Revista Tesis 11 (nº 115)
(Internacional/Medio Oriente)
Lidia Fagale*
La Hidra de Lerna, un antiguo y despiadado monstruo acuático con forma de serpiente policéfala se ha arrastrado hasta oriente medio con la intención de asfixiar a Siria.
La Hidra posee la virtud de regenerar dos cabezas por cada una que pierde, dedicada ahora a desguazar, como una bestia drogada por la ambición de poder, otro país. Pero ya no se trata de un mito griego, sino de una significativa metáfora del proceso de neocolonialismo que se intenta hoy por parte del poder imperial en oriente medio.
El precio de tamaña ambición es más invasiones avanzando sobre cadáveres y despojos humanos, expulsando a una masa de ciudadanos sin destino cierto en el marco de una descomunal manipulación mediática de la prensa occidental.
Un éxodo de más de 500 mil personas escapa de Siria, lo que se considera como la peor crisis de refugiados políticos desde la II Guerra Mundial.
En medio del desastre, otras dos millones de personas son sometidas a vivir en un Califato, ubicado entre Siria e Irak bajo la ley del Estado Islámico, donde “islamistas” (¿?), con costumbres del Siglo XIV, herederos de Al-Qaeda, imponen a sangre y fuego, sus estrategias desde hace cuatro años.
Un enemigo al que muchos ya señalan – con pruebas de ello – inventado, alimentado y protegido por EEUU, Israel y la Unión Europea, y con apoyo financiero de Arabia Saudí, los Emiratos del Golfo y, en forma indirecta, por Turquía, país que ha permitido el ingreso de mercenarios desde su territorio.
Todos han engendrado a esta bestia de varias cabezas, hija de la política de las potencias occidentales aliadas en su cometido estratégico para hacerse de todas las materias primas y allanarle el camino a sus multinacionales, en detrimento de los intereses de China, India y Rusia.
La Hidra de Lerna, ahora de Oriente Medio, en un inframundo distinto, transitará por zonas limítrofes, para producir conflictos en las vastas fronteras de los países del Asia Central (Turkmenistán, Tayikistán, etc.) y así cercar a Rusia y debilitar su economía.
Los planes inconfesables de la Hidra
Un documento desclasificado de la Defense Intelligency Agency aporta nuevos detalles sobre los motivos que tuvo – y tiene – el imperialismo para impulsar la creación del Califato Islámico. El referido documento, que consta de siete páginas, sostiene que la creación de un movimiento fundamentalista en el este de Siria era necesario “para aislar al régimen de Damasco” y para que el imperialismo lograra sus objetivos en la región:
(…)Occidente, los países del Golfo y Turquía apoyan a la oposición siria… existe la posibilidad de establecer un principado salafista, oficial o no, en el este de Siria (Hassaka y Deir Ezzor), y eso es exactamente lo que quieren las potencias que sostienen a la oposición a fin de aislar al régimen sirio” (…) .
A la vez que revela el apoyo de agencias de inteligencia norteamericanas para la creación del grupo terrorista Estado Islámico (EI), que opera principalmente en Siria e Iraq. (1).
El documento plantea que el EI fue creado por Estados Unidos con ayuda de Turquía, Israel y las monarquías del Golfo, que la inteligencia estadounidense había previsto el desarrollo del Califato Islámico en Irak y Siria y que en lugar de poner a la organización como un enemigo, dicho informe considera que “los terroristas” son una pieza de la estrategia imperialista en Oriente Medio.
El diario Levant Report –(2) sitio digital donde se lo publicó, asegura que “hay pruebas materiales, vídeos, así como confesiones recientes de altos funcionarios implicados, como la del antiguo embajador de Estados Unidos en Damasco, Robert Ford”, quien argumenta que el apoyo material a los “terroristas de Daesh” [Califato Islámico] en el campo de batalla sirio por el Departamento de Estado y la CIA se remonta al menos a 2012 y 2013” (3).
El informe señala también que la inteligencia estadounidense previó el surgimiento y desarrollo de un califato islámico regido por el EI en Iraq y Siria, como un elemento estratégico en la política para el Oriente Medio.
El texto – redactado por oficiales de la DIA- sostiene que la creación de este movimiento fundamentalista en el este de Siria, era necesario para aislar y derrocar al gobierno de Bashar al-Assad. Según la fuente, fue discutido ampliamente en el Comando Central de Estados Unidos (Centcom), la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA), y el Departamento de Estado.
Las fuentes consultadas explican que el informe de la DIA confirma que el grupo Al-Qaeda asumiría la dirección de los supuestos grupos opositores sirios, con el apoyo de las potencias occidentales, y que la creación del EI, sucedería después de un levantamiento armado en Siria.
Añade que la creación del califato islamista, apoyada por los países del Golfo Pérsico y Turquía, serviría como elemento desestabilizador para conseguir el debilitamiento del gobierno del presidente Bashar al-Assad.
El informe sugiere también la creación de refugios seguros en las zonas conquistadas por los insurgentes fundamentalistas, tal como se hizo en Libia para establecer una zona de exclusión aérea. Otro de los propósitos era que, con la creación de un califato sunita, se frenaría la presencia chiíta-iraquí, y se impediría la unificación de Iraq, lo cual facilitaría la entrada de mercenarios terroristas del mundo árabe en la zona de conflicto.
