Editorial semanal de Tesis 11. LA EMBESTIDA DE LA DERECHA EN ARGENTINA

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Los grupos económicos, constituyen en Argentina la principal causal de la crisis que azota a los hogares de trabajadores y trabajadoras. Con su voracidad y objetivos de desestabilización política, expresado en la formación de precios sin límites, han desatado una inflación altísima, que el gobierno no logra contener. A través de su brazo político, la derecha (Juntos por el Cambio, Milei, Espert, y un conjunto de esbirros), hostigan y desestabilizan al gobierno del Frente de Todos, por todos los medios a su alcance.

Para ello cuentan con el otro brazo de su propiedad: los medios de (des)información hegemónicos. Estos, que repiquetean, de la mañana hasta la noche, con noticias falsas, y con el ocultamiento de información, producen un verdadero vendaval enloquecedor de odio y extrema agresividad hacia el gobierno y, sobre todo, hacia Cristina Fernández de Kirchner.

El nivel demencial del odio y al mismo tiempo temor a CFK, se manifiestan en una prédica constante, que ha culminado el 1º. de Setiembre último, en el intento de asesinar a la vicepresidenta. Intento de magnicidio que no se concretó milagrosamente.

Completa este entramado antipopular, reaccionario y de contornos neofascistas, la coraza judicial, protectora de los intereses de la derecha, encarnada en “partido judicial”, que no vacila, ni se inmuta, en producir fallos arbitrarios e insólitos, negando la Constitución Nacional y cualquier ley que defienda las garantías individuales y el derecho de los habitantes, sobre todo cuando se trata de dirigentes o políticos del movimiento popular. Su objetivo principal es eliminar de la escena política nacional, por cualquier medio a Cristina Fernández de Kirchner.

La arremetida sin límites del partido judicial se viene expresando desde el gobierno de Macri, cuando convalidaron sin descaro la detención preventiva de políticos, empresarios y otros dirigentes (ejemplos paradigmáticos son Milagro Sala y Amado Boudou), en base a testimonios o documentos falaces, o convalidando aumentos siderales de los servicios públicos, entre otras actitudes antipopulares y reaccionarias. Hoy con el gobierno de AF, se desconocen decretos presidenciales (límite para el aumento de tarifas de los servicios audiovisulaes), el presidente de la corte suprema (con minúsculas), se auto nomina para presidir el Consejo de la Magistratura, importantísima institución en el seno del poder judicial.

 Es decir, asistimos a un proceso en el que cuatro personas (integrantes de la corte suprema) van apropiándose de la “suma del poder público”, siendo el único poder de la Nación cuyos integrantes no son elegidos por el voto popular, y poniendo a la institucionalidad argentina en peligro mortal, con una democracia de cada vez menor intensidad.

El intento de magnicidio contra CFK, vicepresidenta de la Nación, es tratado por los jueces a cargo con una subestimación increíble. La corte suprema no provee recursos para esta investigación, los jueces liberan a personajes que han actuado públicamente con salvajismo y amenazas contra la vicepresidenta, se ignoran las declaraciones de un diputado de Juntos por el Cambio ( G. Milman), brazo derecho de Patricia Bullrich, diciendo, 48 hs antes del atentado, que “…cuando la maten yo estaré en la Costa…”  Viajando efectivamente en dicha fecha. Se han descubierto transferencias de fondos del grupo Caputo (íntimos de Macri) hacia un notorio dirigente de las revueltas callejeras contra Cristina Kirchner, y Sergio Massa, sin que se conozca ninguna acción judicial al respecto y dejándose en libertad a ese principal sospechoso.

Pareciera que los jueces saben hacia dónde conducen los hilos de pruebas respecto de la responsabilidad intelectual y financiera del atentado, de ahí su impúdica conducta.

