Traducción por Ignacio Paz*, del artículo aparecido en el portal EFIMERA en Italia, firmado por el politólogo Salvatore PALIDDA. Lectura recomendada por Carlo Vercellone, profesor de Economía de las Sorbonas de Paris, respecto del referéndum convocado por el Gobierno Italiano, para modificar la Constitución en cuanto a atribuciones del Parlamento Italiano.
Publicamos un análisis del voto referendario por parte de Salvatore Palidda, en simultáneo con Mediapart en Francia. La victoria del NO no puede ser considerada éxito de un voto “di pancia” (“discrecional”) o de matriz cualesquiera y populista (en el sentido despectivo del término). Es una toma de posición conciente y racional de una buena porción del electorado italiano que no ha compartido la elección política y económica del gobierno Renzi.
Aquí enunciamos algunos datos indispensables:
Habitantes: 65.138.790
Electores: 50.773.284 Votantes: 33.244.258 (65.47%)
Por el SI: 13.432.313 (40.89%) (26.45% sobre el total de ciudadanos con derecho a voto)
Por el NO: 19.419.800 (59.11 %) (38.24% sobre el total con derecho a voto)
Voto Blanco o Nulo: 392.145 (0,7 %)
No votantes: 17.529.026 (34.5%)
Residentes en el exterior: 4.052.341, votantes: 1.246.342 (30.75%)
Datos económicos y sociales
La tasa de pobreza y de exclusión social es del 28.7% (17.469.000 personas), superior a los 12.882.000 proyectados para Europa 2020.
En el sud del país alcanza el 46.4% (datos de diciembre 2016).
La renta per capita en Italia es de 29.472 euros. Pero la mitad de las familias no tienen más de 24.190 euros y en el sud 20.000 euros.
En la clasificación de la Unión Europea, Italia se ubica en el puesto 16º, junto al Reino Unido, país campeón del liberalismo, que tiene la tasa más alta de desigualdad socio económica (el umbral de pobreza y de exclusión social ha establecido una renta anual neta menor de 9.508 euros, cifra que varía según el número de componentes de la familia)
La tasa de desocupación en Italia.
La tasa nacional es de 11.6%, pero se ha registrado una disminución de las personas inscriptas para la búsqueda de empleo.
La tasa de desocupación de los jóvenes (entre 15 y 24 años) llega al 36.4%, y en el Sud está cerca del 60%.
Según los primeros análisis sobre el voto de los electores de varios partidos, parece que el SI habría tenido éxito sólo gracias al 80,6% del electorado del PD (Partido Democrático, fracción ex Comunista), al 48.7% de los pequeños partidos de derecha que cogobiernan con Renzi y al 36.2% de las restantes derechas que sostienen el gobierno (“verdecitos” y varios ex berlusconianos y tránsfugas diversos). El SI obtuvo incluso el voto de Forza Italia, un poco más del 10% de la Liga del Norte y de los fascistas y casi el 10% del M5S (movimiento 5 estrellas).
En cambio han votado NO, más del 90% de los electores del M5S, y altos porcentuales de partidos que en las pasadas elecciones ha tenido entre el 2 y el 12% de los votos.
Teniendo en cuenta los datos de los electores que permanecieron fieles a los diversos partidos, se puede decir que, excepto la gran mayoría del M5S y del PD, por el NO han votado incluso muchas personas que no habían votado en elecciones precedentes.
Según otros análisis del voto, 81% de los que votaron NO tienen una edad entre 18 y 34 años ; 67 % entre 35 y 54 años y 47% más de 55 años..
Todo el Sud ha votado mayoritariamente NO, pero con una tasa de votantes mucho más baja que en el Norte. El NO ha vencido largamente allí donde la tasa de desocupación y la de pobreza son más elevadas.
Más allá de los análisis basados en sondeos y de lo que gritan aquellos que buscan adueñarse de la victoria del NO, parece evidente que este voto ha sancionado fuertemente a Renzi, no solo porque se ha convertido en “antipático” (si no odioso), por su arrogancia, común incluso en su contorno, sino, sobre todo, porque el balance de su gobierno es muy negativo para la mayoría de la población.
A continuación algunas de las diversas razones que han movilizado diversos componentes del electorado que ha votado NO:
1) No se han reducido los efectos de la crisis económica (desocupación y aumento de la pobreza), mientras no ha cesado de crecer la ayuda a los bancos, a los grupos financieros, a los empresarios, a las grandes obras, incluso absurdas, inútiles e incluso dañinas y sospechosas de negocios ilícitos (como el puente sobre el estrecho o la TAV (tren alta velocidad) Turín-Lyon, etc.)
