Por Niko Schvarz (*)
La VIII Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) efectuada la semana pasada en Guayaquil y en Quito, Ecuador, reviste extraordinaria importancia.
En la misma se inauguró la sede del organismo continental en el complejo La Mitad del Mundo de la capital ecuatoriana, y estuvo precedida el miércoles 3 de diciembre por una conferencia magistral dictada en Guayaquil por el ex presidente brasileño Lula da Silva sobre ”La unidad y la integración latinoamericana y caribeña: pasado, presente y futuro”.
Al inicio de la Cumbre, el jueves 4, el presidente de Uruguay, José Mujica, recibió la presidencia pro tempore del organismo de manos del presidente de Surinam, Désiré Bouterse, y fue objeto de un cálido homenaje por parte del presidente anfitrión Rafael Correa, al que respondió con un discurso que alcanzó enorme repercusión. En la Cumbre se señaló que UNASUR es el reflejo del ideal bolivariano de la integración latinoamericana y caribeña, y quedó de relieve el papel muy destacado de la nueva América Latina en el mundo actual.
Lula da Silva evaluó el actual panorama del continente y los desafíos inmediatos que deben superarse a través de los mecanismos de integración. La idea central de su alocución es que ”Suramérica y el Caribe tienen posibilidades reales de contribuir a un nuevo orden político y económico global más justo, equitativo y equilibrado” y que en ese camino el principal desafío es ”construir un pensamiento estratégico de América Latina y el Caribe, un proyecto integrador que aproveche su formidable riqueza histórica, cultural y natural”. Destacó la necesidad de innovar en procesos de carácter inclusivo para alcanzar un verdadero proyecto integrador en la región, un continente potencia con una población de 600 millones de habitantes y un PBI superior a los 5 billones de dólares.
A su juicio, hay que apostar no sólo a una integración política y económica, sino de los pueblos de la región. Y subrayó que la mayor integración del continente se logrará cuando los pueblos se vean más involucrados y se superen las trabas burocráticas.
En este último aspecto, su exposición fue de extrema vivacidad. Dirigiéndose a Ernesto Samper, el ex presidente de Colombia que ocupa la secretaría general de la UNASUR, enumeró una serie de ejemplos concretos de trabas burocráticas de todo tipo que impidieron, en múltiples casos que detalló, la ejecución en la práctica de las decisiones adoptadas por los presidentes del bloque. Los ejemplos que expuso fueron concluyentes, y trajeron el tema a tierra. El comentario generalizado es que las palabras del líder del Partido de los Trabajadores fortalecieron las bases establecidas por los impulsores originales del organismo regional, los presidentes Néstor Kirchner de Argentina y Hugo Chávez de Venezuela, a los que se hizo especial mención. Resaltó en ese sentido que la integración no es el problema, sino parte de la solución; que los avances alcanzados en esa materia en los últimos años han sido muchos, pero que todavía resta mucho por hacer en ese terreno.
Uno de los principales logros del proceso integracionista destacó- es que en apenas 10 años el comercio dentro del Mercado Común del Sur pasó de 15 mil millones de dólares a 66 mil millones de dólares. En ese mismo período, el intercambio comercial entre todos los países latinoamericanos y caribeños pasó de 50 mil millones de dólares a 189 mil millones de dólares. Agregó que esos avances en la integración fueron más allá de las relaciones comerciales, porque ahora los empresarios de nuestros países han aprendido a invertir en las naciones vecinas, y no solo a vender y comprar.
Otro logro muy significativo del bloque, integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela consiste en la creación del Consejo Suramericano de Defensa. ”Con tales medidas valientes, impensables para muchos, marcamos un territorio de soberanía, de diálogo y de paz en nuestro continente”, recalcó Lula. También indicó el pronto funcionamiento de la Escuela de Defensa Suramericana.
En el ámbito de la política integracionista, resaltó la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), como un espacio de cooperación democrática y sin la presencia de Estados Unidos ni de Canadá. ”Ahora somos 33 países con la misma voluntad de construir nuestros sueños y posibilidades”, señaló, estimando que nada de eso hubiese sido posible de no haber sido por la llegada al poder de gobiernos progresistas en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina, El Salvador, Nicaragua, entre otros países.
Consideró, no obstante, que los avances integracionistas no están a la altura del potencial de la región. Abogó también por aprovechar en forma conjunta su enorme riqueza hídrica, por integrar la red de gasoductos y oleoductos y las cadenas productivas, por aumentar la conectividad de banda ancha y por poner en funcionamiento el Banco del Sur. En este último aspecto insistió también el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, quien expresó que es urgente abrir y poner a funcionar el Banco del Sur.
