Los políticos y los expertos manifiestan en la actualidad -y cada vez con mayor frecuencia y fuerza- sus opiniones sobre la necesidad de reformar el Consejo a fin de aumentar su eficacia.
Con el surgimiento de un orden mundial multipolar, la aparición de nuevos centros de poder y el aumento de las tensiones en la relaciones entre países, ¿con que estructuras cuenta la humanidad para debatir las amenazas a la seguridad mundial y encontrar soluciones mutuamente aceptables? ¡pocas! En este sentido, el órgano clave es el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que tiene la responsabilidad primaria de mantener la paz y la estabilidad según la Carta de las Naciones Unidas y las normas del derecho internacional.
Los políticos y los expertos manifiestan en la actualidad -y cada vez con mayor frecuencia y fuerza- sus opiniones sobre la necesidad de reformar el Consejo a fin de aumentar su eficacia, claro, teniendo en cuenta las realidades actuales. Sin embargo, debido a la existencia de profundos desacuerdos entre los rivales geopolíticos en cuanto a la ampliación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como a su funcionamiento, se avanza bien poco para alcanzar el consenso entre las partes.
Los Estados Unidos de América se esfuerzan en promover la reforma del órgano central de la seguridad mundial pero con condiciones exclusivamente ventajosas para ellos, sin prestar atención a su propósito original. Los estadounidenses pretenden someter al Consejo de Seguridad y utilizarlo como instrumento de su política exterior para mantener el dominio global. ¿Cuál es la estrategia yanqui para lograrlo? Sencillo, quieren incorporar países leales a Washington en la organización para garantizar el apoyo a las iniciativas estadounidenses y así lograr que estos integrantes del Consejo de Seguridad voten a favor del levantamiento del veto que impuesto, en primer lugar por Rusia y posteriormente por China contra sus arbitrariedades.
Por si fuera poco, Alemania, a pesar de ser el promotor y principal agresor en la Segunda Guerra Mundial, trata de convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad y ¡además con poder de veto! ¿Qué tal? De esta manera, los alemanes intentan recuperar su posición política perdida y ganar autonomía en la toma de decisiones sin mirar atrás a Washington. ¿De dónde nace esta aspiración? el principal argumento de Berlín es el monto de las cuotas que aporta para las actividades de ONU.
Ante la aspiración alemana de ingresar al Consejo de Seguridad de la ONU ¿Qué opinan sus aliados de la OTAN y la Unión Europea? Es decir; España, Italia y Francia, ¡se oponen a las intenciones de los alemanes! Por otra parte, vale la pena tomar en cuenta la rivalidad entre Berlín y París por el liderazgo en Europa, los franceses no van a permitir a sus antiguos enemigos -Teniendo presente la Segunda Guerra Mundial-, entrar en el Consejo de Seguridad y permitirles los mismos derechos dentro de esta organización. Por su parte, Roma y Madrid, proponen otorgar una plaza de miembro permanente, no a Alemania, sino a la UE entera.
En Venezuela decimos “Lo que está a la vista no necesita anteojos”, el escenario está claro, vemos que los países occidentales se proponen reformar el Consejo de Seguridad de la ONU. Pero únicamente para lograr sus objetivos egoístas. Sin embargo, por ahora no existe una alternativa a la institución de las Naciones Unidas. La amplia composición de los miembros de esta organización, así como el poder de veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, permiten encontrar soluciones mutuamente aceptables a los graves problemas internacionales y excluyen la aprobación de resoluciones unilateralmente ventajosas. En lo que respecta a su reforma, se debe sopesar cuidadosamente todo a favor y en contra, a fin de adaptar racionalmente el órgano para que cumpla con sus tareas en beneficio de toda la humanidad.