NOTICIAS SOBRE CHILE.

Raúl Llanos*

 Informe sobre la situación política en Chile, luego de las últimas elecciones que llevaron a Piñera al gobierno. Perspectivas de reagrupamiento de las fuerzas progresistas.

 En menos tiempo del que se suponía, el presidente Sebastián Piñera ha evidenciado que la represión-preventiva o punitiva- se contempla como el instrumento principal de su gobierno para enfrentar las movilizaciones populares. Lo hace en un contexto polí­tico todavía confuso, en el cual el principio del orden a cualquier precio aparece como el eje de acción del nuevo gobierno, imitando con ello lo esencial de la dictadura militar. No en vano el actual bloque gobernante es el mismo que sustentó a esa dictadura.

Está constituido, como ayer, por la derecha política, el gran empresariado, las multinacionales y las fuerzas armadas. (1)

 

Esto es así­. Parecerí­a que existe un decidido interés por aumentar el peso de las fuerzas armadas en el manejo de la sociedad y, por ende, en  la represión  polí­tica hacia los sectores que reclamen por mejoras económicas u otras causas. La militarización de parte del paí­s en ocasión de los terremotos, las agresiones contra estudiantes el último agosto; señalan ese peligro.

 

Lo del paí­s trasandino ha sido, en mucho, un problema de dirección polí­tica del paí­s. De falta de coincidencia organizada de las fuerzas de la Concertación para la Democracia y de los agrupamientos de izquierda. Para imponer en las elecciones de enero de 2010 un dique a las fuerzas antipopulares de Piñera, que no sólo aparecen personalizados en los enemigos históricos, sino que han tomado grado de decisión en los dirigentes de derecha de los partidos democristiano y socialista. Ellos, desde sus puestos de gobierno durante 17 años de la CPD, aplicaron-pese a los matices-una polí­tica que mantení­a los privilegios para las oligarquí­as. Así­, por falta de acción popular unida, no se pudo modificar artí­culos principales de la Constitución (sistema de elecciones, militarismo de las fuerzas armadas con las ganancias del cobre, ley de educación, entrega de recursos naturales estratégicos, etc.), que por sus contenidos impiden los cambios que necesita el paí­s.

 

EL SISTEMA ELECTORAL QUE ELIJE A PIÑERA

 

 Consuman las elecciones una de las aberraciones del sistema polí­tico chileno, obra de los legisladores de Pinochet, que diseñaron la arquitectura del sistema electoral antidemocrático actual. Perseguí­an, entre otros objetivos, lograr una profunda separación entre la vida polí­tica y la vida social de la sociedad chilena, lo que se expresa en la imposición a todas las organizaciones sociales, juntas de vecinos, sindicatos, centros de padres, etc. a declararse apolí­ticas. Se prohíbe a sus miembros el  representar y debatir asuntos de carácter polí­tico al interior de sus organizaciones, colocándolos en desventaja absoluta ante ministros, parlamentarios, alcaldes, concejales, etc. quienes sí­ actúan en plenitud con contenidos y militancias polí­ticas. Este objetivo se sella con la prohibición de la ley a los dirigentes sindicales, vecinales y gremiales para postularse en calidad de tal a las elecciones parlamentarias

 

 La historia de esta ley, con 20 años de aplicación, muestra que está destinada a destruir a los partidos polí­ticos, sobre todo, a los alternativos. Hasta el año 2006, han intentado constituirse 126 partidos. De estos, 42 no lograron reunir las firmas necesarias. Diez partidos han sido caducados por no lograr el 5% de votos, 20 han debido fusionarse y solo 32 han logrado participar en alguna elección parlamentaria. A la elección reciente llegaron 14 partidos, de los cuales 7 están en proceso de cancelación de su registro por no superar las barreras impuestas por el sistema. El Partido Comunista, tiene un 40 % más de lo que la ley exige para constituir un partido polí­tico, obtuvo 3 diputados en la votación y la junta electoral pretendió disolverlo. También debe decirse que primó en las elecciones de enero el pernicioso sistema de 50% contra el 50 %, ya que Piñera ganó por 223.392 votos (3,22% del electorado). Un mayoritario agrupamiento por los intereses nacionales y populares sigue pendiente por construir.

