CRISIS MUNDIAL

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Alberto Wiñazky*

El largo período de crisis que afecta al sistema capitalista, cuyo comienzo puede situarse a comienzos de los años setenta, dio lugar a un modo de acumulación de capital, signado por el predominio del capital financiero. Este proceso tuvo como eje el deterioro de las inversiones rentables en el sector productivo y el traslado de enormes masas de capital a la especulación financiera, sin relación alguna con la producción de bienes y servicios. Pero en 2008, la situación económica de Europa y los EE.UU. desembocó en una profunda crisis financiera que sigue debatiéndose en un interminable escenario crítico, como parte de la crisis que afecta también al resto del mundo.

Desde comienzos de la década del los 70, se desarrolla en el sistema capitalista una  crisis estructural que afecta severamente al régimen de acumulación de capital iniciado en la posguerra. En 1971 se dio por terminada la relación existente entre el oro y el dólar, se resquebrajaron los acuerdos de Bretton Woods y comenzó la aplicación de  programas económicos, políticos y sociales bajo el paradigma del orden neoliberal y la primacía de las finanzas. Esos programas respondían en un todo a la lógica del capital, que adhirió en su totalidad. a este proyecto, cuyo objetivo principal era restablecer la tasa de ganancia haciendo retroceder  al mismo tiempo el costo del  trabajo.

Los pilares fundamentales del período iniciado en la posguerra comprendieron el establecimiento de tasas de cambio fijas, ciertos límites a la movilidad de los capitales, la creación de diversas instituciones como el F.M.I., el B.I.R.F. y el G.A.T.T. (hoy O.M.C.) .más la activa presencia del Estado, que desempeñó un papel clave desde la posguerra al impulsar intensamente la investigación tecnológica. Además, se impusieron límites a la posesión de activos en poder de los bancos, especialmente en títulos considerados especulativos y se les impidió actuar como intermediarios en la emisión de acciones de las sociedades, quedando reservada esa actividad a los bancos de negocios.

El proceso de acumulación de capital se centró en la reconstrucción y ampliación de los mercados internos, que unido a las condiciones excepcionalmente favorables del progreso técnico, permitieron elevar la productividad del capital, mientras que por la expansión del denominado “estado de bienestar” se produjeron alzas sostenidas en el poder de compra de los asalariados

Pero, en 1975 llegaron a su fin los “treinta gloriosos” iniciados en 1945, dando comienzo a esta crisis originada en la caída de la tasa de ganancia, que es la manifestación más relevante de la insuficiencia crónica de obtención de plusvalía. Se produjo una elevación del stock de capital,  la sobreproducción de mercancías y el restringido consumo de los asalariados por la caída de los salarios reales. Por otro lado, ante la imposibilidad que tuvo el capital para encontrar oportunidades de inversión suficientemente rentables en el sector real de la economía, se originó una aguda disminución en el flujo de capitales hacia el proceso productivo.

 La crisis tuvo como eje el deterioro ocurrido en el ritmo de progreso técnico, ante el agotamiento del impacto de las innovaciones desarrolladas en los años veinte y treinta del Siglo XX y cuya aplicación impulsó la gran expansión capitalista verificada desde la posguerra.
 
Esta crisis estructural, la primera global desde la Gran Crisis de 1929, incluyó un importante traslado de los capitales productivos hacia el sector financiero y tuvo como objetivo la búsqueda de inversiones más rentables, produciendo una acumulación de capital ficticio sin precedentes y un incremento importante de la liquidez internacional. Este retroceso del capital industrial, que transfirió una parte importante de la plusvalía hacia la fracción financiera, modificó de modo significativo el equilibrio entre los activos financieros y los activos reales  Los capitales fueron depositados para su valorización en instituciones tales como grandes bancos, compañías de seguros, fondos de pensión y fondos de inversión (hedge funds). Estos se encargaron de su valorización financiera, en un todo de acuerdo con lo que Marx llamó el fetichismo del dinero.

Se inició también, utilizando todas las posibilidades que ofrecen el transporte, las comunicaciones y el procesamiento de datos, la deslocalización de las empresas ubicadas en los países centrales y el traslado hacia la periferia de gran parte de la producción real. Se fueron desplazando permanentemente los capitales entre las diferentes empresas y entre las distintas ramas productoras de bienes, en la búsqueda de menores costos salariales, originando, al mismo tiempo, una importante fragmentación en el mercado del trabajo.

Comenzó así un modo de acumulación a nivel mundial con el predominio del capital financiero, que en los EE.UU. se vio facilitado por la política de la Reserva Federal que avaló la falta de regulación y supervisión sobre el sistema financiero norteamericano. Se dictó la ley que anuló en 1988 la Glass-Stegall Act, de 1933, eliminando numerosas reglas a las que estaba sometido el sistema monetario desde el New Deal, produciendo el rápido traslado  de enormes masas de dinero  al sector inmobiliario.

La desregulación internacional del capital, fue uno de los motores que impulsaron la globalización financiera, que dio lugar al nacimiento en Europa, durante los años ochenta, a la Unión Monetaria Europea utilizada para financiar el déficit público de varios de los países que componen la Unión. Se desmantelaron los sistemas nacionales de control de cambios con la introducción en 1999 del euro, que comenzó a circular en enero de 2002 entre los doce estados que en aquel año que adoptaron esta moneda.

