Golpeada por la prisión política de su líder y la creciente represión en su contra, la más importante organización social del norte argentino discutió sus direcciones políticas y convalidó el liderazgo de Milagro Sala. Asistieron comités por la liberación de la activista llegados de todo el país, los cuales debatieron en asamblea las políticas a seguir en su lucha.
Por Matías Bustelo. Foto gentileza MANIFIESTA y Grasa TV
En Jujuy, provincia gobernada en lo político por una dura gestión del radical Gerardo Morales, durante el sábado 11 de junio se llevó adelante el Congreso Refundacional de la Tupac Amaru, el cual reunió a militantes de la organización social llegados a San Salvador desde todo el país. Entre ellos también se destacaron los contingentes de activistas de los diversos comités por la liberación de Milagro Sala, líder de “la Tupac”, detenida en la Unidad Penal 3 de Alto Comedero con vagas denuncias de instigación a cometer crímenes o amenazas a exponentes del poder real jujeño.
Pese a la masividad de la convocatoria, los medios locales, dominados por el “moralismo” en el gobierno, dedicaron poco y nada de cobertura al encuentro, en el cual, además de definirse las cúpulas dirigentes de una muy golpeada Tupac Amaru, los comités por la liberación de Milagro Sala (de los que se han formado algunos en el extranjero) debatieron en asamblea abierta las estrategias a seguir, de cara al silencio mediático también nacional que el asunto debe enfrentar pese a que la causa por la libertad de la activista, quien además es una destacada referente real de los nativos originarios del norte argentino, ha merecido la atención y los favores del papa Francisco, Camila Vallejo y Piedad Córdova, entre otras personalidades y de organizaciones como Amnistía Internacional y la ONU.
No es de extrañar el silencio de los medios concentrados de comunicación en torno a estos pasos que da la Tupac Amaru en respuesta al duro golpe que le representa la prisión de Milagro Sala, mucho menos en Jujuy. Para entenderlo, vasta con saber el rol jugado allí por la organización para incluir a los más vulnerables del escalafón social en una provincia altamente empobrecida y elitizada, dándoles conciencia de clase, orgánica de lucha y certezas de sus derechos como individuos y colectivo. También con saber que una de las miles y miles de viviendas construidas por La Tupac cuesta sólo 250 mil pesos y emplea en su eficiente y rápida edificación a cuatro personas; en tanto que una constructora privada (de las que a menudo prefiere el gobierno provincial), no gasta menos del doble de esa cifra, emplea a sólo una persona por vivienda que construye y demora mucho más en la entrega, si es que esta se concreta.
Sin embargo, la convocatoria del congreso fue masiva y hasta permitió que una notable columna desafiara por la tarde el frío y la lluvia para manifestarse frente al penal de Alto Comedero y presentara su abrazo fraterno a Milagro, quien desde lejos, recibiendo las comisiones de visita, saludó a sus banderas blancas detrás de vallados, alambradas y rejas. Su poder de convocatoria y el fervor que despierta en las masas jujeñas y de todo el país, sigue, más allá de los goles que le marcaron el Partido Judicial y el gobierno de Gerardo Morales, en pie. Lo demuestran el miedo que genera en las clases dominantes de la provincia y los celos de organizaciones mezquinas hacia La Tupac, creadora de una obra que está haciendo historia y sembrando conciencia.
El congreso
Congreso, congresito, los tupaqueros no están solitos
Sin ninguna reticencia a la participación (sin voto) de los muchos invitados de otras organizaciones políticas, los “tupaqueros” hicieron gala de sus virtudes democráticas en un Congreso Refundacional que los evidenció golpeados, pero fuertes y dignos todavía, sin ignorar que, además de Milagro Sala, otros siete de sus militantes y dirigentes siguen en “prisión política”, enfatizada en los banners que ilustraron la base del escenario que presidió la larga sesión.
Los debates ratificaron la conducción de Milagro Sala; establecieron la presidencia de la organización en la figura de Nando Acosta, sindicalista de ATE; denunciaron abiertamente la condición de presos políticos de los ocho tupaqueros detenidos, quienes fueron también consignados como víctimas de un poder judicial servil a Gerardo Morales y en complicidad con Mauricio Macri y el empresario Carlos Pedro Blaquier, uno de los “dueños” de la provincia; confirmaron la continuidad de la campaña nacional e internacional por la liberación de todos ellos y redoblaron el compromiso tupaquero en la lucha por la defensa de políticas de inclusión social y laboral para los sectores populares.
