Aníbal Sicardi*
El Frente Amplio uruguayo creció en la panza del pueblo.
Pedirle a un argentino, que hace pocos meses depositó su cuerpo en tierras uruguayas, que describa el sistema político de Uruguay es remitirlo al mítico Jorge Luis Borges con su simpatía de ver la vida como un laberinto
Andará con el bastón blanco de las preguntas y repreguntas para avanzar lentamente hasta el emocionante punto de entender lo básico. Allí, entusiasmado, formulará otras preguntas a su interrogado, militante de base, quien tomará su termo, cebará pausadamente su mate, alzará la vista y le dirá, con toda humildad, “Ta, eso ya es para un especialista y yo no lo soy”. Reafirmado, es un laberinto pero vale la pena introducirse en él.
La historia del “Frente” ofrece una primera pista. El Frente Amplio (FA) se constituye en 1971. En la década del 90 formaliza la alianza con Encuentro Progresista. Posteriormente con Nueva Mayoría. Todas esas agrupaciones/partidos constituyen el movimiento que ahora, el 31 de octubre, puede obtener la presidencia de Uruguay.
La primera dificultad levanta su mano. El argentino habla del “Frente” pero en realidad es el FA-EP-NM- , equívoco que se lo adjudica a la haraganería que reduce el lenguaje y no a su ignorancia política.
Al correr el telón de ese escenario comprueba que hay una gran cantidad de actores. Cada agrupación –FA,EP,NM- está formada por una serie de partidos/lemas que tiene sus propias plataformas políticas con sus características particulares.
En el caso del “Frente” –no abandonemos la haraganería- las agrupaciones del FA debieron acordar ideas y acciones para constituirse y luego conversar con los del EP, que habían seguido el mismo proceso, para formar el FA-EP. Posteriormente se repitió ese esquema operativo entre el FA-EP, con la NM para dar a luz el FA-EP-NM.
Para entonces el pobre argentino toma nota que no maneja el sistema de las siglas y comprueba que la ciudadanía uruguaya se mueve en ellas como el pez en el agua porque las usa para los organismos oficiales, los sindicatos, las ONGs y que, para su desesperación, inexorablemente deben ir en mayúsculas.
Así como el gato que recibe la caricia y levanta la cola para avisar que la mano cariñosa llega al final de su cuerpo, el ahora de la otra orilla cree que llegó al final de su investigación pero no, apenas es lo penúltimo y sospecha que le pasará como aquel uruguayo que en el boliche del barrio pidió seis veces el penúltimo vaso de vino.
La pregunta que siguió fue “¿Cómo se confeccionan las listas?. “Cada partido tiene una por lo nacional, por lo departamental por lo municipal”. Comprensible. “¿Cuál es la del EP-FA-NM? “ “¿Cómo cuál es?”. El argentino trata de ser mas específico “Si, la lista que lleva como candidato a presidente a Tabaré y Vice a Nin Novoa”. “Son varias listas” “¿Cómo varias?”.
“Del EP-FA-NM tomemos el FA (Frente Amplio). Entre otros partidos o agrupaciones como quiera llamarle -dice el militante- se encuentran el Movimiento de Participación Popular, el Partido Socialista, La Vertiente, el Partido Comunista, 26 de Marzo. Cada uno de esos partidos o agrupaciones llevan sus listas propias, por ej. de senadores, y esa es la que se deposita como voto en la elección nacional que lleva la fórmula Tabaré-Nin Novoa. Al computarse los votos se cuentan los de presidente y vice y aparte el porcentaje alcanzado por cada lista y de allí se prorratean los senadores que le corresponden a cada lema/partido/”.
El argentino tantea con su bastón blanco de interrogantes y percibe que es como una interna que se decide por el voto popular en la elección nacional mientras que en su país se resuelve en internas partidarias que son arreglo de cúpulas.
Piensa que puede introducir una sólida cuña. “Pero así se fortalece siempre una agrupación por que ahora, para el 31 de octubre, se perfila el MPP de José Mugica con cerca del 36% , obtendrá más senadores que las demás agrupaciones, en la próxima tendrá mucho mas fuerzas y se puede apropiar del FA”.
“No tan así –responde el uruguayo- en la anterior elección el PS fue mayoría en el FA, ahora le toca al MPP y veremos que pasa en la próxima. El FA tiene muchos votantes que son ¨flotantes¨, no están adheridos a ninguna de las mencionadas agrupaciones. Ellos hoy se inclinan por el MPP, ayer lo hicieron por el PS y en el futuro no se sabe por donde andarán. Depende de la gestión de cada agrupación”.
