Horacio Ramos*
“Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país, es una contradicción andante, y el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto, pero no en la historia viva de su tierra”. (Rodolfo Walsh).
Horacio González no era de esos personajes que nos menciona Walsh, sino de aquellos que buscaron, permanentemente, construir una sociedad “donde el hombre fuera hermano del hombre y no lobo de su semejante”. Así, en su vida, las palabras fueron siempre sombras de los hechos. Po eso acompañó, tal vez sin conocerla, la reflexión del dirigente del Frente Amplio de Uruguay Eduardo Bonomi, cuando señaló: “La política es el arte de hacer posible lo necesario”. Porque Horacio no dudó ni un instante en saber de qué se trataban las luchas que protagonizaba nuestro pueblo: poner el pan sobre la mesa de todos, así como disponer el acceso sin trabas a la Salud, Educación, Cultura y Deporte. Es decir, socializar y satisfacer las necesidades básicas que sumadas representan –como enseñara el gran historiador estadounidense Leo Huberman– “los bienes terrenales del hombre”.
Horacio González fue un intelectual que desde su tiempo de presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, pasando luego por la dirección de la antológica revista “El Ojo Mocho” y terminando a los años al frente de la Biblioteca Nacional, siempre explicitó con firmeza que la política era una herramienta vital para el cambio, exenta de dogmas y dispuesta –sin titubeos- a explorar la aventura del pensamiento crítico. Al respecto, como afirmaba habitualmente nuestro recordado compañero de “Tesis 11” Juan Gervasio Paz, “tener utopías es bueno, es como una gimnasia del alma”.
“Veladas de Estudio después del Trabajo”, es un refugio socio-cultural del barrio de Piñeiro, un cálido segmento de la Avellaneda proletaria. Allí llegó Horacio una noche de invierno del 2017, más precisamente el 28 de junio, y entonces nos dejó –bellamente expresado- su análisis certero sobre nuestra realidad circundante, su opinión sagaz sobre la tarea que cumplen las entidades de bien público y su apuesta esperanzada y sin claudicaciones, por los días que aguardaban a nuestra Patria.
Por lo que a nosotros corresponde y ahora en tu partida definitiva, te decimos Horacio que nos esforzaremos por seguir tu ejemplo contra viento y marea. Porque de ese modo, empujaremos colectivamente el amanecer, lúcido y transparente, que merecemos los argentinos. ¡Hasta la Victoria siempre, Compañero!
*Horacio Ramos, periodista, escritor, colaborador y cofundador de Tesis 11.
Hola Horacio, disculpe, usted conoció a Gabriel Tweety Fojo, creo que actuó en una obra suya, tendría algún material o foto, le agradecería mucho, soy Leandro Fojo