Como consecuencia de las escasas posibilidades de inversión en los sectores productivos, el capital financiero fue ejerciendo, a nivel mundial, una firme hegemonía sobre el conjunto del bloque de clases dominante, pero la crisis no fue el resultado de los excesos cometidos por el capital financiero, sino que estos excesos fueron la forma que utilizó el capital para tratar de superar las contradicciones derivadas de la tendencia a la caída de la tasa de ganancia que según Robert Brenner (2009) disminuyó entre 1965 y 1973, en el sector manufacturero de los EE.UU., un 43.5% y tomando el Grupo de los siete países mas desarrollados la caída fue del 25%. (Enrique Arceo-2011)

Se derivaron de este modo enormes masas de dinero a la especulación financiera, sin relación alguna con la producción de bienes y servicios. Actualmente las transacciones diarias alcanzan a casi cuatro billones de dólares, equivalentes a veinticinco veces el P.B.I. mundial y a más de setenta veces el valor de las acciones de todas las plazas bursátiles del mundo. Se incrementó también este movimiento con “el flujo de los intereses provenientes de la deuda del Tercer Mundo, a lo que se sumó el flujo de intereses sobre los prestamos bancarios internacionales” (F.Chesnais –  Herramienta Nº 40 – 2009). Este crecimiento exponencial de los flujos financieros internacionales no implica desconocer que existen fuertes vínculos entre los sectores de la producción, el comercio y las finanzas, dado que la esfera financiera se nutre de la plusvalía obtenida en el sector productivo y una parte muy importante de estos ingresos son canalizados hacia las finanzas.

Asimismo, a partir de los años ochenta aumentó la desocupación en el centro y se reconstruyó el ejército industrial de reserva, se incrementó el proceso de des-sindicalización, la precarización del trabajo y el recorte de los beneficios sociales, ocasionando fuertes cambio en las relaciones existentes entre las distintas fracciones del capital y el mercado del trabajo.

LAS MEDIDAS ANTICRISIS EN LOS EE.UU.

En el 2008 la situación económica en los EE.UU., que se encontraba atravesando un largo período de estancamiento, desembocó en una profunda crisis financiera al implosionar la burbuja inmobiliaria.  Los precios crecieron por sobre los niveles sustentables y en un momento determinado, al no encontrar correlato con los valores reales, la burbuja estalló. Provocó en ese año la desaparición de los cinco grandes bancos de inversión de los EE.UU. Pero ya se había producido en 2000 y 2001 la crisis tecnológica y en 2007 había ocurrido la virtual quiebra de las cajas hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, mientras que grandes instituciones bancarias como Merrill Lynch o Bear Stearns fueron protegidas gracias a un plan de salvataje por us$ 300.000 millones, implementado en octubre de 2008, días después de la quiebra de Lehman Brothers que gestionaba us$ 45.000 millones en hipotecas.

De este modo, al aprobar la FED, las solicitudes de Goldman Sachs Inc. y Morgan Stanley para convertirse en bancos comerciales tradicionales, se llegó en los EE.UU. al fin de la era de los grandes bancos de inversión.  Ante este panorama, es conveniente insistir que esta crisis está lejos de ser una crisis solo financiera, dado que la financierización de la economía es la consecuencia de la crisis productiva y no su causa y ello explica la profundidad y complejidad de sus efectos en el mediano y largo plazo. Por la aplicación de estas políticas, los trabajadores se han visto severamente afectados y el movimiento de protesta  Occupy Wall Street (OWS) hizo oír su voz nuevamente en septiembre de este año, tratando de perturbar el accionar de la Bolsa de Nueva York, con el saldo de numerosos detenidos durante la importante marcha que contó, entre otros sectores, con la presencia de trabajadores y líderes sindicales del gremio del transporte público y la enseñanza.

Estas políticas han producido, desde los comienzos de los  años noventa, elevados desequilibrios externos, especialmente en los EE.UU., por el proceso de endeudamiento que se produjo a nivel mundial y que no solo se centró en el estado, sino también en la deuda de los hogares en los EE:UU. El endeudamiento, llegó en el 2008 al 140% de los ingresos personales, duplicando el nivel de comienzo de los años noventa, absorbiendo el pago de esta deuda alrededor del 20% de los ingresos, limitando así la posibilidad de ahorro de los asalariados. (Enrique Arceo-2011) Esta situación que se propagó a la mayoría de los países europeos, creó un poder adquisitivo ficticio que reemplazó el crecimiento personal genuino basado en los aumentos salariales.

Otro dato que resulta interesante destacar ante la continuidad de la crisis del capitalismo, es que desde principios de la década de los noventa, la tasa de ganancia ha vuelto a  crecer en los países centrales, alcanzando su pico en los EE.UU. en 1997, llegando al 92% del nivel del período 62-69. (Enrique Arceo-2011).  Las explicaciones posibles de esta situación, están relacionadas con el control oligopólico del mercado, la fuerte limitación en la suba de los salarios, un progreso técnico limitado (internet-telecomunicaciones) más la transformación que impuso el neoliberalismo al mundializar el funcionamiento del sistema, Estos elementos fueron creando las condiciones para un ascenso de la tasa de ganancia. Sin embargo, el sistema no ha sido capaz de relanzar la acumulación de capital, ni darle una nueva perspectiva global al capitalismo, ante la falta de inversión en los sectores productivos y de ahí la continuidad de la crisis.

