Amado Heller*
El proceso que se vive en Brasil a partir de la asunción de Lula como presidente suscita muchas discusiones, en especial en el campo de la izquierda.
El proceso que se vive en Brasil a partir de la asunción de Lula como presidente suscita muchas discusiones, en especial en el campo de la izquierda.
¿Cómo es posible que un gobierno que se define de izquierda continúe pagando la deuda externa, o mantenga un alto superávit fiscal, incluso mayor que el que le exige el FMI, etc.?
Algunos cuestionan su política de alianzas con otros partidos que han gobernado y que tienen responsabilidades de que Brasil sea uno de los dos países más desiguales de la tierra.
Hay que decir que muchos de estos temas, y también otros, fueron motivo de apasionadas discusiones en el seno del P.T. Particularmente dos: qué tipos de cambios hay que realizar en el país, y qué política de alianzas.
Un sector conformado por varias corrientes internas, entre los que había fundadores del PT, sostenía la necesidad de realizar una revolución socialista y propiciaba y propicia una política de alianzas que se corresponda con ese objetivo.
Otro, encabezado por Lula y otros fundadores del PT., sin renunciar al objetivo socialista, consideraba y considera que hoy en Brasil el centro está en liquidar las consecuencias más perversas de las políticas neoliberales y abrir el paso a un proceso de reformas democráticas profundas, en lo económico, en lo social, en lo político, en lo cultural, que permitan avanzar hacia la superación de las consecuencias dramáticas de la miseria, la desocupación, la exclusión social, de los millones de hambrientos y desocupados, de los millones sin acceso a la tierra, al agua, a la educación, la salud, etc., y que propiciaba y propicia una política de alianzas muy amplia capaz de aprobar e impulsar esas medidas, con fuerza para enfrentar con éxito a los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros, y recuperar para el país y su gobierno el derecho de decidir su propio destino.
La corriente encabezada por Lula y otros dirigentes como Dirceu, Genoino, Mercadante, Marta Suplicy,Marco Aurelio Garcia, Olivio Dutra, Frei Betto y muchos otros, logró el apoyo de la mayoría del P.T. que por el voto directo de los afiliados eligió al candidato a Presidente, apoyó la Tesis que sostenía esa orientación, eligió los dirigentes en todos los escalones del partido, etc. Hay que agregar que las Tesis de las distintas corrientes fueron todas publicadas: en la página de internet del P.T..con numerosas opiniones de dirigentes y militantes de ellas.
Los que democráticamente fueron derrotados no se resignaron, y en cuanto fue proclamada la fórmula presidencial con un candidato a Vicepresidente -José Alencar – que representa a un sector de la burguesía industrial nacional, iniciaron un cuestionamiento abierto.
La primera en hacerlo fue la ex senadora y fundadora del PT Heloisa Helena, quien intentó utilizar los horarios electorales del partido en los medios para hacer propaganda en contra..
Luego de prolongadas negociaciones con la dirección del partido, que llegó a aceptarle que hiciera propaganda en contra, pero por fuera de los horarios asignados para la campaña electoral a los que accedía el partido, la ex senadora mantuvo su posición y finalmente, cuando comenzó a trabajar en forma abierta para crear un nuevo partido, fue excluida del P.T.
Con posterioridad, otros que sostenían posiciones semejantes siguieron un camino similar, entre ellos Plinio Arruda, quien afirma que el PT se ha convertido en un partido de derecha.
Por su parte el ex Pte Cardozo, quien llegó a la presidencia sobre la base de una alianza con el P.F.L., partido situado bien a la derecha en el espectro político brasileño, pronosticó en su momento que el acceso de Lula significaría grandes dificultades para el país, luego fue muy crítico frente a las dificultades del primer año de gobierno, y hoy se vanagloria de que los éxitos del Gobierno son el resultado de las medidas que se tomaron durante su presidencia. Un verdadero ejercicio de modestia, en el espacio que generosamente le brinda el diario Clarín junto a Kissinger y otros personajes siniestros.
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Para comprender la situación del Brasil es necesario tener en cuenta algunos antecedentes.
En el período en que en muchas partes de latinoamérica se luchaba contra el dominio español y se conquistaba la independencia, el emperador Pedro I que gobernaba Brasil, se separó de Portugal y constituyó el Imperio, que duró hasta 1889, año en que, como resultado de la lucha independentista, se formó la República..
La utilización de esclavos africanos en cantidades importantes en las plantaciones, sobre todo de azúcar, es un fenómeno importante. La esclavitud fue abolida legalmente casi a fines del siglo XIX, pero no sus consecuencias.Todavía hoy no ha sido liquidada totalmente y la ley establece la confiscación de tierras en los lugares donde se descubran esclavos. Por otro lado, los propietarios que aún mantienen trabajadores esclavos ofrecen una dura resistencia a las medidas gubernamentales de inspección llegando hasta el asesinato de inspectores oficiales en el último año.
La tardía independencia brasileña y la importancia que tuvo la esclavitud dejaron sus marcas en el desarrollo social y político que hasta hoy se pueden registrar.