“La detención de Milagro Sala, desconociendo sus fueros, imputándole como delito-pretexto manifestar en la vía pública; someterla al escarnio apresándola y trasladándola a comisarías, juzgados y cárceles mediante el montaje, con ribetes cinematográficos, de operativos policiales desmesurados son la metáfora exacta de lo que el gobierno pretende conseguir: la extinción de las organizaciones sociales que desde la autonomía deciden cómo, con quién y en qué momento resuelven sus problemas colectivamente”, reza la declaración congresal.
Allí, en el magnífico centro educativo Germán Abdala, construido por La Tupac en pleno centro de San Salvador de Jujuy para enaltecimiento de los más humildes y el sangrado anal de los poderosos, vieron hacer democracia a “la orga de Milagro” los representantes de la CTA de los Trabajadores, La Cámpora, la JP Evita, Kolina, el Partido Comunista de la Argentina, Resistiendo con Aguante, Quebracho, el Movimiento Territorial Liberación, el Partido Solidario, el Frente Grande, el Peronismo Militante, el Partido Liberación y la cooperativa agraria Poriajhú, sólo por mencionar una banderas.
El congreso también arribó a una determinación crucial: estableció que la organización volverá al seno de la CTA, que la vio nacer, cuando esta alcance la reunificación que los hechos de unidad en la calle contra el neoliberalismo ya están solventando.
Este es el aguante
Entre las frondas y tras las alambradas del penal en que se encuentra Milagro Sala, el sábado por la tarde los guarda cárceles tomaban registro audiovisual de los manifestantes que, enfrente, le hacían el aguante a la prisionera de Morales después de haber viajado desde los puntos más lejanos del país. El hecho es una muestra de la creciente y preocupante estigmatización a los militantes populares que se vive en Jujuy, en donde de seis meses a esta parte ya no se puede caminar por las calles con un emblema de la La Tupac sin ser objeto de violencia verbal o de la otra.
Pese al cerco vigilante, La Tupac y los delegados de los comités emocionaron a Milagro, quien se acercó lo más que pudo desde el patio de visitas, a saludar desde lejos mientras recibía el abrazo de los delegados que pudieron ingresar a visitarla, cuyos testimonios fueron coincidentes en la alta moral que ilustra todavía a la prisionera, quien ha organizado a sus compañeras internas, fortaleciendo los lazos entre todas ellas y mejorando con su capacidad activista las condiciones de vida de un penal en donde, entre otras vejaciones, aún subsisten las “celdas de castigo”.
En la cárcel, Milagro se levanta al despuntar el alba y se jacta de que sus manos cayosas trabajen desde temprano para mejorar un poco las condiciones de sus compañeras privadas de la libertad. Sea pechando las injusticias de las agentes carceleras, sea exigiendo y logrando mejoras en el salón de las visitas, Milagro Sala es en la cárcel la misma líder popular que mete miedo a los poderosos.
Los peligrosos amigos de La Flaca
Entre los allegados a San Salvador de Jujuy desde los distintos comités por la liberación de Milagro Sala (que en conjunto han habilitado el e-mail libertadamilagro@gmail.com) algunos ingresaron a visitarla en el penal. Osvaldo Bocero, del comité Mar del Plata, dijo que la visita fue “un momento de mucha emoción para mí porque no sabía cómo la iba a encontrar y la encontré con mucha fuerza”. “Nos invitó a redoblar los esfuerzos y avanzar” y a “multiplicar los comités”, informó.
Por su parte, la peronista Karina Murúa, del comité de la porteña Comuna 12, destacó que “la encontramos muy entera y contenta” y “muy emocionada porque volvió a ver flamear las banderas de La Tupac”. Agregó que la dirigente pidió “que no dejemos solos a los compañeros” y manifestó: “me voy con ganas de transmitir la gran obra que seguirán haciendo los compañeros”. “Ella no sólo está organizando su gente afuera sino que dentro también está generando un clima de inclusión y participación entre las reclusas del penal”, le sumó y sostuvo: “tiene una polenta ‘La Flaca’…”.