De esta forma un senador –siguiendo el ejemplo que tomamos- es designado por su agrupación pero debe competir con otros de otras agrupaciones del mismo signo partidario. Su elección se define por medio de la votación popular. Ella es la que le dará o no el porcentaje que necesita. Una diferencia grande con el caso de Argentina donde, aun en los “frentes”, la lista sábana es inmodificable y el candidato presidencial arrastra a todos los demás.
Esta orfebrería democrática uruguaya tuvo su largo proceso. Hay quienes se lo adjudican a Artigas. Pero, para no agregar nuevos senderos al laberinto, es preferible seguir con el caso del FA.
Al iniciarse el FA ,-1971- debió conciliar las posiciones e intereses de diversa fuerzas. Posteriormente el EP y NM pasaron por la misma situación El FA deja las puertas abiertas para nuevas asociaciones y lo hace con el EP primero y con el NM después. En esas decisiones debió conciliar posiciones y situaciones pero lo mismo debieron hacer el EP y la NM.
La plataforma del FA debió modificarse al asociarse con el EP y la de este también. Ese acuerdo FA-EP nuevamente se corrige al construirse con la NM. Luego, para el presente acto eleccionario, esa plataforma de los tres recibe retoques para hacerse más sustentable en la ciudadanía y poder ganar las elecciones que se vislumbran victoriosa para el EP-FA-NM.
Si bien no se corrige los ejes vertebrales las modificaciones no tienen el beneplácito de muchos por lo que se debate hasta encontrar los acuerdos para que la presentación sea exitosa. No es nada fácil pero en ese proceso participan todos hasta que se convencen del argumento de las otras partes o postergan sus posiciones por ser minoría
Por cierto que en este andar se efectúan alianzas entre distintas agrupaciones que se conocen como sublemas, lemas o macro lemas según la cantidad de partidos que participen en ellos. Los primeros se hace con suma habitualidad, los segundos requieren vencer otras dificultades, los terceros es más difícil. Cada uno de esos momentos conllevan el criterio que deben surgir/concretarse de acuerdo al ritmo de la gente para entender/aceptar cada paso.
El argentino que tiene sus concepciones de vida por decisiones de fe visualiza algunas líneas que, con temor, se las plantea a su paciente maestro de la orfebrería democrática uruguaya. ”Creo que aquí se juegan algunos aspectos éticos importantes, me atrevo pensar que en este proceso se debe aprender lo que es la verdadera humildad –no la macaca que pregonan las iglesias- por la cual cada uno llegar a entender que no tiene la verdad total, que debe aceptar que la verdad también está en otros, que ninguna posición debe proclamarse como la única receta y que hay que abandonar la soberbia para aplicar el compañerismo y la solidaridad”.
“Correcto –responde el agnóstico militante- es una cuestión de valores y respeto humano que no tiene nada que ver con el tragarse cualquier sapo ni bajarse los pantalones. Son recortes de nuestro egoísmo, de la soberbia y el constante aprendizaje de aprender con el caminar del pueblo al que también se le pide que sea participante y no meramente espectador”.
Al ver que en sus tanteos con el bastón blanco acertaba algunos senderos, el argentino avanzó y planteó el interrogante “Este proceso de orfebrería democrática puede hacerse aquí porque los uruguayos y uruguayas son de tal forma que permiten esa posibilidad o Uds. son como son porque aplican desde Artigas este ejercicio de federalismo político?. ”
“El huevo y la gallina-responde el militante- yo me inclino por lo segundo aunque me pregunto si debemos colocar estas dos cuestiones en oposición y no verlas mezcladas”. Se da su tiempo. Ceba su mate y agrega “Pero, no soy especialista en esto”.
Ante esa afirmación final el argentino escondió la otra inquietud. “¿Este sistema me cuesta entenderlo porque es complicado o me resulta complicado porque mi formación cultural no me permite entenderlo?”.
Por la tardecita el argentino fue al bar del barrio. Entabló conversación con un parroquiano adicto a la política. Le explico en que andaba. Preguntó si era correcta la interpretación que hacia de la orfebrería democrática uruguaya. Le dijo que si. Que andaba por buen camino. Entonces el de la otra orilla le contó como era en Argentina. El parroquiano lo miró y le dice. “Si, lo conozco. Es complicadísimo”.
Fue entonces que el ya nuevo charrúa entendió la sabiduría de ese otro parroquiano que siempre pedía el penúltimo vaso de vino.
*Aníbal Sicardi, pastor metodista, director de la Agencia Prensa Ecuménica.