Tomado de Carta Mayor- Nelson Breve*
Traducción Amado Heller*
“Seminario internacional sobre los desafíos de la izquierda latinoamericana y caribeña, por el socialismo como horizonte de la izquierda”. Organizado por el PT como parte de la conmemoración de los 27 años de su fundación, reunió en Salvador(Brasil) a políticos e intelectuales progresistas latinoamericanos.
El Seminario fue promovido por la Secretaría Nacional de Relaciones Internacionales del PT.
Participaron representantes de 18 países y de varios partidos de Brasil. Pueden mencionarse entre ellos a Nico Schwarz del Frente Amplio de Uruguay, Nils Castro del PRD /Partido Revolucionario Democrático) de Panamá, Javier Gonzalez Garza diputado y coordinador parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados de México, Jorge Ferreira del departamento de relaciones internacionales del Partido Comunista de Cuba, la senadora boliviana Leonidas Zurita, secretaria de relaciones internacionales del MAS, Ernesto Zelayandia del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, Roberto Amaral, vicepresidente del PSB de Brasil, José Reinaldo secretario de relaciones internacionales de PC de Brasil.
Salvador fue una “fiesta de la izquierda” latinoamericana. Con la ascensión de varios partidos progresistas al gobierno de una decena de países, se abrió una senda de esperanza para la lucha mundial por el socialismo. Al mismo tiempo ésto planteó para las organizaciones de izquierda el desafío de no frustrar las expectativas creadas de inclusión social amplia, con reducción de las desigualdades e injusticias, pues la derecha latinoamericana continúa viva y operante.
Buscar nuevos modelos de desarrollo, integración y solidaridad son algunos lineamientos apuntados por los participantes para enfrentar la reacción de las organizaciones de derecha que se empeñan por retomar el poder.
Estas fueron las principales cuestiones tratadas por políticos e intelectuales progresistas latinoamericanos que participaron del Seminario Internacional.
El vicepresidente nacional del PT, Marco Aurelio García, asesor especial del presidente Lula para asuntos internacionales, inició su exposición con una cita del nuevo presidente del Ecuador, Rafael Correa, a la que considera una síntesis del actual momento político de la región.
“América Latina no está viviendo una época de cambios, está viviendo un cambio de época”.
Marco Aurelio hizo una recapitulación histórica de los movimientos de izquierda latino americanos desde el inicio del siglo pasado, con la Revolución Mexicana y la lucha por la Reforma Universitaria en Córdoba, Argentina, recordando que el origen de las organizaciones de izquierda en la región es extremadamente diversificado y recibió influencias muy diferentes en el transcurso de su evolución – del nacionalismo, del internacionalismo, del antiimperialismo y otras -.
Destacó la importancia de la Revolución Cubana como estímulo para los movimientos progresistas de América Latina, mencionando los movimientos revolucionarios que derrotaron “oligarquías crueles y explotadoras” en El Salvador y en Guatemala.
El profesor concluyó su reconstrucción histórica haciendo referencia al periodo “de contra reformas neoliberales”, iniciado en Chile sobre la base de la represión de las clases trabajadoras y de los sectores medios de la sociedad.
Señaló el surgimiento del PT “como un hito dominante de la izquierda social, sin definición política muy precisa ni sofisticada”, diferenciándose de las viejas organizaciones de izquierda y realzando la importancia de los movimientos sociales en la disputa por una agenda pos-neoliberal.
Esos movimientos dialécticos del fin del siglo pasado y que han permitido que Bolivia por ejemplo realice por medio del voto aquello que en otros tiempos solo seria posible por las armas: elegir un presidente con la cara de su pueblo.