La jornada de paneles y conferencias en Guayaquil que incluyó la conferencia de Lula se integró a la inauguración oficial de la nueva sede de la UNASUR, al día siguiente en Quito. Al respecto, Lula manifestó que ”la inauguración de la nueva y permanente sede de la UNASUR representa un paso extraordinario para concretar el sueño de integración de nuestros pueblos y países” y felicitó al presidente ecuatoriano Rafael Correa por ser uno de los principales impulsores de este proyecto, de modo que ”Quito se convierta en la capital de la integración”. Recordó como antecesores a los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez, que contribuyeron de manera activa al proceso de integración. ”Líderes de origen de países diferentes demostraron espíritu de fraternidad y compromiso para el desarrollo y emancipación de los pueblos de América Latina y el Caribe. Fueron personajes fundamentales en el proceso de creación de la UNASUR, el fortalecimiento del MERCOSUR y la constitución de la CELAC”, aseveró.
Sostuvo asimismo que actualmente los países de Latinoamérica están construyendo un proyecto alternativo al neoliberalismo, basado en la democracia, el diálogo y la búsqueda de formas más justas de desarrollo. En su opinión, ”la crisis económica mundial tiene un efecto inhibidor sobre las iniciativas de integración. Como si tuviéramos que esperar para volver a tratar la integración. Estoy convencido de que es precisamente lo contrario. Mientras más nos integremos, mejores serán las condiciones para enfrentar y superar la crisis. Nuestra capacidad de avanzar en la integración será determinante para como nuestros países enfrentarán una etapa de crisis. De forma separada somos más frágiles y juntos constituimos una potencia”.
Hizo especial referencia al tema de la paz, a partir del diálogo por la paz entre el gobierno de Colombia y las FARC desarrollado desde hace dos años en La Habana, que se vio interrumpido y que felizmente acaba de reanudarse, tras la liberación del general Alzate y sus acompañantes. Lula manifestó: ”Estoy convencido de que los enemigos de la paz en Colombia serán derrotados. ¡La paz se alcanzará!”. Y tras resaltar los éxitos de los gobiernos de las fuerzas de izquierda en varios países de Sudamérica formuló un llamado a consolidar a la región como ”un continente de paz”.
En sus palabras: ”Este continente, despreciado por tanto tiempo, será el continente donde prevalecerá la paz”.
El ”fuego adentro” de Pepe Mujica
Al recibir la presidencia pro tempore de la UNASUR en nombre de Uruguay, Pepe Mujica pronunció un discurso realmente fuera de serie, que ha dado la vuelta al mundo en todos estos días. No solo por su contenido esencial, sino además por su tono, marcado por su impronta personal, su estilo directo y llano, su honestidad, su humanismo profundo, su amor a la gente. Él se emocionó ante el sentido homenaje que le estaba tributando el presidente Rafael Correa y todo el amplio auditorio que lo ovacionó; pero a la vez emocionó a sus oyentes de todo el mundo. Es una pieza oratoria que quedará en la historia. Telesur contribuyó de manera significativa a que adquiriera amplia repercusión internacional. Yo pude escucharlo íntegramente a través de ese medio, lo mismo que el discurso antes mencionado de Lula.
El presidente Correa elogió a Mujica en estos términos: ”Cuando caminas entre la gente casi sin escolta ni seguridad, cuando aprieta el hambre y entras por un pan en la primera tienda que encuentras abierta, cuando reniegas de las circunstancias que no puedes cambiar, cuando ayudas en la madrugada a reparar el techo de tu vecino, cuando te ríes de los protocolos, cuando llevas en los brazos a Manuela, tu mascota a la que le falta una patita y se cuela entre las alfombras rojas por las que pasas de largo, tu pueblo te reconoce y se identifica contigo. Tienes razón al decir que vivir mejor no es tener más, sino ser más feliz. Gracias por tu ejemplo”. Y en otro momento: ”Cuando las generaciones venideras vuelvan su mirada hacia el pasado buscando explicaciones a su presente, ineludiblemente encontrarán tu nombre. Tú has dicho que el hoy nació de las semillas fértiles del ayer, y nosotros te decimos que el mañana crecerá de la semilla fértil que tú has sembrado en este presente”. Correa también lo calificó como ”un ícono de la patria grande” y como un ”presidente filósofo”, agregando que ”quisiera tener tu juventud, porque más allá de las edades la juventud es un estado del alma”. Concluyó: ”En nombre de los 15 millones de ecuatorianos y en nombre de los cientos de millones de latinoamericanos, queremos agradecerte y reconocerte”.
La respuesta de Mujica fue un ejemplo de humildad y coherencia: ”Soy un paisano medio atravesado y el único mérito que tengo es ser un poco terco, duro, seguidor, vasco y constante. No soy un fenómeno y en realidad, los años de cana que me comí fue porque me faltó velocidad. No tengo vocación de héroe”. Y aquí introdujo su autodefinición fundamental: ”Tengo sí un fuego adentro ante la injusticia social. Aquel fuego adentro que tuve en mi juventud es el que nos permitió llegar hasta hoy”. Dijo también que ”juventud hay una sola, y es la que es capaz de comprometerse”.
