Entrevista al historiador Moniz Bandeira publicada en La Onda digital Nº 766, 25-04-2016
Al haber votado la Cámara de Diputados por un margen tan grande, el inicio del juicio político a la Presidenta Dilma (367 votos a favor, 137 en contra). La pregunta que muchos se hacen en Sudamérica es: ¿cómo el partido de gobierno y el propio gobierno llegaron a esta soledad y falta de apoyo político?
“La campaña subterránea de los grupos internacionales se ha aliado a la de los grupos nacionales sublevados contra el régimen de libertad y garantía del trabajo”. Estas palabras las escribió el Presidente Getúlio Vargas, en la carta que dejó antes de suicidarse el 24 de agosto de 1954. Ellas explican lo que ha pasado en la Cámara de Diputados el 17 de abril de 2016. Pero como dijo Marx, la historia se repite, pero una vez como tragedia y otra como farsa. En 1954, el proceso del golpe de Estado culminó con una tragedia, el suicidio de Vargas, que impidió la completa consecución de los objetivos de los intereses internacionales y nacionales, que movieron la campaña contra su gobierno. Ahora, lo que pasó en la Cámara de Diputados, el 17 de abril, fue otro golpe de Estado, pero con las características ridículas de un espectáculo de circo. Una Cámara de Diputados, compuesta por 60% de parlamentarios acusados o implicados en procesos de corrupción, fraude electoral, desmantelamiento, secuestro, homicidio, y bajo la presidencia de un reo, también acusado de corrupción, lavado de dinero ilícito, con US$ 40 millones de dólares o más en 11 cuentas secretas en Suiza y en Panamá, que aprobó el impeachment de una Presidente honesta, que ningún crimen ha cometido.
La votación del domingo 17 de abril fue un show de estupidez, en que cada diputado, que votó por el impeachment, ha demostrado su vocación criminosa y al mismo tiempo de payaso.
¿Esto es causa de que el gobierno brasileño y el PT, antes que la derrota en el Parlamento, ya había perdido en la sociedad credibilidad y simpatía?
Sí, el gobierno brasileño ha cometido muchos errores, sobretodo en política económica, los cuales contribuyeron a bajar su popularidad. Estos fueron aprovechados por una incesante campaña de los medios de comunicación, de la prensa corporativa. En Brasil la libertad de prensa es una ficción. Está virtualmente restricta a cuatro o cinco familias que son los dueños de los principales órganos de prensa, radio y televisión. Pero el golpe de Estado estaba articulado desde antes de que la Presidenta Dilma fuera elegida por segunda vez. El objetivo era el “regime change” del ex-Presidente Lula, impedir su elección en 2018 y cambiar toda su política externa.
Las demostraciones de junio de 2013 fueron sin duda organizadas por activistas de ONGs, salidos de cursos de liderazgo y el empleo de técnicas de lucha no-violenta, conforme las enseñanzas del profesor Gene Sharp, autor de From Dictatorship to Democracy. Esos cursos son realizados en universidades norteamericanas, como Yale y otras, o también dentro de la Embajada de Estados Unidos. El juez Sergio Moro, que movió el proceso contra la Petrobras, realizó cursos en el Departamento de Estado, en 2007. En el año siguiente, 2008, pasó un mes en un programa especial de entrenamiento en la Escuela de Derecho de Harvard, conjuntamente con su colega Gisele Lemke, y, en octubre de 2009, participó de la conferencia regional sobre “Ilicit Financial Crimes”, promovida en Rio de Janeiro por la Embajada de Estados Unidos. La National Secury Agency (NSA), que ha monitoreado las comunicaciones de la Petrobras ha descubierto los indicios de irregularidades y corrupción de algunos militantes del PT y, posiblemente, pasó al juez Sergio Moro, de Curitiba, ya entrenado en multi-jurisdiccionalidad y prácticas de investigación, e inclusive en demostraciones reales (tal como preparar testigos para delatar a alguien de haber practicado algún crimen e ilícito penal). Y para empezar un proceso de impeachment bastaba inventar un motivo. Clima había.
