Revista Tesis 11 (nº 112)
(Política Nacional)
Lidia Fagale*
Eligieron el aniversario de la guerra de Malvinas y no es casual. Ahora, más decididamente, van por la extracción de petróleo en el archipiélago, mientras paralelamente salieron a la luz documentos secretos que revelan un plan de espionaje de Gran Bretaña en Argentina por las islas. Días previos anunciaron un proceso de militarización de la zona sin precedentes.
Espionaje para consolidar el poder en las Islas
Los británicos, que son expertos en operaciones simbólicas (operaciones en line sobre la inteligencia humana) y las denominadas “de efectos”, frecuentemente usadas, estas últimas, para provocar decepción en las redes sociales, son los autores de un agresivo plan de espionaje y vigilancia para consolidar su poder en las islas. La ciberguerra, denunciada por el ex topo de la CIA, Edward Snowden fue llevada adelante por la central de inteligencia del gobierno británico mediante un plan encubierto denominado Plan Quito desde 2009. El objetivo, según revelan los propios documentos, era prevenir que la argentina recupere las Malvinas, dada la preocupación que despertó el firme apoyo regional latinoamericano al reclamo de soberanía sobre las islas que viene planteando sistemáticamente el gobierno argentino.
Malvinas: Una de las zonas más militarizadas del mundo
Una sucesión de anuncios en menos de un mes por parte del Gobierno británico sitúan al archipiélago usurpado en una de las zonas más militarizadas del mundo. Se calcula que la inversión por habitante desde 1982 hasta el 2015 es de 1.000 millones de libras esterlinas, es decir, unos 770.000 dólares por habitante. El Ministro de Defensa, Michael Fallon detallo recientemente ante el parlamento un nuevo despliegue militar, destinando 720 millones de dólares más en la próxima década, además de modernizar helicópteros, reemplazar misiles por otros de nueva generación y renovación de infraestructura bélica en toda la isla. El Reino Unido destina al menos 96 millones de dólares anuales al gasto militar en Malvinas, donde tiene desplegados unos 1500 soldados, para una población de cerca de 2.900 habitantes.
En los “territorios no autónomos”, siguiendo la definición utilizada por la ONU, controlados al día de la fecha por la corona británica (10, de 17 colonias) le trae a la Corona más gastos que ganancias. Sin embargo, algunos de ellos son receptores de las operaciones de la especulación financiera internacional y otros una usina de recursos naturales estratégicos, como las Islas Malvinas.
Los negocios, son negocios y la timba imperial siempre está claramente por encima del derecho internacional que ha intentado establecer reglas de descolonización sin éxito alguno desde 1970 prohibiendo la colocación de bases militares en estos territorios. Sin embargo la militarización crece en base a los objetivos geopolíticos de las potencias colonizadoras y no de las reglas internacionales.
Este espacio territorial y marítimo posee una gran relevancia geopolítica y permite el control sobre enormes cantidades de recursos de carácter estratégico, entre ellos, una gran riqueza Ictícola, yacimientos minerales, enormes reservas de agua dulce. Además existe una gran relevancia geopolítica por el papel que las Islas juegan y puede llegar a jugar en el tablero geoestratégico internacional dado su carácter de pasaje interoceánico entre el Atlántico y el Pacifico y el Atlántico y el océano Indico.
La política militar y de seguridad norteamericana, se reproduce en la estrategia utilizada en Malvinas por parte del gobierno británico orientada al control de los recursos energéticos bajo la premisa que, el que los controla estará a cargo de la economía regional o mundial. Esto explica, la presencia de la base militar Mount Pleasant, o Monte Agradable, la mayor base militar del hemisferio sur del continente, tutora de la iniciativa británica de explorar y explotar ilegalmente las aguas de las Islas para obtener hidrocarburos, mediante la instalación de plataformas petroleras. Como respuesta el gobierno Argentino, anunció una acción penal que buscara juzgar a los responsables de las empresas que instalaron en los últimos días una plataforma petrolera. El Secretario de Asuntos Relativos a la Islas, Daniel Filmus, expresó que “el proceso puede terminar con un pedido de captura por parte de jueces argentinos a quienes operan ilegalmente en el mar argentino”.
Cabe recordar que tanto en 2010 como en 2012 el gobierno británico rechazo la aplicación de la ley 26 659 que castiga a las empresas que realicen esas tareas sin el permiso del gobierno argentino en la zona ubicada alrededor de las islas, previendo penas de hasta 15 años de prisión y multas equivalentes al valor de 1,5 millones de barriles por petróleo, así como la prohibición de que personas y compañías puedan establecerse para operar en argentina.
Bancos y Fondos especulativos respaldan a grupos petroleros
Hace menos de un mes los diarios de Tierra del Fuego daban cuenta de la presencia de los grupos encabezados por las empresas Rockhopper, falkland Oil and Gas en colaboración con la Premier Oil y Noble energy. Estas compañías cuentan con el apoyo de bancos internacionales y fondos especulativos, que tienen fuerte injerencia en grandes empresas mineras y energéticas de todo el mundo.
