Revista Nº 145 (09/2021)
Edición dedicada a América Latina
(Bolivia)
Angel Negri *.
Nadie sabe dónde va a dirigirse el mundo, es el momento de pelear por la dirección del mundo, en ésta nueva etapa. Es momento de incertidumbre estratégica, y lo es también de creatividad a nivel mundial, de bregar para que la idea fuerza que alumbre el orden sea la progresista, transformadora. La primera tarea que tenemos hoy es romper la creencia práctica de que el neoliberalismo es un régimen natural, un régimen insuperable, un régimen que no tiene límite y que no tiene opción. Se va agotando el horizonte que prevee el neoliberalismo y la ultraderecha. Demomentos críticos de la Pandemia (CODIV-19), que se batalla de manera diferencial a nivel planetario (en África sólo llegó el 2% de las dosis administradas en todo el mundo!) las fuerzas ultraderechistas lo que hacen es simplemente agarrar lo viejo con represión. Le incorporan más de autoritarismo, más de racismo, una dosis de odio, una de rencor, otra de violencia. El capitalismo es una civilización que ha subordinado todos los aspectos de la vida a una maquinaria de acumulación de ganancias; todo, absolutamente todo ha sido pervertido, para ser sometido a la dictadura del lucro. América Latina se encuentra ante un “proceso por oleadas“, nunca como un proceso ascendente o continuo, permanentemente en ofensiva. La realidad de entonces y la actual muestran que los pueblos organizan sus iniciativas históricas por temporalidades, por oleadas: ascendentes un tiempo, con repliegues temporales después, para luego asumir, nuevamente, grandes iniciativas históricas. En el escenario global se conquista la creación de un orden mundial multipolar; se agrieta la hegemonía del Imperio estadounidense. Podemos afirmar con total certeza es que el mundo que brotará de las ruinas dejadas a su paso por esta pandemia, la primera realmente global en la historia, puede no ser la continuidad neoliberal; se presenta un panorama político en plena DISPUTA. En éste contexto, de las batallas políticas, sociales, en nuestro continente ha ido emergiendo con más vigor, sujetos políticos, que poseen antecedentes históricos, pero que se han renovado, y ocupan un sitio destacado; como lo son el feminismo, el movimiento juvenil, actores sociales de las barriadas-poblaciones más humildes, movimientos gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, transgénero e intersexuales, movimiento de liberación LGTB; el movimiento indígena, en particular en la zona andina, con renovadas propuestas de emancipación, desde una profunda filosofía milenaria, actualizada al mundo de hoy , que se entrelazan con el movimiento obrero, sindical, desde las fábricas, sindicatos, en un haz de luchas, que van siendo grandes protagonistas, de las batallas en nuestro continente.
PUEBLOS ORIGINARIOS. MOVIMIENTO INDÍGENA
En la historia del pensamiento latinoamericano, la primera interpretación marxista del desarrollo económico e histórico del Perú, lo da Mariátegui*, quien señala que la conquista de los españoles destruyó el sistema de producción de los incas sin que éste fuera reemplazado por otro. Hasta la Conquista se desenvolvió en el Perú una economía que brotaba espontánea y libremente del suelo y la gente peruana. En el Imperio de los Inkas, agrupación de comunas agrícolas y sedentarias, lo más interesante era la economía. […] Los conquistadores españoles destruyeron, sin poder naturalmente reemplazarla, esta formidable máquina de producción. La sociedad indígena, la economía inkaica, se descompusieron y anodadaron completamente al golpe de la Conquista. La Conquista fue un hecho político. interrumpió bruscamente el proceso autónomo de la nación quechua, pero no implicó una repentina sustitución de las leyes y costumbres de los nativos por las de los conquistadores. Sin embargo, ese hecho político abrió en todos los órdenes de cosas, así espirituales como materiales, otro período. El cambio de régimen bastó para mudar desde sus cimientos la vida del pueblo quechua. La Independencia fue otro hecho político. Tampoco correspondió a una radical transformación de la estructura económica y social en el continente; pero inauguró, no obstante, otro período de nuestra historia, y si no mejoró prácticamente la condición del indígena, por no haber tocado casi la infraestructura económica colonial, cambió su situación jurídica y franqueó el camino de su emancipación política y social. Se inicia así, el largo período de luchas emancipatorias, por los derechos de los pueblos originarios.
Es la existencia, de sus vidas, luchas de la América prehispánica, la de los quechuas, aimaras, mapuches y amazónicos, la de los afroperuanos y las distintas comunidades descendientes de migrantes, así como todas las minorías desposeídas del campo y la ciudad. Hoy, señalan ¡KASHKANIRACMI! ¡SEGUIMOS EXISTIENDO! Lahistoria en este continente viene de mucho más atrás; hace cinco mil años de civilizaciones y culturas trascendentales, donde florecieron importantes y extensos estados como el Wari* y, luego, el Tawantinsuyo*. Durante cuatro milenios y medio, nuestros antepasados encontraron maneras de resolver sus problemas y de convivir en armonía con la rica naturaleza. La derrota del incanato, dio inicio a la era colonial. Fue entonces, y con la fundación del virreinato, que se establecieron las castas y diferencias que hasta hoy persisten. Los siglos en los que este territorio perteneció a la corona española le permitieron explotar los minerales que sostuvieron el desarrollo de Europa, en gran parte con la mano de obra de los abuelos indígenas. La represión a la justa revuelta de Tupac Amaru y Micaela Bastidas terminó de consolidar el régimen racial impuesto por el virreinato: acabó con las élites andinas y subordinó aún más a la mayoría de los habitantes indígenas de esta rica zona. Cómo parte inseparable de ésta dominación la Iglesia tuvo presencia represora. Nada más elocuente que las palabras del Papa Francisco, ante los líderes de los movimientos populares en Santa Cruz de la Sierra, en 2015, quien señaló: “ pido que la Iglesia se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos…y pido perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América…durante éstos 500 años han sido causa de dolor y sufrimiento para vuestros antepasados y para vosotros”.