A su vez, la dirigente humanista Esther Sosa, integrante del comité de Florencio Varela, dijo que Milagro Sala ya “entendió el lugar en donde está, aunque obviamente quiera salir”. “Me preguntó cómo está el barrio y me dijo que no deje sola a los compañeros”, indicó e informó: “le dijimos que su cuerpo está adentro pero que su espíritu está afuera, en las calles y en las paredes y que el señor gobernador está adentro, con ella, encadenado, porque no puede vivir si no hace algo en contra de Milagro”. “Se mataba de risa de eso”, añadió.
Gastón Etcheverri, del partido Solidaridad e Igualdad, comentó: “me encontré con una dirigente de una humildad y una fuerza increíbles”. “En toda la Argentina estamos peleando para que se entienda tu lucha”, dijo haberle informado y repuso que “ella es un faro de construcción popular en este país” y que “ella les mete un dedo en el culo a todos los poderosos”. “La derrota del macrismo va a venir por demostrar qué es Milagro Sala y qué es la Tupac Amaru”, arriesgó. Su compañero de partido, Juan Pablo Aguirre, destacó “el amor con el cual nos recibieron” los tupaqueros, quienes, sostuvo, le demostraron que “se puede hacer socialismo real en Argentina”. “Lo que hace la Tupac Amaru en Jujuy es el tren de la revolución”, arriesgó también.
El “padre Paco”, uno de los “curas villeros” que ofició la misa ecuménica frente al penal y después visitó a Milagro Sala, informó que “le llevamos una frazada porque sabíamos que estaba pasando frío” y que ella le dijo: “el dinero que están buscando y dicen que me robé está en las piletas y los parques que hicimos para los chicos”. “A mi me recordó mucho en este viaje la obra de la Tupac, con Milagro al frente, a la de Evita”, repuso y reflexionó: “Evita nos decía que el más humilde de los descamisados tiene tanta dignidad como el emperador más importante del planeta y a eso yo lo vi reflejado en Milagro y la obra de La Tupac”.
La obra de La Tupac perseguida
En Jujuy, en donde nació y tiene un notable peso, esta organización sufre la más creciente y audaz persecución. Sus militantes, son víctimas de robos, que denuncian “organizados”, a sus domicilios particulares. Estos militantes, que habían logrado formar una poderosa Red de Organizaciones Sociales, hoy, según apunta Santiago Hamud, secretario de la Federación Juvenil Comunista de Jujuy, “tienen miedo de volverse a juntar”.
“Hay aprietes de la policía”, agrega el dirigente, quien también sintió, en carne propia, recientemente, ese accionar represivo. Y destaca que hay desalojos en los barrios de La Tupac y otras organizaciones, los que se concretan con desproporcionadas fuerzas policiales. Por otro lado, recuerda que Ledesma, empresa de Blaquier, es responsable de reiteradas matanzas y que “yo también soy nieto de desaparecidos del sindicato de Ledesma”. Y recalca: “habiendo tantas pruebas de tanta muerte, la Justicia le dicta a Blaquier la falta de mérito y a Milagro Sala la tienen ahí”.
En las miles de viviendas que construyó La Tupac en el suburbio de Alto Comedero, en donde hay piscinas monumentales y climatizadas, un ejemplar centro cultural, fábricas que emplean a los habitantes del barrio y un templo majestuoso que recuerda los de Tiahuanaco, se encontrará el trabajo de Milagro Sala pero, a cinco meses de su prisión, las luces del templo han sido robadas, las fábricas emplean a menos del 10 por ciento de los cientos de trabajadores que las animaban hace poco y la inmensa piscina principal del barrio este año no recibió a sus niños nadadores porque el gobernador Gerardo Morales les cortó el agua.
Pero, como dijo un amauta que ofició la ceremonia a la Pachamama con que se inició el Congreso Refundacional, “los que venimos aquí no venimos porque queremos sino porque la Pacha nos trae”. Nacida por voluntad de la madre tierra, Milagro Sala vino para quedarse. Todos los que sienten su maternidad en la tierra, le están tendiendo una mano para volver y sembrar las flores que han segado los que se creen “dueños de la tierra”, que no es propiedad de nadie y ya se encargará de avisarlo con toda su fuerza.
Fuente: http://www.agenciapacourondo.com.ar/militancia-590184/19770-congreso-refundacional-de-la-tupac-amaru-la-orga-se-reorganiza