JULIO : ETAPA DE LA LUCHA POR LA EMANCIPACION.

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Roberto Papadopulos*

“Cuándo comienzan Vds. a reunirse! Por lo más sagrado les suplico, hagan cuantos esfuerzos quepan en lo humano para asegurar nuestra suerte” “Animo que para los hombres de coraje se han hecho las empresas”

José de San Martín

La Revolución de Mayo, la Asamblea del año XIII, el Congreso de Tucumán y las valientes luchas por la independencia librada en el Norte, constituyen un trascendente periodo histórico en el camino por la emancipación de los pueblos latinoamericanos. Esta lucha no culmina aun. Hay objetivos vigentes, hay ricas experiencias para extraer y tener en cuenta hoy.
                        
                   MAYO DE 1810

                            Mayo de 1810 es el primer hecho clave. Jalonado de levantamientos y luchas de indios y criollos, de múltiples acciones de propaganda y organización,  reuniones clandestinas y uso de la tribuna del Consulado o el Cabildo, fueron ganando  la  conciencia  de  las  capas  más avanzadas de la sociedad. Cuando la opresión española se hizo insoportable, las contradicciones económicas estallaron y se rompían las cadenas del monopolio, un hecho importante; el rechazo a  las  Invasiones Inglesas mostraron a los  patriotas  la  conciencia de su fuerza y la  capacidad de su organización para lograr la independencia. El 25 de Mayo  el pueblo sacudió el yugo español y se dio un gobierno propio.                            
                           Los patriotas, imbuidos de las ideas de los revolucionarios franceses,  ante la situación particular del mundo y de las colonias, lucharon por imponer una táctica firme y  flexible a la vez. Las tensiones aumentaron cuando se supo que las tropas napoleónicas triunfaron en España. Había que declararse libres e independientes y asumir la soberanía en nombre del pueblo, autentico dueño de la misma, como se planteo en el  Cabildo del 22 de Mayo. Pero mantener todavía la “mascara” de Fernando VII, aunque se reconocía al pueblo depositario del poder en ultima instancia.

                   1813: UNA ASAMBLEA  DE CONTENIDO REVOLUCIONARIO

                           El segundo paso fue la histórica asamblea, que inicio sus sesiones el 31 de enero, convocada por el Segundo Triunvirato. En ella fueron participantes activos los revolucionarios de Mayo, que desplegaron una intensa actividad que impregno sus resoluciones.
                           
                           Sin expresarlo, Fernando VII fue dejado de lado. Otra vez la situación “aconsejaba”, no declarar públicamente la independencia de España. Pero las medidas tomadas, ratificaban las ideas de mayo. Creo un Poder Ejecutivo supremo e inviolable, cuyos funcionarios debían prestar juramento de obediencia a la Asamblea y adquirir carta de ciudadanía americana. Aprobó el sello distintivo del Poder Ejecutivo, el Escudo Nacional, ordeno acuñar monedas de oro y plata, autorizo enarbolar la bandera celeste y blanca creada, estableció el 25 de Mayo como fiesta cívica y aprobó el Himno Nacional .
 
                           Un hecho significativo fue la preafirmación de las garantías individuales y del habeas corpus. Las leyes sobre la libertad de imprenta, prohibición del uso de los tormentos, quema de los instrumentos de tortura en la plaza publica y la supresión del  Tribunal de la Inquisición, libertad de vientres, extinción de los tributos, derogación del servicio de encomienda, mita y yanaconazgo y la anulación de los títulos de nobleza, expresan las ideas libertarias de mayo y constituyen un antecedente a tener en cuenta en la Argentina que hay que  forjar.
 
                            Impulso el fomento de la agricultura, la industria y la minería, exigió contribuciones forzosas a los españoles y europeos, reglamento del comercio del oro y plata, la contratación de un empréstito especial para atender las necesidades del estado y los gastos de los ejércitos de liberación. Creo la escuela de Medicina, Matemáticas, la Academia y el Instituto Militar.
                        
