Como ignominioso monumento explícito del abandono de la escuela pública por parte del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales, se yergue, en la ciudad de Zapala, en el centro geográfico de la provincia de Neuquén, en plena estepa patagónica, la obra a medio hacer, y paralizada desde hace un año, del edificio propio para la escuela nº 194, “Pablo Neruda”, junto a un terreno aún baldío donde debería haber un Jardín de Infantes Integral y en el cual, debajo de un cartel que versa “ACÁ SE CONSTRUYE UN SUEÑO”, sólo crecen los yuyos y se amontona la basura.
Ubicada en forma “transitoria”, en 1987 y por exceso de matrícula en la vecina escuela nº 12, en un edificio pensado para funcionar como un centro comercial, desde entonces la comunidad educativa de la 194 está esperando la construcción de un edificio nuevo para su escuela. Edificio que, en estos 32 años fue prometido en innumerables oportunidades por los sucesivos candidatos de turno durante las sucesivas campañas electorales, y hasta presupuestado varias veces, sin que nunca el gobierno provincial iniciara la obra.
Finalmente, en junio del 2017 se comenzó la obra, con fondos de Nación, pero la misma quedó abandonada a mediados del año pasado porque la empresa constructora anunció que se le había terminado la plata que le habían enviado y porque desde Nación decidieron no seguir financiándola.
Producto de la movilización de la comunidad educativa de esta escuela, que viene sosteniendo una lucha inclaudicable desde hace décadas, Omar Gutiérrez, actual gobernador de la provincia, prometió hace unos meses, cuando visitó nuestra ciudad en época de campaña, que la obra se terminaría con fondos de la provincia. Nunca cumplió con lo prometido.
Nación decidió no seguir financiando la obra y los/as funcionarios/as de la provincia aducen que para hacerse cargo de la misma necesitan que desde Nación la traspasen y envíen los fondos necesarios como para terminarla. O sea, todos desentendiéndose del tema, eludiendo erogar el presupuesto necesario, y el edificio en construcción, “elefante blanco” neuquino, abandonado, desde hace casi un año, deteriorándose, con la humedad carcomiendo techos, paredes, columnas y pisos y víctima de hurtos ocasionales. Y los/as alrededor de 300 alumnos/as de la 194 aún teniendo clases en el centro comercial, en espacios inadecuados, insuficientes y riesgosos.
No menos emblemático de la desidia de los gobiernos para con la escuela pública es el caso del Jardín de Infantes Integral (uno de los 30 prometidos en la provincia) que supuestamente se iba a construir en el terreno vecino al que ocupa el esqueleto del edificio nuevo para la 194 y que toda la comunidad zapalina necesita en forma imperiosa pues todos los años decenas de niños/as no pueden ingresar al nivel inicial por falta de aulas. “AQUÍ SE CONSTRUYE UN SUEÑO”, dice, y parece una burla, el cartel que se levanta solitario en el terreno vacío donde lo único construido, por el momento, son hormigueros.
POR UN EDIFICIO PROPIO PARA LA 194 Y POR LA CONSTRUCCIÓN DEL JARDÍN DE INFANTES INTEGRAL Comunidad educativa de la escuela 194.