Horacio Ramos*
En cada nuevo paso hacia el horizonte que demos en “Tesis 11”, estarás vos con tu imperturbable gesto solidario de cada momento.
Hace unos días, revisando mi archivo, me volví a tropezar con una vieja foto que delata el tiempo transcurrido: tres pibes de apenas 13 o 14 años, vistiendo la camiseta con los colores de Racing (¡Y nosotros, hinchas de Independiente!), porque eran los de nuestro equipo, “Unión Provincial”. Ahí estaba el “Pelado”, Alfredo y yo, habitantes de aquella Avellaneda salpicada de potreros y pájaros. Lo recuerdo como un delantero vivaz, rápido, muy goleador. Con los años, ya veinteañeros, nos volvimos a ver en la sede del “Rojo”, el club de nuestros amores, donde con sus hermanas compartíamos el grupo de teatro que dirigía, para nuestro asombro, uno de los importantes actores de esa época: Enrique Borrás.
De ahí en más, le voy perdiendo el rastro. Luego supe de su militancia, de sus viajes y su estadía en Europa, en tareas internacionales. Nos volvimos a ver para los ’90, siempre con su actitud reflexiva y cálida, en alguna reunión de política o acto cultural. Por último, este alimentar sueños en nuestro refugio, impenitente y esperanzado, que representa “Tesis 11”. Susana, su compañera de toda la vida, sus hijos y nietos, deben sentirse orgullosos de haber crecido, rodeados de la ternura que les habrá transmitido un ser humano de la talla de Alfredo, el “Gallego” para muchos de sus “cumpas” de juventud. Da bronca, Alfredo, que te fueras así de repente, y tan pronto. Pero en cada nuevo paso hacia el horizonte que demos en “Tesis 11”, estarás vos con tu imperturbable gesto solidario de cada momento. Seguro que sí.
*Horacio Ramos, periodista, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.