El juez Sergio Moro, que debe ser sometido a una investigación sobre sus conexiones con los intereses de Estados Unidos, ha manejado estos hechos, bajo el manto de combatir a la corrupción, estimulando a las capas sociales medias y altas, así como a gran parte de la pequeña burguesía y el empresariado, que nunca aceptaron de buen grado los programas sociales como bolsa-familia y otros del gobierno de Lula y mantenidos por la presidenta Dilma Rousseff. Y esas capas medias y altas nunca en verdad consiguieron digerir un obrero nordestino, como presidente de Brasil.
Lo que ocurre en Brasil es también una exacerbación de la feroz lucha de clases. La Federación de las Industrias del Estado de São Paulo (FIESP) ha gastado millones de reales en la campaña por el impeachment de la presidenta Dilma y no lo reconoce. Pero se calcula que la FIESP ha gastado por lo menos cerca R$ 5 millones (más de US$ 1millón) o más en propaganda en favor del impeachment, en las ediciones impresas de los periódicos Folha de São Paulo y Estado de São Paulo, sin incluir lo que gastó en las ediciones digitales, soborno de diputados y otros. Hubo y hay mucho dinero nacional y extranjero para financiar el impeachment de la presidente Dilma Dousseff,
El gobierno y la presidenta Dilma insisten en que esto es un “golpe de Estado institucional” y ésta niega haber cometido delitos de “responsabilidad fiscal”;
¿Pero los juicios políticos no están previstos en la Constitución brasileña?
La justicia ha procesado por corrupción a altos funcionarios del gobierno y de la Estatal Petrobras. ¿La Presidenta no tiene responsabilidad institucional y política en esos casos?
El impeachment está previsto en la Constitución. Pero no se aplica a los actos por los que intentan responsabilizar a la presidenta Dilma Rousseff. No se ha probado que ella haya cometido ningún delito de responsabilidad fiscal. Eso apareció en el Tribunal de Cuentas de la Unión ya con el propósito de justificar un proceso de impeachment. Pero nada estaba probado y lo que pasó fue un retraso en la transferencia de dinero a los bancos públicos, privados y autarquías, dando momentáneamente una cobertura a las cuentas del gobierno. Todos los presidentes, incluso Fernando Henrique Cardoso, en Brasil, y Ronald Reagan, en Estados Unidos, lo hicieron. Y no es motivo para un impeachment del Presidente. Se debiera observar y discutir mucho más esta cuestión. Reitero, el proceso de sacar del gobierno a la presidenta Dilma Rousseff; resulta de un proyecto político muy bien montado hace mucho tiempo.
Durante la votación en la Cámara de Diputados muchos parlamentarios al pronunciarse, lo hacían por “el impeachment y por Dios”.
¿Esto quiere decir que los gobiernos de Lula y Dilma han perseguido o tenido comportamientos de persecución a las religiones?
No, nada de eso. Fueron los Diputados ‘evangélicos’, de sectas que están “infectando” a Brasil, por eso votaron así. La votación en la Cámara fue un espectáculo burlesco, que demuestra el bajo nivel de los políticos brasileños. Y muchos seguramente estuvieron en la nómina de pago de la FIESP o de las ONGs, que reciben plata del exterior.
El ex presidente Fernando Henrique Cardoso aseguró en San Pablo que el Gobierno de Dilma Rousseff “no tiene más condiciones para gobernar” y que Brasil vive una democracia “corroída y corrompida” ¿Se puede asegurar hoy que el sistema político brasileño está en crisis total?
Sí, la República presidencialista está podrida, su esencia es la corrupción y ésta no empezó con los gobiernos del PT. Las privatizaciones, ocurridas durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, fueron un poderoso vehículo de corrupción de los políticos de su partido. Pero, la prensa corporativa nada dice y se olvida de los grandes escándalos con la compra del sistema de defensa de la Amazonia a una empresa norteamericana, en la cual directamente el Presidente Bill Clinton actuó. Y hubo muchos otros escándalos. Lamentablemente Fernando Henrique está renegando de su pasado demócrata, al apoyar el golpe de Estado bajo la forma de impeachment. Y él, que está en la conspiración, es posiblemente el candidato a ser elegido después que el vice-presidente Michel Temer, que sufre también un proceso de impeachment y otro en el Tribunal Superior Electoral, sea impedido. Al igual que el diputado Eduardo Cunha que es reo en el Supremo Tribunal Federal, posiblemente perderá su mandato y tampoco pueda asumir el gobierno.
