Dossier sobre “Los Caminos en América Latina”, artículo 3 de 3.
Raúl Llanos*
El Programa Social anunciado por Bachelet el 21 de mayo de 2007 prosigue el espíritu de las “36 medidas” puestas en vigencia para los primeros cien días de gobierno de la Concertación para la Democracia (C.P.D.).
El Programa Social anunciado por Bachelet el 21 de mayo de 2007 prosigue el espíritu de las “36 medidas” puestas en vigencia para los primeros cien días de gobierno de la Concertación para la Democracia (C.P.D.). Esta coalición, que llevó a la presidencia de Chile a Michelle Bachelet está formada por el Partido Socialista (P.S.), el Partido Demócrata Cristiano (P.D.C.), el Partido por la Democracia (P.P.D.) y el Partido Radical Social-Demócrata (P.R.S.D.) y gobierna el país desde hace 17 años.
Los principales puntos anunciados por la presidenta en su discurso pueden resumirse en:
. Inversión de 650 millones de dólares extras en educación. Esto tiene su importancia ya que las mejoras exigibles por modificación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (L.O.C.E.), necesitaban de una cifra de éste tipo.
. Creación de 200.000 nuevos trabajos, de mejor calidad, con contrato y con cotizaciones.
. Pago desde 2008 de una pensión universal equivalente a 145 dólares.
. Condonación de 100.000 deudas habitacionales para hogares pobres.
. Construcción de 2.500 guarderías; con énfasis en la protección de la mujer trabajadora, para que tenga acceso a más salas cuna.
– Construcción de 12 nuevos hospitales. Aumento de 56 a 80 en el número de enfermedades atendidas gratuitamente.
– Aumento en el seguro de desempleo, con mayores beneficios para los trabajadores de menores ingresos.
– Proseguir con los avances producidos en los años 2006/2007 en la inclusión y la participación de las mujeres en la vida social. Se anunció un programa nacional de educación contra la violencia doméstica, a ponerse en práctica desde el jardín infantil. Se promoverá el Programa de Jefas de Hogar y el apoyo al emprendimiento femenino.
– Capacitación por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo(S.E.N.C.E.) de 30.000 jóvenes en los próximos 3 años en carreras técnicas especializadas de nivel medio, pertinente a la demanda de trabajo en los sectores productivos.
– En cuanto a la política en defensa de los derechos humanos, el gobierno seguirá exigiendo “la moción que declara inaplicable la amnistía y la prescripción para los crímenes de lesa humanidad”. Téngase en cuenta que en Chile el Presidente de la Corte Suprema de Justicia impide condenar los crímenes de los genocidas. Esto dá una idea de la herencia y el control que mantiene la ultraderecha a través de las fuerzas armadas, sobre la política de Chile. De la situación que se heredó de la dictadura del 1973, que dejó un paquete de leyes “atadas” a los intereses de los pinochetistas. Mencionaremos entre ellas la Ley Reservada del Cobre, el sistema antidemocrático electoral, la ley de educación (LOCE), la oposición de los partidos del proceso a los Derechos Humanos, etc. Estas “leyes” de la dictadura en plena vigencia, exigen modificaciones constitucionales para ser derogadas que la ultraderecha de Lavín-Piñera no está dispuesta a otorgar en el Congreso. Con ese motivo se oponen en todo lo posible a la sanción de leyes positivas. Donde no logran oponerse las demoran, cosa que el transcurrir del tiempo descorazone a la gente, haga perder las esperanzas depositadas en el nuevo gobierno y así lograr desgastarlo con los ataques de la prensa amarilla, el aparato ultraderechista de los medios de comunicación masivos, el anticomunismo y las provocaciones políticas de sus usinas informativas.
. De éste modo, el peso de las fuerzas armadas en la vida social es inaudito, e inconcebible en un país que se titularía democrático como Chile. Es un reaseguro contra cambios sustanciales. Hay que valorar todo lo que se haga desde el gobierno o fuera de él, para democratizar las fuerzas armadas, siendo importantes las opiniones del jefe del ejército y la expulsión de militares indeseables, alzados contra la Constitución (nieto de Pinochet, etc.)
LA ORIENTACION DE LAS FUERZAS POPULARES
. ¿Se comprende en Chile la importancia del Mercosur? Esta institución que puede representar en el futuro la unificación política-económica de importantes Estados sudamericanos, permitiría oponerse a la actual opresión norteamericana y trasnacional sobre Latinoamérica en condiciones mucho más favorables. ¿Quién comprende esto en Chile? ¿Qué papel le corresponde a los trabajadores, a los nuevos actores sociales del pueblo en la lucha por conseguir estos objetivos?
En Chile, la integración de la clase obrera y sus partidos en una alianza con el objetivo de profundizar los avances democráticos en Sudamérica fortalecería las posiciones de las centroizquierdas socialista y democristiana. Además con la movilización de masas sumada a las exigencias principistas (que no son desestabilizadoras), ayudaría en la acumulación de fuerzas populares. ¿Se puede pensar en una liberación nacional ó en un viraje constructivo en la lucha de masas, si no es con una política unitaria firme, pero amplia, que englobe a todos los sectores populares y no sólo a la izquierda?
Si analizamos los resultados de las elecciones presidenciales de 2006 en segunda vuelta, no se pueden considerar satisfactorios: el 53 % fué para la Concertación Para la Democracia (socialistas, democristianos, etc. apoyados por algunos partidos de izquierda.); 46 % para el candidato Piñera (magnate liberal candidato del Partido Renovación Nacional (R.N.), apoyado por la Unión Democrática Independiente (U.D.I.)). Estas cifras no expresan claramente las contradicciones de la sociedad chilena. El altísimo porcentaje obtenido por Piñera es casi increíble en una sociedad que ha sufrido persecuciones y crímenes de todo tipo en la dictadura de 1973. La sociedad chilena que como la sociedad de los países latinoamericanos está interesada en avances democráticos para su pueblo y mejoras sustanciales economico-sociales, está con éstos porcentajes subordinada a los golpistas civiles y militares representantes de las empresas trasnacionales.
