Revista Tesis 11 (nº 120)
Texto presentado por Valter Pomar de la tendencia petista Articulación de Izquierda como sugerencia de proyecto de resolución a ser defendido durante los debates del 6º Congreso del Partido de los Trabajadores
Introducción
1.- El Partido de los Trabajadores realizará, esperamos que en febrero de 2017, su 6º Congreso Nacional. En la agenda la discusión sobre nuestra táctica frente al gobierno golpista y en defensa de los derechos del pueblo brasileño, nuestro programa y nuestra estrategia de transformación de Brasil, nuestro funcionamiento como Partido y nuestra relación con los diferentes sectores democráticos, populares y de izquierda
2.- En la agenda, también, el balance de lo que somos y de lo que hicimos. No como acto ritual, sino porque la discusión sobre nuestra táctica, programa y funcionamiento exige, de nuestro Partido, una visión atenta sobre el pasado y sobre el presente. Se trata, por un lado, de rever la historia reciente de Brasil, especialmente entre el 1º de enero de 2003 y el 31 de agosto de 2016. Se trata, por otro, de analizar como están en la actualidad, Brasil y el mundo. Esta doble operación, de balance de un período y de análisis de la situación, son componentes esenciales para la construcción de nuestra estrategia, de nuestro programa, de nuestra táctica, de nuestra política de alianzas partidarias y sociales, al igual como de nuestras definiciones organizativas.
3.- Al convocar a su 6º Congreso, el conjunto del Partido de los Trabajadores y cada uno de sus militantes, afiliados y simpatizantes debe tener plena conciencia de sus responsabilidades. De la misma forma como fuimos depositarios de inmensas esperanzas, hoy somos objeto de inmensas frustraciones. Cabe al proceso del Congreso separar la paja del trigo, combinar crítica y autocrítica, reconocer nuestros errores y reafirmar nuestros aciertos. Ciertamente habrá entre nuestros enemigos y adversarios, quien se aprovechará de esta o aquella frase para atacar a nuestro Partido. No importa: quien está seguro de la justicia de su lucha, no teme a la autocrítica. Además, reconocer los errores es, para un partido de izquierda,un proceso de aprendizaje colectivo, algo que debemos a la clase trabajadora, al pueblo brasileño, a las generaciones que lucharon antes de la nuestra y especialmente a las que vendrán.
1.- El 6º Congreso del PT no es un punto final; por el contrario, es una etapa de un proceso con vistas a contribuir para que el pueblo brasileño, la clase trabajadora, las fuerzas populares, democráticas y de izquierda, vuelvan a gobernar Brasil. A los que dicen que “pasó el tiempo del PT”, respondemos con paciencia: si esto fuese verdad, la clase dominante brasileña no tendría como la mayor de sus prioridades a tacar a nuestro Partido. A los que pretenden destruirnos, contestamos con vigor: como otras veces, sabremos dar la vuelta y volver más fuertes y comprometidos con la lucha por una sociedad sin opresión ni explotación.
Defender al pueblo y derrotar al gobierno golpista
5.- El golpe del 31 de agosto de 2016 no fue contra Dilma, ni contra el PT: fue contra el pueblo brasileño. El golpismo es un medio para intentar reducir los salarios y derechos, directos e indirectos, de la clase trabajadora y del pueblo; para reducir las libertades democráticas y para someter la política externa de Brasil a los Estados Unidos, alejándonos de la integración regional y delos BRICS.
6.- Para esto intentan destruir los avances conquistados desde 2003, los aspectos positivos de la Constitución de 1988, los instrumentos de nuestro desarrollo – comenzando por la Petrobras -, la legislación social que viene desde los años 1930. Si tuv8ieran éxito, provocaran retrocesos sobre muchos aspectos a la década de 1920
7.- El golpismo no está presente sólo en el gobierno ilegítimo encabezado por Temer. Repercute en la acción de gobiernos estaduales, en la actividad legislativa en los tres niveles, en la acción de diversos instrumentos y aparatos estatales y paraestatales, en particular los parlamentos, las policías, lo judicial y en los medios de comunicación.
8.- El golpismo produce efectos en el plano de las ideas, de la cultura, de la comunicación, de la educación y de la religiosidad. Fenómenos que tienen similitudes en varias regiones del mundo, generando retrocesos en el terreno de los derechos de las mujeres, de los homosexuales, de los negros, de los indígenas, de la juventud.
9.- Dentro de las principales derivaciones internacionales de la acción del gobierno golpista está el debilitamiento de la integración regional, la reducción de los efectos positivos de nuestra participación en los BRICS, la complicidad del gobierno de facto con los acuerdos internacionales lesivos a la soberanía nacional.