 

Preside el paí­s un multimillonario con fortuna personal estimada en 1.300 millones de dólares, con un gabinete de gerentes, rubios de ojos azules, muchos de los cuales se formaron en la Universidad Católica, fueron funcionarios de la dictadura, participan en los directorios de grandes empresas o simpatizan con Unión Democrática Independiente (UDI), partido cuyo lema siempre fue: ser fascistas cuando hace falta.

Hay  un desvergonzado asalto al patrimonio público y a los ahorros de los trabajadores, con la pretendida intención de privatizar lo que se pueda, mintiendo con el pretexto de ayuda a los afectados por los terremotos.

Pretenden distribuir los beneficios del movimiento comercial (la minerí­a del cobre y otros metales, la agricultura intensiva), para las grandes trasnacionales usurarias; mientras Bachelet limitó las ganancias de las AFJP, aumentó las asignaciones de jubilados, promovió nuevas leyes a favor de los sectores más pobres.

 Hoy falta la polí­tica popular. La Concertación estuvo paralizada después de meses de las elecciones. Un Ominami personalista no propone soluciones constructivas y tiene proyectos dudosos, entre ellos el mantenimiento del sistema electoral y el rechazo a la conjunción de fuerzas para enfrentar a Piñera. Otros agrupamientos combativos, no ceden posiciones en aras de una supuesta pureza. Y La Moneda aprovecha para su estabilización relativa, junto a un declarado discurso antipopular. Hoy se muestra aplicando la polí­tica de EEUU, reconociendo a  Lobo en Honduras, aplicando el ALCA, etc. Pero también necesita ampliar su comercio y a regañadientes se pronunció contra el bloqueo a Cuba. Demagógicamente propuso la eliminación de las fronteras con Argentina lo que de concretarse serí­a un golpe al Mercosur  ya que Chile sigue teniendo 53 tratados de libre comercio, además del ALCA. Proposiciones como esta son frecuentes en la nueva administración, que busca golpes de efecto para la televisión y no soluciones racionales que le serí­an adversas.         

Con Sebastián Piñera, otro equilibrio se ha roto. La industria dejarí­a de ser impulsada, desconociendo su papel multiplicador y el capital financiero internacional predominarí­a, con financieras, casas de cambio, instituciones aseguradoras y bolsa de valores. La especulación ha podido llegar, así­, a nuevas alturas.   

Ni los ingenieros comerciales, civiles, abogados etc., han podido vislumbrar un camino de solución para los temas más sensibles de la re-construcción, los damnificados sufren en definitiva, mientras el gobierno asegura ricos más ricos y pobres más pobres.

En lo comunicacional, un Piñera recargado, 3D, 2.0, resulta envolvente, interviniendo en todos los temas y no dando espacio para el desarrollo de contrapesos comunicacionales dentro de su gabinete. Este modo de construir la agenda de corto plazo, tiende a irritar a sus propios aliados, porque intuyen que de crecer su imagen -cosa que tampoco se ha producido como se esperaba- los dividendos para el conglomerado oficialista no estarí­an a la altura de los sacrificios hechos (2). En este punto, lo que sí­ ha venido ocurriendo es un rápido desgaste en la imagen presidencial, con un 31% de rechazo, en un breve lapso de tiempo (según la analista ADIMARK).

TIEMPOS DE PRUEBA

Para las organizaciones sociales, este es un tiempo de prueba. La huelga de los trabajadores del norte, duramente reprimida, las fuertes reacciones en el sur del paí­s por falta de auxilios a los afectados por los terremotos; los anuncios de la Central Única de Trabajadores, respondiendo con movilizaciones a la aplicación de la flexibilización laboral, la exigencia en la calle de los estudiantes, marcan tendencias que pueden profundizarse. Sigue la prolongada huelga de hambre de los presos mapuches, a los que se les aplica la disposición antiterrorista de Pinochet por defender sus tierras ancestrales, ocupadas hoy por empresas agrí­colas y forestales. Muchos de ellos están ya al borde de la resistencia humana.

El intento de llevar a Chile el modelo colombiano (como Macri pretende en la Argentina) controlando con la policí­a las demandas de los trabajadores, no será fácil imponerlo. Ya el cúmulo de denuncias por las represiones a mapuches y defendiendo a los patrones en fábricas y minas, llevará al neo- Pinochet al desgaste. ¿Qué perspectivas tiene esta represión de los gobernantes en medio de un Unasur, que trata de descriminalizar la protesta social y asentarse en una realidad de distribución social más equitativa?  

