Para comprender el proceso político de Colombia, debemos recordar que salvo en contados y muy cortos periodos de su historia, la liberación de los esclavos, por ejemplo, ha sido gobernada hasta la fecha por las 50 familias de su élite económica y, más avanzado en el tiempo, en sociedad con los monopolios norteamericanos.
La situación económico social del pueblo es hoy de un alto nivel de sojuzgamiento, estado que explica las grandes movilizaciones de 2019-20, con multitudinarias marchas de protestas de los pueblos originarios, casi exclusivamente dedicadas al trabajo agrario, y enormes movilizaciones de elementos juveniles y otras franjas etarias, en reclamo de la gratuidad de la educación, de la salud pública, del cumplimiento de los acuerdos de paz suscritos con las FARC, por la solución al problema del hambre, el cese de los asesinatos de dirigentes políticos y sociales por parte de la policía, el ejército y los paramilitares. La represión feroz fue la respuesta. Estas marchas conocidas como “LA PRIMERA LINEA” estaban constituidas principalmente por los jóvenes, que tras de sí tenían el apoyo no sólo de una población que los abastecía de todas sus necesidades, sino además de abogados que aportaban profesionalmente en su defensa cuando eran enjuiciados.
En el 2011 se crea el partido Colombia Humana para participar en las elecciones del alcalde de Bogotá, con el cual Gustavo Petro obtiene dicha alcaldía.
Ante el fracaso en los resultados en las elecciones presidenciales del 2018 – fraude mediante -, y con vistas a las elecciones del 2022, el 11 de febrero de 2021 se funda el PACTO HISTORICO de la que participan varios de los partidos y organizaciones populares y de izquierda.
En estas condiciones, el 13 de marzo de 2022 tuvieron lugar las elecciones de diputados (curules) y senadores, en donde, pese al importante avance de los partidos populares y de izquierda, las fuerzas de la derecha obtuvieron la mayoría de ambas cámaras. Es de recordar que el fraude en esas elecciones le privó a Petro, en primera instancia, de 500.000 votos, que luego de arduas gestiones pudo recuperar y con ellos, dos congresistas más.
Conjuntamente, en estas mismas elecciones, se votaron las alianzas que el 29 de mayo del 2022 competirían por la presidencia y vice presidencia de Colombia, en una especie de elecciones internas. En estas, los sectores populares y de izquierda, bajo la denominación de PACTO HISTORICO, obtuvieron un rotundo triunfo, hasta tal punto que la candidata del PACTO HISTORICO, Francia Márquez, que salió segunda en la interna de la misma, obtuvo mayor cantidad votos que cualquiera de los otros postulantes de la derecha de todos los otros frentes ..
Es de resaltar que el triunfo del PACTO HISTORICO en estas elecciones lo logra con la mayor cantidad de votos que la izquierda obtuviera desde el año 1990.
Sin embargo, falta resolver un problema que, “al parecer”, con la utilización de un algoritmo, se le birlaron al Pacto más de un millón de votos. Hay pruebas documentales de tales “errores”. Una información muy reciente, del viernes 3 de junio, no confirmada oficialmente, la CNE “encontró” en el recuento posterior al primario, un millón y medio de votos más a favor del PACTO, con lo que, de confirmarse, éste obtendría más del 47%.
La última información oficial del escrutinio (sin contar lo antedicho) es que Gustavo Petro obtuvo 8.541.000 votos, Rodolfo Hernández 5.965.000 y Federico Gutiérrez 5.069.000. La abstención fue del 45%.
Para estas elecciones el candidato del uribismo, continuador del actual gobierno, Federico “Fico” Gutiérrez, del frente Centro Democrático y candidato de los grandes partidos, no alcanzaba, según las encuestas, acercarse al PACTO, y según las mismas, en una hipotética segunda vuelta perderían inexorablemente frente al mismo, dado el desprestigio alcanzado por el gobierno. Y entonces comienzan a surgir, entre otros temas, el intento de asesinato de Petro, el levantamiento armado de los narcos del Golfo y el apoderamiento por unos días de varios pueblos de la costa del Pacifico, con el apoyo del ejército, la policía, y la prensa de la derecha, la que además exigía acciones para evitar un gobierno “comunista”, “pro chavista y fidelista”.
El resultado de las elecciones fue de una clara derrota de las derechas del gobierno y de su mentor, Iván Uribe.
El candidato de centro derecha, Sergio Fajardo, de Coalición Centro de la Esperanza, que en su momento apoyó indirectamente a Iván Duque (actual presidente “chirolita” de Uribe), y que había tenido una importante elección en las presidenciales anteriores, se derrumbaba frente a su falta de propuestas, hasta tal punto que su candidato a vice y otros miembros de su frente ya declararon su apoyo a Petro para las elecciones de la segunda vuelta.
