Revista Nº 152 (11/2022)
(internacional/china)
Pascual Manganiello*
“La revolución transformo China en una potencia mundial que se erige en esta época como un faro indicador de cuál puede ser el rumbo para el desarrollo independiente, la soberanía nacional y la justicia social…”
Después de expulsar al imperialismo japonés y tras varios años de guerra civil revolucionaria que enfrentó al Partido Nacionalista (Kuomintang) de Chiang Kai-shek con el Partido Comunista Chino dirigido por Mao Zedong (Mao Tse Tung), el 1º de octubre de 1949 se constituyó la República Popular China en el país más poblado de la tierra.
La revolución transformo China en una potencia mundial que se erige en esta época como un faro indicador de cuál puede ser el rumbo para el desarrollo independiente, la soberanía nacional y la justicia social para millones de trabajadores, hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes de todo el mundo que prestan cada vez mayor atención al socialismo con características chinas y al desarrollo impetuoso de la política socialista bajo el liderazgo del Partido Comunista de China.
En este marco de una línea de continuidad histórica se realizó el 16 de octubre en el Gran Palacio del Pueblo el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China donde“convergen los esfuerzos para trazar el nuevo plan maestro de revitalización y se unen las voluntades para crear nuevas hazañas históricas”.
En nombre del XIX Comité Central del Partido Comunista de China, Xi Jinping presentó ante el Congreso el informe titulado: “Enarbolemos la Gran Bandera del Socialismo con Peculiaridades Chinas en Lucha Unida por la Construcción Integral de un País Socialista Moderno”.
En el informe Xi Jinping indicó que este XX Congreso se celebra en un momento crucial en que todo el Partido y el pueblo de las diversas etnias de todo el país están emprendiendo una nueva expedición hacia la construcción integral de un país socialista moderno y hacia los objetivos fijados para el segundo centenario.
El tema principal de este XX Congreso fue: enarbolar la gran bandera del socialismo con peculiaridades chinas, implementar integralmente el pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era; realzar el gran espíritu fundacional del Partido; obrar con autoconfianza y auto superación, y con preservación de principios fundamentales e innovación, y trabajar con ánimos elevados y avanzar con valentía y firmeza, en lucha unida por la construcción integral de un país socialista moderno y por el impulso en todos los aspectos de la gran revitalización de la nación china.
Es en un contexto político internacional de crisis capitalista a nivel mundial, en esta nueva etapa del imperialismo en su fase de financierizacion de la economía global, que se agudizó por la pandemia de COVID 19, los conflictos geopolíticos se extienden a todo el planeta derivando en muchos casos en conflictos militares como la guerra en Ucrania y que ponen en serio riesgo la supervivencia de la humanidad al estar en disputa naciones con poder de destrucción nuclear. Donde, en medio de la escalada permanentemente en los conflictos militares, no faltan las amenazas de utilización de ese armamento nuclear por parte de EE.UU, Inglaterra, la U.E y la OTAN, compitiendo entre ellos para ver cuál se manifiesta más belicista, guerrerista y agresivo; aplicando más sanciones ilegales a naciones soberanas, sosteniendo a un gobiernos de corte nazi fascista como en Ucrania, ofreciendo a los pueblos solo calamidades económicas, sociales y guerras, que se realizó el XX Congreso del PCCH donde los conceptos dominantes fueron: la paz, el desarrollo armónico del conjunto de los pueblos, futuro de la humanidad con un destino compartido de felicidad y la profundización de relaciones internacionales en base al respeto, la ganancia compartida y el beneficio mutuo, colocándose en las antípodas de los mensajes de odio del imperialismo moderno.
Las modificaciones surgidas del Congreso han sido muy importantes y en base a las reformas constitucionales del 2018, donde se eliminó el límite de una sola reelección, el secretario general Xi Jinping, de 69 años, fue reelegido por segunda vez para el período 2022-2027 al frente del PCCh y de la Comisión Militar Central del mismo.
Se espera que en marzo de 2023 sea confirmado por un tercer período como Presidente de la República Popular China por la Asamblea Nacional, compuesta por alrededor de 3000 miembros. Asimismo, se eligió un nuevo Comité Central sustituyéndose 135 de los 205 miembros, se renovó el Politburó integrado por 25 personas y la mesa chica de poder concentrado del Comité Permanente del Politburó de 7 miembros presidido por Xi Jinping.
El balance del período 2017-2022 se centró en tres logros principales:
- Haber alcanzado los objetivos del primer centenario en julio de 2021 (fundación del PCCh en 1921): una sociedad modestamente acomodada.
- El histórico triunfo del partido y el pueblo en la lucha por erradicar la pobreza extrema, alcanzado en noviembre de 2020.
