Carlos Mendoza *
Un análisis del triunfo electoral kirchnerista y su vinculación con la posible construcción de una amplia alternativa sociopolítica y cultural progresista.
Después de la amplia victoria kirchnerista en las últimas elecciones legislativas cabe preguntarse sobre en que queda la posibilidad de construcción de una amplia alternativa sociopolítica desde el campo popular. En tal sentido, corresponde analizar las razones del éxito electoral kirchnerista, la posición de los sectores progresistas ante el gobierno nacional y su visión sobre la construcción de la alternativa popular.
Nestor Kirchner debe ser el primer presidente, al menos desde la recuperación de la democracia en 1983, que viene básicamente cumpliendo con el programa que anunció durante su campaña electoral en el 2003: Transitar hacia un país que el denomina de “capitalismo normal” y cuyo contenido tendría algunas de las características siguientes: Restitución del rol político y regulador del Estado; recuperación económica basada en la producción, en lugar de la especulación financiera y los servicios como en los 90; protección del mercado interno, mediante un tipo de cambio alto y medidas pro-activas de regulación, particularmente a favor de la industria; obra pública; defensa del interés de los consumidores ante las empresas privadas de servicios públicos; fuerte reestructuración de la deuda externa con los acreedores privados; impulso a las exportaciones con diversificación de productos y destinos; captación mediante retenciones de parte de la renta generada en exportaciones por ventajas comparativas naturales de nuestro país; política exterior más independiente y búsqueda de integración regional; políticas sociales y de derechos humanos; mejoramiento institucional, como el de la Corte Suprema y otros. A esto se agrega que en el plano político y electoral ha agregado la intención, llamada “transversalidad”, de incentivar el reposicionamiento de los sectores políticos en espacios de centro-izquierda e izquierda y centro derecha y derecha, en lugar de los encuadramientos partidarios tradicionales, particularmente peronismo y radicalismo (el enfrentamiento electoral con el duhaldismo va en ese sentido), como forma de mejoramiento institucional.
El de Kirchner se puede definir como un gobierno reformista burgués, de centro izquierda, populista, nacionalista y desarrolista. Para el interés de los sectores populares esto ya supone un cambio objetivamente más conveniente que las políticas neoliberales de los 90.
En el plano socioeconómico, el gobierno puede mostrar resultados positivos concretos de su gestión: En el cuadro que incluimos en este artículo puede verse la evolución de algunos indicadores socioeconómicos, para lo cual hemos considerado los siguientes momentos: El auge económico de la política neoliberal en 1998; el estallido de la crisis provocada por esa política, en Diciembre del 2001; el fondo de la crisis en el 2002; la asunción de Kirchner en Mayo del 2003 y los últimos datos disponibles al momento de escribir este artículo. Observando su evolución durante el gobierno Kirchner, se comprueba una significativa mejoría de dichos indicadores económicosociales.
Todas estas son algunas de las razones del apoyo que ha conseguido el gobierno en los sectores populares y también de la oposición que encuentra en sectores de las denominadas clases media-alta y alta.
En cuanto a los sectores progresistas, desde el centroizquierda a la izquierda, una evidente mayoría votó por el kirchnerismo. Hay asimismo personalidades y organizaciones de ese sector que apoyan públicamente a Kirchner e inclusive varios forman parte de su gobierno. Es el caso de la virtual totalidad de las corrientes progresistas del peronismo, particularmente las descendientes de la tendencia revolucionaria peronista de los 70. También de sectores marxistas, como Patria Libre y su organización social Barrios de Pié, el Partido Comunista Congreso Extraordinario, las fracciones que se fueron del Partido Comunista a comienzos de los 90, varios sectores de la CTA y otros. Estos sectores creen que el Kirchnerismo tiene posibilidades de desarrollarse por vías progresistas, hasta transformarse en la nueva alternativa sociopolítica de los sectores populares, capaz de cambiar la relación de fuerzas y hacer los cambios estructurales que aseguren la redistribución de la riqueza, la autonomía nacional y la profunda democratización participativa de la que hablamos desde el progresismo.
Si bien hay que considerar que no hay un solo camino ni receta para la construcción de alternativas sociopolíticas populares, como bien lo muestran las experiencias del Partido de los Trabajadores en Brasil, del Frente Amplio en Uruguay y del Movimiento Bolivariano en Venezuela, habría que considerar que el propio Kirchner habla de las limitaciones de lo que se propone: Ha dicho y reiterado que su gobierno es de transición y que no hará cambios estructurales, porque eso sería tarea de gobiernos que lo sucedan a quienes la ciudadanía les otorgara ese mandato. Por otro lado si hubiera intentado avanzar mucho más profundamente a favor de los intereses populares, sin la relación de fuerzas necesaria habría rápidamente caído en la ingobernabilidad. Como quiera que sea, su gobierno supone un patrón de acumulación capitalista que, con ser más favorable para el pueblo que lo de los 90, no quita que resuelve la crisis a favor básicamente de sectores concentrados de la economía, aun cuando más vinculados a la producción en general y a la industria en particular que a los servicios y a la especulación financiera.