10.- Cualquiera que sea el escenario económico – estancamiento, depresión, recuperación del crecimiento – la política del gobierno golpista implicará empeoramiento de la condiciones de vida del pueblo.
11.- La manera como esto ocurre quedaen evidencia cuando analizamos la PEC 55, que congela la inversión social per cápita por dos décadas. Incluso habiendo crecimiento, esto no resultara en una mejora de las políticas públicas. El crecimiento pasa a ser función derivada de la reducción, en términos absolutos o relativos, de los niveles de empleo, salario e ingreso.
12.- Los golpistas no se engañan con los resultados de la elecciones municipales de 2016. Saben que implementar una política de recesión, desempleo, reducción de salarios y destrucción de derechos, genera una creciente reacción popular. Para retardar, debilitar e intentar impedir que la reacción popular produzca una alternativa de gobierno, los golpistas están doblando la apuesta a una política de represión anticipada, cerco y aniquilamiento de la izquierda.
13.- Es en este contexto en que ocurrieron los ataques a los Sin Tierra y Sin Techo, los ataques contra la juventud que ocupa escuelas, los ataques al movimiento sindical, al PT y a Lula.
14.- La criminalización de la izquierda es, en lo fundamental, un prolongamiento de la criminalización de la pobreza, de los negros, de las periferias.
15.- En resumen: la cuestión social volvió a ser, para el gobierno federal y sus aliados en todos los terrenos, un caso de policía. La represión es derivación y condición de regreso a las políticas neoliberales, claras y duras. Vivimos, en este sentido, una situación semejante a la de los años 1990: luchamos contra una ofensiva neoliberal. Pero, al mismo tiempo, vivimos una situación diferente ala de aquellos años, en varios sentidos:
a) Porque vencimos en cuatro elecciones presidenciales consecutivas y tuvimos una experiencia de gobierno, con aspectos positivos y negativos
b) porque la clase dominante también aprendió con nuestra experiencia y está haciendo de todo para impedir que se repitan victorias como las que tuvimos en 2002, 2006, 2010 y 2014.
c) porque el capitalismo brasileño y el capitalismo internacional no son los mismos de los años 1990. Aspecto del problema que dada su importancia capital, es desarrollado detalladamente en una resolución específica.
16.- Por estos tres motivos, entre otros, se hace necesario formular no sólo una táctica, sino también necesaria una nueva estrategia, un nuevo programa y un nuevo patrón de conducta y de organización para el PT.
17.- Lo que no cambia? Nuestra convicción, ahora con más pruebas que antes, de que para transformar profundamente la vida del pueblo brasileño, es necesaria una izquierda socialista y de masas, enraizada en la clase trabajadora, dispuesta a ser al mismo tiempo alternativa de gobierno y de poder.
Una nueva estrategia para una nueva situación
18.- La situación internacional estácaracterizada por el agravamiento de la crisis del capitalismo y por el creciente riesgo de guerra en larga escala.
19.- Esto no ocurre por casualidad. Vivimos un período de la historia donde el capitalismo se presenta más hegemónico que nunca. Por eso mismo es también un período de crisis capitalista. Pues el capitalismo, sin la presencia de fuerzas que lo contengan y modelen, genera barbarie y autodestrucción.
20.- No por casualidad esta crisis es al mismo tiempo económica y política, teniendo como epicentro a los Estados Unidos, potencia que vive su hegemonía en declive, al tiempo que emergen nuevos polos de poder, exacerbando contradicciones que amplían el riesgo de guerra. Entre estos nuevos polos de poder están China y sus aliados, los BRICS.
21.- Las elecciones en los Estados Unidos, disputadas por Hilary Clinton y Donald Trump, revelan el tamaño de la crisis vivida por aquel país y proyectan sombras terribles sobre el resto del mundo.
22.- Esta situación, cuyas raíces inmediatas remontan a la crisis de 2008, afectan profundamente a América Latina y el Caribe, constituyendo la base de la contraofensiva reaccionaria en la región, que ya obtuvo victorias en Argentina y en Brasil, amenaza a Venezuela y otros países donde hay gobiernos de izquierda o progresistas. Es evidente que la contraofensiva reaccionaria se hace contra nuestros aciertos: pero sólo obtienen éxito gracias a nuestros errores.
23.- En síntesis: vivimos en un ambiente internacional donde se torna cada vez más incompatible la convivencia del capitalismo con la paz, con la soberanía nacional de las naciones más frágiles, con las libertades democráticas y con el bienestar social.