Hay más: El temor a CFK y su posible candidatura el año próximo, ha llevado al partido judicial, a reabrir causas armadas en su contra, las cuales tenían, en su mayoría, sentencias de sobreseimiento. Las acciones judiciales son a todas luces un accionar de impunidad y desprecio absoluto por las instituciones y el estado de derecho.

Este grave escenario nacional, se completa con la “espada de Damocles”, que se cierne sobre nuestras cabezas, el FMI. La colosal deuda contraída por Mauricio Macri, de la cual, por ahora pagamos los intereses, representa la autorización para que el organismo financiero, determine y audite toda la política económica del gobierno. Obviamente, y como es ya sabido desde siempre, esto representa ajuste que cae sobre las espaldas de los y las trabajadorxs.

Las vacilaciones del gobierno de Alberto Fernández para enfrentar a este bloque de poder, han facilitado el avance sin límites de la derecha, la arbitrariedad judicial y la acción descontrolada de los grupos económicos, formadores de precios. Grupo de poder responsable del retroceso del salario real por el incesante aumento de precios de los alimentos y el costo de vida, en el terreno económico, y el avance de la ultraderecha neofascista, dentro y fuera de la coalición Juntos por el Cambio, con un discurso agresivo y amenazante contra los intereses populares.

Y esta embestida la realizan durante un gobierno de tipo nacional y popular. Imaginemos de qué serán capaces si ganan las elecciones presidenciales del año próximo¡!

Frente a esta situación, es perentorio la unidad y coordinación de las organizacionessociales, sindicales y políticas, de contenido nacional. Es decir, la conformación de un gran movimiento político y social que se encamine a coordinar un accionar popular de reclamos y defensa de los intereses del pueblo.

En ese sentido es indudable que el documento firmado por más de 100 entidades sindicales, sociales y políticas de la vida nacional, representa una base muy importante para la conformación de este nuevo Frente. (Ver Editorial del 25/10/22 “Una nueva expectativa”)

El triunfo de Lula en Brasil y los nuevos gobiernos de corte nacional y popular, surgidos en México, Honduras, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, indican un cambio con potencialidad progresista en América.

Esta situación hace que, cada vez más, crezca en el pueblo la demanda para que CFK sea la candidata de las fuerzas populares el año próximo, como mayorgarantía de liderazgo popular en favor de los intereses de los trabajadores y trabajadoras.

El contexto mundial de crisis, la guerra ruso-ucraniana, y el poder de los grupos económicos y financieros del capitalismo más concentrado, condicionan indudablemente el accionar de los nuevos gobiernos.  Los Frentes Populares logran ganar elecciones, pero se enfrentan luego a dificultades diversas en la gestión.

Al poder de fuego de los grupos dominantes, se suma y potencia la formación de un sentido común que muchas veces no distingue diferencias y es permeable a la penetración ideológica de la derecha neoliberal.

Por ello es imprescindible esclarecer con absoluta firmeza y transparencia quienes son los responsables de las crisis, cuál es su accionar, y la importancia del movimiento social en las calles en apoyo y defensa de sus derechos y conquistas. Así como establecer una política de comunicación directa y permanente con el pueblo, informando y esclareciendo sobre las contingencias que vivimos, como oposición al relato de los medios hegemónicos desestabilizantes, que exaltan el individualismo y el egoísmo como conductas sociales.

 Esta tarea debe comenzar ya. El gobierno debe concentrar su accionar en decisiones netas y claramente favorables al pueblo trabajador. Hoy, es imprescindible un aumento de salarios con una suma fija que amortigüe los efectos devastadores de la inflación sobre los ingresos populares.

 La debilidad frente a los poderes fácticos locales e internacionales, no hace más que profundizar la crisis y, además, erosionar la imagen del gobierno y sus posibilidades electorales futuras.

Es necesario enfrentar la embestida de la derecha apoyándose en el pueblo y recreando las políticas distributivas que han llevado alegría a los hogares argentinos.

TESIS 11.

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