Pero, resulta evidente también, que las políticas macroeconómicas que se utilizaron al momento de desencadenarse esta crisis, no se encontraban capacitadas para dar cuenta de este tipo de desorden económico. La macroeconomía estaba preparada para diseñar políticas que funcionaran en un mundo que comprendía un cierto equilibrio y no para actuar en medio de una crisis que cambió las reglas de juego y que demostró que las políticas de estabilización del ciclo pasaron a tener un gran componente de discrecionalidad, con los resultados conocidos.

Además de la crítica situación europea y la del Japón, (cuya deuda soberana es de us$ 2.5 billones y llega al 218,6% de su P.B.I), mas el bajo crecimiento de  EE.UU. que según las previsiones de la FED  crecerá en 2012 solamente el 1.9%, donde el detonante de la crisis fue el crecimiento del mercado de hipotecas suprime, que ya en el 2006 era casi el 40% del total hipotecario. En estos momentos la deuda pública de los EE.UU. es de dieciséis billones de dólares alrededor del 112% de su P.B.I., mientras el déficit fiscal del país se sitúa en el 11% del P.B.I.. Esta situación se complementa con una muy baja progresión del empleo, (el desempleo se sitúa en el 8.0%), más la caída de los salarios reales y el nivel de pobreza, que se elevó según datos recientes al 15.7%.

 Por lo tanto, es posible prever que por la crisis estructural del capitalismo se prolongará este largo período depresivo, dado que el salvataje se ha dirigido exclusivamente hacia los bancos, mientras que los sectores más concentrados pretenden solucionar la crisis, restaurando la solvencia soberana con la aplicación de severos planes de ajuste Pero la crisis del capitalismo no es una crisis de liquidez sino estructural y en ella se articulan la baja en la productividad del capital, la disminución del ritmo de crecimiento del progreso técnico, la caída de los salarios y la creciente inestabilidad macroeconómica, que devoró a dieciocho gobiernos europeos desde que se desencadenó la crisis.

 De forma tal que mientras continúe el discurso neoliberal, con el rechazo a la intervención del estado en el sector productivo, la ineficiencia en la lucha contra las desigualdades, la defensa de la iniciativa privada como la única metodología que podría atemperar la crisis, mas la hegemonía del capital financiero, no es posible prever una  salida de la crisis, que en el sistema capitalista deberá pasar inexorablemente por la reinstalación de la inversión en investigación y desarrollo de nuevos productos en el sector real de la economía, que permita modificar la matriz tecnológica vigente.

En este sentido, Jorge Castro (Clarín 23-09-12), con una visión totalmente voluntarista sostuvo que  la industria manufacturera de los EE.UU. experimenta un cambio tecnológico y un aumento de la productividad de gran envergadura, pero que no es acompañado por un boom  de inversión, por lo que esta apreciación aparece como muy contradictoria en si misma.  Al mismo tiempo prevé una etapa de gran inestabilidad en el sistema capitalista.

Asimismo, algunos analistas han comenzado a considerar la posibilidad de que exista un movimiento de relocalización industrial hacia los EE.UU. como consecuencia de la reducción de la brecha salarial con los trabajadores chinos. Pero si se observa que los EE.UU. ya no tienen la necesaria base de abastecimiento o infraestructura en algunos rubros como la electrónica, más el hecho que  en los países emergentes del asia-pacífico  la demanda crece más rápido que en los EE.UU., será seguramente allí donde seguirán concentrándose las empresas productoras de bienes y servicios y la mayor parte de los nuevos empleos productivos.

LAS MEDIDAS ANTICRISIS EN LA EUROZONA

Todos los esfuerzos del sistema, cuando el desempleo en el bloque euro llega al 10.5%,  están encaminados a tratar de evitar un colapso bancario y el derrumbe de la zona euro, como lo demuestran los desembolsos efectuados por la Troika en Europa. Esta se posicionó como el eje de la intervención liberal, obligando a los países fuertemente endeudados a aplicar tremendos planes de ajuste, con importantes recortes salariales, flexibilización laboral y privatizaciones de empresas públicas. Todo esto con el fin de recapitalizar el sistema bancario de los países endeudados de la zona, que en conjunto totalizan en sus libros us$ 230.000 millones de deudas incobrables, mas una cantidad sideral de activos tóxicos. Dentro de este plan de rescate se entregaron a Irlanda us$ 85.000 millones y a Portugal us$ 97.000 millones. En los EE.UU., la F.E.D. proporcionó una ayuda de 16 billones de dólares a los más grandes bancos norteamericanos, entre 2007 y 2010, medida que permitió sostener el sistema bancario frente a la crisis financiera.

En la reunión realizada a fines de junio en Bruselas, Ángela Merkel cedió en parte su rigurosa posición para facilitar la financiación de los países mediterráneos, con la recompra de los bonos en el mercado secundario más el rescate directo de la banca para que no pasen por los estados los préstamos de capitalización, a cambio de la aprobación del pacto de crecimiento y regularización fiscal. Pero, mantiene importantes desacuerdos con su colega Francois Hollande sobre los desafíos para salvar la moneda única y como funcionará la supervisión sobre los bancos endeudados, que se vieron reflejados en la reunión realizada en Bruselas el 19 de octubre, donde A.Merkel logró que se retrase la puesta en marcha del accionar del Supervisor Bancario Único de la Zona Euro, situación que complicará aún más las finanzas públicas de los países endeudados.

