política) / TESIS 11 (Organización político-cultural)

resumen texto corregido debate 28-09-16

-Texto resumido de la 4a mesa-debate (30/11/16) con participación de Asociación de Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz; Asociación Hector Agosti; Nuevo Encuentro; Organización Político Cultural Pueblo Tango; UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires)

resumen-4º debate-MSP-30-11-16

2 respuestas a “5ª mesa-debate sobre: “Recomposición del Campo Popular””

  1. Estoy mayormente de acuerdo con la presentación de Marcelo Rodríguez (Partido Comunista). Sin embargo no entiendo la alianza realizada últimamente por su partido con los hermanos Rodríguez Saa de la provincia de San Luis, incluido charla de Adolfo en la sede del partido comunista provincial con asistencia de referentes nacionales. Seguramente responde al acuerdo de los Rodríguez Saa con Cristina (a quien durante su gobierno fueron muy opositores casi hasta los insultos). No nos engañemos, estos gobernantes buscan su rédito propio y su posicionamiento en la provincia que ven peligrar con la alianza opositora (peronistas disidentes de su riñon, radicales, el PRO, etc). Una vez que se consoliden, con sus viejas políticas neoliberales, capitalistas y persecutorias con quienes no responden a ellos…..adiós a estas alianzas del momento. Los votos que pueden generar en contra de Macri (tema que no les importa) desde la provincia de San Luis es un número pobrísimo por lo que no vale la pena arriesgar nuestras convicciones democráticas con esta gente. Un ejemplo lo ha dado el Intendente capitalino, que fue participe del gobierno de Cristina, que no ha entrado en esta alianza y se ha mantenido al margen, seguramente por ser muy conocedor de la realidad provincial hegemónica desde el 1983.

  2. Lic. Estela Maidac dice:

    Les hago llegar mis felicitaciones tanto a la Revista Tesis 11 por haber propiciado este debate como al Ing. Carlos Mendoza por el trabajo de hacer escritura de dicho debate y permitirnos acceder a él.
    Los participantes nos transmiten un pensamiento político en acción, o sea, que no se quedan en análisis teóricos sino que hablan de su praxis y de los caminos posibles de enfrentar al neoliberalismo que lamentablemente ganó en elecciones y no tuvieron que utilizar al Ejército ni a políticos en el Congreso como sucedió en Brasil y Paraguay.
    Agradezco el debate porque transmite un clima esperanzador a pesar de que sabemos lo poderosas que son las derechas porque están sostenidas por quienes detentan verdaderamente el poder.
    Un pueblo movilizado no se las va a hacer tan fácil y hasta ahora esa es la respuesta de nuestro pueblo. Ojala podamos continuar en esa línea.

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