LA BURGUESÍA LOCAL ARGENTINA Y EL PROXIMO GOBIERNO

Compartir:

Este artículo se basa en un trabajo más amplio elaborado como tesis por el autor sobre el tema “La Burguesía Local Argentina”, que fuera desarrollado por el autor en el seno de la Comisión de Economía de Tesis 11 recibiendo el aporte crítico de sus integrantes y publicado en la sección “Comisión de Economía” de esta página web.

Se puede también acceder al citado trabajo completo del autor mediante el siguiente enlace: https://www.tesis11.org.ar/la-burguesia-local-argentina/

Alberto Wiñazky*

Con lo sucedido en las elecciones primarias del 11 de agosto de 2019 se iniciará una nueva etapa en la historiografía económica y política argentina. La culminación altamente negativa del modelo libre-empresario y de fuerte endeudamiento parece signar con gran fuerza las posibilidades del próximo gobierno reformista. La permanente fuga de capitales, la remisión de utilidades y royalties de las empresas multinacionales a sus casas matrices, los onerosos pagos de la incrementada deuda externa e interna y la renta agraria, condicionan a una burguesía reformista integrada a los sectores más concentrados de la economía y las finanzas. Acciones como la planificación económica de largo plazo, que pudiese favorecer a los trabajadores y a los demás sectores populares, la nacionalización de la banca para que las finanzas dejen de ser una vía de la especulación, el estricto control del comercio exterior por parte del Estado, la integración con otros países dependientes comenzando por los de América Latina, la eliminación de la propiedad terrateniente, la renacionalización de las empresas de servicios públicos con el control de los trabajadores y usuarios, la orientación de las inversiones que permita la mayor eficiencia en las obras públicas, se destacan entre otras medidas que deben estar orientadas a superar en la Argentina, una economía desarticulada, bimonetaria y atrasada al servicio de los intereses del gran capital nacional y extranjero. Pero una vez más, la Argentina parece ser presa de su historia. Es que cuando surge la inminencia de un proyecto popular de dominación política, todo parece indicar que ya no existen posibilidades objetivas de plasmar medidas de cambio estructural bajo un gobierno policlasista.

Hacia adelante, la defensa de los intereses concentrados y la posibilidad de aplicar simultáneamente políticas distributivas tienen un límite estructural evidente. El encuentro entre una práctica distributiva que de acceso a la clase trabajadora a la sociedad de consumo y a la vez implante un tipo de desarrollo que garantice el control “liberal” del sistema de inversiones y de la toma de decisiones, se verá posiblemente frustrado. La presente fase de “internalización del mercado interno”, el llamado “modelo de desarrollo asociado”, favorece esencialmente a las corporaciones transnacionales y a los demás sectores concentrados, dejando escaso margen para las otras fracciones de clase, en un país dependiente como la Argentina.

El arbitraje del Estado que había ganado relativa autonomía en el juego político, imprimió en el pasado una transformación en la correlación de fuerzas que implicó la aceptación de algunas de las reivindicaciones de los sectores asalariados, situación que costará repetir en las circunstancias actuales.

Finalmente es probable que la lucha de clases tienda a polarizarse conforme se profundice la crisis económica ya de muy difícil resolución. Se revelará como una crisis económica, social, política y ambiental que se agudizará por las condiciones que impone el declinante patrón de acumulación capitalista a nivel mundial y que la burguesía local parece no poder superar.

*Alberto Wiñazky: economista, miembro de la Comisión de Economía y del Consejo Editorial de Tesis 11.

Se puede acceder al trabajo completo del autor mediante el siguiente enlace: https://www.tesis11.org.ar/la-burguesia-local-argentina/

Deja una respuesta