                   TUCUMAN: POR FIN LA INDEPENDENCIA
                        
                         En el año 1815 , se percibía un estado de exaltación política. Los pueblos del interior no ocultaban sus conflictos con el de Buenos Aires.  El 3 de abril él ejercito, a la orden de Álvarez Thomas, conque Alvear contaba para reprimir la insurrección de los santafecinos apoyada por Artigas, se sublevo. Alvear renuncio, la Asamblea fue disuelta y el mando supremo encomendado a Rondeau. La crisis se agudizo y la situación exigía con urgencia  declarar la independencia de España, desalojar el régimen virreinal de América, y  transformar la economía.

                         La situación en el exterior no era menos compleja. Rondeau es derrotado en Sipe-Sipe, dejando la frontera norte confiada al aguerrido ejercito de Martin Guemes, por donde se podía esperar una nueva ofensiva de los ejércitos de España donde Fernando VII había recuperado, en  marzo de 1814, el trono. Morelo había caído en México, Bolivar  en Venezuela, y los realistas vencidos en Rancagua. La amenaza era grave y para afrontarla el gobierno convoco un congreso que debía reunirse en Tucumán. En mayo de 1815 se aprobó un Estatuto Provisional y se convoco a un nuevo Congreso Constituyente, con el objetivo de elegir las autoridades definitivas y dictar una nueva Constitución.

                         El Congreso reflejo, las ideas y tendencias sociales, las alternativas y las luchas que por entonces se libraron. Los diputados no actuaron aislados y los revolucionarios más importantes como Belgrano y en especial San Martin mediante sus cartas contribuye a la histórica decisión:
        “Cuándo comienzan Vds. a reunirse! Por lo más sagrado les suplico, hagan cuantos                           esfuerzos quepan en lo humano para asegurar nuestra suerte” “Animo que para los hombres de coraje se han hecho las empresas”
                       
                           Por fin el 9 de julio de 1816 la llamada Acta de la Independencia, fue firmada por los 29 diputados:
                           “Declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias, romper los violentos vínculos que las ligan a los Reyes de España, recuperar los Derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una Nación libre e independiente del Rey Fernando VII, sus sucesores y metrópolis”
                         
                          El 19 de julio y a moción de Pedro Medrano, se resolvió agregar al acta la significativa expresión “y de toda otra dominación extranjera”.
                   
                            El Congreso salía al cruce de la puja entre Inglaterra y Francia, por reemplazar a España, por dominar la América. La doctrina Monroe, denunciada por Alberdi a medido del siglo XIX, significaba “intervención contra la intervención, es decir, dos veces intervencionista”.

                              Monarquía o Republica

                            La forma de gobierno fue uno de los asuntos importantes discutidos en el Congreso. El debate mostró dos posiciones; los que aceptaban la” monarquía”señalados como conservadores y los defensores de la “republica”como progresistas. Entre los “monárquicos” aparecían San Martin, Belgrano y Rivadavia, lideres de la revolución y lucha por la independencia, y por los “progresistas” Anchorena, que se convertiría en colaborador de Rosas. El objetivo central de la revolución de Mayo, que se alcanza en 1816, fue la independencia de los españoles y de cualquier otro país y la constitución de una nueva nación. La proclamación de la independencia unía a todos los diputados y la forma de gobierno los dividía. Por lo tanto los que planteaban la idea de un “gobierno monárquico” o una “monarquía temperada incaica” –San Martin y Belgrano- retiraron la moción para apoyar decididamente la cuestión principal que los unificaba; liberarse de España. Preocupaba a los patriotas la situación internacional  totalmente adversa y los anuncios de nuevas campañas de poderosos ejércitos para oprimir a los pueblos americanos.
                             
                             Los revolucionarios, comprendieron que era indispensable alcanzar la independencia y lograr un gobierno central fuerte que respaldara la gesta emancipadora que San Martin planeaba, apoyo que encontró en Martin de Pueyrredon , nuevo Director Supremo.

                              El Congreso de Tucumán, por el solo acto de la declaración de la independencia, significa un acontecimiento importante en lucha por la definitiva independencia.   
             
*Roberto Papadopulos  , periodista, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.

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