Por Francisco “Paco” Olveira¨(*).
Del libro de las Lamentaciones:
“Señor mira el mal que se me ha hecho y hazme justicia en el tribunal;
Tú ves sus deseos de venganza y todos los planes que hacen contra mí”
Usted fue mi primer profesor de Derecho Civil en la Universidad “Católica” Argentina de Puerto Madero, miembro del Opus Dei, muy simpático con les adolescentes que tenía consigo (yo era el único mayor) pero también formateador de cabezas, recuerdo como si fuera hoy cuando les decía que no estaba tan mal el Código de 1869 donde la mujeres eran ciudadanas incapaces para determinadas acciones con el argumento de que en la familia cada uno tenía su rol. El padre manda, la madre obedece.
Necesito sumarme a las y los que le piden la renuncia, hay miles de razones contundentes que comparto, yo solamente quiero sumar una: usted se declara públicamente católico y miembro del Opus Dei quien en su ideario habla de una “llamada universal a la santidad y del valor santificador del trabajo ordinario”.
Un santo es alguien que siguió a Jesús de forma admirable y yo la verdad nunca vi a Jesús persiguiendo “opositores”, excepto una vez cuándo con un látigo echó a los que utilizaban la Casa de Dios, para sus propios negocios. Eso sí, Jesús decía las cosas bien de frente: “sepulcros blanqueados”, “hipócritas”, no tenía en esa época ni hubiera usado cámaras ocultas ni asociaciones ilícitas.
Por otro lado si usted cree en el valor santificador del trabajo y lee lo que el papa Francisco ha escrito y hablado en repetidas ocasiones a miembros del Poder Judicial (se que está en la vereda de enfrente del pensamiento papal pero no creo haga falta recordarle el valor para los católicos de sus enseñanzas) se dará cuenta que lo ha hecho todo mal y que por moral cristiana ya debería haber renunciado hace rato e irse a confesar para que Dios le perdone sus pecados; claro que para ello ha de hacer examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia.
Dudo que tenga dolor de los pecados, menos propósito de enmienda para peor por ahora el pueblo bonaerense es el que paga la penitencia por sus actos con procesos falsos, cárcel y más.
Por eso más allá de esta carta abierta, me sumaré a cuanta iniciativa haya hasta que nos liberemos de usted, verdadera vergüenza del Poder Judicial, lo haré como la viuda del Evangelio (Lucas 18,1 al 8) a la que al final el juez injusto le hizo justicia solamente por no oirla más, no porque hubiera cambiado su corazón.
La viuda es hoy el pueblo que no va a parar hasta que usted se vaya. El clamor es ya ensordecedor no sé cómo usted no lo oye.
Se despide su ex-alumno, sacerdote y abogado (espero que no como usted)
PD.- Por si no tuvo tiempo de leer o escuchar al papa Francisco acá le pasó una pequeña muestra: “Aprovecho esta oportunidad de reunirme con ustedes para manifestarles mi preocupación por una nueva forma de intervención exógena en los escenarios políticos de los países a través del uso indebido de procedimientos legales y tipificaciones judiciales”.
“El lawfare, además de poner en serio riesgo la democracia de los países, generalmente es utilizado para minar los procesos políticos emergentes y propender a la violación sistemática de los derechos sociales”
“Para garantizar la calidad institucional de los Estados es fundamental detectar y neutralizar este tipo de prácticas que resultan de la impropia actividad judicial en combinación con operaciones multimediáticas paralelas. El juicio previo, mediático, lo conocemos todos”
4 Junio 2019. Cumbre Panamericana de Jueces sobre Derechos Sociales
* Cura en Opción por los Pobres.