24.- Esto tiene relación directa con la naturaleza del capitalismo contemporáneo, en particular con el peso del sector financiero, con la desindustrialización, con la destrucción del medio ambiente, con la vida en las grandes ciudades, con el tipo de sociabilidad resultante en la clase trabajadora, entre otros factores. Es en este contexto que, como ocurrió alrededor de la crisis de 1929, que crecieron fuerzas reaccionarias de tipo fascista. Siendo importante recordad que aún estamos lejos de experimentar el conjunto de barbaridades de lo que el nazi-fascismo fue capaz. Visto en conjunto, la situación internacional torna más imprescindible y urgente nuestra lucha por el socialismo.
25.- Las restricciones a las libertades democráticas,en el caso brasileño, son parte de este ambiente general y al mismo tiempo, son coherentes con la tradición profundamente antidemocrática de la clase dominante brasileña. Nunca está demás recordar que la mayor parte de la historia republicana brasileña fue ocupada por dictaduras de hecho o de derecho.
26.- La clase dominante brasileña está hoy buscando implementar un conjunto de medidas estructurales para intentar impedir que la izquierda brasileña vuelva a gobernar al país. Esto incluye la interdicción del PT y el parlamentarismo.
27.- Además de esto, esta misma clase dominante modifica la Constitución, no sólo para obtener ganancias inmediatas, sino también para impedir que un eventual gobierno de izquierda tenga, en el futuro, medios institucionales para hacer cambios.
28.- En este ambiente de crisis y guerra en el ámbito internacional, de Estado de excepción en el ámbito nacional, el Partido de los Trabajadores está convocado a retomar, de manera actualizada, la directrices estratégicas explicitadas por las resoluciones de su 5º Encuentro Nacional, realizado en 1987: articular la lucha por el gobierno y la lucha por el poder; articular lucha social, lucha institucional, lucha cultural y organización; articular la lucha por políticas públicas, reformas estructurales y socialismo
Ocupamos la presidencia de la República entre el 1º de enero de 2003 y el 31 de agosto de 2016.Pero nunca la izquierda y la clase trabajadora brasileña ocuparon el poder. No debemos olvidar los diferentes terrenos donde se entabla la lucha por el poder: gobiernos, parlamentos, el poder judicial, la burocracia estatal, seguridad pública y defensa, control de la economía, medios de comunicación, educación y cultura, auto organización del pueblo.
29.- Disputar elecciones y conquistar gobiernos continúa siendo necesario, pero las chances de éxito, tanto en las elecciones como en la acción de gobierno, serán mayores o menores dependiendo de las fuerzas que se acumule en otras dimensiones del ejercicio del poder.
30.- La clase trabajadora produce las riquezas de Brasil. Por tanto ella tiene el derecho de detentar el poder en nuestro país, el poder de decidir lo que producir, cómo producir y cómo distribuir la riqueza por ella generada. Es esto lo que nuestro programa debe detallar.
Un programa democrático, popular y socialista
31.- Acumulamos, desde el primer ayuntamiento en 1983 hasta el gobierno federal, una rica experiencia en términos de políticas públicas que mejoraron la vida del pueblo en el terreno material, cultural y político. Sin perjuicio de un análisis detallado de los aspectos positivos y negativos de cada una esas políticas, vistas de conjunto todas ellas tuvieron como contra presupuestos limitados, un crecimiento económico interrumpido, una estructura económica social concentradora de ingresos y riqueza, además de estructuras de poder generalmente conservadoras.
32.- Para ampliar el presupuesto disponible para las políticas públicas, necesitábamos y seguimos necesitando una reforma tributaria progresiva, que grave a los ricos; y de una revisión del servicio de la deuda pública, sin hablar de la debida auditoría.
33.- Para viabilizar tasa de crecimiento compatibles con la absorción de los desempleados y de los que entran cada año al mercado de trabajo y para que el crecimiento sea también desarrollo y capaz de enfrentar la competencia internacional, necesitamos una política de reindustrialización nacional, posibilitada por políticas de ampliación del mercado de consumo de masas, no sólo o principalmente de bienes privados, sino principalmente de bienes públicos como salud, educación, cultura, habitación y transporte.
34.- Lo que a su vez depende de una ampliación exponencial del papel del Estado, no sólo como financiador, inductor y regulador, sino también como planificador y ejecutor directo, a través de las estatales. Estado a quien cabe trabajar por la ampliación del nivel cultural, científico, tecnológico y de productividad de toda la sociedad brasileña.