El documento destaca la importancia de apoyar a los elementos salafistas, los miembros de la Hermandad Musulmana y al grupo Al-Qaeda, como principales fuerzas en la agresión a este país.
Siria: Su resistencia y el futuro incierto de la humanidad
La resistencia del gobierno y el pueblo sirio, como antes en Libia, debe interpretarse como una manifestación contra el imperialismo-neocolonial del ‘mundo occidental’ y debe ser considerada como la causa por la defensa de su soberanía y de su integridad territorial. En tanto, la guerra librada por el ISI, sostenida por la CIA y la OTAN, según denuncias y documentos, son parte de una estrategia donde las multinacionales son las principales beneficiarias de todos los aspectos que se desprenden del expansivo belicismo como política de estado.
Desde esta estrategia de guerra permanente, como lo que se hizo en Libia, crece la industria armamentística, se allana el camino para la apropiación de recursos y se mueven en el tablero global las fuerzas geoestratégicas.
Así, en Siria no sólo se está luchando por la defensa a la autodeterminación de un pueblo, sino contra las políticas que pueden llegar a dominar el panorama internacional ante la casi segura posibilidad de escasez de materias primas y de agua.
Está en juego, aunque hoy se lo suponga imposible, el futuro de la humanidad y del propio planeta.
El papel de Rusia
A entender del presidente de Rusia, Vladimir Putin, la crisis siria solo se puede resolver fortaleciendo el Gobierno legítimo y convocándolo al diálogo con la parte “sana” de la oposición. En ese sentido se expresó el mandatario en entrevista al canal de televisión norteamericano CBS, antes de su viaje a la Asamblea General de la ONU. Planteando a su vez que el objetivo de Moscú era salvar el Gobierno sirio encabezado por el presidente Bashar Assad y que acciones en otra dirección encaminadas a destruir el Gobierno legítimo, crearán una situación semejante a la que se vive en Libia.
En respuesta a la pregunta sobre cuál es su opinión sobre las fuerzas de la coalición internacional liderada por EEUU que exigen el derrocamiento de Bashar Assad, el presidente ruso recomendó “dirigirse al pueblo sirio, solo el pueblo sirio debe decidir quién dirige el país”.
Hoy la crisis de refugiados es la cara de un espejo que se corporiza en un mediático título y a la vez disuelve las causas de esa imagen que se sucede cómo espectáculo. Se trata de masas humanas, que sin poseer los movimientos elásticos del gran capital, intentan casi inútilmente romper fronteras. Y en los últimos días, con la entrada en escena de los EE.UU., se hace evidente que el imperialismo busca aprovechar la “crisis de los refugiados” para poner una cara “humanitaria” a su intervención en Siria y, al amparo de la “lucha” contra el “Estado Islámico” intensificar las operaciones militares contra el gobierno encabezado por Bashar al-Assad.
En Francia, el presidente Hollande, tomó la iniciativa y ya produjo bombardeos en territorio sirio. Ahora es Obama quien, obsesionado por el objetivo de derrocar al gobierno sirio, está amenazando a la Federación de Rusia, que mantiene desde hace décadas, con ayuda militar, una alianza con Siria.
Atando cabos
Al atar cuidadosamente varios cabos sueltos se encuentran, entonces, algunas respuestas a la “inexplicable situación” respecto de la actuación del Estado Islámico, Al-Qaeda y otros similares. La élite corporativa-financiera que ejerce el poder real en Estados Unidos es, sin vueltas, una poderosa usina de guerra, caos y desestabilización, con un único propósito: la dominación global.
Para los expertos más calificados de la actualidad en los temas de Medio Oriente es evidente que el objetivo puntual estadounidense es aislar al gobierno de Siria, para “evitar la expansión de los chiítas y frenar la influencia de Irán”, un objetivo que forma parte de otro mayor: destruir a Irán, camino a una confrontación con Rusia y China, cada cual en su momento.
Después de cuatro años de abierta injerencia y brutal agresión de las grandes potencias de la OTAN; de derrotas sucesivas, de “alianzas” mercenarias orquestadas, armadas y controladas desde el exterior; después de múltiples crímenes y destrucción; con más de seis millones de desplazados internos y cuatro millones de refugiados (la gran mayoría a los países vecinos: Turquía, Líbano y Jordania), Siria trata de defender su derecho a la autodeterminación, enfrentando una campaña en su contra para adjudicarle la responsabilidad a su gobierno de la crisis migratoria vigente y del empleo de armas químicas. De lo mismo se acusaba a Irak y nunca se comprobó que fuera cierto. La Hidra vuelve a atacar.
*Lidia Fagale, periodista, Secretaria General de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, UTPBA. Secretaria de Redacción de Tesis 11.
Notas:
1) Estas revelaciones fueron hechas por el sitio digital Levant Report, en cooperación con la organización Judicial Watch, que presentó el informe de la Defense Intelligency Agency (DIA) y está fechado el 12 de agosto de 2012. Recién en mayo de 2015 se lo dio a publicidad.
2) Levant Report se compone de una red de profesionales de Texas que están profundamente alarmados por lo que Washington está haciendo en el Oriente Medio, según explican sus propios editores.
3) Como ejemplo de ‘pruebas materiales’ ver el informe de la organización inglesa Conflict Armement Research que, siguiendo la pista de los lanzagranadas anti-carro croatas recuperados en manos de los combatientes de Isis [Califato Islámico], demuestra la existencia de un programa conjunto CIA / Arabia saudí a través de números de serie identificables”.