 Asimismo, se resolvió  crear un cuasi Estado Federal con una unión bancaria, fiscal y presupuestaria y con un superministro al frente de las finanzas de los países endeudados, que supervisará la emisión de deuda. Tendrá el poder de inspeccionar los presupuestos y contará además con un estricto control por parte del B.C.E, presidido por Mario Draghi (ex Goldman Sachs).  Pero todo parece insuficiente, ya que no será fácil comprar o rescatar la deuda que deberán emitir España e Italia en los próximos dos años, disminuir los niveles de los intereses y bajar el déficit fiscal en los períodos convenidos.

A España se le aprobó un préstamos para el sector bancario por us$ 125.000 millones, denominado “de apoyo financiero en condiciones favorables, pero con el estricto asesoramiento del F.M.I. que no ha puesto condiciones de ajuste”, según las declaraciones de Luis De Guindos, ministro de economía español. Pero, todo hace prever que el endeudamiento externo de este país, de acuerdo con la Agencia de Calificación de Riesgos FITCH, se incrementará y llegará a fines de 2012 al 84% de su P.B.I. con 45.000 millones de euros más de lo previsto por el gobierno, y llegaría al 95.8% en 2015. Probablemente la banca necesitará un segundo rescate, dado que en los primeros siete meses de 2012 se retiraron fondos de los bancos por 219.817 millones de euros, (casi un 22% del P.B.I.) y por lo tanto las presiones sobre la deuda y el déficit aumentarán. Al mismo tiempo las comunidades autónomas deberán hacer frente a 5.358 millones de euros en lo que resta del año y 12.867 en el 2013

A lo largo del mes de septiembre recrudecieron las marchas en España y cientos de miles de personas manifestaron en Madrid y se enfrentaron con la policía  para exigir  al presidente del gobierno español Mariano Rajoy que someta a un plebiscito las medidas de ajuste.

En Andalucía, donde la crisis está haciendo estragos, el 34% de la población está en paro, sindicalistas y desocupados de Izquierda Unida, expropiaron tres toneladas de alimentos de primera necesidad de dos supermercados. Los alimentos fueron entregados a comedores sociales de la zona. Esta situación se suma a los cortes de ruta en Asturias y a las penurias que está soportando la población en toda España. En Cataluña, dos millones de personas, se reunieron para protestar por los recortes presupuestarios e incluso para reclamar la independencia de esa región de España. En la Comunidad de Valencia, la segunda región más endeudada, gobernada por el P.P. y azotada por graves escándalos de corrupción, el gobierno local anunció el despido del 40% de los empleados públicos a partir de noviembre de este año

El gobierno conservador de Mariano Rajoy inició desde julio su cuarto plan de ajuste con la aprobación del presupuesto para el 2013, que prevé recortar unos 45.000 millones de euros en el 2013, con la suba del IVA, el aumento de la edad jubilatoria, la disminución de los salarios a los empleados estatales, la reducción del seguro de desempleo, etc. que  traerán efectos desfavorables para la economía española mientras  se incrementa el desempleo y se produce la baja generalizada en el nivel de vida de la población. La desocupación es creciente (casi del 25% de la P.E.A. que significa unos 5.7 millones de parados, y el desempleo juvenil se sitúa en el 51.5%) y al mismo tiempo se ha acentuado el desmantelamiento de las conquistas sociales, como en los demás países europeos endeudados, y se ha exacerbado la xenofobia  y la caída de los salarios.

 Ante estas medidas de ajuste, los trabajadores se han movilizado en diversos países y parecen haber recuperado la confianza en el accionar colectivo, que contiene un salto cualitativo en su contenido político. Se ha pasado de la demanda hacia los bancos y al sistema gubernamental, a la crítica al sistema capitalista como tal, al sostener la necesidad de una profunda transformación social, política y económica, que lleve a crear un orden social diferente. Esto, a pesar de las debilidades de la dirigencia   política y mas allá que todavía no hayan podido instrumentar un programa viable en términos políticos. Otro hecho importante está dado por la huelga general que las Comisiones Obreras y la U.G.T., las dos centrales mayoritarias españolas, convocaron para el próximo catorce de noviembre contra los ajustes que sigue aplicando el gobierno conservador del Partido Popular. Asimismo los sindicatos portugueses y la Confederación de Sindicatos Europeos, han hecho un llamamiento para que todos los gremios de la U.E. adhieran a la huelga, en lucha contra lo que han denominado “el suicidio social”.

En cuanto a Grecia, con una deuda del 160% de su P.B.I,  la derecha logró triunfar en  las elecciones nacionales, contando con la ayuda de una cuantiosa propaganda del establishment, a pesar de lo cual, el partido de izquierda Syriza, obtuvo un 22% de los votos. Se aplicaron las políticas más ortodoxas siguiendo los duros planes de la Troika, como rebaja de salarios y pensiones y un intenso plan de privatizaciones, debiendo implementar recortes por us$ 17.000 millones para 2013-2014. Pero, la desocupación es creciente llegando al 25,1% de la P.E.A., la actividad económica es casi nula, la economía lleva nueve trimestres seguidos de caída y en el segundo trimestre de 2012 cayó 6.2% con relación al mismo período del año anterior. La recaudación impositiva se desplomó un 20% y los ciudadanos griegos continúan retirando sus depósitos bancarios.  Desde que se desató la crisis soberana griega, más de 72.000 millones de euros han salido de los bancos, la cesación de pagos se está volviendo inevitable y la crisis final se encuentra cada vez más cerca. Mientras tanto, la Comisión Europea insiste para que el gobierno griego publique cuanto antes las medidas del plan de ajuste para el 2013 por 13.500 millones de euros, para así tratar de ahuyentar el fantasma de una eventual salida del euro que afectaría gravemente a los bancos de los países más desarrollados. En ese sentido, el primer ministro griego señaló qua “si Grecia se ve obligada a dejar el euro, se produciría un efecto dominó que expulsaría a otros países de la unidad monetaria”   (El País – Madrid – 23-08-12).Tras la huelga general de fines de septiembre, la coalición de gobierno decidió solicitar a la Troyka una prórroga de dos años en los plazos de aplicación de los planes de ajuste, pero esta insiste en que se ejecuten los máximos recortes presupuestarios.