Por otro lado, la vía de construcción política del Kirchnerismo, por necesidad o por convicción del presidente, está basada en decisiones personalistas, verticalistas y acuerdos de cúpulas y no en una amplia democracia participativa de las masas, lo cual es básico para elevar su grado de conciencia y de compromiso en la ejecución y defensa de las profundas medidas de cambios estructurales que se requerirían, si de lo que se tratara fuera de resolver la crisis a favor de los intereses populares.
Queda por analizar el comportamiento de los sectores de izquierda y centro izquierda que tienen una posición contraria al gobierno: En general han adoptado un discurso sistemáticamente opositor, negando o al menos minimizando cualquier aspecto positivo en la gestión kirchnerista. Por ejemplo evitando comparar los índices socioeconómicos desde que asumió Kirchner hasta la actualidad y refiriéndose solo a su evolución desde fechas anteriores, para luego pretender que todo está peor por culpa del actual gobierno. Algunos, particularmente del centro izquierda, actuaron así por oportunismo electoral y otros, como ser algunos sectores de izquierda, por maximalismo o por no comprometerse con el análisis concreto de la situación concreta, particularmente en lo concerniente a temas tan fundamentales como la relación de fuerzas necesaria para adoptar cambios profundos y su derivado directo: la gobernabilidad. Suelen reemplazar la realidad por su propio discurso y además no aceptar construir con aquellos que ellos consideran no tener los orígenes políticos puros que se atribuyen a sí mismos. Cuando uno tiene seguridad en su propia ética y convicciones no le anda cuestionando su origen a nadie para construir alternativas, porque en definitiva uno solo aceptará avanzar en conjunto si la resultante es mínimamente satisfactoria para los intereses populares que uno intenta defender. Después de todo, si se cree en la democracia participativa, habrá que confiar en que los colectivos difícilmente le otorguen responsabilidades a quienes no las merezcan. El asunto es que al tener tales comportamientos, estos sectores pierden credibilidad ante las masas, con lo cual no solo no “acumulan” políticamente, sino que su discurso ni siquiera es escuchado. Es así que los espacios opositores de izquierda tuvieron una pésima performance electoral y entre los de centro izquierda, solo se destacó el Partido Socialista de Santa Fe; pero precisamente allí, su principal referente, Hermes Binner, manifestó siempre una opinión mucho más ecuánime respecto del gobierno nacional, apoyando aciertos y señalando insuficiencias.
Estos sectores progresistas opositores al gobierno Kirchner, integran mayoritariamente el denominado “llamamiento de Rosario”, cuyo declarado objetivo es, precisamente, constituir una amplia alternativa sociopolítica desde el campo popular. Desde Tesis 11 hemos asistido a ese llamamiento, pero el problema es que no hay allí sectores del peronismo progresista, ni menos aun de los sectores con tradición combativa de la CGT, como ser los que integraron la CGT de los Argentinos. Tampoco están los demás sectores de izquierda y centro izquierda que apoyan a Kirchner. Sin tales sectores va a ser extremadamente difícil que ese espacio pueda avanzar en su objetivo estratégico, por loable que este sea.
El desafío de construir una amplia alternativa sociopolítica desde el campo popular, plural, ampliamente participativa, territorializada, que decida su construcción y su camino de abajo hacia arriba, que cambie la relación de fuerzas, empezando por la conciencia y el compromiso popular con los cambios, sigue planteada para todos los sectores progresistas. Es un objetivo estratégico que trasciende al gobierno de Kirchner y que, como mínimo, debe plantearse como un espacio político donde los sectores populares podamos debatir los problemas a resolver y los caminos a seguir en pos de una sociedad que satisfaga esencialmente el interés de las mayorías y de todo el pueblo.
Precisamente, nuestra Asociación Civil-Cultural Tesis 11, viene realizando un ciclo de debates sobre el tema de la “Construcción del Movimiento Político-Social, como Alternativa del Campo Popular”. Observando quienes son las organizaciones que hemos convocado, se puede inferir la noción que tenemos sobre cual debe ser el pluralismo necesario para una construcción semejante. Hasta ahora han participado de nuestro ciclo de debates las siguientes organizaciones:
MOVIMIENTO BARRIOS DE PIÉ; FRENTE BARRIAL19 DE DICIEMBRE; CTA CAPITAL; CORRIENTE CLASISTA Y COMBATIVA; CTA NACIONAL; FEDERACIÓN GRÁFICA BONAERENSE (CGT); PARTIDO SOCIALISTA; CORRIENTE POPULAR PORTEÑA (PJ); FEDERACION AGRARIA ARGENTINA; ASOCIACION DE EMPLEADOS DE FARMACIA (CGT); PARTIDO DE LA REVOLUCION DEMOCRATICA; ASOCIACION CIVIL-CULTURAL TESIS 11.