Y entonces como por arte de magia, el establishment inventa a un hombre poco conocido, un outsider de la política, Rodolfo Hernández, que 30 días antes de las elecciones pasó de estar en las encuestas a 30 puntos por debajo de “Fico” Gutiérrez, a superarlo por un 5% al cabo de la elección. Esto lo logró con el amplio apoyo de los medios, dado que él no participó de debate alguno con los otros candidatos y su contacto con sus votantes fueron los medios informáticos. Los partidos tradicionales no tuvieron un candidato a la presidencia salido de sus propias filas.
Esta jugada del neoliberalismo estaba fundada en que este desconocido, sí podía ganarle a Petro en segunda vuelta, según las encuestas, y siendo que él mismo estaría apoyado por toda la derecha, las grandes empresas y el periodismo afín (¿algo parecido con nuestra Argentina?).
Pero la derecha no las tiene todas consigo. Este señor está acusado por la fiscalía por corrupción y ante la que debe presentarse el 21 de julio, es decir un día anterior a la asunción de la presidencia, si triunfa en las elecciones, o como senador si las pierde (de acuerdo a la ley de Colombia el que es segundo en las elecciones presidenciales ocupa la senaduría por derecho propio). Menudo lío legal se le presentaría.
Al aparecer como conocido representante del uribismo y de su situación legal, muchos de sus partidarios ya están en dudas en darle su voto contra Petro. Ya se le conocen dichos como el que “las mujeres deben quedarse en casa a cuidar los chicos”, o que el libro de “Hitler” es una buena obra de consulta. Además se le conocen negocios con los hijos de Uribe.
Así las cosas, si sólo nos atuviéramos en los resultados aritméticos, deberíamos decir que es imposible el triunfo de los sectores populares. Pero en política dos más dos no son cuatro, aunque la superación de esta situación no será fácil, si se pudiera dar. Ya se ha habido pronunciamientos de varios dirigentes políticos de cierta envergadura que apoyaran la fórmula Petro-Márquez.
Por otro lado, hay que tener cuenta que no votó el 45% de la población, de la cual el 70% son jóvenes, mucho más cercanos al Pacto. También hay ruido de fractura en el partido Liberal, además de las que ya ha habido, fracturas que ya forman parte del Pacto. Los sectores del fajardismo, que si bien son minúsculos, también podrían aportar su apoyo. Todo dependerá de los posibles éxitos que los dirigentes del PACTO puedan conseguir en este sentido. Petro en su discurso de cierre del escrutinio sostuvo que hace falta recuperar un millón de votos. ¿Será posible? ¿Influirá en esto el escrutinio definitivo? Para ello necesitaran una gran concientización de la población, especialmente de los jóvenes, para que concurran a votar.
Independientemente de la solución electoral, que no es poca cosa, que pasaría, ganare quien ganare.
El PACTO HISTORICO está en minoría absoluta en ambas cámaras, y si bien podría conseguir algunos apoyos, no le será fácil gobernar con todos los problemas que el actual gobierno le dejará. Entre otros, hambre, desocupación, deficiencias e insuficiencias en educación y sanidad públicas, el narcotráfico, etc. Además, debemos recordar que EEUU posee 8 bases militares en la frontera con Venezuela, que no sería de extrañar servirían de apoyo a cualquier intento golpista.
Y si ganare el uribismo, ¿podrá enfrentar las luchas populares si no es a través de represión y sangre? Ya han tenido la experiencia de las luchas pasadas, que no pudieron frenar.
Si este triunfo de la derecha ocurriera, sería un fuerte golpe para toda América Latina, que está recorriendo tiempos de cambio con el triunfo de las fuerzas populares en Chile, en Perú, en Honduras, el posible triunfo de Lula en Brasil. Etc.
Por el contrario, el triunfo de Petro sería un hecho histórico y un aporte a la causa de los gobiernos populares de América Latina, con influencia en la recomposición del panorama internacional.
De ahora en más la solución, en un sentido progresista, será la acción efectiva que las masas populares puedan desarrollar, acompañada por la decidida acción de su dirigencia. El 19 de junio veremos el resultado.
Tesis 11.
Hola, primero una aclaración, si es que corresponde
El nombre de pila de Uribe es Álvaro. Tal vez se escribió Iván Uribe en alusión a Duque de manera irónica en cuyo caso debería haberse escrito entre comillas para significar como el máximo sucesor del expresidente:
Segundo: soy pesimista porque como ya se sabe, la derecha se une en torno a sus propósitos de clase. Y efectivamente si los jóvenes que no están cooptados por el “emprendedurismo” acuden masivamente a las urnas será posible un triunfo de Petro. Yo lo veo muy difícil.
Adriana