En Bahía Blanca, el lunes 24 de mayo, un artefacto explosivo fue arrojado contra un local de la organización La Cámpora, integrante de la coalición de gobierno argentino Frente de Todos.
Al expresar nuestro repudio, consternación y solidaridad con los agraviados, Tesis 11 manifiesta su convicción que este ataque criminal está en línea con la práctica y la prédica comunicacional cotidiana de los sectores más reaccionarios y salvajes de la oposición política al gobierno nacional.
Quienes hundieron al país en la mayor miseria, nos endeudaron a 100 años contrayendo el empréstito más grande de la historia del FMI y devaluaron la moneda argentina a límites siderales empobreciendo a la mayoría de la población, son quienes atacan al gobierno con diatribas incendiarias reproducidas, cuando no inducidas, con altavoces por los medios de comunicación hegemónicos y dominantes en Argentina.
El gobierno nacional, que está enfrentando la destrucción macrista del país en sólo 4 años de gobierno, debió enfrentar simultáneamente, desde su inicio la pandemia mundial del coronavirus.
En el mayor caos e incertidumbre sanitaria de la historia mundial de los últimos 100 años, el gobierno nacional y popular de Alberto Fernández, apoyó sin dudas a los sectores vulnerados guiados por la consigna “primero, los últimos”. Firmó contratos con laboratorios internacionales para la obtención de vacunas y fue el primero en la región y en el mundo en aprobar la vacuna Sputnik V, hoy consolidada como una de las mejores.
La bomba en Bahía Blanca, expresa en forma criminal, la posición de los sectores más reaccionarios y salvajes de la derecha argentina y los grupos concentrados, cuyo objetivo es la desestabilización del gobierno y su fracaso institucional.
La bomba simboliza su desprecio por la práctica político institucional, su nostalgia por las épocas de dictaduras militares fascistas y asesinas y pretende al mismo tiempo amedrentar a la militancia popular.
Representa el corolario a las expresiones “incendiarias” de altos representantes de la oposición, que denunciaron al presidente, primero, por querer “envenenar al pueblo con la vacuna rusa”. Luego demostrada su eficacia, por “no conseguir suficientes vacunas”, desconociendo que la mayor parte de los países del mundo está afectada por el desabastecimiento de los laboratorios que las producen.
Las disposiciones del gobierno para limitar la circulación de personas, y por ende del virus, es respondido por estos medios opositores, con su incumplimiento, y con llamados a movilizaciones, de sus patotas más reaccionarias, agitando las falacias de “atentado a las libertades individuales” y otras falsedades.
No obstante, es cada vez más evidente, la desesperación de estos sectores recalcitrantemente reaccionarios, ante el avance de la vacunación y la evidente falsedad de los reiterados “zócalos televisivos”, que acusan al gobierno con falsas noticias.
Insistimos en nuestra reiterada posición, hoy más nunca frente a este ataque criminal, sobre la necesidad de una manifestación conjunta de los sectores sociales, sindicales y políticos democráticos de apoyo al gobierno y de denuncia de este accionar vandálico, expresado en discursos y ahora en hechos criminales.
Sabemos que “sólo el pueblo salva al pueblo” y por ello es imperiosa la necesidad de movilización y difusión de la posición de los sectores populares por medios alternativos, dadas las limitaciones existentes por la pandemia.
Al mismo tiempo la movilización creativa impulsará la concreción de más y mayor número de medidas populares por parte del gobierno, así como el respaldo para las existentes.
A la explosión criminal de Bahía Blanca, hay que responder con la “explosión” de la voluntad popular por los caminos y procedimientos que nuestra Constitución Nacional consagra. Las elecciones de medio término de este año, serán un escenario importante para su concreción.
TESIS 11