Revista Nº 138
(nacional/economía)
Diego Seimandi*
Todo modelo económico necesita de un sistema logístico: la producción, la circulación y distribución requieren de una integración física que le permita desarrollarse. Nuestro país tiene una enorme extensión, es eminentemente marítimo y bicontinental, a la vez contiene un sistema fluvial que cruza verticalmente la cuenca del Plata. Pese a eso, nuestros Ríos y nuestros espacios Marítimos están colonizados a tal punto que más del 80% de nuestras exportaciones salen al océano por otro país.
En los años 90 cuando el mundo avanzaba a pasos de gigantes hacia el multimodalismo (mover una carga en distintos tipo de transporte) Argentina entregó un complejo sumamente estratégico: Las vías Navegables, los puertos, la Marina Mercante y la Industria naval. El denominado consenso de Washington y la imposición de los llamados “estados mínimos” trazó como hoja de ruta que la logística y el transporte por agua debía pasar a mano de grandes empresas multinacionales. Si bien el contexto fue un agresivo proceso de privatización, en este caso un dato resulta sumamente ilustrativo: la ELMA (Empresa y Líneas Marítimas Argentinas) no fue ofrecida a ningún privado, fue LIQUIDADA.
Consecuentemente los argentinos fuimos expulsados del Agua. Es decir que entregamos el dominio de dos de cada tres kilómetros cuadrados de nuestro territorio.
Los acuerdos de Madrid
La restitución de las relaciones diplomáticas con el Reino Unido se plasmaron en los acuerdos de Madrid I y II. Lo que en su momento se presentó como un paraguas de Soberanía con la presunción de que era útil a los intereses de la nación más débil, terminó en una serie de acuerdos que redundaron en consolidar la ocupación británica de las Islas y los espacios marítimos circundantes. Y sobre todo en la explotación de nuestros recursos ictícolas y las cuencas hidrocarburiferas a favor de los ocupantes.
A treinta años de aquellos acuerdos el Estado ha ido perdiendo capacidad de ejercer la Soberanía sobre el atlántico sur pese a que la CONVEMAR nos reconoció la jurisdicción sobre la plataforma submarina hasta una extensión de 350 millas. Un contraste resulta nuevamente ilustrativo, mientras los Británicos han montado una enorme base militar en Malvinas, Argentina ha ido perdiendo capacidad de navegación con una flota cada vez más obsoleta y con la lamentable perdida del Submarino ARA SAN JUAN (el vector Naval más importante que poseíamos) con 44 compatriotas desaparecidos en el Mar.
Mercosur
Si los acuerdos con el Reino Unido han sido sumamente lesivos de nuestra soberanía, los acuerdos del Mercosur no lo han sido menos. Por el contrario nos han convertido en un país mediterráneo.
Más allá de que el Mercosur durante todo un período defendió la posición de soberanía sobre las islas Malvinas a favor de Argentina, desde su creación en Marzo de 1991 actuó como un Ariete que posibilito un viejo deseo de los países centrales y las transnacionales: la internacionalización de las vías Navegables.
Nuestro sistema fluvial quedo encorsetado en Paraná-Paraguay que en la década de los commodities se convirtió en la columna vertebral de la logística del modelo neocolonial extractivista. Si durante el siglo XIX y hasta mediados del siglo XX el sistema ferroviario permitió ampliar la frontera agrícola-ganadera cuya traza tenía como terminal el puerto de Buenos Aires como salida de materias primas de la colonia, en las últimas décadas el crecimiento exponencial de hectáreas sembradas de soja en los países del cono sur se exporta bajando por la hidrovía. Si quisiéramos seguir la analogía con el ferrocarril nos toca la impostergable tarea del primer gobierno peronista que los estatizo y los puso al servicio del desarrollo nacional, no hay soberanía posible sino comenzamos a descolonizar nuestros ríos y nuestros Mares.
Proteínas
El estuario del Rio de la Plata es un punto geopolítico decisivo, es la entrada a la cuenca del plata, el principal proveedor de proteína vegetal del planeta, a la vez es el punto de unidad de la cuenca del plata con el Atlántico Sur uno de los mayores caladeros del planeta y por tanto proveedor de la proteína de origen animal de más alta calidad.
El desfalco de Vicentin hecho luz sobre las triangulaciones financieras para evadir impuestos. Es necesario resaltar que los puertos privatizados y la traza del Paraná son la base material de ese fenómeno. Argentina posee el tramo más importante de vía Navegable sin embargo la traza hace que esta termine en Uruguay en Nueva Palmira y que para salir a las rutas oceánicas haya que pasar si o si por Montevideo.