“Nunca la izquierda había tenido en América Latina posiciones de poder como hoy, posiciones de gobierno. Es una fuerza real en muchos países y tiene influencia en las grandes decisiones”, constató Marco Aurelio, relacionando los países con gobiernos de izquierda – Nicaragua, Panamá, Brasil, Uruguay, Chile, Argentina, Ecuador, Venezuela, además de Bolivia -, y observando que ese aumento de la influencia también ocurre en países donde los partidos progresistas permanecen o permanecerán en la oposición luego de una dura disputa en elecciones, o ya acumularon fuerza para un próximo embate en igualdad de condiciones – como Perú, Colombia, Paraguay, además de Guyana, de Honduras, la República Dominicana, y especialmente México, que ciertamente se encuadra en esa categoría. “Esa presencia es el resultado no de golpes ni de aventuras, sino de intensas movilizaciones sociales que se traducen en elecciones victoriosas.”
Como consecuencia de ese ascenso, la izquierda latinoamericana tiene por delante dos grandes desafíos, según Marco Aurelio: 1) desde el punto de vista nacional, construir una agenda para permitir que las expectativas de las masas en la izquierda sean correspondidas, 2) desde el punto de vista internacional, construir un nuevo concepto de socialismo, con la propuesta de una agenda que signifique la efectiva superación del neoliberalismo. “No importa sólo ganar las elecciones. Eso es importante, pero lo más difícil es corresponder a las expectativas depositadas”, advirtió.
Por lo tanto apuntó una serie de sugerencias:1) retomar el crecimiento acelerado de los países de la región (“tiene que ser acelerado porque la destrucción del sistema productivo fue acelerada y los conflictos sociales se expandirán”); 2) crecer con distribución de la renta; 3) tener sus propias fuentes de financiamiento, pero fuentes sanas (“el equilibrio fiscal, discurso de los conservadores, tiene que ser tomado por la izquierda”, pero tienen que ser “un equilibrio macroeconómico que no sea un freno para el crecimiento”); 4) reducción de la vulnerabilidad externa de América Latina (“en el mundo globalizado es preciso ser menos dependientes”); 5) todo eso debe ocurrir en un ámbito de fortalecimiento de la democracia (“sea representativa o participativa”); 6º) no perder de vista los ideales solidarios de la izquierda (“será mucho más fácil gobernar nuestras economías, aumentar el empleo, reducir la pobreza y la exclusión, si lo hacemos juntos”).
La Senadora boliviana Leonidas Zurita, secretaria de Relaciones Internacionales del MAS, hizo un relato de los avances promovidos por el gobierno de Evo Morales en un año de gestión. Según la informante el MAS consiguió cumplir más del 70% de los planes trazados para ese período. Según ella no sólo los campesinos sino también las mujeres ganaron espacio en el gobierno y en el Parlamento. La Asamblea Constituyente Boliviana, por ejemplo, tiene 70 mujeres en su composición y una de ellas la preside. Además de eso citó el combate a la corrupción, el fin de los salarios altos en el Parlamento y en el gobierno, con valores reducidos a la mitad, y el proceso de alfabetización, que está terminando con las humillaciones sufridas por los campesinos, en su mayoría analfabetos.
“En Bolivia dicen que queremos iniciar una guerra civil. No es verdad. En Bolivia hay una guerra entre pobres y ricos. Mas el arma de los campesinos es el diálogo y la paz”, concluyó.
Niko Schvarz, miembro de la Comisión de Asuntos Internacionales del Frente Amplio, que hoy gobierna Uruguay, hizo un relato de las condiciones históricas que llevaron a la victoria de la izquierda en su país. Según él fue un proceso paulatino que duró más de 30 años con la adhesión una a una de más de 20 organizaciones que se juntaron en el Frente Amplio, que quebró la hegemonía de los partidos Colorado y Nacional que se turnaban en el poder, conquistando una expresiva victoria con más del 54% de los votos, más que la votación de todos los partidos sumados a los votos en blanco y nulos.