La acción de los partidos polí­ticos en vista a las elecciones municipales del 2012, será también una piedra de toque frente al gobierno neoliberal. La unidad de acción y parlamentaria que se logre hasta ese momento  es seguida con atención. Sabido es que hoy el paí­s necesita una agrupación de fuerzas polí­ticas unidas en torno a un programa constructivo, que es un trabajo complejo en un Chile con cuatro millones de pobres, millones de endeudados y el gobierno en manos de la derecha auténtica.

EN BUSCA DE COINCIDENCIAS

Con un discurso unitario, la ex ministra del gobierno de la  CPD Carolina Tohá, asumió la presidencia del Partido por la Democracia. Hizo un llamado a discutir las diferencias al interior de la Concertación, con el objetivo de generar un proyecto polí­tico con miras a las próximas elecciones presidenciales.  

 

La presidenta del PPD dijo:   

“Pongamos energía ahora en qué queremos ofrecerle a Chile hacia el futuro, qué queremos hacer con el paí­s que tenemos hoy cuando volvamos a gobernar. Hoy dí­a tenemos el espacio para hacerlo. Cuando estábamos gobernando esto era mucho más complejo. Había que responder dí­a a dí­a a las cosas. Había que estar en la coyuntura.

 

El acto estuvo marcado por la autocrí­tica de la Concertación y la búsqueda de un entendimiento polí­tico de la centro-izquierda con el agrupamiento Juntos Podemos y otros sectores polí­tico-sociales, para enfrentar al actual gobierno de la derecha en las próximas contiendas electorales. Estuvieron presentes los ex presidentes de la República, Ricardo Lagos, Eduardo Freí y Michelle Bachelet.

 

A la salida de la ceremonia, Teillier, presidente del PC, comentó: Me pareció un discurso que abre posibilidades para buscar acuerdos hacia delante y creo que lo que falta es que terminen los procesos en los partidos de la Concertación, para poder sentarnos por primera vez todos juntos después de la derrota “que en parte también fue nuestra”-porque apoyamos a Eduardo Frei en segunda vuelta- pero se hace necesario conversar para fijar muy bien el rumbo a seguir, para evitar, precisamente, lo que dijo en su discurso Carolina Tohá, que vayan a tener preeminencia cuestiones personales o ambiciones, sino que sea el interés colectivo y sobre todo el de la gran mayorí­a de los chilenos lo que predomine.

 

Más adelante afirmó: Me parece muy bien que la nueva directiva del PPD asuma lo que hemos venido planteando hace algún tiempo. Es un llamado directo y muy interesante, que se suma a lo que ha estado haciendo Eduardo Frei, por ejemplo, en relación a los concejales. Lo que hay que fijar bien es el rumbo y eso tendremos que hacerlos sentándonos en una mesa todos los presidentes de los partidos de todos los sectores-porque ella habló de un acuerdo sin exclusión-para que fijemos un rumbo claro y evitar lo que ella misma ha dicho: que se impongan ambiciones personales o de sectores, sino que exista un acuerdo, un programa.

 

HACIA UN CANDIDATO UNICO

 

 

Nosotros no decimos que de buenas a primeras vamos a apoyar a un candidato que nombre la Concertación, porque es evidente que ellos tendrán que hacer sus primarias- indicó el dirigente comunista-  Nosotros tendremos que hacer las nuestras y después veremos si juntamos las fuerzas o no, pero si hubiera un Programa primero, la verdad es que esto facilitarí­a hasta tener un candidato único. Si no se da, para eso hay segunda vuelta. Nosotros, no porque estemos buscando este acuerdo, vamos a dejar tampoco de tener candidato. Eso nos ayudará también a hacer nuestros planteamientos programáticos que tienen que verse después en qué medida concuerda con los otros partidos y, sobre todo, con la sociedad. (3)

     

(1) Clarín de Chile,  2/4/2010

(2) Omar Cid, “Rebelión” 21/5/2010

(3) www.diarioreddigital.cl  16/8/2010                                                                                   

RAUL LLANOS, miembro del Consejo de Redacción de Tesis 11   (22/8/2010)