Comunicado de CTA de Capital Federal.
- INCENTIVAMOS UNA PROFUNDA DISCUSIÓN DEL PRESUPUESTO DE BUENOS AIRES COMO DESARROLLO DE DEMOCRACIA DIRECTA Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO.
En acuerdo con el Instituto de Estudio y Formación de la CTA Nacional desde la CTA Capital comenzamos a desarrollar una serie de encuentros territoriales denominados “Nuestra propuesta de Presupuesto Participativo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires “. Comenzaron el 21 de agosto y tienen dos objetivos centrales: formar y difundir la propuesta sobre el tratamiento del Presupuesto y generar acciones políticas que vinculen la organización territorial con la distribución de la riqueza.
La formación y difusión está destinada a todas las Organizaciones y vecinos de un territorio para marcar con toda claridad las diferencia entre lo que hoy lleva adelante institucionalmente el Gobierno porteño y nuestra propuesta. Esta diferencia radicada centralmente en que el actual proceso de discusión es amañado, sin participación de los vecinos –que no están enterados- y, fundamentalmente, sin posibilidad de resolver inversiones que modifiquen los graves problemas de las zonas más empobrecidas de la ciudad.
El Gobierno decidió destinar un promedio de 1 millón de pesos por Centros de Gestión y Participación -16 en total- para que los ciudadanos resuelvan su inversión. Lo absurdo de esta cifra es que el presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires fue este año de 4.120 millones de pesos y que la misma deja al descubierto que los vecinos quedan fuera de la discusión y, por tanto de la resolución, de lo que atañe a la política de ingresos -impuestos, ingresos brutos etc.-, y planes estratégicos de obras públicas.
En este marco es que desde la CTA, haciendo pie en nuestras organizaciones de base en el territorio, convocamos a todas las organizaciones sociales y vecinales de cada CGP -basándonos en los ejemplos de Porto Alegre de Brasil y otros países-, con el objetivo de unificar una sola propuesta que incentive el proceso de discusión del presupuesto de la ciudad. Creemos que la exigencia dirigida a la Legislatura y al propio Ejecutivo de la Ciudad debe hacer eje en la organización con sólida participación democrática y teniendo como objetivo la distribución de la riqueza.