Schvarz señaló algunos de los cambios ocurridos en el Uruguay en estos 2 años de gobierno del Presidente Tabaré Vázquez (salario mínimo, leyes laborales, reducción del desempleo, derechos humanos, etc.). Para él, primer desafío es atender las expectativas y avanzar. Otro desafío es la relación con los movimientos populares, en especial el movimiento sindical. Schvarz defiende que los partidos tengan una relación con los movimientos populares sin instrumentarlos. También apuntó la necesidad de organizar los movimientos de base en los barrios de la capital (Montevideo) y en cada ciudad del país. Para Niko Schvarz mucha gente de la propia izquierda aún no comprendió la magnitud de los cambios en curso en la región; la situación actual de América Latina configura el nacimiento de un nuevo período, de un nuevo momento histórico, y como dijo el Presidente ecuatoriano Rafael Correa en el día de su asunción “no vivimos una época de cambios, vivimos un cambio de época”. Como ejemplo citó las recientes victorias de Lula en Brasil y de Hugo Chávez en Venezuela, que derrotaron la “violencia mediática” y el poder del capital financiero especulativo. Enfatizó el hecho de que nuevos sectores sociales, nuevas clases, han sido elevadas al primer plano de la historia afirmando que ese movimiento puede ser encarado como la antesala de cambios más profundos: “Los países van acumulando una serie de conquistas y avances. El mayor desafío en el plano continental es la integración regional y la coordinación entre los partidos de izquierda y el intercambio de experiencias”.
Travesuras
Nils Castro, del PRD de Panamá, se expresó en la misma dirección. Para él las “travesuras y maldades” del neoliberalismo, permanecen vivas y actuantes en la sociedad, incluso en los países en que la izquierda llegó al poder: “Los derrotados no están tranquilos. Por el contrario, están muy nerviosos. Es un miedo real que se ve en el comportamiento de los medios”, afirmó.
En opinión de Castro los próximos años serán de intensa lucha ideológica, “lo que es muy bueno porque nosotros también tenemos que trabajar en la construcción de nuestras ideas; esa lucha es muy buena para eso” reiteró.
En opinión del panameño, la izquierda tiene hoy muchos más motivos para luchar que en los años 60, porque desde entonces las desigualdades aumentaron. Pero resaltó el hecho de que la lucha puede ser realizada dentro de la institucionalidad, ya que la democracia y la llegada al poder permiten eso. “La idea no es hacer más héroes, ni tener más sacrificios. Entre patria o muerte prefiero patria. Entre morir o vencer prefiero vencer”, concluyó.
Seminario: La integración fortalece la batalla contra la manipulación de los medios
Uno de los importantes desafíos que los gobiernos latinoamericanos de izquierda tienen que enfrentar, se dijo, es el respaldo y el alineamiento de los medios de comunicación y las fuerzas derechistas de diversos países de la región.
La cuestión fue abordada por algunos de los participantes de la Segunda Mesa del Seminario Internacional sobre los desafíos de la izquierda latinoamericana.
El Vicepresidente del PSB, Roberto Amaral, fue el primero en abordar la cuestión de los medios de comunicación tomando como ejemplo el tratamiento dispensado al Presidente Lula da Silva en la última campaña electoral. Según él, Lula fue víctima de la campaña más coordinada de los medios después de la crisis vivida por Getulio Vargas: “La figura del presidente fue sometida a la execración, pero nada de eso tuvo influencia en el voto del pueblo brasileño, que dio a Lula una victoria con un margen jamás visto en este país”. Amaral asegura que el mérito no es de los partidos, que siempre tuvieron dificultades en hacer discursos para las clases pobres. Es más del propio Presidente que supo desarrollar un diálogo directo con las masas. Él resaltó que las izquierdas latinoamericanas no están conquistando el poder, sí los gobiernos, en los marcos de la democracia. “Estamos castigando al neoliberalismo con el voto”. Amaral resaltó en tanto que esos movimientos de izquierda serán derrotados si las izquierdas latinoamericanas no construyen su unidad y solidaridad. “Precisamos juntar nuestros partidos y nuestros pueblos. Si conseguimos unificarnos seremos invencibles.”
Para Jorge Ferreira, del Partido Comunista Cubano, la integración de los partidos de izquierda también ayudará a vencer en la batalla contra el poder de los grandes medios de comunicación.