¿Porque los BRICS del cual Brasil es integrante no han salido en defensa del gobierno Dilma?
Es un problema diplomático, actúan así para no intervenir en los asuntos internos de otro país. Pero el impeachment de la presidenta Dilma Rousseff es un medio de romper el BRIC, que busca hacer el comercio fuera del sistema del dólar, en el cual se basa la hegemonía de Estados Unidos, el país que solamente tiene el absurdo privilegio y el poder de emitir la moneda mundial de reserva. La prensa de Estados Unidos, los principales periódicos, criticaron severamente al impeachment, como casi toda la prensa en Europa. Sin embargo, los sectores neoconservadores de los Partidos Republicano y Demócrata, los bancos y los intereses de la industria bélica, en Estados Unidos, con el beneplácito del presidente Obama, hombre muy débil, lo han alentado y financiado, conjuntamente con las clases conservadoras, el empresariado brasileño y los gritos de las capas medias.
El régimen iniciado por el presidente Lula da Silva buscó la independencia económica de Brasil. El plan estratégico nacional instituyó que Brasil nada puede importar sin que sea conjuntamente con transferencia de tecnología. Y eso los Estados Unidos no lo admite. Hay una ley del Congreso norteamericano que no permite transferencia de tecnología. Por eso Brasil desarrolla su industria nuclear, para exportación de uranio, con tecnología alemana, no ha firmado el Protocolo Adicional al Tratado de No Proliferación (TNP), lo que permitiría las investigaciones intrusivas, completas y sin aviso de la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica), para descubrir los secretos de las usinas de producción de uranio enriquecido. Brasil construye el submarino nuclear y otros con tecnología francesa. Compró los helicópteros a Rusia y hace aviones en asociación con Suecia. También canceló al acuerdo para construir una base de lanzamientos de misiles, con los Estados Unidos, en la isla de Alcántara, norte de Brasil.
No olvidemos que el gobierno de Lula, con sus dos grandes diplomáticos, los Embajadores Celso Amorim y Samuel Pinheiro Guimarães, frustraron la implantación del ALCA, que hoy los Estados Unidos aún intentan por medio de “acuerdos bilaterales”. Luego, el gobierno de Dilma Rousseff ha denunciado en la ONU el espionaje de la National Intelligence Agency; a la vez que protestó contra el monitoreo de su teléfono personal, cancelando en su momento una visita de Estado a Washington. Todo esto ha volcado Estados Unidos hacia el “regime change” en Brasil.
La prensa argentina dice: En el gobierno de Mauricio Macri se prendieron varias señales de alerta y preocupación ante el avance del juicio político a la jefa de Estado brasileña.
Cualquiera que sea el gobierno en Brasil, la Argentina seguirá siendo su prioridad. No creo que pueda afectar el comercio con Brasil. Pero con la Unión Europea las negociaciones me parecen una incógnita. Son todavía muy difíciles. Pero, si Michel Temer asume el gobierno, también no será por mucho tiempo. Está condenado a caer, así como el diputado Eduardo Cunha, presidente del Congreso, por el proceso del Supremo Tribunal Federal, no podrá tampoco asumir al gobierno.
En los últimos años han aparecido datos que configuran un cierto tipo de crisis del sistema capitalista. Sorprende que Estados Unidos, España, Brasil y otros tengan síntomas similares. ¿Es correcto afirmar que el capitalismo ha entrado en una situación que puede finalizar en una crisis generalizada y más profunda que la desatada hace 20 años? China también está mostrando elementos de la crisis que se manifiesta a nivel mundial. ¿Estamos ante una pérdida de la posibilidad de que ese país se transforme en el gigante del mundo?
¿Ante esta realidad el Tercer Mundo debe integrarse?
