MILLONES DE VOTOS PARA QUE NO VUELVAN

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El próximo domingo, 14 de noviembre, los trabajadores, los sectores medios, las mujeres, los jóvenes, el pueblo todo tenemos una gran oportunidad y una responsabilidad: LLENAR LAS URNAS DE VOTOS AL FRENTE DE TODOS. ¿Por qué?  

PORQUE, hasta ahora, es el mejor acuerdo de las fuerzas populares que supimos construir. La única que, si mantiene y fortalece la unidad, puede enfrentar a la derecha y ultraderecha que, ya pregonan abiertamente, quieren volver para anular los derechos logrados en largas y aguerridas luchas. Que proponen las viejas y conocidas recetas neoliberales. Adornadas y promocionadas por sus medios hegemónicos y sus viejos y nuevos difusores.

PORQUE, en medio de la enorme crisis económica, desocupación, nivel de la pobreza, y el más grande endeudamiento con privados, con el FMI y fuga de capitales de la historia que recibió, sumado a los efectos de una pandemia mundial, las enfrentó con medidas a favor del pueblo. Con la gran campaña de vacunación si dejar que se “mueran los que se tengan que  morir”; que restituyó derechos, congeló tarifas, evitó despidos y quiebras masivas; redujo la cantidad de trabajadores alcanzados por el impuesto a las ganancias; repuso remedios gratis para los jubilados,  logró el Aporte Extraordinario a las Grandes Fortunas y recientemente un acuerdo, que se está instrumentando, con los que comercializan alimentos y los laboratorios, para señalar algunas.

PORQUE, hay un proceso de recuperación económica, de crecimiento de la industria, la construcción, las exportaciones y el consumo. Con disminución de la desocupación. Y en algunos gremios con mejoras salariales.

POR ESO EL DOMINGO HAY QUE LLENAR LAS URNAS CON VOTOS DEL FRENTE DE TODOS

Pero está claro que todas estas medias no alcanzan para resolver las necesidades de  vastos sectores populares. Que lo hecho no colma las expectativas y es lo que en adelante se debe discutir. Que el gobierno muestra contradicciones internas, indecisiones para enfrentar a quienes amasan enormes fortuna, en especial, en los últimos años del gobierno Macrista, a los que fugan divisas,  a los dueños de las empresas de internet, a los que concentran la tierra y las grandes exportadoras y titulares de puertos privados que contrabandean los productos del campo. Vacilaciones gubernamentales que producen desanimo e incertidumbre en parte del pueblo,  que dificultan ver la solución de tan grave crisis. Y que no existe una, acertada, política comunicacional que explique y difunda lo que se enfrenta, lo que se hace y el papel del pueblo.

También se debe decir que ninguna variante de la derecha puede resolver ésta crisis. Sus recetas son” más de lo mismo y más rápido”. Que quieren el aparato del estado para vaciar la democracia y liquidar los derechos. Es lo que pregonan las derechas y ultraderechas del mundo. Desde Estados Unidos, Joe Biden, aunque con un lenguaje más edulcorado que Donald Trump, la Gran Bretaña de Boris Johnson, el Chile de Piñera, el Brasil de Bolsonaro, o la Hungria de János Áder.    

Los desafíos para el pueblo y los sectores más avanzados del gobierno son muy grandes. Seguramente a partir del 15 de noviembre se abrirá una nueva etapa, por una parte, con una derecha que redoblará sus acciones para desgastar, condicionar y si puede voltear al gobierno para imponer sus recetas y enfrente un crecimiento de las luchas populares por defender, ampliar sus conquistas y derechos. La iniciativa y la audacia del gobierno y la movilización unida y coordinada de las organizaciones populares para enfrentar la ofensiva de la derecha y salir de la crisis sin que la pague el pueblo, es de vital  importancia.   

Una reflexión. El concepto “correlación de fuerzas” suena, a veces, en algunos sectores del campo popular y del propio gobierno como una razón para dilatar los cambios a la espera que se concrete.  Pero construir una correlación de fuerza favorable no depende sólo de acciones desde arriba. Depende, muy en especial, de las medidas e iniciativas de las organizaciones políticas, sociales, sindicales, las mujeres, los jóvenes y todas las fuerzas populares. La necesidad de una contrahegemonía al poder, el cambio del sentido “común” que impuso el neoliberalismo, es una tarea que no puede ser, sólo, responsabilidad de los gobiernos populares. Es de todos.

Otra reflexión. Hay sectores combativos que levantan hace tiempo, como única alternativa, cambios de fondo ya. Que caracterizan a todas las fuerzas que luchan y al  gobierno actual equiparable a la derecha.  Conceptos que infringen un principio básico de la lucha política: contra el enemigo, principal, concentrar, no dispersar las fuerzas integrantes del poder popular. Con esa visión, esos sectores no contribuyen a la construcción de una fuerza capaz de enfrentar a la derecha.

 Solo la construcción de un poderoso frente popular, para lo cual el Frente de Todos es una fuerza trascendente a la que hay que seguir ampliando con sectores populares, será la garantía. Que se desarrolle por abajo. Que amplíe, discuta y haga participar en las decisiones a los sectores populares de un programa de cambios necesarios y se movilicen por el logro de esos objetivos.

¡LLENEMOS LAS URNAS, EL PROXIMO DOMINGO, DE VOTOS DEL FRENTE DE TODOS PARA DERROTAR A LA DERECHA!

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