Una acción preocupante y que no se detiene, siguen desplegando los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en el mundo. La creación de focos de guerra, poniendo en peligro la Paz mundial.
Incitaron y lograron, violando los acuerdos con las autoridades de la ex Unión Soviética, cuando se disuelve el Pacto de Varsovia, de no incorporar países del Este de Europa a la OTAN, la guerra entre Ucrania y Rusia. Guerra que siguen agitando, con el envío de armamento, y comprometiendo, principalmente a Europa, que sigue la estrategia de EEUU, sin que sus dirigentes vean los peligros y los costos que ya están pagando.
Repusieron la presencia de tropas estadounidense en Somalia para asegurarse que se mantenga el gobierno actual y el dominio del paso estratégico del Cuerno de África.
Actualmente pusieron en marcha el viejo plan de reconocer a Taiwán, como país independiente, desconociendo la soberanía China, enviando a la Presidenta de la Cámara de Representante de los EEUU, Nancy Pelosi a Taiwán y anunciando la idea de acuerdos comerciales. Olvidan la resolución 2759 de las Naciones Unidas del 25 de octubre de 1971 cuando se expulsa al representante de ChiangKai-shek, y reconoce al gobierno de la República Popular China. Así mismo que, en 1979, el gobierno norteamericano estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China y puso fin al reconocimiento oficial del gobierno de Taiwán.
Esta ofensiva ha merecido el rechazo de varios países y la seria advertencia de Rusia y China del peligro que significa en un momento de disposición de armamento nuclear. La reciente denuncia de Rusia de los bombardeos en la zona donde se ubica la central atómica de Zaporozhie, la más grande de Europa, es un ejemplo.
También las provocativas declaraciones del Senador –cubano norteamericano- Ted Cruz, que “tacha de amenaza para los EEUU a nueve gobiernos de América latina, salvo uno. En especial al de Colombia encabezado por Gustavo Petro de quien dice es “izquierdista, marxista y guerrillero y plantea que hay que usar la estrategia de la zanahoria y el palo” .
O las manifestaciones de la Jefa del Comando Sur de los EEUU, la General Laura Richadson “sobre su preocupación por la presencia y acción de China en el área bajo la órbita del Comando Sur”.
¿Cuál es la causa de esta ofensiva del gobierno de los EEUU, su complejo militar e industrial y de sus aliados?
Aunque dispone, aún, del mayor poderío militar, es evidente la pérdida permanente de su hegemonía mundial y de autoridad. La imposibilidad de imponer sus designios y aceptar un mundo multilateral y de Paz. El peligro que representa la pérdida del dominio de las riquezas del mundo, en especial de América Latina (litio, petróleo, agua dulce y alimentos), indispensables para su recomposición.
Asimismo, el permanente crecimiento y desarrollo de China, que extiende los acuerdos, cada día con más países, transformándose en el principal inversor de obras estratégicas y la reposición de la economía de Rusia, su principal aliado.
¿Cuál es su estrategia?
Producir conflictos bélicos, vender armas, desgastar a Rusia, aislar a China e intentar detener el desarrollo de sus principales competidores. Esta actitud produjo una radicalización y agudización de la violencia de sectores políticos y sociales en contra de los cambios que proponen los gobiernos democráticos y populares. Algunos gobiernos, ejemplo el de Ucrania, cuyo presidente, Zelinsky, está vinculado al grupo Azofde reconocida postura pro-nazi.
Esta causa y su estrategia está, claramente, expresada en las resoluciones de la última reunión de la OTAN, realizada en Madrid, el 1 de julio de 2022, con la participación de 30 estados. Su “Actualización del contexto estratégico de Seguridad” señala el avance de China y Rusia y la necesidad de impedirlo y cómo enfrentarlo.
En América Latina está en marcha una segunda oleada de presencia de gobiernos democráticos y populares. Con sus diferencias, amplitud y acciones, frente a los poderes de los grupos concentrados del poder económico, los grandes medios de comunicación y parte de la justicia. Oleada que puede reforzarse enormemente con el triunfo de Lula en las próximas elecciones de Brasil.
Una de las experiencias recientes más valiosa, es el triunfo y asunción de un gobierno de izquierda en Colombia, el de Gustavo Petro y Francia Márquez. Un acontecimiento histórico, no solo para Colombia, sino para toda América latina y el Caribe. Luego de décadas de lucha armada y genocidio por parte de la derecha hacia los sectores populares y sus dirigentes. Un territorio de Colombia convertido, con la complicidad de la derecha, en un “porta avión” de todo el sistema de acción del Comando Sur, con la instalación de ocho bases militares.
La herramienta principal de la victoria fue la construcción del PACTO HISTÓRICO, una alianza de partidos políticos y movimientos sociales. (Colombia Humana, Unión Patriótica, Partido Comunista, Polo Democrático Alternativo, Movimiento Alternativo Indígena y Social, Partido del Trabajo de Colombia, Unión Democrática y Todos Somos Colombia) y la elaboración y acuerdo de un programa de gobierno que se asienta en: Cumplimiento de los Acuerdo de Paz alcanzados entre el Gobierno de Santos y la FARC, Reforma Impositiva Progresiva,Reforma Agraria, Reforma Laboral y Previsional, Reforma Educación, Reforma Ley 100 por derecho de salud, Reforma Judicial y Política, Lucha por la defensa de la naturaleza y por el cambio climático. Política en defensa de los más vulnerables, teniendo en cuenta que el 10% de la población colombiana tiene el 70% de la riqueza. Lucha Contra el Narcotráfico.
En su discurso de asunción llamó a no naturalizar la desigualdad y la pobreza y la igualdad de género. Y simbólicamente hizo traer la espada del Libertador Simón Bolívar. Reivindicó la unidad de los pueblos y gobiernos de América Latina y la reconstrucción de los organismos latinoamericanos y el Caribe.
Se abre una etapa de grandes posibilidades y dificultades. Solo la lucha y la organización popular podrá decidir qué sucederá. El continente latinoamericano muestra un camino, el de la lucha y la unidad del pueblo. Los trabajadores, los campesinos pobres y medianos, las mujeres, los jóvenes y los pueblos originarios a través de sus organizaciones, políticas, sindicales y sociales. Una esperanza que está en marcha.
Tesis 11.