Revista Tesis 11 (nº 111)
(Latinoamérica)
Montserrat Olivera*
Evo Morales gobernará Bolivia hasta el 2020. Es su tercer mandato, elegido por la mayoría del pueblo de su país, conformes con haberles devuelto la dignidad, al generar un proceso de redistribución de la riqueza, y de unificación temporal de los movimientos sociales.
Las elecciones se produjeron y aparece Evo Morales, nuevamente elegido Presidente, corroborando el tercer mandato otorgado en las elecciones que se desarrollaron en octubre pasado.
En la primera elección, Evo Morales obtuvo 54% de los votos. En la segunda la cifra trepó al 64% del electorado. Y en esta tercera llegó a 61.7%.
Esta frase “La gente está feliz”, es la expresión que utilizó Alvaro García Linera, al referirse a la población boliviana, luego del tercer triunfo en elecciones para Presidente de Evo Morales. Sin duda, se refiere al sentimiento generalizado de la mayoría de los bolivianos.
El lugar desde donde gobiernan los presidentes bolivianos es el Palacio Quemado. Evo Morales Ayma llegó a la presidencia gracias a la primera revolución democrática del siglo XXI. La estética de este Palacio permanece inalterable, ni los nuevos habitantes parecen inquietarse, ni las chicas del protocolo, ni las señoras de pollera y sombrero que recorren los pasillos, ni los campesinos que pisan las alfombras y el parquet.
Cuando asume la presidencia, primero lo hace frente a los pueblos originarios, en Tiwanaku, ante setenta mil personas. Al día siguiente, al asumir frente al Parlamento, pronunció su discurso, pidiendo un minuto de silencio por sus hermanos caídos, los cocaleros que defendieron la hoja de coca, los alteños e identificó a siete personas: Manco Inca, TupacKatarí, Tupac Amaru, Bartolina Sisa, Zarate Wilca, AtihuaiquiTumpa, Che Guevara, Marcelo Quiroga Santa Cruz y Luis Espinal. Agradeció a sus padres y habló a los indígenas: “De la resistencia de quinientos años pasamos a la toma del poder por otros quinientos años”.
Mientras gobernó Bolivia, el PBI creció a un promedio del 5.2%. En 2008 alcanzó su mayor crecimiento registrado: un 6.2%; llegando en el tercer trimestre del año con un tope del 7.1% según datos del FMI.
En mayo del 2006 Evo Morales decretó la estatalización definitiva de los recursos hidrocarburíferos del país. Propuso un modelo de economía plural, de autonomía, y de gobierno indígena. Los opositores no cuestionaron este modelo vigente, ya que el hacerlo hubiera sido suicida para ellos, al comprobar el éxito económico obtenido.
Durante un acto en Villamontes en Junio de 2006, que reunió a las fuerzas vivas del pueblo, los masistas le decían al Presidente, en banderas: “gracias por devolvernos la dignidad”, y le ofrecían cartas, guirnaldas, frutas, pescado, sombreros, flores, fotos y hasta documentos. En ese acto destacó la participación de las Fuerzas Armadas en la nacionalización de los hidrocarburos, y destacó la importancia de que se sintieran parte del proceso y que empezaran a internalizar a un nuevo enemigo: las trasnacionales.
En un pueblo Irupana, al que llegó el Presidente, el locutor del acto expresó: Llegó el Presidente, él planta coca como nosotros. El es nuestro hermano. Cuando Evo se dirigió a la multitud congregada, entre otros conceptos, dejó en claro que el problema de la cocaína sigue siendo de Estados Unidos, no nuestro. La coca sigue siendo un pretexto para someternos.
En su discurso ante las Naciones Unidas, dio la nota al mostrar una hoja de coca. “La coca es verde, no es blanca como la cocaína”… Morales empezó a explorar distintas posibilidades para contrarrestar el veto que seguía ejerciendo la Embajada a través del otorgamiento o no de visas. Durante el primer año de gobierno, no sólo García Linera tuvo problemas para entrar a suelo estadounidense. Evo decidió en los anuncios de fin de año, establecer la visa para ciudadanos de los Estados Unidos. “Es el principio de reciprocidad”.
Una de las preocupaciones de Evo Morales, es que este modelo esté enraizado en los sectores sociales, en las pequeñas comunidades y que genere un gran encuentro de trabajadores. En una de sus primeras medidas, redujo en un cincuenta y siete por ciento el sueldo del Presidente. Eliminó los gastos reservados, y provocó que ministros y funcionarios dejaron de recibir sobresueldos.
En esta tercera elección debieron reinventar el proyecto. La primera fase de gobierno, se centró en nacionalizar y ganar la constituyente. En la segunda fase se preocuparon por la distribución de la riqueza, producir la aplicación de la Nueva Constitución y generar la expansión económica. Esta tercera fase, la relanzaron teniendo en cuenta cuatro pilares: Bolivia centro energético del continente; industrializar los recursos naturales; producir economía del conocimiento: hacer grandes inversiones del colegio a la universidad hacia la priorización de la tecnología, áreas técnicas y científicas; y que Bolivia sea exportador de alimentos para el mundo.
Usa mucho la expresión, “hemos avanzado”. La política, para Evo, se cuantifica en avances y retrocesos. Y esos avances se corporalizan en movilizaciones, marchas y elecciones.
Pasaron de una democracia representativa a una democracia participativa y ahora están en un momento de una democracia decisiva, donde las personas no sólo son representadas, no sólo participan, sino que además deciden.
