¿Economía o salud colectiva?

DECLARACION DE TESIS 11:

La falsa dicotomía entre economía o salud colectiva en el debate que promueven los voceros de los intereses económicos concentrados, muestra hoy cómo se dirime la lucha de clases en nuestro país y en el mundo capitalista.

O favorecer los intereses económicos de una minoría ultraconcentrada, ampliamente beneficiaria del trabajo de la gran mayoría, o privilegiar la salud colectiva en defensa de la vida amenazada por una pandemia que, por ahora, no tiene cura sino solo medidas de prevención.

Así proceden Bolsonaro, Lenin Moreno, Piñeyra; favorecer al “dios mercado”, a costa de miles de muertos, sin cobertura sanitaria, ni solidaria. Lo hacen bajo la tutela del jefe del Imperio Donald Trump, que tras sus vacilaciones epidemiológicas sobre el COVID-19 en EE.UU, busca un distractor amenazando invadir Venezuela.

Los grandes grupos económicos no quieren perder ganancias ni hacer aportes para ayudar a las mayorías en la emergencia. Rechazan cualquier nuevo impuesto. Sólo piensan en cómo hacer más negocios en la crisis; trampear y aprovecharse de la desesperación de muchos para incrementar sus ganancias remarcando precios, mientras buscan ser exceptuados de sus contribuciones. La vida de las mayorías, no les interesa.

Por el contrario, la mayoría del pueblo, cuya principal defensa frente a esta enfermedad es la cuarentena, afronta solidariamente las dificultades del momento y acompaña al gobierno, que adoptó medidas excepcionales contra la pandemia, por la economía y para socorrer a los más necesitados. Por ello la figura presidencial concita los mayores niveles de adhesión popular.

Los sectores privilegiados y sus medios de difusión mayoritarios, procuran socavar al gobierno y a la autoridad presidencial. Desestabilizar el gobierno apunta a que los grandes poderes fácticos recuperen la conducción del país en medio de la gestión de esta crisis. Si lo logran, los muertos los habrán de poner los barrios populares, mientras ellos continuarán contabilizando sus ganancias.

Esto es también expresión local de la crisis del capitalismo mundial, agravada por la pandemia que desnuda las graves consecuencias de las políticas neoliberales, entre otras el desmantelamiento del estado, particularmente en servicios públicos esenciales como la salud.

Desde la izquierda y demás sectores progresistas, no puede haber dudas de que, más aun en la crisis, sólo más democracia y poder popular organizado podrán hacer prevalecer la salud colectiva por sobre los egoísmos de la cúpula empresarial local y extranjera. A grandes enfermedades, grandes remedios. Nuestro país no es pobre por su naturaleza, sino profundamente injusto. Es el momento de impulsar cambios estructurales hacia mayor justicia social, con la voluntad organizada de los trabajadores y demás sectores populares.

Tesis 11