La situación de la política colombiana con miras a las próximas elecciones presidenciales, muestra según algunas encuestas recientes, que todavía la población no tiene definido a quienes van apoyar en las mismas.
Según la firma Dugon muestra que después de indecisos y en blanco, el dirigente de centro izquierda GUSTAVO PETRO lidera con el 11,51%. El resto de los posibles opositores no alcanzan a más de un dígito, entre ellos el que más suena es SERGIO FAJARDO de la centro derecha con el 2,54%, y otro grupo importante no llega al 1%.
Falta mucho todavía, y que por la proliferación de candidatos los electores están confundidos como consecuencia del bajo nivel de comprensión política.
En otra encuesta de la empresa Datexco, también GUSTAVO PETRO lidera con un 23%, siendo los indecisos un 16% y los que no votaran o lo harán en blanco serían un 15%.
Pero el problema radica en que la derecha ya habla de unirse para la segunda vuelta la que derrotaría a Petro. Y el sector de la centro izquierda a diferencia de nuestro país no logra una amplia unidad.
La explicación de esta situación estaría dado en parte por lo que informa un organismo oficial (DANE) que dice que una familia de cuatro personas es vulnerable si tienen ingresos entre 340 y 670 dólares mensuales. Si la clase media tuviera ingresos entre 670 y 3610 dólares y la clase alta superara los 3610 dólares.
Para tener una idea mas comprensiva de lo que representan estos valores indicados por el DANE, los costos de vida son aproximadamente los siguientes:
– Productos básicos por familia tipo, por mes 60 dólares
– Vivienda común 200 dólares
– Pase mensual para el transporte público por persona 32 dólares
– Entrada al cine por persona 5 dólares
– Una cena en restaurant por persona 8 dólares
Y lo más grave de todo esto es que el sueldo promedio de los trabajadores es de aproximadamente de 323 dólares mensuales.
Estos números serían en parte la explicación de las luchas que se están dando en toda Colombia y la feroz represión que el poder político está desarrollando con el asesinato casi a diario de las y los dirigentes sociales y populares.