Es importante destacar que en estos momentos se produce una cohesión social que está sustentada por el excedente económico. No hay cohesión social sin excedente, por la capacidad de unificación temporal de los movimientos sociales. Sienten al Presidente como uno de ellos.
Evo Morales recorre diferentes poblados, a los que va llegando en helicóptero: Villamontes, La Higuera, Cochabamba, El Chapare, La Paz, Colomi, Shinaota, Chimoré, como modo de sentirse parte del campesinado.
Cuando asumió su primer mandato, las reservas estaban en 3.000 millones de dólares. Actualmente, están en 15.000 millones de dólares. Sin duda que la deuda ha bajado, y las reservas han subido.
Esto habla de un empoderamiento importante de la gente, que se siente digna, que se siente con derechos. Y por el Presidente Evo. Es la historia de la dominación rota y que ahora camina como gobierno, orgulloso de la construcción colectiva.
Bolivia hace su aporte, caminando junto a otros pueblos. Es necesario caminar junto a otros pueblos latinoamericanos para enfrentar a los poderosos y ayudar a la liberación de las comunidades de esa opresión e indignidad a la que fueron sometidos desde siempre.
Bolivia primero quitó los recursos a los petroleros: nacionalizándolos. Les quitó la propiedad del gas, y los ductos bajo tierra, encima de tierra o donde se encuentren. Segundo nacionalizó esos recursos. Marcó “esto es nuestro”, si quieren quedarse será con nuestras condiciones, como ofertantes de servicios.
Antes de llegar Morales al gobierno, se llevaban el 82% de las ganancias. Y Bolivia quedaba con el 18%. Ahora el Estado se queda con el 87% en promedio y las petroleras que invierten se quedan con un 13%.
Cuando asumieron se encontraron con un país mendigo. Desde que nacionalizaron la economía creció de 8.500 a 32.000 millones de dólares. Hay un excedente que se internaliza.
El país que pretenden seguir construyendo es un país con centro energético, economía del conocimiento, industrialización de las materias primas y producción de muchos alimentos.
La extrema pobreza en Bolivia ha caído 20 puntos en 7 años. Actualmente, aún es alta. Cuando asumió Morales era del 38%. En América Latina bordea el 2%. La bajaron abruptamente y seguirán en ese camino.
Evo tiene presente lo que le enseñó su padre: “Evito, si quieres ser respetado, respeta a los mayores y a los menores”. “Sé lo que es no tener casa ni comida”. Frente a dirigentes barriales, pudo sostener el saber, cuándo un proyecto cuesta menos de lo que dicen.
Evo Morales, debió producir rupturas con el pasado, pero también, debió negociar y ceder como parte de su accionar presidencial. Proclamó la educación laica, e impuso que el castellano dejara de ser la lengua dominante.
Se aprueba la nueva Constitución en noviembre de 2007, con resistencia de algunas poblaciones opositoras. En el artículo uno se proclama a Bolivia como un Estado “plurinacional, comunitario y social de derecho”. Omite referencias al socialismo.
Considera traición a la patria la “enajenación de recursos naturales en favor de potencias, empresas o personas extranjeras”, establece una separación entre la Iglesia y el Estado, garantiza las autonomías regionales con competencias reducidas e incluyendo las autonomías indígenas, permite una reelección y prohíbe la instalación de bases militares extranjeras”.
Esto produjo en Bolivia, situaciones de conflicto de tal magnitud, que la prensa extranjera aprovechó para repetir predicciones de guerra civil. Morales se pronunció “si quieren sacarme, me sacarán muerto del Palacio”. Denunció un complot en el que participaban Estados Unidos, José María Aznar y la oligarquía cruceña.
Evo se manifestó como nacionalista y antiimperialista. Tiene una desconfianza histórica con la clase media. Es consciente de algunas de sus dificultades. No goza de la más mínima comodidad. Alienta el despojo y se rodea de personas pobres o clasemedieros sin ambiciones materiales. Es hijo de esa precariedad, pero también es la personificación del cambio.
La posibilidad de sentirse fuertes frente a las corporaciones nacionales y multinacionales, ha podido ser sostenido gracias a la intervención también de la Unasur y a lo que considera Bolivia como esencial: la integración latinoamericana. Que es difícil, pero necesaria. La constitución de redes económicas posibilitan la vinculación de las capacidades de un Estado continental plurinacional.
Desde aquí auspiciamos este fortalecimiento de los países latinoamericanos para seguir en este camino por la emancipación definitiva de nuestros pueblos que luchan, frente al opresor liberal que muchas veces se esconde en los mismos países.
Puedo reflexionar y concluir esta nota mencionando la importancia que tiene que Evo Morales pueda seguir manteniendo y sosteniendo los principios básicos con los que se fue formando y constituyendo como Presidente. El haber conservado su clase campesina e indígena aymará y sus creencias en la madre tierra, la Pachamama, inclinaciones que trae desde sus orígenes preservando las enseñanzas de sus padres.
*Montserrat Olivera. Lic. en Psicología. Integrante de la Comisión de América Latina de Tesis 11
Bibliografía: Los datos de esta nota fueron registrados en la entrevista a Alvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, realizada por Ari Lijalad en Radio Nacional en Octubre de 2014.
Jefazo, retrato íntimo de Evo Morales de Martín Sivak. 2008.