Urge que Argentina cuente con una llave logística, con un puerto director en el estuario del Rio de la Plata y con una canal de acceso 1 , que sea nuestra salida a las rutas oceánicas y que permita unir la Argentina fluvial, con la Argentina Marítima: la Pampa Húmeda, con la Pampa Azul y con el continente Blanco.
Recuperar nuestras vías navegables y nuestra estructura portuaria acompañado de una flota de Bandera Nacional con Unidades construidas en Astilleros nacionales cierra un circulo virtuoso donde la nación recupera millones en concepto de fletes y crea miles y miles de puestos de trabajo de alta calificación.
Antártida
En el 2040 vence el Tratado Antártico y es necesario que nuestro país reafirme su presencia. A base de un gran esfuerzo fuimos pioneros en sostener bases antárticas y también los primeros en contar con instituto antártico.
Los acuerdos a los que llegó el gobierno de Macri 2 con Theresa May han permitido que el Reino Unido profundice su política de una fuerte inversión en investigación científica en la Antártida, Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Pretenden esconder sus objetivos imperiales detrás de un perfil científico y cuidado del medio ambiente: en concreto incrementan su capacidad logística y poder naval con vistas a fortalecer su presencia militar y el usufructo de los recursos vivos y minerales.
También Chile desde hace años viene incrementando su presencia en la Antártida haciendo una inversión de más de 200 millones de dólares en la construcción de un rompehielos. Hace apenas semanas la cancillería chilena mando un carta objetando la publicación del Mapa del territorio Argentino tal cual lo reconoció la ONU con el fallo de la CONVEMAR que nos reconoce la Jurisdicción de nuestra Plataforma Submarina hasta las 350 Millas.
La instalación de una Comisión Nacional Antártica en Ushuaia es fundamental. Necesitamos contar con un polo científico-logístico en la puerta de la Antártida para reforzar nuestra soberanía en el atlántico Sur, Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y el Continente Blanco.
Industria para la defensa
La Defensa de nuestra Soberanía Fluvio-Maritima no se puede realizar sin presencia efectiva. Si lo tomamos de manera integral tenemos una de las flotas más obsoletas del Planeta, si tomamos por caso la flota pesquera, tiene buques cuya edad promedio supera los 40 años; idéntica situación registra la Flota de Mar de la Armada Argentina.
Es necesario quebrar una lógica: los buques son junto con los satélites los bienes de capitales más complejos que puede construir un país. En el resto del Mundo la industria naval recibe fuertes incentivos, subsidios y distintas medidas protectorias, mientras que en nuestro País se dejan ingresar buques usados con lo cual se deja sin trabajo a los Astilleros y a la vez nos condena a ser el chatarrero naval del planeta.
El rol del Estado es fundamental porque actúa como espejo para los privados. Si el Estado (que además tiene Astilleros propios 3) importa buques usados no tenemos ningún futuro posible.
El 2020 ha sido elegido como el Año del General Manuel Belgrano, es una extraordinaria oportunidad para lanzar un ambicioso plan de construcciones navales integrando los Astilleros Estatales con los astilleros privados, las unidades académicas y las industrias asociadas en favor del desarrollo y la producción nacional para la defensa.
“Una nación que deja hacer por otra una navegación que puede hacer por sí misma compromete su futuro y el bienestar de su pueblo” Manuel Belgrano
*Licenciado Diego Seimandi, secretario de acción política de ATE ensenada, trabajador del Astillero Río Santiago y miembro de la conducción Nacional de la CTA Autónoma.
1 Se trata del viejo canal del Sud o el llamado también canal Magdalena; se trata de un canal natural que debe ser profundizado para llevarlo a un calado que permita el ingreso de grandes buques. Fue Licitado en los últimos años de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y se desestimó con la asunción de Macri cuyo primer acto de gobierno fue la derogación de la resolución 1108 consolidando la posición dominante del puerto de Montevideo en el estuario del Rio de la Plata.
2 Del interés británico en Argentina: “en el área de la infraestructura asociada, una cantidad de empresas británicas ofrecen servicios de primera línea en la Argentina, entre ellas BT, Turner & Townsend, y además actúan en la Minería” (artículo de Mariano Memolli)
3 El Estado cuenta con el Astillero Rio Santiago, con el CINAR y la Base Naval de Puerto Belgrano.