Nuevamente los grandes medios concentrados, los sojeros que especulan con el dólar, los nostálgicos de la dictadura militar, los cómplices del lawfare, los libertarios anticuarentena y la embajada de Trump, se coaligan para desestabilizar un gobierno electo democráticamente del cual son opositores. Hay sectores que quieren que colapse la sociedad para desestabilizar al gobierno e incluso generar una situación destituyente.
Para justificar su accionar deletéreo acuden a la mentira sistemática, ahora inventando supuestas intenciones golpistas de la vice presidenta de la República y denunciando como avances en el Poder Judicial los intentos de enmendar las ilegalidades realizadas por el macrismo y su mesa judicial.
En medio de esta escalada, los piquetes policiales que amenazaron al gobernador Kicillof, aun reconociendo la necesidad de mejorar las remuneraciones de todos los servidores públicos que hoy enfrentan en primera línea la pandemia, estos hechos no son sólo expresión de un reclamo, no son un hecho menor ni expresivo de un legítimo reclamo salarial. Es otro escalón del proceso golpista en curso y debe ser claramente así denunciado por todos los sectores populares, como ya lo están haciendo corrientes sindicales, sociales y políticas.
Tenemos historia de policías bravas deponiendo a punta de pistola gobiernos populares como ocurrió en Córdoba con Obregón Cano en los prolegómenos del golpe genocida que instauró el terrorismo de estado en nuestro país. Por si no los hubiese, los acontecimientos en Bolivia del año pasado, sirven de suficiente ejemplo. De nuevo el imperio está armando una Operación Cóndor en América Latina para derrotar los intentos de procesos emancipatorios de nuestros pueblos.
El pueblo tiene memoria y está organizado. Más allá de que el respeto a las medidas de prevención de la pandemia limiten su expresión en el espacio público, la sociedad organizada que votó con la esperanza de recuperar el camino de justicia social, desarrollo económico y soberanía política, está movilizada y activa en la contención de los más necesitados, solidariamente, barrio por barrio. Y atenta a lo que sucede con los que revuelven las aguas.
El pueblo sabrá escarmentar a los que pretendan apartarse de la vía democrática de convivencia. Nunca más a los golpistas. Nunca más a los hipócritas que sabotean todos los esfuerzos colectivos por superar la crisis en las que nos han sumido. Unidos y solidarios con el gobierno democrático, actuemos ahora para defender la democracia que tanto nos ha costado recuperar.
Tesis 11