Por otra parte, Irlanda ratificó en su momento y mediante un plebiscito, las decisiones de sus gobernantes de seguir adelante con el plan de rescate, que incluyó importantes privatizaciones y la socialización de una deuda privada impagable, mientras que el nivel de ingreso de la población ya está por debajo del 15% de su pico máximo.

A Portugal se le otorgó a principios de 2012 un rescate por parte del F.M.I. y la U.E., con  la exigencia de disminuir el déficit fiscal, a fines de este año, al 4.5% del P.B.I. Para tratar de alcanzar este objetivo, se aprobó un presupuesto que incluía duras políticas de austeridad como alzas de impuestos (el IVA pasó del 13% al 23%), rebajas de gastos y disminución de los salarios de los empleados del estado y de los jubilados, todas medidas que empujaron al país a su peor recesión desde los años 70, llegando la tasa de desocupación en el mes de junio al 15% de la P.E.A… Durante el mes de febrero de este año, se produjeron grandes manifestaciones de repudio (se movilizaron alrededor de 100.000 personas) al rescate impuesto por la U.E, que se volvieron a producir en los primeros días de septiembre, cuando las marchas reunieron a decenas de miles de personas en las principales ciudades del país.

La crisis parece estar presente también en Italia, cuya deuda está llegando a los dos billones de euros, mientras el gobierno del tecnócrata Mario Monti, impone el segundo plan de ajuste, con recortes presupuestarios en el sector público que implicarán el despìdo de un empleado cada diez, cuando ya en el primer trimestre de este año los ocupados eran 450.000 menos que en el 2007 y la desocupación llega al 10.8% de la P.E.A. Asimismo, entre los planes del Gobierno está el intento de vender 350 palacios y propiedades de gran valor, para tratar de disminuir los compromisos de la deuda. El P.B.I. descendió el 0.8% en el primer trimestre de este año con relación al trimestre anterior, estimándose que a fin de año Italia perdería un 2.0% del P.B.I, si bien la caída podría ser mayor. El F.M.I. espera un descenso igual para el 2013. El diferencial de riesgo por las transacciones a 10 años llegó al 6.3%, complicando la financiación de la deuda (120% del P.B.I.) a mediano plazo. El gobierno italiano pagó en julio el 5.3% de interés por la colocación de 4.500 millones de euros en títulos de la deuda, cuando en abril-mayo había pagado el 2.34%.

El Reino Unido tiene problemas similares a los de España e Italia, ya lleva tres trimestres de caída del P.B.I. y la OCDE, prevé un descenso del 0.7% para el 2012. Pero al no integrar este país la zona euro, se está endeudando en su moneda para refinanciar sus propios vencimientos, con un estado de las cuentas públicas similar a la de los países de la Eurozona. Asimismo, el primer ministro Cameron anunció que los planes de ajuste durarían hasta el 2020 y que las presiones financieras no terminarán en el corto plazo. Por otra parte, el banco Barclay manipuló la tasa Libor que sirve como referencia para los contratos en todo el mundo, demostrando la decrepitud que existe en el sistema que otrora era el centro de las finanzas mundiales, pero que actualmente se ha transformado en un país afectado por los ajustes y con una población harta de la corrupción de su sistema financiero.

Los bancos estadounidenses y suizos, también se han visto involucrados en investigaciones similares. Sin embargo, los escándalos que vapulearon a las entidades británicas se han producido en un lapso de tiempo muy corto, dejando a los banqueros británicos en una posición muy debilitada para lograr restaurar su alicaída reputación.

Según una primera previsión del Banco Central de Francia, este país caerá en recesión en el tercer trimestre de este año, con un retroceso del 0,1% en el período junio-septiembre, luego de otro similar en el segundo trimestre, concluyendo el 2012 con un crecimiento exiguo de 0,3%. Para el 2013 el presupuesto aprobado prevé recortes sin precedentes por 37.000 millones de euros para cumplir con sus compromisos europeos, tratando de reducir el déficit fiscal al 3% del P.B.I. Mientras tanto, la desocupación abarca a tres millones de trabajadores y continúa en aumento.

Incluso, como demostración que la crisis es sistémica, Alemania considerada ”la locomotora europea” ha reducido su velocidad, debido a una importante caída en el sector industrial y si bien cuenta con una baja tasa de desempleo del  6,8%, los jóvenes tienen cada vez más dificultades en encontrar un puesto de trabajo fijo o a jornada completa, viéndose obligados a aceptar contratos laborales temporales o a tiempo parcial. Actualmente hay 350.000 personas de entre 15 y 24 años sin trabajo de ningún tipo, que equivale al 7.9% de los jóvenes alemanes activos.

