Salario Social: Categoría económico-social del Estado de Bienestar solamente?

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Revista Tesis 11 Nº 133 (04/2020)

(internacional/economía)

Ignacio Paz*

“…estaríamos en un nuevo momento o etapa del capitalismo en la que la economía se funda en el conocimiento, pero éste en vez de ser apropiado por el conjunto de la sociedad que lo produce, es atesorado por el propietario del capital.  Etapa llamada por economistas ítalo-franceses como Capitalismo cognitivo.”

La pandemia generada por el virus Covid 19 iniciada en Enero 2020 en China y hoy diseminada globalmente, ha puesto de manifiesto la actitud de los distintos gobiernos en el mundo respecto de la acciones para combatirla.

La imposición de cuarentenas obligatorias como única forma de limitar fuertemente la dispersión del virus y el contagio masivo, genera efectos traumáticos en la economía mundial.

La economía mundial del capitalismo está en su etapa financierizada que engendra y guarda burbujas de especulación financiera, como nueva forma de acumulación, que explotan en un momento dado por causales diversas, fortuita o lógicas. Esta es la situación actual, continuación y potenciación de la crisis económico financiera de 2008/2009, prevista y esperada en cualquier momento.

Trabajadores, cuentapropistas, pequeños y medianos comerciantes e industriales que dejan de producir y percibir ingresos, producto del aislamiento obligatorio plantean la necesidad de definiciones políticas por parte de los gobiernos. Atender esta situación y acudir en su solución o mitigar su efecto es responsabilidad del Estado, pero es también un derecho social.

La decisión de los gobiernos en cuanto a privilegiar la salud del pueblo acudiendo a mecanismos financieros de sostén o privilegiar las ganancias de los grupos dominantes en la economía subestimando la pandemia y auspiciando la continuidad de la actividad con “normalidad”, constituye una divisoria política de enorme significación.

La etapa “post fordista”, o actual, del capitalismo, se caracteriza por cambios profundos en la calidad y cantidad de conocimientos que comienzan a delinear un sistema de acumulación cada vez más imbricado con la dinámica de los cambios en las tecnologías informáticas y de comunicaciones.  La innovación permanente genera procesos fulminantes de obsolescencia. Como dijera Z. Baumann, la realidad “se licúa” en forma alucinante haciendo cada vez más efímera la vida útil del descubrimiento o la innovación.

En este contexto pasa a tomar cuerpo decididamente el papel de los trabajadores en su conjunto respecto del origen y transmisión de los nuevos conocimientos.

El conocimiento pasa a convertirse en una fuerza productiva directa y modifica sustancialmente el patrón de acumulación en la sociedad capitalista.

Los trabajadores productores de valor, son ahora también aquellos que generan las condiciones, no sólo objetivas sino también subjetivas, para que los procesos de investigación y desarrollo culminen con nuevas conquistas para el conocimiento humano.

Los procesos de protección de la salud, de educación, de recreación y esparcimiento, de cuidado de los niños, etc. pasan a convertirse en premisas y pilares de sustentación de la fuerza de trabajo creadora de bienes materiales.  La producción de valores materiales e inmateriales se convierte en tarea del conjunto de los trabajadores, profesionales y técnicos de la sociedad.

El capital social toma otras características. “El llamado capital intangible (investigación y desarrollo, pero sobre todo educación, formación y salud) habría sobrepasado desde la mitad de los años 70 en EEUU, la parte de capital material en el stock real del capital y se habría vuelto el elemento determinante del crecimiento y la competitividad” (C.Vercellone Capitalismo Cognitivo)

Es decir, estaríamos en un nuevo momento o etapa del capitalismo en la que la economía se funda en el conocimiento, pero éste en vez de ser apropiado por el conjunto de la sociedad que lo produce, es atesorado por el propietario del capital.  Etapa llamada por economistas ítalo-franceses como Capitalismo cognitivo.

El citado Carlo Vercellone en una conferencia dada en la Universidad de Paris I y Centro de Economía de La Sorbona dice al respecto:

“En el plano conceptual es que, lo que llamamos capital inmaterial e intelectual, está en realidad incorporado en lo esencial en los hombres y corresponde por lo tanto, esencialmente a las facultades intelectuales y creativas de la fuerza de trabajo.