Algunos ejemplos y datos: La Premier Oíl fue denunciada por custodiar la obra de un ducto de combustible junto a las violentas fuerzas militares de la ex Birmania (hoy Myanmar) cuestionadas por sus procedimientos poco democráticos, durante la guerra civil del 2000. Entre los accionistas de Premier se encuentra el banco estadounidense Bear Stearns, una de las grandes corporaciones que protagonizó la hecatombe financiera desatada en 2008 en los Estados Unidos. La entidad, una de las que más especuló con bonos y rescatada por la Reserva Federal de Estados Unidos, en conjunto con el JP Morgan. Este ultimo a la vez denunciado por desviar millones de dólares en activos colaterales es accionista- a su vez- de Borders & Southern y Falkland Oil & Gas. Recordemos que en Argentina, el JP Morgan protagonizó, indirectamente, una de las denuncias más escandalosas con fondos especulativos. Planteada por Hernán Arbizu, un ex ejecutivo de la entidad quien se auto denunció en la justicia nacional confesando que la banca ayudaba a sus clientes “a lavar dinero y evadir impuestos”.
Otro de los grandes nombres es el del suizo Credit Suisse, accionista en las petroleras Rockhopper, Borders & Southern y Falkland Oil & Gas, está acusado de fraude fiscal. El Barclays, por su parte, tiene participación en Rockhopper, Borders & Southern, Desire Petroleum y Falkland Oil. A principios de 2012, el banco inglés fue multado en 360 millones de euros por manipular la tasa Libor, un indicador de referencia para calcular la tasa de interés en los préstamos interbancarios a nivel global. El Barclays cerró sus oficinas en Buenos Aires, las razones, según el diario Ámbito Financiero, fueron “las pocas posibilidades de realizar negocios (…) luego de la sanción en diciembre de 2011 del nuevo tramo de la ley contra el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo”.
Otro de los bancos que aparece es el Black Rock, uno de los mayores administradores de activos a nivel mundial y que participa en el accionariado de todas las petroleras que actúan en las Islas Malvinas, con la sola excepción de Argos. Incluso, tiene parte de la flamante Noble Energy, la estadounidense que actúa en sociedad con inglesas.
Las mineras no son ajenas a la exploración ilegal en Malvinas. Uno de los casos más resonantes es el de la australiana BHP Billiton, una de las mayores mineras del mundo y controlante de la Falkland Oil & Gas. Desde 2008 BHP tiene operaciones de cobre y oro en la provincia de Salta. En tanto, las firmas Desire Petroleum –sospechada de ser una pantalla de British Petroleum– y Borders & Southern Petroleum mantienen como principal accionista al banco inglés Barclays, el que a su vez posee participación en uno de los proyectos mineros más importantes de la Argentina, Minera Alumbrera, acusada por graves daños ambientales en la provincia de Catamarca, por la contaminación de las aguas de la cuenca Salí-Dulce que comparten Tucumán y Santiago del Estero.
Punto Final y Memoria
En tanto, la Corte Suprema de Justicia de Argentina desestimó la posibilidad de investigar las torturas que sufrieron soldados argentinos durante la guerra por parte de sus superiores. La medida “reivindica la doctrina de Punto Final”, impuesta por la dictadura en Argentina y clausura la posibilidad de investigar crímenes de lesa humanidad cometidos por oficiales y suboficiales en perjuicio de los soldados conscriptos. Por su parte, el Gobierno argentino junto a familiares y organizaciones de ex combatientes reiteraron la urgencia de reconocer los restos de 70 tumbas que aun no llevan los nombres de los soldados muertos a la vez que ordenó la desclasificación de toda la información secreta sobre el desarrollo de la guerra de Malvinas, lo que incluye el Informe Rattenbach (1) a través de la firma de un decreto que anunció la Presidenta Cristina Fernández al encabezar el acto oficial por el 33 aniversario de la Guerra en Ushuaia, donde además adelantó la creación del Archivo Oral de las Memorias de Malvinas, con “testimonios” de la gesta de 1982. Habrá, entonces, nuevas pistas para desentrañar la injustificable aventura bélica a la que llevó al país la dictadura militar.
* Lidia Fagale, periodista, Secretaria de Redacción de la revista Tesis 11.
(1)Se denomina Informe Rattenbach al documento resultante del trabajo de la comisión creada bajo el gobierno de Reynaldo Bignone, cuyo fin fue el de analizar y evaluar el desempeño de las fuerzas armadas durante la Guerra de las Malvinas. El 25 de enero de 2012, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la creación de una “comisión que proceda a la apertura y conocimiento público del Informe Rattenbach”. Luego, el 7 de febrero de ese mismo año, anunció el levantamiento del secreto sobre el Informe Rattenbach mediante un decreto y creó una comisión para analizarlo, que está integrada, entre otros, por el hijo del Teniente General (R) Benjamín Rattenbach.
Ver video sobre Informe Rattenbach: