El cuentito neoliberal y libertario sobre la inflación

Compartir:

Revista Nº 155 (01/2024)

(nacional/economía/política)

Ignacio Paz*

Desde siempre, la derecha política ha sido representante de los intereses de los grupos económicos dominantes en la economía mundial.  Respecto de la inflación, sus economistas, han desplegado toneladas de tinta para divulgar la teoría monetaria de que la causa de la inflación es la emisión monetaria que se realiza para solventar el déficit fiscal, el que, a su vez, es producido por políticas “subvencionistas” y “antimercado” de gobiernos “populistas”.

Así se ha dado en nuestro país, es una de las batallas ideológicas y políticas más importantes entre la concepción neoliberal, al servicio de los grupos concentrados, por un lado, y los representantes de los sectores populares, del otro lado (aún con faltantes e imperfecciones). Es, hoy, parte fundamental de la lucha de clases en Argentina y en el mundo.

En Argentina, país periférico del capitalismo y con una estructura socio económica dominada por la propiedad oligopólica de grandes grupos concentrados, la verdadera causal de inflación, casi excluyente de toda otra, es LA ACCION SISTEMÁTICA DE LOS GRUPOS DOMINANTES PARA LA APROPIACION SIN LIMITES DE LA RENTA NACIONAL. ACCION DESPLEGADA A TRAVES DE TODOS LOS MEDIOS QUE CONTROLAN.

Esta acción se realiza a través de:

  • Control de las exportaciones, puertos y vías navegables. Subfacturación para dejar parte de las ventas en cuentas del exterior.
  • Liquidación discrecional de las divisas producidas por las exportaciones. Una acción sistemática para forzar devaluaciones de la moneda que los favorezca.
  • Por medio de esa escasez de dólares, provocar y participar en movimientos especulativos y “corridas cambiarias” que refuercen los objetivos de devaluaciones. Sobre todo, cuando gobiernos populares rehúsan devaluaciones para evitar los perjuicios que ello implica para los trabajadores, jubilados y todos quienes dependan de ingresos fijos.
  • Son esos mismos grupos que, a través de sus conglomerados, conforman los llamados “formadores de precios”. Productores y distribuidores oligopólicos de los productos básicos del consumo popular, cuyas políticas de precios no están determinadas por sus costos (en los que el dólar muchas veces no juega un papel determinante) sino por su política de maximización de ganancias y apropiación cada vez mayor de la Renta Nacional.
  • Ante una prédica permanente de la derecha acerca de que primero hay que hacer crecer la economía para luego ver el “derrame”, recordamos la irónica frase de un pensador social cuando dijo que para los trabajadores es más importante el tamaño de la “cuchara” que el de la “torta”.
  • Además de todo lo anterior, los gobiernos neoliberales, con la excusa de limitar la emisión monetaria, proceden a endeudar al país en dólares ante organismos internacionales (FMI, por ejemplo). El ingreso de dólares es promovido a través de “bicicletas financieras” tentadoras para los especuladores internacionales y dólares que los grupos dominantes y sus amigos fugan del país.
  • Pero dejan para las generaciones venideras una deuda externa que es una “espada de Damocles” sobre la economía y la soberanía nacional y que, con sus condicionamientos e intereses, representa un factor de enorme importancia en el déficit fiscal de todo gobierno siguiente y cuyo peso se traslada vía “ajustes” al, ya saqueado bolsillo, de los trabajadores.

El cuadro descripto, permite visualizar la acción de los verdaderos dueños del poder en Argentina, y de su arma más potente:  el dólar como multiplicador de precios y su conversión en principal mercancía que determina el precio de las restantes.

En estas condiciones, las variaciones del precio del dólar, se constituye en factor predominante en el aumento de precios en forma generalizada (inflación), ya que incide en costos industriales de importación y sirve de argumento para la formación de precios de los grupos dominantes.

A la lista precedente de acciones de los grupos dominantes en el país y su control de la estructura económica, se agrega que el acuerdo con el FMI es fuente inflacionaria permanente, por su exigencia sistemática de ajuste de la paridad con el dólar. Al mismo tiempo, la acción de los sectores agroindustriales exportadores retaceando la liquidación de divisas, incide para la especulación en el mercado marginal de divisas (dólar blue). Mercado especulativo en el que participan activamente y que, a su vez, se transforma en parámetro para la remarcación inflacionaria de precios.

