Dossier sobre China (3 de 3)
XINHUA*
Reproducimos a continuación un muy interesante artículo del portal XINHUA, publicado el 16/03/2018, que describe facetas del funcionamiento del tipo de democracia en China y la institucionalidad correspondiente, muy distintas al concepto de la democracia liberal.
China está celebrando el 40º aniversario de su reforma y apertura al tiempo que está construyendo una confianza sin precedentes en su propia definición y aplicación de la “democracia”, una palabra introducida en el país asiático hace cerca de un siglo.
En los últimos cinco años, el Producto Interno Bruto (PIB) de China subió a 82,7 billones de yuanes (13,1 billones de dólares) desde 54 billones de yuanes, y pasó a representar del 11,4 al 15 por ciento del PIB global. Alrededor de 68 millones de personas de áreas rurales salieron de la pobreza (en ese período). En la actualidad, el país tiene la mayor población con ingresos medianos del mundo.
Esta historia de éxito se atribuye en gran parte a la estabilidad política y a la vitalidad de la democracia china, que está siendo resaltada en las presentes “dos sesiones”, en las que los legisladores y asesores políticos se reúnen en Beijing para discutir sobre el desarrollo del país en los próximos años.
La Asamblea Popular Nacional (APN), máximo órgano legislativo del país, ha hecho revisiones a la Constitución, que funcionará como una garantía fundamental para el impulso de la modernización de China. También elegirá a los líderes del Estado y confirmará su nominación. Todas estas actividades se llevan a cabo sin sobresaltos bajo los debidos procedimientos democráticos.
Esa situación contrasta fuertemente con la de hace un siglo, cuando el país asiático comenzó a conocer la “democracia” y tardó poco en reparar en que las políticas occidentales no servían aquí. A ello le siguieron décadas de agitación y guerra civil.
Fue después de la fundación de la República Popular China cuando el país desarrolló su propio estilo de democracia. La primera Asamblea Popular Nacional fue convocada en 1954 y estableció el sistema de asambleas populares, la plataforma para la democracia donde el pueblo ejerce el poder del Estado.
Este es un sistema político fundamental para el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh), para el gobierno del país por el pueblo y para la gobernanza a partir de la ley.
PODER POPULAR
La diputada a la APN Zhang Xiaoqing sugirió en la sesión anual del año pasado que los trabajadores migrantes, un grupo de 286,5 millones de personas que es vital para la urbanización de China, deberían recibir seguros de desempleo cuando pierdan sus trabajos en las ciudades.
“Los agricultores abandonan a sus familias para trabajar en las ciudades por salarios más altos, pero muchos de ellos se enfrentan al riesgo diario de perder sus trabajos”, explicó Zhang, quien agregó que se debe “garantizar lo importante para sus vidas y sus familias”.
La legisladora se alegró de que la sugerencia fuera bien recibida y aceptada por el gobierno. El Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social está revisando un reglamento para dar a los trabajadores migrantes el mismo acceso a los seguros de desempleo que a los empleados urbanos.
El gobierno central utilizó por primera vez el indicador de “tasa de desempleo urbano calculada mediante encuesta”, que abarca a los trabajadores migrantes rurales y otros residentes permanentes, como un objetivo proyectado.
Zhang fue reelegida diputada a la XIII APN. “Mi deber es hablar en nombre del pueblo en todos los aspectos del desarrollo del país”, declaró.
Los diputados de la APN han presentado más de 41.000 sugerencias en los últimos cinco años, la mayor parte de ellas centradas en la reforma estructural por el lado de la oferta, la desactivación de los principales riesgos potenciales, la reducción de la pobreza con medidas específicas y la protección ambiental, que son cruciales para alcanzar un desarrollo de alta calidad. Todas las sugerencias han obtenido respuestas por parte de los departamentos competentes.
Una vez garantizado el derecho a gestionar el país, la creatividad del pueblo puede espolearse. El país asiático, bendecido con la fuerza de más de 1.300 millones de personas, tendrá un escenario infinitamente vasto en el mundo, sostuvo Xin Ming, profesor de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh.
Como máximo órgano legislativo del país, la Asamblea Popular Nacional y su comité permanente han desempeñado el papel principal en la formulación de políticas.
También en el último lustro, el máximo órgano legislativo ha promulgado 25 leyes, reformado más de 100 y aprobado 46 decisiones o resoluciones sobre asuntos legales. Todos los actos legislativos se centraron en áreas clave del desarrollo y la estabilidad de China.
El diputado a la APN Sun Xianzhong, un investigador jurídico de la Academia de Ciencias Sociales de China, se mostró orgulloso de participar en la compilación del primer código civil de China, una “obligación” para promover el imperio de la ley en el país y modernizar la gobernanza del Estado.
Sun presentó en 2013 una sugerencia de reforma de la versión de 1986 de los principios generales de la ley civil y la compilación de un código civil, la cual fue aceptada por el legislativo. El año pasado, la Asamblea Popular Nacional adoptó el proyecto de disposiciones generales, un paso crucial para que China tenga un código civil en 2020.
“La iniciativa permite que los ciudadanos chinos se sientan más seguros de sus derechos y disfruten de más oportunidades de desarrollo equitativo”, subrayó Sun.
En contraste con los controles y equilibrios de poder que frecuentemente resultan en un estancamiento político de algunos países occidentales, el gobierno central de China, el Tribunal Popular Supremo y la Fiscalía Popular Suprema responden ante la Asamblea Popular Nacional y son supervisados por ella. El diseño vertical tiene las ventajas de unir a las diferentes fuerzas en la gobernanza y evitar la fricción interna.