El problema estaría en la insuficiente organización de la centroizquierda en el país donde la Concertación Para la Democracia, no refleja las verdaderas aspiraciones populares y debe ser superada por una coalición más amplia y efectiva, impuesta por las luchas. Esto permitiría disminuir el peso conservador de la Iglesia y de los que siguen más al ejército que al pueblo. Los partidos políticos de izquierda aparecerían como reacios a una autocrítica (referida a como se impulsan las luchas actuales) que les permitiría acercarse más al pueblo en su conjunto y a una táctica unitaria más constructiva. Se permitiría ser más objetivos hacia los aspectos recuperables de la política gubernamental e imponer cambios progresivamente a través de la lucha de masas, organizada por todo tipo de reivindicaciones.
Si se habla de acciones electorales la conducción de la iglesia impide participar a un alto porcentaje de la mujer chilena. En momentos electorales dirije el voto femenino hacia los uniondemocráticos, (pinochetistas declarados). Esto que parecería de otro siglo aún perdura en Chile y los medios masivos de información (El Mercurio, La Tercera, Televisión, etc) cumplen el clásico papel de remachar esa situación y hacerla inamovible. Por ejemplo el boicot actual de la derecha democristiana contra la presidenta se expresa también en las elecciones universitarias de la Federación de Estudiantes de Chile, donde la DC plantea listas electorales no junto a los jóvenes socialistas, sino separados.
SE PREPARA UN GOLPE PALACIEGO
Bachelet el 11 de marzo de 2007 en el acto celebratorio del primer año de gobierno exortó a la Concertación ” a apoyar la nueva etapa transformadora del gobierno y a profundizar el proyecto de democratización, modernización y protección social y nacional de largo aliento”.
Los “momios”(gorilas, en la Argentina) agreden a Bachelet pretendiendo socavar al gobierno y al orden constitucional. Es oportuno en éstos momentos la consigna: ¿Golpe palaciego o gobierno constitucional?. La machista oposición de Lavín –Piñera, no puede aceptar que una mujer dirija los destinos del país (hasta ahora es la única en Sudamérica); además es conciente que es una mujer del centro izquierda socialista, perseguida, torturada y exiliada por la dictadura de Pinochet, dictadura que también mató a su padre, coronel de la fuerza aérea , funcionario de abastecimientos en el gobierno de Allende.
En abril Bachelet presentó un proyecto para derogar la LOCE (ley de educación impuesta por Pinochet poco antes de su forzada entrega del gobierno). Esta derogación junto al aumento del presupuesto dedicado a educación , son algunos de los reclamos por los cuales estudiantes secundarios y universitarios siguen movilizándose en las calles. El 29 de agosto alcanzó importancia la protesta de la CUT que exigió participación real en las decisiones de gobierno para los trabajadores y el pueblo.
. El trabajo con las capas medias urbanas también debería profundizarse, inclusive el trabajo territorial. La protección de la pequeña burguesía y capas medias bajas de la ciudad y del campo ampliaría el espectro de las luchas de masas, puesto que el mercado interno chileno ya de por sí muy reducido, está siendo invadido por los efectos de los múltiples Tratados de Libre Comercio firmados (el primero y principal el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos). El mercado interno hoy es tierra de nadie, con la quiebra de muchas empresas pequeñas y medianas. Es para investigar la situación del pequeño productor agrario y la situación de Chile como gran exportador mundial de frutas, que no consigue alimentar a su población de 13 millones de habitantes y se plantea alimentar a 1.000 millones de personas en el exterior.
La presidenta exortó a la dirección de la Democracia Cristiana a terminar con sus medidas antiunitarias que la están colocando junto a los golpistas, al oponerse al trabajo conjunto en los centros estudiantiles universitarios, en el Congreso, etc. Estas acciones socavan la fuerza de la CPD, las maniobras del democristiano Frei y sus amigos crean una situación peligrosa para el futuro de Chile.
En el discurso del 21 de mayo la presidenta insistió en terminar la exclusión política de muchos partidos sin representación en el Congreso e insistió en la necesidad de reformar el actual sistema electoral.
El Programa Social se financiará reduciendo el superávit fiscal del Estado en 0,5 puntos y se contará así con 800 millones de dólares. Esta sería una de las mayores inversiones en bienestar social en los últimos 30 años.
Tangencialmente este Programa se dirige a reforzar la industrialización, uno de los puntos débiles de la situación actual, aunque para ello se necesitan medidas de otro tipo. En la promoción de emprendimientos, hay medidas que generan condiciones más equitativas para las empresas de menor tamaño. Se anuncia un Plan de Infraestructura para la Competitividad (2007/2010) donde se fortalece las vocaciones productivas de las cuatro macrozonas en que se divide el país. Incluye obras que se iniciarán bajo el gobierno de Bachelet, pero que llegarán hasta el 2012.
La Central Unica de Trabajadores (CUT) anunció su respaldo al Programa pero exigió participación real y repudió el modelo liberal existente.
También el discurso presidencial se refirió a la próxima celebración de los 200 años de la independencia de Chile, y llamó a celebrarlos en el camino del progreso y la justicia social y el establecimiento de un “Estado social y democrático de derecho del siglo 21”.
*Raúl Llanos: Miembro del Consejo Editorial de Tesis 11