La crisis ha producido también una enorme volatilidad en Europa, como consecuencia de la gran inestabilidad y la incertidumbre existente en todos los mercados, dado que sus efectos no han podido ser superados a pesar de las medidas tomadas por los distintos gobiernos que han reprimido la demanda agregada, poniendo incluso en riesgo la recuperación de los bancos alemanes y franceses. Esta incertidumbre se ve potenciada porque el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera cuenta con solo us$ 338.000 millones de reserva. Este Fondo será reemplazado por el Mecanismo Europeo de Estabilidad, que cuando se encuentre funcionando plenamente tendrá us$ 776.000 millones, que alcanzarían solamente para España que tiene reservas por us$ 48.000 millones y deudas equivalentes a unos us$ 600.000 millones de aquí al 2015.

Pero también es importante saber si la financiación en gran escala y los ajustes sucesivos pueden llegar a restablecer a tiempo el repago del endeudamiento producto de los recates. De no ser así, las consecuencias serían durísimas para las poblaciones de los países endeudados e incluso para las economías del centro de la zona euro, poniendo en discusión la supervivencia del proyecto de integración y el mantenimiento de la moneda común.

A su vez, los países que impulsan una cierta expansión de la economía mundial se sitúan en la periferia del sistema, e incluso algunos de estos países se han constituido en actores importantes en el conglomerado universal y han ido ocupando posiciones destacadas en los foros internacionales. Los BRICS más Argentina serán en el 2012 responsables del 56% del crecimiento mundial, (a pesar de la desaceleración del crecimiento de la región), mientras que los EE.UU., Canadá, Alemania, Italia, Japón y Francia, solamente el 9%. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos países representan aún el 70% del producto mundial y China, a pesar de ser el país que más ha crecido en los últimos años, solamente el 10%. Esto confirma que ante el potencial económico y militar de los EE.UU. (que representa el 25% del P.B.I. mundial) no es posible todavía modificar su hegemonía a nivel planetario. (Enrique Arceo-2011). 

Crecimiento del Producto Bruto Interno 2008 – 2012

 

2006-2009

2010

2011

2012*

Mundo

1,8

4,1

2,7

2,5

Países Centrales

0,3

2,7

1,4

1,2

Periféricos

5,8

7,5

5,9

5,3

*Proyecciones

Fuente: O.N.U. World Economic Situation and Prospects – NY

 

Es evidente entonces que la crisis del euro, refleja el quiebre del modelo actual de integración europeo, y arrastra a toda Europa que sigue debatiéndose en un interminable escenario crítico como parte de la crisis que afecta también al resto del mundo. Para algunos economistas, Italia será el próximo objetivo de la especulación internacional, mientras el presidente del Euro grupo, Jean Claude Juncker, sostuvo que “descarta cualquier negociación de las condiciones de austeridad impuestas a los países deudores, a través de los planes de ajuste para el sector público”. Esto prueba que en Europa existe un centro compuesto fundamentalmente por Alemania, Holanda, Austria y Francia. Por otro lado, una periferia constituida por España, Portugal, Grecia, Irlanda, Italia y Chipre, sometida tanto en términos económicos como políticos a los designios de los sectores más concentrados del capital financiero.

Ante esta situación, donde pueden reverdecer los nacionalismos europeos, los pueblos se han movilizado intensamente y las luchas, que se suceden especialmente en Europa,  entre las clases dominantes y las clases dominadas, son las fuerzas motrices que funcionan como palanca de las grandes transformaciones económicas y políticas que se sucederán en la sociedad y que la dinámica de la historia no solo no las ha cambiado, sino que muestra que mantienen toda su vigencia.

LA INFLUENCIA DE LA CRISIS EN AMERICA LATINA

En la periferia del sistema se produjeron, a partir de la década de los noventa, diversas situaciones críticas como la crisis de México en 1994, la denominada crisis asiática de 1997, la crisis rusa de 1998, la caída de Turquía que demandó recursos al F.M.I., la crisis de Brasil en 1998 y 1999 y a fines del 2001 el derrumbe de Argentina.

En América Latina, por la predominancia de la lógica del capital financiero se deterioró la economía y la sociedad, se perdieron los sistemas financieros nacionales y por ende se anuló, en muchos casos, la función de los bancos centrales en cuanto a la creación de dinero, al manejo de las tasas de interés y al tipo de cambio.

Simultáneamente, se incrementó la desigualdad social, se acentuó la pobreza, la indigencia y la marginación tanto por el desempleo como por el subempleo informal, respondiendo estas políticas a los principios dictados por el Consenso de Washington, fundado en teorías económicas que sostienen la absoluta supremacía de los mercados, que finalmente deberían producir una eficaz asignación de los recursos.

Durante el período neoliberal, el estado quedó bajo el dominio de las corporaciones globales y practicó políticas dirigidas a proteger y beneficiar los intereses económicos de los grupos más concentradas, permitiendo que los mecanismos de exclusión y explotación de los sectores del trabajo aumentaran la desigualdad y la marginación.

En tal sentido, los sectores más concentrados sostenían y lo siguen haciendo, que la falta de crecimiento y las sucesivas crisis fueron el resultado de un exceso de intervencionismo estatal, que limita las posibilidades de los privados para la toma de decisiones, de un gasto público superior a los ingresos, por las flexibles políticas de crédito interno y por los límites impuestos a la movilidad de los capitales.