35.- Para modificar la estructura social, que hoy esteriliza gran parte de la inversión pública y social, convirtiéndolo en concentración de ingresos y riqueza, es necesario colocar bajo control público al sector financiero, estatizando los bancos que actúan en el ámbito nacional; enfrentar los oligopolios y transnacionales; realizar la reforma agraria y la reforma urbana.
36.- Se trata de implementar, por tanto un desarrollo democrático, popular y socialista.
37.- No queremos ser un país de clase media. Queremos ser un país donde la clase trabajadora tenga altos niveles de vida material, cultural y política. Será necesario tiempo, mucho esfuerzo y mucha creatividad para alcanzar estos objetivos. Y será necesario, en primer lugar, ampliar las libertades democráticas, realizando la reforma del Estado y la reforma política, derrotando el oligopolio de la comunicación, democratizando la educación y la cultura, ampliando la participación y la auto organización popular. Tareas que están puestas desde ahora en el enfrentamiento con el gobierno golpista.
Una táctica para resistir y volver a crecer.
38.- El papel número 1 del Partido de los Trabajadores y de cualquier persona u organización que se pretenda de izquierda es participar en la defensa de los derechos del pueblo y de la lucha contra el gobierno golpista.
39.- Hay mucho por hacer en este sentido en el plano de las ideas, en el plano de las luchas sociales, en el plano de la acción de los gobiernos y en lo parlamentario, en el plano de las elecciones de 2018. Se trata de defender los derechos de la clase trabajadora, de la juventud, de las mujeres. Se trata de luchar contra el racismo, contra la homofobia, en defensa de los indígenas, en defensa de los derechos humanos y democráticos.
40.- El éxito en esta lucha está directamente vinculado a la mayor o menor unidad de las fuerzas democráticas, populares y de izquierda. El Frente Brasil Popular reforzado y ampliado, así como debe seguir cooperando con otras iniciativas frentistas, como por ejemplo el Frente Pueblo Sin Miedo.
41.- A partir del Frente Brasil Popular, debemos construir un frente más amplio en defensa de las libertades democráticas, de la soberanía nacional y del desarrollo. Pero no se debe confundir la necesidad de atraer fuerzas de centro, con el error de subordinar la izquierda al centro.
42.- La construcción del Frente Brasil Popular es parte del esfuerzo para construir una alianza electoral que dispute las elecciones de 2018. Queremos que ambas iniciativas converjan, pero para que incluso esto ocurra, es preciso saber diferenciar lo que es un frente político y social para organizar las luchas, de lo que son las alianzas electorales. La confusión entre una y otra, igual como la subordinación de lo social a lo electoral, son errores que no debemos repetir.
43.- A cada ataque contra Lula, más se torna necesario que él dispute la presidencia de la República en 2018. Trabajaremos para que su candidatura sea adoptada por otros partidos y sectores democráticos, populares y socialistas.
44.- Las elecciones de 2018 son una batalla fundamental. Para los golpistas será la chance de conseguir lo que no consiguieron en 2014. Para los sectores democráticos será el momento de retomar el gobierno y la perspectiva de transformación de Brasil.
45.- Entre tanto, las elecciones de 2018 son una batalla, no son toda la “guerra”. Al mismo tiempo, para vencer la batalla de 2018, será preciso mucho más que acciones de naturaleza electoral. Será preciso acumular fuerzas en el terreno social, cultural y organizativo. Y será preciso encarar un gobierno electo en 2018 de forma diferente del que encaramos el gobierno electo en 2002. La política de conciliación de clases; de convivencia con los oligopolios, especialmente el financiero y el agroexportador; la tolerancia frente a la industria de la comunicación, de la educación y de la cultura; las ilusiones republicanas acerca de las instituciones de Estado, comenzado por el poder judicial, fuerzas armadas, ministerio público y policía federal: todo esto y mucho más debe ceder lugar a otra estrategia, basada en el presupuesto de que para transformares preciso romper con la corrientes de la tradición.
46.- Además de eso, es preciso tener en cuenta las posibilidades de derrota electoral, de que intenten impedir nuestra asunción, de que intenten impedir que disputemos
47.- Por todo esto, nuestra táctica en general y nuestra táctica electoral en particular, así como nuestra política de alianzas, deben estar totalmente subordinas a nuestra estrategia.
48.- En resumen, se trata de aprender de la experiencia reciente: nuestro Partido debe ser capaz de buscar victorias tácticas, pero al mismo tiempo debe ser un instrumento para la construcción de victorias estratégicas.
La rectificación de nuestro Partido
49.- El desafío puesto a lo largo de estos 36 años de construcción del PT fue el de construir un partido de izquierda, socialista, democrático, de masas, enraizado en la clase trabajadora, con vocación de gobierno y de poder.