“Contra Cuba sobran ejemplos de manipulación. Aquí en Brasil hubo una campaña millonaria con el objetivo de impedir la reelección de Lula, que gastando enormes recursos no consiguió lo que quería, pero esa es una batalla que es preciso ganar”. El cubano resaltó que forma parte de esa política de integración el auxilio a los países de la región, como ha hecho Cuba, formando millares de estudiantes extranjeros en Medicina, además de tratar pacientes y ofrecer cirugía a personas de países como Venezuela y Bolivia, y al Caribe. “Para Cuba la solidaridad no es cobrar por lo que sobra sino dividir lo que tenemos”.
El salvadoreño Ernesto Zelayandia del FMLN fue más lejos aún afirmando que los medios ejercen hoy “el peor tipo de dictadura” en América Latina. Los medios muchas veces alimentan debates que no existen en el interior de los partidos de izquierda, tratando de enfrentar a unos contra otros, y cambiando nuestras pautas. Tenemos que tener mucho cuidado”.
Sobre los problemas de la izquierda, Zelayandia defendió una visión más plural, ya que los desafíos que se enfrentan varían de acuerdo con las realidades locales y con la posición de los partidos en la coyuntura política. “Hasta hace poco tiempo sólo se hablaba de la Revolución cubana. Hoy hay muchos gobiernos en muchos países haciendo sus propias revoluciones.” Destacó que para esos gobiernos el desafío mayor es atender las expectativas de las poblaciones y hacer que la burocracia del aparato del Estado, históricamente volcada a atender a las élites, sea reorientada para satisfacer las necesidades del pueblo. Él señaló que la integración regional “de hecho, y no sólo en los discursos, avanza con una mayor cooperación entre los partidos de izquierda y la solidaridad entre los pueblos. Tenemos que retomar el internacionalismo”, defendió.
Dos tendencias opuestas
El Secretario de relaciones internacionales del PC do Brasil, José Reinaldo, consideró que están en curso en el mundo contemporáneo dos tendencias principales y contrarias.
La primera de ellas es la ofensiva envolvente del imperialismo norteamericano y según él ésta expresa la estrategia de los EUA de imponer una guerra infinita contra los países que se oponen al imperialismo, utilizando la bandera de “combate al terrorismo” como justificación. La otra tendencia apunta hacia un escenario favorable para la soberanía de los países y la mejoría de las condiciones de vida de los pueblos de la región.
Entre los factores que corroboran esta tendencia, según Reinaldo, está la crisis estructural de la economía norteamericana; las derrotas políticas que los EUA vienen sufriendo en Irak, y en Afganistán; y también en Irán, en Siria y Corea del Norte, y las sucesivas victorias de las fuerzas progresistas, revolucionarias, y socialistas en América Latina.
Todo eso nos conduce a un escenario de lucha prolongada por cambiar la correlación de fuerzas, que va a llevar a los países de América latina a mejores condiciones de enfrentamiento y de conquista de la liberación nacional y social de los pueblos.
Reflexiones de Valter Pomar
Luego de numerosas intervenciones, el organizador del Seminario, Secretario de Relaciones internacionales del PT, Valter Pomar, dijo al final de los debates que no encontró una síntesis teórica ni política para las reflexiones. Para él las izquierdas latinoamericanas tienen diferencias con las cuales es preciso convivir para que haya cooperación. Cada uno debe trabajar conforme a sus realidades pues no sería posible encuadrarlas en el modelo tradicional de la izquierda europea del siglo XX, no habría condiciones para tomar el poder en un proceso revolucionario para implementar reformas políticas o sociales o de atravesar el mundo capitalista abriendo el camino al ideal anticapitalista. Para Pomar no es simple interpretar el fenómeno de la ascensión de las izquierdas en América Latina, que estaría ocurriendo, entre otros factores, por la desmoralización de la ideología neoliberal y de los partidos de derecha, él entiende que a pesar de las diferencias entre los gobiernos del antiimperialista Chavez y del uruguayo Tabaré que está en un proceso de alianza con los EUA, es posible acumular fuerzas para algún día superar el modelo capitalista. “Es preciso resistir juntos y avanzar en alguna dirección trabajando con los datos de la realidad”.
*Nelson Breve, periodista de la Agencia Carta Maior.
*Amado Heller, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.