2) No se han planteado programas de resaneamiento y de prevención respecto a los graves riesgos de desastres naturales (terremotos, inundaciones), de desastres sanitario-ambientales (la difusión del cáncer y otras enfermedades como asbestosis y accidentes laborales).
3) No han hecho casi nada para combatir la economía “subterránea” y la neo-esclavitud que afectan tanto a millones de italianos como a inmigrantes regulares e irregulares sin permiso de estadía y toda suerte de actividades entre legales e ilegales a menudo “manejadas” por la mafia.
4) No han dejado de aumentar los gastos militares, que llegan hasta 64 millones por día previstos para 2017 y más del 21% de las inversiones para defensa en 10 años. A esto se agrega el incremento del peso del lobby militar y de la policía referenciados en el PD, notoriamente con el ministro Minniti, gran sponsor del ex jefe de la policía, De Gennaro, (quien registra torturas y violencia en el G8 de Génova) y hoy presidente de la multinacional italiana Finmeccanica, que vende armamentos a los Emiratos y a intermediarios que no dudan en alimentar a diversos traficantes.
5) No han reducido para nada la corrupción y los negocios oscuros e ilícitos, en que están implicados diversos personajes del gobierno, de las administraciones locales y de la fuerza policial.
6) No han hecho nada para adoptar una ley contra el conflicto de intereses y los delitos de “cuello blanco” (aspectos tantas veces denunciados por diversos magistrados de prestigio)
7) Han terminado por englobar en su “mayoría” más de la mitad del partido de Berlusconi y alejar a la izquierda con la perspectiva de crear el “partido de la Nación”, definitivamente extraño a la izquierda y por lo tanto representante del círculo de negocios de los privilegiados y de los estratos favoritos del liberalismo. Y no por casualidad, Renzi ha recibido los elogios de Berlusconi como “mejor hombre político actual sobre el escenario”.
Decir que la victoria del NO sea un éxito del populismo de derecha y de izquierda y que eso arriesga de conducir a una grave inestabilidad en Italia e incluso en toda Europa, asemejándola con el Brexit y el triunfo de Trump, es un insulto a la gran mayoría de los electores italianos que ha expresado su justa protesta contra la corriente liberal
Los ataques contra la victoria del No en Italia recuerdan a los ya efectuados contra Grecia- . El terrorismo liberal desencadenado contra el “pueblo del NO” es emblemático de la modalidad con la cual los poderes financieros europeos tratan de imponer a la fuerza su orientación.
Es más, como prueba que la amenaza de un desastre financiero es falsa, dos días después del referéndum, la bolsa de Milán subió 4,15% y el spread bajó de los 160 puntos.
Los líderes de la izquierda convertida al liberalismo han hecho todo aquello que le pedían hacer y continúan la carrera para alejar a los trabajadores, así como a la escuela, la universidad, la investigación y las actividades culturales. Constatamos que los Renzi, los Hollande y los Valls (así como antes Blair) han trabajado y continúan insistiendo en la perspectiva de destruir la izquierda, humillar a los trabajadores y aquello que resta aún de su organización sindical.
Renzi ha hecho saber que tiene la intención de controlar el PD, continuando a marginalizar su izquierda, u obligándola a abandonar el partido. Se ilusiona de poder llegar a las elecciones políticas contando con el 40% de los votos del SI y superar al M5S gracias incluso al sostén indirecto de la derecha berlusconiana, que se arriesga a ser eliminada. Esta hipótesis aparece demasiado aleatoria, visto el comportamiento del electorado, sin contar que la ley electoral será modificada para la Consulta, seguramente no a favor de sistemas que favorezcan demasiado al partido que obtenga más votos y no hacer elegir a los electores.
El liderazgo de Grillo (líder del M5S) no puede no inquietar porque oscila entre argumentos de derecha o similares y otros ecologistas y de izquierda. Pero es también cierto que la mayoría de los electores y de aquellos del M5S son, concretamente, ecologistas y de izquierda, incluso si parece difícil tomar distancia de un liderazgo ambiguo.
Dicho esto, la necesidad de encontrar mediaciones no podrá más que imponerse y entonces la cuestión es saber si vencerán mediaciones aceptables o no desde el punto de vista de la “cosa pública”
Notas: los datos fueron tomados de diversas fuentes: Corriere Della Sera, Istituto Cattaneo, Il Fatto cuotidiano, La Repubblica
*Traducción: Ignacio Paz, economista, miembro del Consejo Editorial dee Tesis 11
Diciembre 2016