50.- Obtuvimos importantes éxitos desde 1980. Vencer en cuatro elecciones presidenciales consecutivas no fue un accidente electoral, fue producto de un cúmulo de fuerzas importantes, construido no sólo por el PT, sino por el conjunto de la clase trabajadora. Y no podemos subestimar en ningún momento aquello que nuestros gobiernos, nuestro Partido, sus aliados y el conjunto de la fuerzas de izquierda política y social consiguieron conquistar, en favor de la clase trabajadora.
51.- Pero la cuasi derrota en la presidenciales de 2014, el impeachment del 31 de agosto de 2016, la masacre que sufrimos en el primer y en el segundo turno de las elecciones municipales de 2016, el carácter estructuralmente limitado de nuestras políticas de gobierno y, principalmente, la pérdida de apoyo en la clase trabajadora revelan nuestras limitaciones y errores.
52.- Un partido que desea transformar Brasil y el mundo precisa anticipar, en sus prácticas y sus valores, las características del futuro que queremos construir. Precisamos aprender de los errores y tomar medidas que eviten la adaptación a las prácticas y hábitos de la derecha, inclusive en el terreno de la corrupción.
53.- Entre los errores se destaca la conciliación de clases. En particular, la creencia de que sería posible transformar Brasil, mejorar la vida del pueblo brasileño, ampliar las libertades democráticas, defender la soberanía nacional, implementar una política externa de nuevo tipo, sin enfrentar y sin imponer derrotas estratégicas a la clase dominante y al capitalismo. Se trata de la conciliación de clases que involucró la elección de las opciones en política económica, especialmente aquellas que combinaron ajuste fiscal y altas tasas de interés, provocando efectos desastrosos sobre nuestro apoyo popular y también sobre la economía nacional.
54.- En este sentido cabe a nuestro Partido, antes que nada, reafirmar su carácter de partido transformador, por tanto democrático-popular, socialista e internacionalista. Profundizar nuestra formación política e ideológica, para no repetir los errores que nos llevaron a capitular frente a determinadas tradiciones de la sociedad brasileña. Debemos superar la influencia neoliberal y liberal, socialdemócrata y desarrollista, keynesiana y nacionalista, presente en parcelas importantes de nuestros afiliados y de nuestras políticas. Es preciso retomar el hilo de elaboración petista de los años 1980, que abordaba el debate programático desde un punto de vista socialista. Si el socialismo fuera apenas un objetivo futuro, para después de la toma del poder, si todo lo que hacemos aquí y ahora se mantuviera en los marcos del capitalismo, entonces no estaremos haciendo más que gerenciar un sistema que arroja con una mano todo lo que conseguimos con la otra.
55.- Cabe, por tanto, reafirma el carácter de clase y de masas de nuestro Partido. Somos un partido de la clase trabajadora. Reafirmando este carácter de clase es que podremos retomar nuestra influencia junto a la juventud, las mujeres, los negros y negras, en todos los sectores populares. Ser un partido de la clase trabajadora supone y exige reconstruir los núcleos por lugar de trabajo, estudio y vivienda, entre otros mecanismo de participación de base y de vínculos con la clase.
56.- Cabe, además, reafirmar que somos al mismo tiempo partido y movimiento: un partido político organizado y un movimiento de rebeldía cultural. No se disputa el poder, si no construimos una cultura distinta de aquella del poder. Para esto son necesarios instrumentos y prácticas permanentes de comunicación de masas, de educación y de cultura. Comenzando con sedes partidarias que sean también verdaderos puntos de cultura.
57.- Cabe igualmente reafirmar nuestra disposición a construir, con el conjunto de la izquierda política y social, todo tipo de unidad en la lucha. El PT continúa siendo el mayor partido de la izquierda. Pero los errores que cometimos hacen que amplios sectores de la militancia democrática, popular y socialista nos miren con desconfianza, con dudas e inclusive rechazo. No superaremos esto a no ser a través de la corrección de rumbos y de demostración práctica de que aprendemos de nuestros errores y lo sabemos hacer diferente. En este sentido, es preciso renovar profundamente la dirección partidaria y modificar prácticas que se tornaron comunes en el último período.
58.- Nuestro partido tiene un pasado grande, del que nos orgullecemos. Pero no queremos ser un partido que tiene un pasado grande por delante. Queremos contribuir para que la clase trabajadora y las mayorías populares de Brasil, de América Latina y el Caribe, de todo el mundo, puedan vivir en paz, democracia y bienestar. Es por esto y para esto que luchamos contra el capitalismo y por el socialismo.