LA PRESENCIA ACTIVA HOY
La actuación de los movimientos indígenas en América Latina otorgan una nueva dimensión a la participación y la lucha social, al tiempo que incorpora temas nuevos en la agenda política, abriendo el campo de posibles sociales a la dialéctica de la emancipación entre las lógicas de la identidad y las de la redistribución. Esta participación política de los movimientos indígenas se sitúa en un ambiente en el cual la imposición del neoliberalismo es cada vez más fuerte, un neoliberalismo que por definición se presenta como una voluntad autoritaria, violenta, impositiva, que es adverso a la democracia. Se trata de una resistencia a una coyuntura histórica que repite aquella de los primeros años de la conquista. En el continente, la crisis que se correlaciona con la imposición de políticas de ajuste y de reforma neoliberal del Estado, ante la lucha y resistencia popular; la presencia política de los movimientos indígenas dentro de esa crisis no sólo se ha legitimado desde una posición de defensa de su cultura y su identidad, se ha hecho también desde las propuestas de reformular el régimen político, de transformar al Estado, de cambiar los sistemas de representación, en definitiva, de otorgarle nuevos criterios a la democracia, desde la participación comunitaria y desde la identidad. En América Latina y el Caribe los pueblos originarios constituyen más del 8,5% de la población, cercana a los 43 millones; cuya estadía es en 522 pueblos, desde la Patagonia hasta México; es la proporción más elevada de todas las regiones del mundo, pero también son los que tienen a la mayor proporción de personas en situación de pobreza extrema. Diversas organizaciones en desarrollo que los agrupan, hoy son partícipes combativos en la lección del buen vivir, en que la vida es mucho más profunda que las preocupaciones cotidianas, y que son parte de algo mucho más grande que ellos mismos: una gran obra de arte que aún está inconclusa. Organizaciones como Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador; cuyo presidente-2021-2024- Iza Zalazar, es el líder del levantamiento popular de octubre de 2019. El nuevo presidente de Perú – en plena batalla por consolidar el otorgamiento del pueblo en las urnas- declaró en su asunción: “Un Plan para transformar lingüísticamente el Estado peruano, con el objetivo de que todas las instituciones públicas, en donde predominen las lenguas originarias, se comuniquen oficialmente en dichas lenguas”. El mundo andino sudamericano se hace presente en Ecuador, donde se le conoce como Sumak Kawsay; en los aymaras de Bolivia, donde se le conoce como Suma Qamañaos; en los guaranís de Bolivia y Paraguay, que hablan de Ñande Riko (vida armoniosa); y en los mapuches de Chile, que practican el Kyme Mogen. En Centroamérica, los tzeltales de Chiapas se refieren a la vida buena como Lekil Kuxlejal y los idiomas mayas de Guatemala lo traducen como Utzilãj K’aslemal; aluden a prácticas de igualdad, convivencia comunitaria, reciprocidad y relaciones armónicas con los otros y con la Madre Tierra. La Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), asociada a todas sus organizaciones regionales, lucha “Por la Vida”, contra la agenda represiva bolsonarista. Es parte de ésta potencialidad “El Congreso Internacional de Pueblos Indígenas de América Latina”, con su accionar de amplios debates, ponencias, como estímulos a sus luchas; también El Foro Permanente para Cuestiones Indígenas de la sede de la ONU con representantes de más de mil pueblos originarios que enfocan sus discusiones en la generación, transmisión y protección de sus conocimientos tradicionales. Nace la Runasur, una instancia alternativa a (Unasur). Con el objetivo de articular una América Plurinacional que establece su sede central en Bolivia y busca adherir a los 12 países de la región. La Runasur tiene una meta, unir a los movimientos sociales -sea indígenas, obreros, de la clase media y magisterios- con profesionales intelectuales y la meta es luchar para una verdadera liberación de toda América, plurinacional de los pueblos para los pueblos. Se abre así un nuevo momento en América Latina, donde las batallas de los pueblos indígenas van formando parte de la lucha emancipadora anti-neoliberal, hacia la Patria Grande.
*Angel Negri – químico industrial, escritor, participó en la dirección de semanarios políticos, director de “Tiempo Joven”, publicación Política-Juvenil, y en medios de la FM Comunitaria, colaborador de Tesis 11.
* David Choquehuanca: Vice-Pte. Del Estado Plurinacional de Bolivia
* Mariategui: “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”
* Tawantinsuyo: cuatro grandes regiones o divisiones. Al período de su dominio se le conoce como incanato.
* WARI: civilización andina.
*Ayllu: designa a una organización social inca