Los gobiernos populares recientes han debido enfrentar esta situación. Lo cual no siempre se hizo en forma adecuada y con la fuerza política necesaria frente a los grupos dominantes.

La política siniestra de (des)información de los grupos dominantes, a través de sus voceros (economistas, políticos, medios masivos de comunicación) se completa, mostrando a los gobiernos populares como responsables de la inflación por la emisión monetaria para enjugar el déficit fiscal. Argumentan que el exceso de circulante alimenta un aumento desmedido de la demanda, lo cual provoca aumento de precios.  Cínicamente, aun así, nunca dicen que a un aumento de la demanda se podría responder con un aumento en la oferta de bienes y no con aumentos masivos de precios.

No se dice que estos gobiernos buscan paliar la crisis que estos grupos provocan, y lo hacen con políticas de subsidios directos o indirectos a través de tarifas de servicios públicos, transportes, etc.

Finalmente, la pretendida concepción de la emisión monetaria por culpa del déficit fiscal, tiene como objetivo reducir el Estado a una mínima expresión, terminar con una acción reguladora en la economía que proteja a los trabajadorxs y al pueblo y permita la “libertad” de la selva a los grupos concentrados de la economía.

Estamos hoy, frente a una realidad que corrobora todo lo dicho.

El gobierno de Alberto Fernández no pudo contener la arremetida reaccionaria en la economía, la Pandemia, la guerra de Ucrania y la sequía, que dejaron más de 25.000 millones de dólares menos en los ingresos del país y una inflación del 140 % anual.

Gracias a ello y al nefasto recuerdo de la administración neoliberal de Mauricio Macri, cuatro años antes, sectores populares empobrecidos creen en las promesas electorales de una nueva cara.  Con una campaña política de gran cinismo y mentiras, la entente Macri-Milei llega al gobierno prometiendo acabar con la inflación y hacer pagar la crisis a la “casta política”, presentándose como lo “nuevo”.

Hoy, en el gobierno de Milei, la realidad muestra la verdadera cara del neoliberalismo, en versión de anarcocapitalismo de Milei.

  • Para “terminar con la inflación” dan vía libre a la remarcación indiscriminada de precios (que dicen estaban “pisados” en el gobierno populista, en el cual crecieron 150% en promedio (con sectores de más del 300%). Estas remarcaciones de precios, representan un fenomenal traslado de ingresos de parte de los asalariados, jubilados, pueblo de ingresos fijos, hacia los bolsillos de los grupos concentrados.
  • Además, y al mismo tiempo, hay una búsqueda de conducir a una hiperinflación que pulverice el valor de la moneda nacional y permita su sustitución por el dólar como moneda corriente.
  • Este proyecto “dolarizador” tiene por objetivo, reducir drásticamente los “costos sociales” para las empresas en términos de dólar, comenzando por el salario.
  • Para el presupuesto estatal, se busca “licuar” los gastos sociales, jubilaciones y obras públicas, en términos de dólar, a expresiones irrisorias.
  • Convertir a Argentina en un país de bajísimos salarios y jubilaciones, con pobreza y marginalidad extrema y exportador de materias primas a manos de los grupos nacionales e internacionales que se apropiaran de nuestras riquezas naturales, hoy escasas en el mundo (agua, combustibles, litio, cobre, granos)
  • Búsqueda de mayor endeudamiento externo, y una política exterior de total sumisión a EEUU.
  • Reducción del Estado y su presupuesto con una política despiadada de despidos en la Administración, seguida por iguales procedimientos en la actividad privada.
  • DNU y proyectos de leyes que pretender acabar con toda conquista social y convertir al país en un botín para especuladores internacionales.  (Temas abordados en otros artículos de este número)

Observamos que, con relación a los desequilibrios fiscales, que siempre comparan con los gastos domésticos, la derecha nunca menciona que dichos déficits también son atacables aumentando los impuestos a los sectores millonarios del país, cuyas ganancias se han multiplicado sideralmente y que son quienes succionan los dólares estatales, fugándolos en gran parte.

Es decir que sólo ven el ajuste antipopular como herramienta de política económica y de sometimiento social.

En síntesis y en relación al tema que nos ocupa, es decir la inflación, sus causas y los grupos dominantes, cabría parafrasear las famosas palabras de sor Juana Inés de la Cruz:

 “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la razón, de lo mismo que acusáis”

*Ignacio Paz, economista, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.

Deja una respuesta