El tiempo del conflicto militar desatado entre Rusia y Ucrania sigue corriendo y el peligro de una escalada militar sigue latente, sin que los dirigentes principales del mundo, ni los organismos internacionales aporte soluciones pacíficas para evitar el agravamiento de las consecuencias que presupone la guerra para los pueblos. Se ha dicho que las guerras son la continuidad de la política por otros medios y la política la economía concentrada, pero en la época actual la existencia de inmensa cantidad de poderío atómico le suma un peligro, de gran magnitud, de destrucción y muerte de seres humanos, de alteración de la naturaleza y las condiciones de vida en todo el mundo. La guerra planteada necesita una fuerte acción mundial para encontrar un fin de la misma y un acuerdo de Paz.
Queda claro que esta guerra no comenzó el día que las tropas rusas invaden Ucrania. El final de la segunda guerra mundial (l939-1945) había dejado una nueva situación mundial. Dos bloques encabezados por Estados Unidos y la Unión Soviética que ofrecían dos perspectivas de sociedad.
La caída de la ex Unión Soviética, la disolución del Pacto de Varsovia, y el final de la etapa de la “guerra fría”, es un momento importante en el que comenzaron a desarrollarse los acontecimientos de Ucrania.
Se declara la independencia de Estonia; Letonia y Lituania. Y el 1 de diciembre de 1991 el parlamento Ucraniano, aprueba por amplia mayoría su independencia. El crecimiento del grupo neonazi Azof y otros, que durante la segunda guerra mundial pelearon junto a las tropas nazi, promovieron, en 2014, un golpe blando, estimulado y apoyado por los Estados Unidos planteándose un enfrentamiento contra los habitantes ruso-parlantes concentrados fundamentalmente en las zonas del Donbás. Se elige un presidente provisional, se realizan elecciones denunciadas por las proscripciones de sectores de políticos prorusos y luego, en el 2019, se instala el actual gobierno del Presidente Zelensky. Ante los enfrentamientos, distintos países de Europa y Estados Unidos lograron los acuerdos de Minsk I y ante el incumplimiento, el Minsk II. Ninguno se cumplió. No hubo cese del fuego, ni retiro de los grupos pronazis, ni se respetó que fueran autónomas, perteneciendo a Ucrania, las actuales repúblicas independentistas de Donetsk y Lugansk.
La globalización y la extensión de la hegemonía, por parte de Estados Unidos, se había consolidado, proclamándose el “fin de la historia”.
Pero la lucha de los pueblos por su independencia continúa, como así también una acción del imperialismo por asegurar su hegemonía mediante gobiernos aliados, con golpes de estados y las llamadas guerras de baja intensidad y mediáticas.
Tampoco se cumplió, el acuerdo alcanzado en 1991, entre la ex Unión Soviética y Estados Unidos, para la reunificación de Alemania. La OTAN no se expandiría más allá de esa frontera. Sin embargo en 1999 incorporaron a la OTAN Polonia, Hungría, la República Checa, Bulgaria, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania. En el 2004 Rumanía. En el 2009 a Croacia. En el 2017 a Montenegro y en el 2020 a Macedonia del Norte. Como queda claro, ni la disolución de la ex Unión Soviética y del Pacto de Varsovia hizo que se cumplieran los acuerdos y, por el contrario, produjeron un refuerzo militar de la OTAN que intensificó la estrategia de cercar a Rusia con bases militares con capacidad atómica. Es por eso que el Presidente Putin durante la Conferencia de Múnich (febrero de 2007) planteó que el derecho internacional no puede ser el que quieren los países de la OTAN, sino el que sea fruto del consenso.
¿Porque la OTAN, los Estados Unidos y los dirigentes de Europas no escucharon las demandas de seguridad mutua, planteadas por Rusia, ni cumplen los acuerdos? Llama la atención la falta de acción para lograr evitar la guerra. ¿Cuál es la estrategia de los Estados Unidos y sus socios de la OTAN en no evitar la guerra, cumpliendo sus compromisos y, desatada, no interceder para detenerla?
Cada vez aparece más claro que el peligroso despliegue de la OTAN y el cerco con bases nucleares de la frontera occidental de Rusia y el reciente descubrimiento y denuncia de la existencia de laboratorios de armas químicas (bacteriológicas) de destrucción masiva en territorio de Ucrania (se habla de 13) constituye un provocación inaceptable para Rusia.
¿Cuál es el objetivo de incorporar a Ucrania a la OTAN y concentrar armas nucleares? Sin duda apunta a desgastar, a Rusia, mediante la guerra y la acción del poder mediático mundial y todo el despliegue de sanciones económica que, sin duda, van a impactar no solo en Rusia, sino muy en especial en la vida de los pueblos de Europa y el resto del mundo. Retrasar su desarrollo económico, su creciente presencia en Europa, con la construcción de los gasoductos, la venta de petróleo, granos y, en especial, su alianza estratégica con la República Popular China, que con su portentoso crecimiento y desarrollo científico y la iniciativa de la Ruta de la Seda, que ya cuenta con la adhesión de más de 140 países, 21 latinoamericanos, rompió el mundo globalizado por Estados Unidos y actúa para construir una relación mundial basada en la paz y el desarrollo económico en beneficio común. Aparece más claro que Estados Unidos y sus aliados no aceptan la conformación de un mundo multilateral y tratan de aislar a China de Rusia, desgastar y retrasar su acelerado crecimiento y evitar la pérdida de su “hegemonía mundial”. La decadencia del capitalismo, en su etapa neoliberal y de la hegemonía de los Estados Unidos, lo ha llevado a realizar múltiples invasiones y guerras de “baja intensidad” para no perder hegemonía mundial. Estados Unidos representa y lleva adelante la política del complejo militar industrial, los complejos petrolero y financiero y actúa en beneficio de esos intereses.
Importante tener en cuenta que las intenciones de Estados Unidos de mantener a los países latinoamericanos como su patio trasero, basado en la Doctrina Monroe, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca firmado el 2 de septiembre de 1947 y la acción del Fondo Monetario Internacional, siguen vigentes y que EEUU necesita presionar e interrumpir la gestión de cualquier gobierno con sentido nacional y popular.
Tesis 11