El PT llegó a la presidencia de la República no por una revolución sino en el marco de la legalidad burguesa, comprometido a realizar todos los cambios dentro de la constitución y la ley. Es claro que eso no supone una actitud pasiva de movimientos sociales tan importantes como la C.U.T., el MST y otros. Ni dejar de ejercer derechos como el de huelga, de ocupación de tierras, y otros que aunque están reconocidos, suscitan la resistencia a veces muy violenta de los poderosos..
Más aún, sin la actividad de los movimientos sociales, es imposible que el gobierno logre realizar los cambios que forman parte de su programa.
Lula ganó bien las elecciones presidenciales. Prácticamente triunfó en todos los estados. La importancia de su elección fue comentada por Frei Betto en forma emocionante en un artículo escrito el 16/12/2002 publicado por ALAI..
“Lula fue elegido presidente de Brasil con más de 52 millones de votos, lo que parece increíble. ¿Cómo un mecánico tornero, fundador de un partido que en su Carta de Principios defiende el socialismo, llegó al gobierno por el voto popular?
Noten que escribí ‘llegó al gobierno’ y no al poder. Son instancias distintas. Quien tiene poder no acostumbra ser institucionalmente gobierno, como es el caso del capital financiero. Quien es gobierno no necesariamente tiene poder, como los estados de América Latina, que dependen del flujo de capital”
Pero no fue igual el resultado en otras instancias de gobierno. El PT logra elegir un bloque de diputados propios grande, pero que alcanza a 91 sobre los 513 del total, o sea que sin acuerdo con otras fuerzas no puede aprobar nada. Algo similar sucede en el senado, con 14 de 81 senadores. Sobre 5024 municipios, dirige en un principio 200, los que después de las recientes elecciones pasaron a ser 411.
La C.U.T es una central obrera muy importante, pero hay otras. Cuando Lula se reunió con el movimiento obrero participaron 7 centrales.
¿Se puede analizar la correlación de fuerzas sin tener en cuenta estos datos?
Brasil es un país con varios grandes partidos que reúnen porcentajes elevados del electorado. Menciono entre ellos el PMDB, el PSDB, el PFL, el PT, etc.
Para dar una idea de la importancia de estos partidos menciono dos ejemplos: en las últimas elecciones municipales el PT duplicó el número de alcaidías que dirige. Pero el PMDB, que retrocedió bastante, pasó de dirigir 1600 a 1200.
El PSD de Cardozo ganó la elección en San Pablo.
Cabe una pregunta: ¿Se puede valorar la política gubernamental sin considerar la correlación de fuerzas que en gran parte surge de estos datos?.
En estas condiciones ¿Qué cosas ha logrado el gobierno?
No voy a analizar la política exterior porque me parece que es una de las cosas más logradas del gobierno Lula: reforzamiento del Mercosur y avances en la Unión Sudamericana, apoyos y acuerdos con Venezuela, Argentina, Cuba y otros países, formación de un bloque de países en la O.M.C. que hizo fracasar la reunión y los planes de EEUU y del grupo de los 7.Acuerdos con China y la India.
El gobierno ha logrado frenar la grave crisis en la industria y revertir los ritmos de desarrollo por primera vez en un largo período.
Aumentó la ocupación en blanco en la industria y los servicios. La tasa de desempleo bajó al 9,6% . Se crearon en el 2004 un millón y medio de nuevos empleos formales.
En el segundo semestre del 2004, el empleo en las regiones metropolitanas creció en un 5,58% contra el 6,5%, media general del país.
En el campo las medidas parciales de reforma agraria, y la ayuda a la agricultura familiar, permiten que hoy el 60% de lo que se consume en la mesa de los brasileños provenga de ese sector, que aporta ya el 10% del PBI. Los cambios en el campo tienen varias vertientes: ocupación por el MST de tierras no cultivadas, compra y entrega de tierra por el gobierno, y apoyo crediticio a los nuevos y viejos pequeños agricultores.
En la actualidad trabajan en la agricultura familiar 13.000.000 personas que tienen ocupación y dejan de ser emigrantes que engrosan las favelas de las grandes ciudades.
Hay que decir que el gobierno y el PT han hecho el centro en ayudar a los sectores más pobres de la población, del campo y de la ciudad, y han logrado avances importantes.
Para Plinio Arruda, disidente del PT, eso significa que ha llegado a sectores que tradicionalmente votaban a los partidos de derecha y ha conquistado su apoyo. Eso le parece mal.
Otros sectores obreros o trabajadores de los servicios y estatales no fueron los principales beneficiados en esta etapa.
Eso motivó reacciones de descontento de las que son portavoces algunas figuras disidentes.
Es lícito preguntarse, ¿tienen razón? En mi opinión no.
Se podría agregar becas para ayudar a los estudiantes pobres a hacer una carrera universitaria, ayuda a los estudiantes pobres a concurrir a la escuela primaria,etc.
Cabe preguntarse: ¿es natural que en una tarea de tanta envergadura surjan complicaciones, contradicciones, victorias y derrotas?.
No entender ésto como algo normal es apartarse de la vida real.
*Amado Heller, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11
25/2/2004