Las políticas de liberalización, desregulación y privatizaciones, ejecutadas en ese período han permitido el avance de las colocaciones financieras múltiples en donde la ganancia fue dominada por las finanzas. El proceso del endeudamiento externo de los países periféricos, que implementaron las burguesías locales, fue decisivo en esta modalidad de obtención de las ganancias.

Al mismo tiempo, la presencia de la banca extranjera creció notablemente en Latinoamérica. Entre los años 1990 y 2001 esta participación pasó en Argentina del 10% al 61% y en Brasil del 6% al 49%, en Chile del 19% al 62% y en México de 0% al 90%. (CEFID-AR – Dto. de Trabajo Nº 42- Abril 2012)

Como consecuencia de estas políticas  se produjeron en Latinoamérica, intensos ciclos de endeudamiento por los flujos provenientes de la desregulación de los activos monetarios, unido a la corruptela y complicidad de los sectores dominantes locales, situación que finalmente condujo a la recesión y al desempleo dejando como saldo un sistema económico más concentrado y extranjerizado.

Se agudizó el proceso de concentración económica, apoyado en fusiones y adquisiciones y las firmas transnacionales que mayoritariamente tienen sus casas matrices en los países centrales, aumentaron su participación en la economía de la región. El peso creciente de las transnacionales en los países de América Latina, se nutrió con la presencia de profesionales formados en los países centrales, que desempeñan un rol estratégico en las empresas más concentradas y en los gobiernos locales. Se agravó así el problema de la fragmentación en las pautas de consumo que caracteriza a las sociedades de la región, por el abismo existente entre las formas de vida de una pequeña minoría y la de la mayor parte de la población. De este modo, América Latina resulta ser la región mas desigual del planeta, en la que en estos últimos años disminuyó relativamente la pobreza y la indigencia y solo algunos espacios de las economías del área se articulan positivamente con los interese del conjunto de la población.

En 2011, América Latina y el Caribe tuvieron un déficit en la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos equivalente a un 1.4% del P.B.I.. En el primer trimestre de 2012, la región se vio enfrentada a la gran volatilidad financiera externa, debido a la aceleración de la crisis de la deuda soberana de algunos países de la zona euro. Se produjo una caída en los flujos financieros, el retiro de depósitos e inversiones de cartera y la suspensión o disminución de las lineas de crédito bancario originados en los países centrales, mientras se acentuaba el giro de ingentes cantidades de fondos hacia la banca de esos países.* 

Pero, el impacto de la crisis en los países latinoamericanos no es uniforme y está mediada por la lucha de clases, la correlación de las fuerzas sociales y las políticas públicas que adoptan los distintos gobiernos. También depende, en buena medida, del destino de sus exportaciones, viéndose más afectados aquellos países para los cuales Europa representa un porcentaje importante de su comercio internacional, pudiendo registrar una variación negativa en la generación de empleo y un deterioro en los niveles de ingreso real.

Participación de las exportaciones a la Unión Europea en el período 2007 – 2010

Argentina

17,8%

Brasil

23,2%

Chile

21.0%

Costa Rica

17,4%

Uruguay

17,8%

Fuente: C.E.P.A.L.

Variación anual del PBI 2008 – 2012 en América Latina y el Caribe

2008

2009

2010

2011

2012

4.0

-2.0

6.0

4.3

3.7*

América del Sur – 10 países

5.4

-0.2

6.8

4.5

3.5*

*Estimado
Porcentajes en base a dólares constantes de 2005

 FUENTE: C.E.P.A.L

 La región continuó financiándose, en general, en el exterior y las emisiones de bonos soberanos**    pasaron de un promedio mensual  de us$ 7160 millones en 2011, a una media mensual de us$ 14210 millones en el primer trimestre de 2012. (CEPAL)

Uno de los principales canales de transmisión de la crisis para la región, fue en el 2009 y en el 2011 el comercio internacional, por la gran debilidad de la economía mundial que influyó en el desempeño económico de América  Latina.  En el 2012 se han ido deteriorado los términos del intercambio y el superávit crecerá a tasas menores que en 2011. De esta forma el superávit comercial pasará del 1.3% en 2011 al 0.7% en 2012. (CEPAL – Junio de 2012).

En el último decenio, algunos países de Sudamérica implementaron políticas que produjeron mejoras en el nivel de empleo y cierta disminución de la pobreza y la indigencia. Apareció al mismo tiempo una  inestabilidad institucional, que se reflejó en los acontecimientos producidos en Honduras y Paraguay, con la destitución de sus presidentes. En Ecuador, Bolivia y recientemente en la Argentina, fueron noticia las asonadas producidas por las fuerzas de seguridad.

 Varios países tomaron medidas para contrarrestar los efectos negativos de la desaceleración económica internacional. En diciembre de 2011, Brasil anunció la rebaja de algunos impuestos aplicables a las transacciones financieras y a ciertos productos de consumo duradero y alimentos básicos. También la ampliación de beneficios sociales y la devolución de impuestos a las exportaciones de productos industriales. Medidas ácidamente criticadas por Barak Obama como altamente proteccionistas. Argentina limitó la salida de divisas, dificultando la remisión de utilidades de las empresas extranjeras y obligando a las mineras y petroleras a ingresar el monto total de sus exportaciones en el país. El Perú adoptó dos nuevos impuestos a la minería y Ecuador aumentó la tasa del impuesto a la salida de divisas y otros países han iniciado reformas a las leyes impositivas. Pero estas medidas son insuficientes para reinsertar a América Latina en una senda de crecimiento sostenida. La región requiere de una mayor y mejor intervención del estado, realizando cambios profundos, buscando convergencias económicas y sociales que permitan redistribuir el ingreso y la riqueza, elevando el nivel de vida de los pueblos con una mayor igualdad,  promoviendo asimismo la competitividad de ramas productivas específicas.

