(Política Nacional )
Carlos Mendoza*
Los “fondos buitres”, como expresión aberrante del capital financiero especulativo, expresan las profundas contradicciones de la actual etapa de un capitalismo monopolista, globalizado, hegemonizado por su sector financiero, y en crisis permanente y sistémica.
Posiciones sorprendentes a favor de Argentina
El enfrentamiento judicial entre los denominados “fondos buitres” y la República Argentina, ha provocado muchas reacciones en el plano internacional, algunas de las cuales pueden resultar muy sorprendentes, por venir de quienes vienen y ser contrarias a las demandas de dichos fondos especulativos, o estar en desacuerdo con el fallo favorable a los “fondos buitres” del juez Griesa, o manifestar apoyo a la posición argentina. Algunos ejemplos son:
– El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió, en su oportunidad, que si la Corte de Apelaciones de Nueva York ratificaba el fallo de Griesa contra la Argentina, en la causa presentada por los “fondos buitres”, esta situación podría tener repercusiones negativas “para las reestructuraciones de deuda soberana”.
– El gobierno de los EE.UU. se presentó como “amicus curiae” ante la Corte de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York, antes de que ésta ratificara el fallo de Griesa, para manifestar su apoyo a la solicitud de la República Argentina de que se revocara en su favor dicho fallo.
– El gobierno de Francia se presentó como “amicus curiae” ante la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU., apoyando el recurso presentado por Argentina para que se revocara la sentencia de Griesa y su posterior ratificación por la Corte de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York.
– El periódico inglés The Guardian, en su edición del 9/04/14, manifestó la exigencia de una reforma global de la arquitectura financiera mundial que limite el accionar de los “fondos buitres”, a la luz de la experiencia con la deuda argentina.
– El periódico norteamericano The New York Times, el 30/07/14, sostuvo que, con su accionar, el juez Griesa “difícilmente pudo inspirar confianza en el sistema legal estadounidense”.
Tan importantes posiciones, de actores insospechados de anti capitalismo, deben considerarse sin embargo mucho más como de oposición al accionar de los “fondos buitres” que de particular simpatía con la Argentina o su actual gobierno.
Fundamentos objetivos de esas posiciones
Ocurre que desde el fin de los denominados “30 años gloriosos” posteriores a la segunda guerra mundial, el capitalismo monopolista y globalizado de esta época del sistema, ha entrado en una crisis cada vez más global, permanente y sistémica, jaqueado por sus tendencias inmanentes o “leyes de esencia”, particularmente la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia”.
El sector monopolista, donde predomina el capital bancario, recurre crecientemente a la actividad financiera, ante sus dificultades para obtener suficiente tasa de ganancia en las actividades de producción y comercialización de bienes y servicios, como una forma de redistribuir en su favor la renta mundial generada por el trabajo humano.
Un ejemplo de esto fueron los ilimitados créditos hipotecarios sin garantías reales y los denominados “derivados financieros” que se elaboraron con ellos, principalmente en EE.UU., pero también en España, Irlanda y otros países, que provocaron las burbujas hipotecarias que llevaron a las crisis del 2008/9 en EE.UU. y del 2010/11 en España e Irlanda.
Otro ejemplo fue el desmedido financiamiento bancario a países européos, como Grecia, España, Portugal, Irlanda y otros, principalmente para sostener sus importaciones de bienes y servicios desde los países centrales capitalistas, que terminó con las crisis de las impagables deudas externas de aquellos a partir del 2011.
Los “fondos buitres” se especializan en comprar bonos de deudas de países y empresas en graves dificultades, cuando sus precios están por el suelo, y una vez que aquellos reestructuran sus deudas, impagables en las condiciones en que fueron originalmente contraídas, ellos no participan y se dedican a pleitear. Y, como dijo el New York Times, el 30/07/14, “la campaña contra Argentina muestra lo determinados que pueden ser los fondos de inversión (se refieren a los “fondos buitres”) y cuánta plata pueden tener para hacer uso de su influencia fuera de los mercados en los que hacen sus jugadas”.
Efectivamente, el juez Griesa, con su arbitraria decisión, tan criticada por tantos juristas, favoreciendo al 7% que no entró en las reestructuraciones de deuda del 2005 y 2010 de la Argentina y perjudicando al 93% que si entró, al igual que la Cámara de Apelaciones del Segundo Distrito de Nueva York, que ratificó el fallo, dan prueba del poderío de estos fondos.
Agudización de las contradicciones en el capitalismo
Y es aquí donde se aprecia la agudización de las contradicciones dentro del capitalismo:
– Por un lado, la necesidad monopolista de recurrir crecientemente a su actividad financiera contradice el crecimiento económico en la actividad de producción y comercialización de bienes y servicios, y lleva a la quiebra a empresas y países que necesitan así reestructurar sus deudas.
– Pero, por otro lado, el sector más especulativo y parasitario de la actividad financiera, los “fondos buitres”, al lograr imponer judicialmente sus intereses por sobre los Estados, empresas y bonistas que entran en las reestructuraciones de deudas, objetivamente contradicen las posibilidad de que tales reestructuraciones se puedan seguir haciendo.
Esas son las razones de esencia por la cuales conspicuos actores pro capitalistas, como ser gobiernos de países centrales, instituciones financieras internacionales, órganos de prensa internacionales, economistas y personalidades diversas, se levantan contra los fondos buitres y, circunstancialmente, apoyan a la Argentina en este conflicto.
No deja todo esto de mostrar cómo el capitalismo de esta época se está mordiendo la cola.
*Carlos Mendoza, ingeniero, especializado en temas de economía política, escritor, miembro del Consejo Editorial de Tesis11.