La plataforma digital DataIgualdad, que recopila datos de instituciones como la Cepal, el Banco Mundial o la OCDE, demuestra todo lo que podría hacerse en Latinoamérica y el Caribe con el dinero que evaden las empresas.
¿Cuántos niños y niñas podrían matricularse en México con el dinero que las empresas evaden? Más de 6.700.000.
¿Y cuántas viviendas podrían comprarse con el dinero evadido? Pues 490.000 es la respuesta.
Y hay más. Especialmente importante en el contexto de la actual pandemia, en Chile, con el dinero que las empresas evaden en impuestos podrían adquirirse más de 275.000 respiradores mecánicos y 130 hospitales de campaña.
Estas y otras muchas respuestas son las que brinda la recientemente lanzada plataforma DataIgualdad, concebida por la Fundación Ciudadanía Inteligente y la organización internacional Oxfam.
La evasión y sus consecuencias
“Buscamos mostrar con datos sencillos y fáciles de entender cómo la desigualdad que sufre América Latina está enraizada en nuestros sistemas tributarios”, explicó Auska Ovando, coordinadora general de la Fundación Ciudadanía Inteligente, en diálogo con DW desde Chile.
“Aunque a veces la fiscalidad pueda parecer algo abstracto, la evasión tiene impactos concretos y dolorosos en la vida de millones de personas en América Latina”, sostuvo Ovando.
“Se trata de un portal de acceso a datos públicos que tiene como objetivo facilitar a investigadores, organizaciones sociales y a la ciudadanía en general, información sobre decisiones fiscales que afectan su cotidianidad y sus derechos, y por lo tanto el nivel de pobreza y desigualdad”, puntualizó Pablo Andrés Rivero, responsable regional de políticas de Oxfam en América Latina y el Caribe.
La herramienta, construida a partir de registros oficiales de instituciones como OCDE, Banco Mundial y CEPAL, entre otras fuentes de información, constituye la mayor base de datos sobre temas fiscales y áreas relacionadas de la región.
Cambios contra la desigualdad
“Quienes tienen más, deben pagar lo que corresponde”, puede leerse en la página del proyecto.
Efectivamente, el objetivo de los impulsores de DataIgualdad consiste no solo en mostrar la dimensión del fenómeno, sino también en fortalecer la discusión pública e impulsar cambios en las políticas públicas de la región.
“La información nos permite impulsar un mayor debate en el continente”, indicó Rivero a DW desde las oficinas de Oxfam en Bolivia. “No podemos permitir políticas públicas basadas en dogmas y no en realidades”, agregó el experto.
“Hay problemas estructurales en el diseño de las políticas tributarias”, consignó Rivero. Y añadió: “Es un imperativo indagar sobre el 1% más rico y diseñar instrumentos más eficaces de recaudación”.
Según el estudio, las personas más ricas de la región pagan solo el 4,8 % de su ingreso en impuestos y, en promedio, deberían pagar el 27 %.
América Latina y el Caribe es la región más desigual del planeta en la distribución de su ingreso. Según datos de 2017, el 10% más rico de la región acumulaba el 68% de la riqueza, mientras que el 50% más pobre solo accedía al 3.5% de la riqueza total de la región.
“La desaceleración económica y el aumento del número de personas en situación de pobreza hacen prioritario frenar la acumulación extrema de ingresos y poder en pocas manos”, afirma el trabajo de DataIgualdad.
Y sigue: “La política fiscal, es decir, cuánto y de quién recauda el Estado y cómo y en qué lo invierte, es central para enfrentar la desigualdad extrema y poder garantizar derechos iguales a toda la ciudadanía”.
Cada vez más desigual
La pandemia, en tanto, no ha hecho más que agravar la situación. “La crisis sanitaria y social ha puesto todavía más urgencia a repensar el modelo de desarrollo y cómo funciona la economía en América Latina”, señaló Ovando.
“Esta pandemia nos ha demostrado que si dejamos el bienestar de la ciudadanía a merced del mercado, nuestras sociedades sufren pérdidas enormes”, concluyó categórica la experta.
(ju)
Autor Maricel Drazer, para DW.com