De manera que la crisis financiera surgida en los EE.UU. a mediados de 2007, se trasladó con rapidez al sector real de la economía mundial y tuvo un grave impacto en América Latina y el Caribe en 2009 y en el segundo semestre de 2011.  En la actualidad, la región continúa recibiendo las consecuencias de la crisis originada en los países centrales por la lógica de la internacionalización del capital, de forma tal que la explosión de la burbuja financiera europea y norteamericana continúa influyendo decisivamente en las economías Latinoamericanas. Las previsiones permiten concluir que durante el segundo semestre de este año, la región puede tener un crecimiento moderado. Brasil y Argentina, que tienen un peso considerable en el P.B.I. ponderado de la región, tuvieron tasas de crecimiento menores que el resto de los países, lo que explica la restricción que tendrá el crecimiento de la región en 2012 al 3.2% en contraste con la tasa del 4.3% en 2011. (CEPAL).

América Latina aprovechó en los últimos años los altos precios de las materias primas,  pero es necesario destacar el accionar permanente de los fondos especulativos sobre los precios. En ese sentido, el volumen de los negocios de los comodities (metales, agricultura y energía) se incrementaron sustancialmente y este crecimiento que incluye el accionar de la especulación,  explica gran parte de la suba de precios, pero tiene como contrapartida  la desestabilización que eventualmente puede ocasionar la retirada total o parcial de estos fondos y hacer colapsar el mercado de materias primas.

Es así, como en los países latinoamericanos, por la desigualdad económica y social, la crisis del transporte en las grandes ciudades, la falta de viviendas populares y la baja productividad del sector público, se ha acentuado el disimil crecimiento de las fuerzas productivas, mientras se mantienen las desigualdades de los sectores populares, más allá de algunas mejoras parciales, que no impiden la retroalimentación de los desequilibrios sociales y al mismo tiempo, la presencia de agudas contradicciones entre las distintas fracciones de los sectores dominantes. 

CONCLUSIONES

En definitiva, mientras la deuda pública de los países centrales se encuentre en el 110% de su P.B.I. y probablemente llegue al 113% el año próximo, ( F.M.I.), y se busque  resolver esta situación con más ajuste, se sigan perdiendo puestos de trabajo como   anticipó la O.I.T y la inversión no se dirija al sector productivo para el desarrollo de las capacidades de producción del sistema, “la gestión de la crisis no aporta ninguna solución a la crisis misma [y] el sistema, lejos de tender progresivamente hacia una nueva forma de estabilización, se hunde en el caos” (Samir Amin – Más allá del capitalismo senil – 2003).

 Por lo tanto, las desigualdades sociales y la pobreza subsistirán y las diferencias entre los niveles de desarrollo entre el centro y la periferia europea se ensancharán. A su vez, el capital ficticio, es decir aquellos activos financieros cuyo valor no se corresponden con el capital real, no podrán incrementar la productividad, sostener por si mismos la acumulación de capital ni resolver el drama social que está azotando a una enorme proporción de las masas populares de la eurozona, prolongando la crisis global del sistema.

 Dado que las relaciones sociales capitalistas ya no permiten proseguir con una acumulación de capital indefinida, que justifique su función histórica, el gran desafío ante esta situación, que no podrá resolverse bajo la dominación capitalista, pasa por la construcción de un proyecto emancipatorio alternativo que profundice la participación en las decisiones políticas y económicas de los sectores afectados por la crisis, para lograr delinear los rasgos de un futuro modelo anticapitalista.

Alberto Wiñazky, economista, escritor, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.
Octubre de 2012

 *América Latina cubrió el 53% de las utilidades del Banco Santander de España, en lo que va de 2012
**Durante el primer trimestre de 2012, emitieron bonos en el exterior: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Jamaica, Panamá y Perú. (CEPAL) 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 

Enrique Arceo
El Largo Camino a la Crisis
Centro Cultural de la Cooperación-2011

Gerard Duménil – Dominique Levy
Crisis y Salida de la Crisis
Fondo de Cultura Económica-2007

François Chesnais – Comp.
La Mundialización Financiera
Losada-2001

Confrontaciones monetarias: marxistas y post-keynesianos
En América Latina
Alicia Girón
CLACSO – 2006

El derrumbe del sistema financiero internacional
Alicia Girón y Alma Chapoy
Ediciones Luxemburg – 2011

Samir Amin
Más allá del capitalismo senil
Paidós – 2003

Claudio Katz
El Porvenir del Socialismo
Herramienta-2004

CEFID-AR
Documento de Trabajo Nº 42 – Abril 2012

CEPAL
Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe – 2011
Informe Macroeconómico de América Latina y el Caribe – Junio 2012

Herramienta – Revista de Debate y Crítica Marxista – Nº 40

Alberto D. Cimadamore y Antonio D. Cattani – Compiladores
Producción de Pobreza y Desigualdad en América Latina
CLACSO – 2008

Diversas publicaciones periodísticas
El País de Madrid, La Nación, Página 12, El Clarín, Tiempo Argentino

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