(DECLARACION DE TESIS 11)
El acuerdo con el FMI es la consecuencia lógica de una política que consolida un país colonial, administrado por el bloque de poder integrado por el capital más concentrado y subordinado al capital financiero mundial. Su política requiere de un creciente endeudamiento externo, lo que genera condiciones de sometimiento y extorsión económica y política.
Las consecuencias objetivas de este rumbo son, entre otras: desfinanciamiento y eliminación de servicios sociales, pauperización de la fuerza de trabajo y demás sectores populares, pérdida de ingresos de los jubilados, ensanchamiento de la desigualdad, desmantelamiento del tejido industrial, abatimiento de pymes y producciones regionales, aumento del desempleo, degradación de la educación y la salud públicas, abandono de la cultura nacional y de la ciencia como los programas satelitales de ARSAT y los nucleares, desfinanciamiento y eliminación de servicios sociales vitales y el perjuicio a las organizaciones sindicales y sociales, instrumentos de defensa y creatividad de los sectores populares. Todo esto agrede asimismo los sentimientos de autoestima y valores morales del pueblo.
Mientras instala esta política, en una Argentina de arraigada tradición de lucha de los sectores populares, el bloque de poder recurre al camuflaje de un discurso edulcorado, cargado de cinismo y mentiras, con la complicidad de los medios de comunicación concentrados y de una parte del poder judicial cuyo desempeño ha degradado el estado de derecho y las bases de una democracia que exhibe preocupantes rasgos de autoritarismo. Por eso hoy tenemos presos políticos, falta de respeto a la libertad de información y de expresión y la extensión de una política represiva que ya computa varios asesinatos.
El acuerdo con el FMI conlleva la profundización del ajuste, abre una etapa de agravamiento de las variables socioeconómicas y sus consecuencias sociales y políticas. En este escenario se enmarca la intención gubernamental de un “nuevo rol” de las FF.AA. frente a las “nuevas amenazas globales”, cuya consecuencia es eludir o suprimir la separación de los ámbitos de defensa nacional y de seguridad interior, conquista legal de la democracia recuperada, e involucrar a estas fuerzas en la política represiva.
Sin embargo, este destino – como lo ilustra la historia universal – no es ineludible, como lo evidenció la movilización popular que provocó la reversión de la amnistía en favor de los genocidas que la Corte Suprema pretendió otorgar con el fallo del 2 x 1. De lo que se trata es de crear una fuerza popular capaz de vencer al enemigo principal, el neoliberalismo, por lo que es imprescindible que se subordine a principios y a un programa favorable a los sectores populares, pero con la amplitud necesaria para integrar a todos los afectados por las políticas neoliberales.
Una fuerza con dirigentes honorables y capaces, que sea consciente que el valor de ellos como guías no debe reemplazar al movimiento popular en el camino a derrotar al neoliberalismo y el poder en que se sustenta, sentando así las bases para la construcción de un poder de nuevo tipo, que edifique una sociedad inclusiva, que le garantice al pueblo el acceso a los bienes materiales necesarios, junto al desarrollo de la cultura, la solidaridad y la vigencia de una democracia participativa. Que la base y dirigencia de esa fuerza expresen, pese a las diferencias de la diversidad, el sentimiento de unidad y comunión de tantas multitudinarias concentraciones que se vienen produciendo, que advierten que “la Patria está en peligro”, lo cual significa fundamentalmente que son los sectores populares los que están en peligro de que se agraven sus sufrimientos.
TESIS 11