La propia expresión de capital   inmaterial es contradictoria dada la noción histórica de capital como valor histórico acumulado. Podríamos afirmar que esta noción no expresa más que de manera deformada, la manera en que los saberes vivos incorporados y movilizados por el trabajo desempeñan en adelante en la organización social de la producción un papel preponderante con relación a los saberes muertos incorporados en el capital constante o fijo y la organización managerial de las firmas.”

“En segundo sentido, la tendencia al alza por parte del capital denominado inmaterial, está estrechamente ligado al desarrollo de las instituciones del salario socializado…Este salario y los otros servicios sociales del welfare permitieron el despliegue de la escolarización de masas y jugaron un papel clave en la formación de una intelectualidad difusa o de una inteligencia colectiva; es esta última la que da cuenta en efecto de la parte más significativa del aumento del capital intangible. Capital que representa hoy el elemento esencial del crecimiento y la competitividad de un territorio.

Y finalmente, la extensión del salario socializado ( jubilación, indemnización de desempleo, etc) favoreció la atenuación de la coacción en la relación salarial y el acceso a una movilidad elegida entre distintas formas de actividad, de formación y de trabajo creadoras de riqueza ( aunque esta tendencia tiende a ser cada vez más discutida por las políticas neoliberales.)”

“En suma, la extensión del salario socializado ha correspondido a una liberación de tiempo que, desde el punto de vista de una economía basada en el conocimiento, se presenta, para decirlo con el Marx del general intellect, como una fuerza productiva inmediata.”

Es en este proceso de cambios en el modo de producción capitalista, que los grupos concentrados de poder se apropian de la economía basada en el conocimiento, exacerbando la contradicción entre el carácter cada vez más social de la producción y su apropiación cada vez más concentrada en grupos dominantes de poder.

Nuevas relaciones sociales de producción que extienden la base social de trabajadores incluyendo no sólo a los que producen los cambios cognitivos sino a aquellos que contribuyen objetivamente al cuidado y formación de estas subjetividades ( aquellos  que cuidan, que educan, que protegen sanitariamente, que forman científicamente, que contribuyen a la distracción y alegría de los trabajadores ).

Las políticas sociales de apoyo a madres, amas de casa, asignaciones por hijos y subsidios por desocupación, se fundamentan, objetivamente, en el reconocimiento de esta nueva dimensión de la base social de producción de las riquezas en el país.

En ese sentido van las políticas de inclusión y de ampliación de los derechos sociales, aunque sean aplicadas, hasta por gobiernos neoliberales, para mitigar o amortiguar el impacto de las crisis sistémicas del capitalismo sobre los trabajadores, amas de casa, jubilados, etc.

La importancia y co-gestión de todos los trabajadores en la creación de conocimientos y riqueza social se expresa con políticas de inclusión y elevación de los niveles de retribución directa e indirecta de los trabajadores activos y pasivos, de los de dentro del sistema productivo y fuera de él, generando  las condiciones para un acrecentamiento del consumo popular.

Proceso virtuoso que genera crecimiento de la producción nacional y beneficios no sólo para los trabajadores sino para los industriales y agentes económicos que niegan políticamente la validez del proceso político y económico actual.

En Argentina, un nuevo gobierno de alianza popular ha retomado a la conducción del Estado el 10 de diciembre de 2019. Luego de cuatro años de gobierno de restauración conservadora, Argentina ha quedado devastada por las políticas oligárquico-neoliberales en el plano económico, social, cultural y científico.

La herencia recibida por el nuevo gobierno es dramática, con una deuda externa triplicada en su monto y constituida en una espada de Damocles para cualquier política popular.

No obstante, el gobierno de Alberto Fernández comienza a dar muestras de un decidido enrolamiento a favor de las necesidades populares frente a la crisis. La continuidad de esta dirección en todos los planos (sanitaria, económica, social, de negociación de la deuda externa, etc) contará con el apoyo decidido de los sectores populares que con su esfuerzo, contribuirán decisivamente al sostenimiento de estas políticas.

*Ignacio Paz, economista, miembro de la Comisión de Economía y del Consejo Editorial de Tesis 11

Una respuesta a “Salario Social: Categoría económico-social del Estado de Bienestar solamente?”

  1. OSCAR EXPOSITO GANDARA dice:

    Muy buen articulo, muy actual y oportuno

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