Como se ve, se trata de organizaciones sociales, sindicales, culturales y partidos políticos, de un amplio espectro progresista. Destacamos la participación fundamental de la clase trabajadora (CTA y sindicatos de CGT), del peronismo progresista y de sectores kirchneristas y opositores. Pretende ser un aporte de nuestra organización al acercamiento de las organizaciones progresistas para debatir este fundamental tema. Hemos ya efectuado cinco paneles y un plenario de debates y se pudo ahondar en los análisis sin perder nunca un clima fraternal. Todos los sectores señalaron asimismo la complejidad pero también la importancia que tendría una construcción de este tipo. Es una cuestión estratégica vital para el interés del campo popular.
* Carlos Mendoza: Ingeniero, especializado en temas de economía política, escritor, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.
EVOLUCION DE INDICADORES ECONOMICOS Y SOCIALES * | |||||||||
1998 auge de los 90 | 2001 implosión de la convertibilidad | 2002 fondo de la crisis | 2003 asume Kirchner | 2005 últimos datos disponibles | gobierno Kirchner | gobierno Kirchner descontando inflación | |||
estimador mensual de actividad económica (1993=100) | 124,2 (06/98) | 101,8 (12/01) | 98,1 (03/02) | 106,9 (05/03) | 129,40 (08/05) | (+) 21,05 % | |||
estimador mensual industrial (1997=100) | 106,7 (06/98) | 78,8 (12/01) | 72,4 (03/02) | 89,7 (05/03) | 110,71 (09/05) | (+) 23,42 % | |||
exportaciones (miles de millones de dólares) | 26.431 | 26.541 | 25.651 | 29.941 | 40.000 (est.) | (+) 55,94 % | |||
precios mayoristas (1993=100) | 102,12 (12/98) | 100,22 (12/01) | 134,8 (03/02) | 213,13 (05/03) | 255,47 (08/05) | (+) 19,87 % | |||
precios minoristas (1993=100) | 101,7 (12/98) | 97,6 (12/01) | 107,05 (03/02) | 140,52 (05/03) | 162,89 (08/05) | (+) 15,92 % | |||
salarios nivel general (4º trim. 2001=100) | 99,87 (12/01) | 99,40 (04/02) | 115,07 (05/03) | 150,11 (08/05) | (+) 30,45 % | (+) 12,53 % | |||
salarios sector privado registrado (4º trim. 2001=100) | 99,97 (12/01) | 99,65 (02/02) | 129,25 (05/03) | 178,06 (08/05) | (+) 37,76 % | (+) 18,84 % | |||
salarios sector privado no registrado (4º trim. 2001=100) | 99,59 (12/01) | 98,35 (03/02) | 94,75 (05/03) | 122,67 (08/05) | (+) 29,47 % | (+) 11,69 % | |||
salarios sector público (4º trim. 2001=100) | 99,9 (12/01) | 104,79 (03/02) | 104,82 (05/03) | 121,53 (08/05) | (+) 15,94 % | (+) 0,02 % | |||
salario mínimo | 200 | 200 | 200 (05/03) | 630 (07/05) | (+) 215% | (+) 171,74 % | |||
jubilación y pensión mínimas | 150 | 150 | 150 (05/03) | 420** (07/05) | (+) 180 % | (+) 141,55 % | |||
nivel de empleo registrado (08/2001=100) | 97,6 | 89,9 (09/02) | 91,6 (05/03) | 110,10 (09/05) | (+) 20,2% | ||||
desocupación (con planes jefes y jefas) | 18,3 % (10/01) | 21,5 % (05/02) | 17,8 % (05/03) | 12,1 % (06/05) | (-) 32,02 % | ||||
subocupación | 16,3 % (10/01) | 18,6 % (05/02) | 17,8 % (05/03) | 12,8 % (06/05) | (-) 28,09 % | ||||
población bajo nivel de pobreza | 38,3 % (10/01) | 57,5 % (10/02) | 54 % (05/03) | 38,5 % (06/05) | (-) 28,7 % | ||||
población bajo nivel de indigencia | 13,6 % (10/01) | 29,7 % (10/02) | 27,7 % (05/03 | 13,6 % (06/05) | (-) 50,9 % | ||||
* fuente: INDEC y elaboración propia | |||||||||
** jubilacion mínima 390 + aporte Pami 30 = 420 | |||||||||