Dirigiéndose a los jóvenes, les recomendó ”luchar por darle contenido a la vida”. En estos términos: ”No la desperdicies porque no la puedes comprar en el supermercado. La importante es el camino” porque al final de la vida ”no hay una meta, ni un arco de triunfo, ni odaliscas, ni paraíso. Lo que hay es la hermosura de vivir al tope y de querer la vida. Lucha por vivirla, por darle contenido a la vida”.
Al recibir la presidencia pro tempore de la UNASUR, Mujica realizó un encendido alegato en favor de la unidad latinoamericana. Reclamó que los gobiernos de la región ”se preocupen por la gente”, por tener sintonía con ellos porque ”la política no puede ser manejada por el mercado”. Habló de gobiernos ”creíbles y comprometidos” que logren concretar ”la tan ansiada unión latinoamericana”. Pero advirtió asimismo que ”solo habrá integración si hay voluntad política, lo cual necesita del compromiso de todos, porque los obstáculos del mundo son enormes y el pasado nos sigue apretando”. Insistió en que ”si no se entiende la necesidad que hay de unirse, nos ganarán el partido y se perderá una nueva oportunidad irrecuperable”. La integración ”hay que construirla y hay que sobreponerse a las dificultades que cada Estado tiene en particular. Debemos aprender del pasado, de las derrotas, de las cárceles, de la deuda social que tiene América Latina”. Pidió ”rescatar en el mundo dos cosas: la paz y la dignidad de la política. Hay que gritar fuerte: No a la corrupción”.
El viernes 5 se inauguró en Quito el edificio sede de la UNASUR, que llevará el nombre del presidente argentino Néstor Kirchner, quien ejerció la presidencia del organismo creado en el año 2008 hasta su fallecimiento, el 27 de octubre de 2010.
Después de estos acontecimientos, el presidente Mujica viajó a México, visitó Cancún (que fue hermanada con Punta del Este) y Guadalajara, y participará a partir del lunes 8 en Veracruz de la Cumbre Iberoamericana. Simultáneamente, dio a conocer una ”Carta Abierta al pueblo uruguayo y a Barack Obama”. Esta misiva está motivada, en lo inmediato, en el hecho de que se anunció la llegada inminente a nuestro país de seis personas que estuvieron varios años detenidas en la cárcel de Guantánamo, territorio cubano usurpado por Estados Unidos desde comienzos del siglo pasado. Se trata de un ciudadano palestino, cuatro sirios y un tunecino.
La carta abierta de Mujica se inicia con una frase del poeta chileno Pablo Neruda: ”La solidaridad es la ternura de los pueblos”, escrita cuando se emprendía la inmensa tarea de evacuar, socorrer y asilar a decenas de miles de republicanos españoles luego de la tragedia de la guerra civil en 1939. Allí el presidente recuerda la tradición del Uruguay pacífico y pacificador, y su papel en la creación de instrumentos internacionales para la paz. Ahora, recogiendo esa vocación, y por ineludibles razones humanitarias, Uruguay ofrece hospitalidad a seres humanos que sufrían un atroz secuestro en Guantánamo. La carta destaca el aporte que hicieron en nuestro país los refugiados de otras naciones, y a la vez valora la solidaridad y la mano tendida de otros pueblos a los asilados uruguayos en la época de la dictadura.
Mujica proyecta estos hechos a la actual realidad internacional, y formula un doble pedido al presidente Barack Obama: el levantamiento del bloqueo a la hermana República de Cuba, impuesto desde hace más de medio siglo; y la liberación de los tres luchadores antiterroristas cubanos Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Hernández, que continúan detenidos en Estados Unidos desde hace 16 años. A la vez, solicita la liberación del luchador independentista puertorriqueño Oscar López Rivera, preso político en Estados Unidos desde hace más de 30 años. ”Estamos seguros concluye- de que estas demandas insatisfechas abrirán amplias avenidas a un proceso de paz, entendimiento, progreso y bienestar para todos los pueblos que habitan aquella zona crucial de Nuestra América”.
Los 10 años del ALBA
En esta reseña de hechos y organismos que cimentan el proceso de unidad de América Latina, conviene mencionar la celebración de los 10 años de la creación del ALBA (Alternativa Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América) que tuvo lugar el pasado viernes 5 en la Sala Maggiolo de la Universidad de la República. En la misma participaron los representantes diplomáticos de Bolivia, Benjamín Blanco; de Cuba, Igor Azcuy; de Ecuador, Emilio Izquierdo; de Nicaragua (lectura de un mensaje del embajador Mauricio Gelli) y de Venezuela, Julio Chirino. Como se sabe, integran el organismo, además, una serie de islas caribeñas: Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas. Los embajadores de los cinco países mencionados resaltaron la gran labor realizada por el ALBA en favor de la unidad y la integración de la América Latina y caribeña, y de la solidaridad y cooperación entre sus pueblos a lo largo de la década transcurrida.
(*) Periodista. Artículo divulgado por “Bitácora” de Uruguay, 08.12.14