El neoliberalismo: del paraíso al infierno

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(internacional/teoría)

Oscar Expósito*

Exposición histórico-teórica de la evolución de las ideas neoliberales, sus contradicciones y sus terribles consecuencias sociales y económicas. (1)

1.- Introducción

Se considera a la obra de Hayek el “Camino a la servidumbre”, publicada en 1944, el texto fundacional del neoliberalismo. La teoría se desarrolla a partir de las propuestas de Adam Smith en el siglo XVIII: “laissez faire”, mano invisible, equilibrio automático de los mercados etc. Obviando las importantes contribuciones de David Ricardo y Carlos Marx y en su lugar basándose en la teoría “neoclásica” a partir de las propuestas de Jevons (1835-1882), Walras (1834-1910, Pareto (1848-1923) y que toma forma orgánica con Alfred Marshall (1842-19245).

Las tesis del liberalismo económico son 1) que la interacción de la oferta y la demanda equilibran la producción y el consumo, 2) Las intervenciones del Estado rompen el equilibrio natural de la oferta y la demanda, 3) El rol del Estado debe limitarse a garantizar el cumplimiento de los contratos y acuerdos establecidos libremente por las personas y empresas; idea asociada al “laissez faire”.

Con la aparición del neoliberalismo se impuso una ortodoxia intelectual que enfrentaba cualquier disenso; cualquier economista que no coincidiese con sus postulados era considerado un hereje al que se relegaba a cátedras aisladas.

Sus recomendaciones apuntan a que los ciudadanos rechacen todo tipo de protección social, salarios que garanticen un adecuado nivel de vida, sistemas fiscales progresivos y regulaciones del sistema financiero

Pero el 24 de octubre de 1929, denominado jueves negro, se produce la quiebra del Mercado de Valores de Nueva York que provocó la crisis que se propagó rápidamente al conjunto de la economía mundial, con efectos devastadores en casi todos los países en los que la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemia.

La gran crisis dio por tierra con las teorías que presumían la regulación automática de los mercados

2.- Hayek y Keynes

Siendo ambos profesores de Cambridge, a partir de partir de 1930 comenzó una discusión en el seno de los defensores de la economía capitalista. Hayek defendiendo los postulados de las escuelas neoclásicas y Keynes, que había publicado un Ensayo sobre la reforma monetaria, obra que ponía en duda las argumentaciones de los neoclásicos y comenzaba a pronunciarse sobre la necesidad de políticas monetarias activas para lograr una mayor estabilidad en los precios.

Sobre la experiencia de la gran crisis del sistema, Keynes escribe la Teoría General que se publica en 1936. Lejos de ser un revolucionario, la actitud de Keynes estaba orientada a explicar los fenómenos que surgían de los desajustes en los mercados de la sociedad capitalista, no para criticarla, en realidad era un llamado al sentido común frente a los peligros que planteaban el desempleo y la disminución efectiva de la riqueza.

Luego de finalizada la 2a Guerra mundial, cambia la realidad del mundo capitalista. Los peligros de crisis generales parecían conjurados, con lo cual los postulados keynesianos se fueron diluyendo en lo que se denominó la síntesis neoclásica que la volvía a la nebulosa de los modelos teorizantes.

La síntesis neoclásica fue desarrollada por John Hicks en un artículo de 1937 y especialmente por Paul Samuelson a través de su Libro “Economía” escrito en 1950 en la que se desarrolla una propuesta con parte Keynesiana en Macroeconomía y neoclásica en microeconomía.

3. Algunos outsiders

Entre los economistas críticos de las tesis de los economistas de las propuestas neoclásicas es digno de mención Piero Sraffa. Su evolución intelectual conduce a Sraffa a una ruptura total con la teoría marginalista y se constituye en un apasionado investigador de la obra de David Ricardo. Su obra tal vez la más importante “Producción de mercancías por medio de mercancías” se considera el inicio de la escuela neo-ricadiana de la economía.