- El cuidado de la vida que priorizó el partido y el gobierno al enfrentar la COVID 19 (no llegan a 6000 los muertos por la pandemia desde enero de 2020).
POLITICA EXTERIOR
En las definiciones de política internacional, Xi Jinping llamó a “comprender correctamente la concepción del mundo y a salvaguardar la paz con desarrollo en base a los 5 principios de coexistencia pacífica, integrando a los pueblos y dinamizando iniciativas como la BRI (Belt and Road Iniciative) o Nueva Ruta de la Seda, los BRICS, la ASEAN+3, la OCS, la RCEP, etc., bajo la premisa de relaciones que garanticen el beneficio mutuo y la ganancia compartida, y a crecer en la influencia de la gobernanza mundial en defensa de los valores comunes de la humanidad: paz, desarrollo, justicia, libertad, equidad y democracia.
China, en los casos de Hong Kong y de Macao, mantendrá el principio de un país dos sistemas y el de “una sola China” y el “Consenso de 1992” en la incorporación de Taiwán a la integridad territorial china, además de luchar contra todo tipo de manifestación independentista en la isla. La lucha por la integridad territorial china y la defensa de su soberanía está hoy en primer plano para las autoridades y el pueblo chino, dado que EE.UU. persiste en sus provocaciones en la provincia de Taiwán, donde Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., realizo una “visita” oficial, violando la territorialidad y soberanía de China.
Esto llevó a profundizar la decisión de la República Popular de preservar la “seguridad nacional integral como cimiento para la revitalización de la nación” y la “estabilidad social como premisa para el fortalecimiento y prosperidad del país” por todos los medios a su alcance, advirtiendo a las potencias extranjeras que no se involucren en sus asuntos internos.
LA IMPORTANCIA DEL ROL DEL PC CHINO Y SU MILITANCIA
Asimismo, el XX Congreso realizó un llamado a la militancia a redoblar los esfuerzos, templando su espíritu de lucha; obrar con confianza y auto superación; con valentía y firmeza, con el ejemplo de modestia en una vida austera; con prudencia y lucha esforzada como banderas, y a no olvidar nunca la aspiración y misión fundacional del partido: lograr la felicidad del pueblo.
Instó a seguir actuando bajo el principio “de las masas y a las masas” y a mantener el vínculo estrecho entre el Partido y el pueblo, persistiendo en la institucionalización de la nación para que el pueblo siga siendo “el dueño del país”, reafirmando el marxismo como guía ideológica del PCCh y llamando a construir un país basado en las tradiciones y las innovaciones permanentes.
Para algunos analistas de política internacional el papel del PC chino en la sociedad es crucial. Sin la férrea voluntad de los militantes y dirigentes de este Partido centenario, que ha sabido enfrentar los desafíos de cada época y derrotado a los enemigos externos e internos de China, sería imposible haber alcanzado el nivel actual de desarrollo de la Nación. Una vez más queda demostrado que la Organización, las ideas, el Programa y la lucha inclaudicable vencen al tiempo.
En ese camino el XX Congreso reafirmó la voluntad del PCCh y el pueblo de mantenerse unidos como garantía para sostener el desarrollo y la prosperidad alcanzados, muñidos de la historia, la cultura china y el marxismo, para seguir construyendo una modernización armónica entre los seres humanos y la naturaleza.
Es así que se revindicó un camino propio de modernización basado en la experiencia y la particularidad china del marxismo, llamando a fortalecer la democracia popular integral: representativa, participativa y deliberativa y a la continuidad de la lucha contra las distintas formas de corrupción.
En ese marco se planteó la necesidad de luchar para alcanzar el pleno autoabastecimiento alimentario, el aseguramiento de las cadenas de suministros, la soberanía tecnológica y a insistir en la circulación dual de la economía (fortalecer el mercado interno y mantener las exportaciones e inversiones) en un mundo que atraviesa una etapa de transición de una matriz hegemónica unipolar anglosajona con el resquebrajamiento de su sistema financiero globalizado a una distribución de poder multipolar y una nueva arquitectura financiera. Lo que los teóricos del imperialismo llaman “Hegemonía Imperfecta”, y que no es otra cosa que pérdida de la hegemonía unipolar. Este tránsito requiere lo mejor del Partido que dirige al principal país del mundo y que desafía el actual orden establecido, con unidad interna y cohesionada y un enorme prestigio ganado por los avances y los éxitos en esta larga marcha que continúa.
*Pascual Manganiello, conductor de ” Monitor Global”- programa de TV SINDICAL, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.
Nota de la redacción: Las opiniones de los autores de los artículos no necesariamente expresan la opinión del Consejo de Redacción de la revista.