Jorge Bergstein*
Se dice que “en un futuro no muy lejano, el agua será motivo de guerras y su posesión el trofeo más preciado”
Estamos ante una situación planetaria preocupante. Va creciendo la conciencia de que el llamado “recalentamiento de la tierra”, está poniendo en riesgo la existencia de todo lo viviente. No sólo las previsiones sobre la escasez del petróleo, del gas y del crecimiento de la la contaminación atmosférica, son preocupantes, sino que, también ya estamos sufriendo las consecuencias de la contaminación del agua potable.
Se dice que “en un futuro no muy lejano, el agua será motivo de guerras y su posesión el trofeo más preciado” Debemos tener en cuenta que en Europa y en los EE.UU. están buscando soluciones para ellos. Nosotros, latinoamericanos , no debemos descuidarnos. Una de las mayores reservas acuíferas subterráneas del mundo está en la llamada triple frontera que comparten Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, llamado “Acuífero Guaraní” que, según algunas estimaciones de expertos, sería la mayor reserva de agua dulce del mundo, bajo la tierra. Ubicado entre los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay, tiene una superficie cercana a los 1.200.000 de Km2., aunque se desconoce su alcance total. Hay estimaciones que manifiestan que “el Guaraní podría llegar, por el sur, hasta los grandes lagos cordilleranos argentinos.
La existencia de esta maravilla de la naturaleza ha despertado el interés de organismos y de empresas internacionales (Banco Mundial y empresas que planean la futura comercialización de agua potable.)
En un artículo de Hinde Pomeraniec en “Clarín” del 25/9/05, del cual he extraído algunos datos, ella dice: “Mientras por su parte Europa tendría el ojo puesto en términos de negocios (las más grandes empresas vinculadas a la industria del agua son europeas), EE.UU. soporta la virtual desesperación de ver que sus reservas se acaban y se ven ante un horizonte estéril y seco. Según un completísimo informe preparado por la profesora argentina Elsa Bruzzone, del CEMIDA, y basado en trabajos de los canadienses Barlow y Clark (autores del ya famoso “A la caza del oro azul”) el 40% de los ríos y los lagos de EE.UU. están contaminados.
Dentro del cuadro de los elementos expuestos, debemos ubicar los ejercicios militares combinados, entre tropas de Estados Unidos y Paraguay. Estos ejercicios no son nuevos, hace mas de 20 años que se vienen realizando.La novedad consiste en que en el mes de mayo de este año, el parlamento bicameral aprobó una ley de inmunidad para los militares yanquis, igual a la que tienen los diplomáticos de ese país. Simultáneamente se aprobó la realización de 13 ejercicios militares conjuntos hasta diciembre del 2006. Estos ejercicios se realizan en la Triple Frontera (Brasil, Argentina y Paraguay). También resulta llamativo que utilicen un aeropuerto del Chaco Paraguayo que está en condiciones de albergar a 16.000 militares. Dispone de una pista aérea de 3.800 metros de largo, donde pueden aterrizar aviones B-52 y Galaxi. Está situada en Mariscal Estigarribia, a unos 250 kilómetros de Bolivia. Menciono estas cercanías porque es conocida la preocupación yanqui por el posible triunfo electoral de la izquierda.
El Presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, según el diario”ABC” de Asunción, le habría planteado a Geoge W. Bus, la concreción de una alianza estratégica entre ambos países, que entre varios objetivos, se propone la instalación de una red del FBI.
Está claro que la visita que realizó Donald Rumfeld , Secretario de Defensa norteamericano a Paraguay, tuvo precisos objetivos, que rebalsan el . mero tema del narcotráfico, poniendo el acento en lo político militar. Se habló del establecimiento de una base de operaciones en la Triple Frontera, ¿previendo eventuales intervenciones en países de la zona, como ser Bolivia?. Tal vez se busca detener el avance de los movimientos libertadores, antineoliberales, que inspirados en las experiencias de Cuba, Venezuela, Brasil, Uruguay e, incluso Argentina, con similitudes y diferencias, e interrogantes en cada uno de esos países, marcan el surgimiento de una nueva etapa de avance antiimperialista en América Latina.
Eso fue lo que quedó demostrado con las movilizaciones populares masivas y los resultados de la llamada “Cumbre de las Américas” realizada en Mar del Plata.
*Jorge Bergstein: Miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.