China también alinea al legislativo con la reforma del país, lo cual es clave para promover el desarrollo.
Por ejemplo, el máximo legislativo aprobó en 2013 y 2014 decisiones sobre zonas piloto de libre comercio y consagró las medidas de reforma de las zonas en disposiciones legales luego de que el gobierno adquiriera experiencia con los ensayos. En la actualidad, China cuenta con 11 zonas de libre comercio que han alentado a más empresas extranjeras a operar en el país.
En la presente sesión de la Asamblea Popular Nacional, los legisladores están reflexionando sobre el establecimiento de una comisión nacional de supervisión, a fin de garantizar en mayor medida el desarrollo y redoblar los esfuerzos contra la corrupción.
DEMOCRACIA CONSULTIVA
La democracia china va mucho más allá de la democracia electoral, e incluye la consulta como una virtud. Se lleva a cabo en cada rincón del país.
Hay más de 2.100 asesores políticos al XIII Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), el máximo cuerpo de asesoría política, quienes representan a todos los 56 grupos étnicos de China. Cerca del 60 por ciento de dichos asesores políticos no son miembros del PCCh. La lista también incluye empresarios, artistas y académicos, entre otros.
Antes de que el primer ministro chino, Li Keqiang, presentara el informe sobre la labor del gobierno a la Asamblea Popular Nacional, se celebraron varias rondas de seminarios para consultar a representantes de todos los ámbitos sociales sobre el borrador del informe. Los líderes chinos también escucharon opiniones de los legisladores y los asesores políticos sobre el informe en reuniones cara a cara antes de que fuera entregado para la aprobación.
A lo largo de los últimos cinco años, los partidos no comunistas (NR: son ocho partidos) han lanzado una serie de investigaciones de supervisión sobre asuntos como asistencia médica, educación, integración económica regional y reducción de la pobreza.
Con frecuencia, los informes de investigación llegan directamente al Comité Central del PCCh o al Consejo de Estado (gabinete), y muchos han servido para formular políticas y leyes, según Wan Exiang, presidente del Comité Central del Comité Revolucionario del Kuomintang Chino (NR: uno de los ocho partidos no comunistas).
La democracia consultiva también incluye el autogobierno a nivel de las bases, mediante los comités aldeanos.
De acuerdo con la Ley Orgánica de Comités Aldeanos de China, el autogobierno en las áreas rurales está garantizado con la realización de elecciones, la toma de decisiones, el mantenimiento de la administración y el ejercicio de la supervisión, todos con métodos democráticos.
Los comités aldeanos administran los asuntos públicos y las actividades de bienestar público, median en disputas, ayudan a mantener el orden público, transmiten las opiniones y demandas de los aldeanos y hacen sugerencias al gobierno.
Para Wang Wenming, de 50 años y director de la aldea Maoyang de la provincia oriental de Zhejiang, las consultas plenas pueden llevar a un cambio de las opiniones de la gente.
La aldea intentó realizar renovaciones en 2016, entre ellas limpiar ríos contaminados y eliminar basuras. Sin embargo, durante la primera ronda de consultas no se logró ningún progreso.
“¿Por qué debemos gastar tanto dinero en renovaciones? Una aldea tiene que ser una aldea”, alegaron algunos lugareños. “El programa no podía realizarse sin la aprobación de la mayor parte de los aldeanos”, dijo Wang.
Entonces, los miembros del Partido explicaron en detalle la necesidad de crear un entorno saludable para vivir y tomaron la iniciativa en las renovaciones de sus vecindarios. Gradualmente, el grueso de la población fue persuadido, y finalmente se logró la aprobación de la mayoría en la segunda reunión democrática. El plan de renovación fue completado en junio pasado y ha sido muy celebrado.
A medida que la gobernación según la ley está siendo promovida en las zonas rurales, en el país está surgiendo una nueva generación de campesinos que cuenta con un entendimiento más profundo de la democracia, indicó Xu Yong, un profesor del Instituto de Estudios Rurales de China en la Universidad Normal Central de China.
UN GOBIERNO CAPAZ
La democracia no es un objeto decorativo sino un método para resolver problemas.
China cuenta con una larga tradición política de elegir y nombrar talentos, estableciendo un sistema de “selección más elección” por mérito con un enfoque especial en la opinión pública. Los aspectos a ser valorados incluyen, pero no se limitan a, desarrollo económico, generación de empleo, seguridad social y protección ambiental.
El sistema funciona. Funcionarios capaces son seleccionados y elegidos para servir al pueblo.
El gobierno chino consiguió la nota más alta en una encuesta realizada en 27 países sobre la confianza pública, con casi el 84 por ciento de sus ciudadanos manifestando su confianza en la administración. Se trata del sondeo 2018 Edelman Trust Barometer.
El verdadero significado de la democracia popular consiste en encontrar la mejor forma de coordinar las aspiraciones y demandas de la sociedad entera, y de tomar decisiones que se ajusten al interés del pueblo a largo plazo, sostuvo Xu Yaotong, profesor de la Academia China de Gobernanza.
La democracia socialista de China es la democracia más amplia, auténtica y eficaz para la salvaguardia de los intereses fundamentales del pueblo, de acuerdo con el informe presentado al XIX Congreso Nacional del PCCh, celebrado en octubre del año pasado.
Para Li Shimo, un empresario de Shanghai, el éxito de China ha demostrado que en el mundo hay más de un modelo de democracia que puede llevar a una buena gobernanza. “El ejemplo de China muestra que existen alternativas”, defendió.
*Fuente: Xinhua en Español