Sí, hay una crisis sistémica del capitalismo, que se ha acentuado desde 2007-2008. Pero, el capitalismo aún no ha agotado el desarrollo de sus fuerzas productivas, mucho menos en China, que aún tiene grandes espacios de áreas no-capitalistas, pre-capitalistas o más atrasadas, agrícolas, para absorber. Por ello, los dirigentes del PC chino prevén el comienzo de la socialización, solamente para dentro de 100 años. Y están en lo cierto, conforme la doctrina de Karl Marx. Marx, en el prólogo de Zur Kritik der Politschen Ökonomie, escribió que una formación social nunca desmorona sin que las fuerzas productivas dentro de ella estén suficientemente desarrolladas, y que las nuevas relaciones superiores de producción jamás aparecen, en el lugar antes que las condiciones materiales de su existencia sean incubadas en las entrañas de la propia sociedad antigua[i]. Marx y Engels jamás concibieron el socialismo como vía de desarrollo económico o modelo alternativo para el capitalismo, sino como consecuencia del desarrollo histórico del propio capitalismo. Quien piensa lo contrario, no aprendió nada, ni con la experiencia de la historia, como ha demostrado el colapso de la Unión Soviética.
En cuanto al Tercer Mundo, esto no existe. Fue una expresión política creada en una determinada época, pero todo el mundo está, de un modo u otro, integrado en el sistema capitalista mundial, único modo de producción que tuvo capacidad y condiciones de expandirse, aunque de forma desigual, irregular y combinada, a todos los continentes del planeta. Es necesario que la izquierda lea a Marx, Rosa Luxemburg, Kautsky y todos los teóricos que desarrollaron el pensamiento de Marx, en el cual el método es el elemento más importante y plenamente actual.
El desarrollo científico y tecnológico, de los medios de comunicación y de los instrumentos electrónicos, aumentando la productividad del trabajo e impulsando aún más la internacionalización/globalización de la economía, produciendo una profunda mutación en el sistema capitalista mundial, en la estructura social de los poderes industriales y en el carácter de la propia clase obrera, ha provocado que ésta ya no corresponda al de la clase obrera que aún conciben, abstracta y teóricamente, algunas tendencias políticas de izquierda, que piensan como si el mundo aún estuviera en el siglo XIX o comienzos del XX.
El desplazamiento del centro de la producción industrial a los países asiáticos se ha acelerado y busca cambiar la arquitectura política internacional. De hecho, aunque el capitalismo aún exista, él es como el río, que continuamente se transmuta, pues las aguas corren y pasan, están siempre empujando para correr y pasar. “Nosotros entramos y no entramos en el mismo río, somos y no somos”, Nos ha enseñado Heráclito. [ii] Eso no significa que el capitalismo sea eterno. Vendrá el día en que, si han de agotarse todas sus posibilidades de desarrollo y, como todo sistema económico, en la historia, habrá de caer, en medio de sus propias contradicciones, violentas y/o no violentas. Eso ocurrió con el Imperio Romano y con el feudalismo.
Pero hoy el desarrollo de la tecnología digital, de los medios de comunicación, y de transporte dieron mayor velocidad a la civilización moderna. Sin embargo, es posible que la caída del capitalismo aún lleve algunas décadas. Pero será dramática y violenta como su ascensión.
[i] “Eine Gesellschaftsformation geht nie unter, bevor alle Produktivkräfte entwickelt sind, Für die sie, weit genug ist, und neue höhere Produktionsverhältnisse treten an die Stelle, bevor die materiellen Existenzbedingungen derselben im Schoß der alten Gesellschaft selbst ausgebrütet worden sind.” Marx, Karl, Zur Kritik der Politischen Ökonomie ‑ Vorwort, in Marx, K. e Engels, F. Werke, Band 13, Berlin, Dietz Verlag, 1981, pp. 8-9., [ii] (“ποταμοῖσι τοῖσιν αὐτοῖσιν ἐμβαίνουσιν ἕτερα καὶ ἕτερα ὕδατα ἐπιρρεῖ·”)
Fragmento B 12, A 49 e 91.
Por el profesor Luiz Alberto Moniz Bandeira
Doctor en ciencia política, profesor titular de historia de la política exterior de Brasil en la Universidad de Brasilia (jubilado), tiene más de 20 obras publicadas, entre las cuales figuran: Formación del Imperio Americano (De la guerra contra España a la guerra en Irak) y la Segunda Guerra Fría – Geopolítica y dimensiones estratégicas de los Estados Unidos (De las rebeliones en Eurasia a África del Norte y al Medio Oriente), y varias fueron editadas en otros países, como Argentina, Chile, Alemania, China, Rusia y Portugal.