También nos interesa mencionar al polaco Michael Kalecki quien se anticipa a Keynes en la explicación de la sustancia del capitalismo.

4. El devenir de Hayek

Las críticas de los keynesianos fueron de una contundencia tal que llevaron a Hayek a desistir de la discusión. En 1947 con Milton Friedman fundaron la Mont Pelerin Society, que fue financiada por el magnate suizo Albert Hunold entre otros. El objetivo de ese organismo fue organizar un “think tank” de difusión del pensamiento neoliberal y del monetarismo que iniciara Hayek con la publicación de su libro Camino a la Servidumbre. Ambos fueron los encargados de “vender” a Pinochet la receta cuyos resultados vemos en nuestros días.

El neoliberalismo se sustenta en cuatro idas fuerza: 1) máximo crecimiento económico con libre mercado; 2) maximización de la tasa de ganancia del capital privado;3) como contrapartida de la propuesta anterior: una reducción del costo salarial y 4) firme contracción del gasto público social.

Como política de Estado es adoptada a fines de los 70. Primero en Gran Bretaña, con Margaret Thatcher en 1979 y luego en los EEUU con Ronald Reagan en 1980.

De tal forma el neoliberalismo propone el paraíso basado en la “ciencia” económica que termina siendo un gran engaño.

5. Keynes y Marx

Mientras tanto las críticas de Keynes fueron tomadas como marginales por el mainstream, y en las escuelas de Economía predominó la enseñanza del neoliberalismo y el marginalismo que propusieron Marshall, Pareto, Walras y sus seguidores, conjuntamente con la síntesis neoclasica. Así la economía se constituyó en un dogma que través de sus más de 100 años de historia continúan básicamente defendiendo la teoría del laissez faire, que los mercados se autorregulan, que tienden al equilibrio y que cualquier intervención estatal es perjudicial para su funcionamiento.

El trabajo de Keynes aporta herramientas interesantes para el estudio de las economías capitalistas. Para la teoría keynesiana, el empleo total depende de la demanda total y la desocupación es el resultado de una falta de demanda total.

Lo que generalmente no se comenta es que ya Marx en su tiempo cuando se refirió a la crisis del sistema capitalista la atribuyó al descenso de la demanda como consecuencia de la baja de los salarios.

La explicación de Marx sigue siendo la teoría más convincente para explicar las crisis recurrentes y periódicas del sistema capitalista. La dinámica del sistema capitalista está basada en la maximización de la tasa de ganancia y para lograrlo recurre a nuevos medios de producción que disminuyen la demanda de mano de obra.

Por supuesto la gran diferencia está en los postulados para la superación de la crisis. Para Marx eran necesario, pero no suficiente, el estímulo de la demanda, que en la práctica brinda una solución transitoria; sostenía que la crisis era sistémica y que solamente se superaría con un cambio en la propiedad del capital

Ya en el Manifiesto Comunista Marx y Engels plantearon en forma sintética, aunque con una narrativa impecable, la necesidad de un cambio en la propiedad del capital, aunque no llegaron en su momento a describir los mecanismos para realizar dicha transición. Esos mecanismos y propuestas las hizo Lenin a lo largo de su oba y en la práctica.

Decía Marx que la lucha de clases es el motor de la historia, sin embargo, dentro de la vastísima literatura sobre la evolución de la crisis del sistema capitalista en la posguerra, pocos autores se han referido a las características de la evolución de los conflictos entre el capital y el trabajo.

Argentina y nuestros países hermanos están sufriendo el estrago producido por el neoliberalismo y sus políticas, prometen el paraíso y generan un infierno, es hora de decir basta. Volver a la proclama de No al ALCA, es el camino.

*Oscar Expósito, economista (FCE/UBA), colaborador de Tesis 11.

Enlace para acceder al trabajo completo del autor sobre este asunto: https://www.tesis11.org.ar/el-neoliberalismo-del-paraiso-al-infierno/

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