Revista Tesis 11 Nº 139
Edición dedicada a América Latina
(ecuador)
Angel Negri*
“Lo imposible cuesta un poco más, y derrotados son sólo aquellos que bajan los brazos y se entregan”. Pepe Mujica.
NR: publicamos este artículo escrito antes de las elecciones de primera vuelta en Ecuador del 7/02/2020, porque contiene interesantes datos y conceptos cuya validez se mantiene aun después de conocer los resultados.
Las próximas elecciones ecuatorianas, ponen de manifiesto, la contradicción que existe entre el proyecto liberal de gobierno, representado por la mayoría de los candidatos y el proyecto popular que renace de la mano de Andrés Arauz y Carlos Rabascall.
Dos PROYECTOS de país que se transforman en opciones antagónicas EN LUCHA, para el pueblo ecuatoriano. La continuidad de la gestión de Lenin Moreno, fiel reflejo de la partidocracia tradicional, acentuará la situación de marginalidad y desamparo que viven los trabajadores y trabajadoras en todo Ecuador. Lenín Moreno, quien impuso de nuevo el neoliberalismo, traicionó lo que se suponía era su ideología y dio un negativo vuelco a la política nacional; ayudó a detener al fundador de Wikileaks Julián Assange, que permanece en prisión provisional en la cárcel londinense de Belmarsh, y lo fue a cambio de blanquear sus delitos financieros, tanto en el plano local como los millones de dólares depositados por él y testaferros familiares y socios en paraísos fiscales, luego de una década de un proceso político inclusivo y humanitario dirigido por el presidente progresista Rafael Correa, inhabilitado para volver a la política tras un juicio en ausencia, en el que fue condenado a ocho años de prisión por eventual corrupción, aunque sin pruebas. El país se encuentra atado a las políticas del Fondo Monetario Internacional y a la voracidad del sector financiero, al ajuste del gasto público y la flexibilización laboral. Son propuestas del gobierno con el FMI, de pretender la privatización de las “áreas estratégicas” del Estado, entre otras, el petróleo, la minería, las empresas eléctricas y la telefonía; y en la seguridad social subir los años para la jubilación. En tiempos de pandemia, con más de 200.000 casos de corona virus, miles de fallecidos, es un perjuicio grave a la sociedad ecuatoriana, que ha sido abandonada a su suerte por quienes debían velar por su salud y bienestar. El próximo día 7 de febrero son las elecciones presidenciales y legislativas; en las que participan 16 candidatos al cargo, Andrés Arauz,(coalición UNES ) exministro del expresidente Rafael Correa, quien es favorito; seguido del banquero Guillermo Lasso, que representa a la derecha más reaccionaria, lo hace en una alianza del movimiento CREO y el Partido Social Cristiano y el líder indígena Yaku Sacha Pérez(de la organización indígena Pachakutik),son las candidaturas principales. El Centro de Derechos Económicos y Sociales (CIDES) en Quito, consigna, a días de los comicios, que entre el 40 % y 50 % de la sociedad aún no ha decidido su voto, en tanto la derecha continúa tratando de desprestigiar al movimiento correísta. Hay que considerar también que Correa prosigue siendo una figura seguida por un alto número de votantes que lo consideran su líder político El desafío de UNES es triunfar en la primera vuelta por un amplio margen para destruir los eventuales planes de Moreno, y otros candidatos y fuerzas derechistas, de lanzar la manida acusación de fraude o impugnar esa victoria bajo los más disímiles argumentos.
A días del acto electoral, diversas movilizaciones, se destacan en el panorama político de Ecuador, se distingue las convocatorias del Frente Unitario de los Trabajadores (FUT),y otras, en defensa de las áreas estratégicas y contrario a la política de las privatizaciones fondomonetaristas.
En mayo comenzará entonces un nuevo gobierno que, en el caso de Lasso, representaría una profundización del modelo neoliberal, y en el caso de Arauz, traería un giro progresista a lo interno, con una agenda de integración latinoamericana en política exterior, algo que ha comenzado a expresarse, por ejemplo, en el acercamiento con el presidente Alberto Fernández para una colaboración en materia de vacunas contra la covid-19, en ese contexto, un nuevo paso en el mapa progresista latinoamericano, que permitiría avanzar en la reconstrucción de instrumentos de integración, como la UNASUR. La contienda en Ecuador sucede en el escenario de una América Latina que, en los últimos años ha estado marcada por fuertes disputas, con una profundización de los mecanismos de lawfare -siendo Ecuador un caso paradigmático-, golpes de Estado, como en Bolivia, bloqueos económicos, como en Venezuela, y Cuba, a la vez con fuertes impugnaciones al orden neoliberal de levantamientos, movilizaciones, nuevas y renovadas olas de fuerzas progresistas, cómo México, Argentina, y Bolivia.
*Angel Negri, químico industrial, escritor, participó en la dirección de semanarios políticos, director de “Tiempo Joven”, publicación Política-Juvenil, y en medios de la FM Comunitaria, colaborador de Tesis 11.