RUBÉN GIUSTINIANI *
Un momento antes de que el senador socialista realizara una charla-homenaje a Alfredo Palacios en el centenario de su elección como diputado en 1904,
«TESIS 11» lo interrogó sobre algunos aspectos de la realidad.
(Entrevista de Horacio Ramos**)
Con respecto a la situación nacional, tan compleja,
¿cuál es la reflexión que la misma le merece?
El país está sumido en una profunda crisis, la
que es consecuencia de la aplicación del modelo
neoliberal en los últimos veinticinco años. Salir de
ella, nos va a llevar mucho tiempo, pero lo que importa
es determinar el rumbo que debemos adoptar.
Hoy en la agenda de nuestras urgencias está puesto
el tema de la seguridad, y éste debe abordarse en el
contexto de un país devastado, donde más de la mitad
de nuestro pueblo vive bajo la línea de pobreza y
un treinta por ciento en la indigencia. Por lo tanto, el
trabajo, la generación de empleo, es una de las causas
pendientes más graves, más importantes. Por eso
creo que se hace necesario debatir sobre qué modelo
de país queremos. Nosotros entendemos que no
puede construirse una Nación si no es a través de
políticas de igualdad, solidaridad e inclusión social.
Ha quedado demostrado, luego de décadas de
neoliberalismo, que el mercado librado a la ley de la
selva llevó a la inmensa mayoría de la población a la
pobreza y la desesperanza.
«No puede construirse una Nación si
no es sobre la base de políticas de
igualdad, solidaridad e inclusión social.
»
En ese marco, hay un gobierno constitucional,
y nosotros, desde el Partido Socialista, realizaremos
una oposición constructiva, responsable,
programática, de propuestas, y por medio de nuestros
legisladores aportaremos ideas para diseñar un
futuro mejor.
Lo traigo al plano específico de la Seguridad.
¿Usted cree que con el endurecimiento de las penas
o rebajando a catorce años la imputabilidad de los
menores se podrán resolver estos problemas o hay
algo más profundo que no se toma en cuenta?
Por supuesto que hay algo más profundo y es
de lo que hablábamos antes. Es decir, la situación
social, porque endurecer las penas no lleva a una
mayor seguridad. En los últimos tres años el Congreso
aprobó más de doce leyes de endurecimiento de
las penas y, en el mismo lapso, la espiral de violencia
creció. Considero que debemos tener hoy la madurez
imprescindible para razonar sobre las causas de la
situación actual y ser muy efectivos en las propuestas,
porque hay un «canto de sirenas» demagógico
que está surgiendo y que nos pretende hacer creer
que, a través del endurecimiento de las penas, se van
a encontrar las soluciones. Llamativamente son los
mismos personajes, como es el caso de Ruckauf, que
por medio de la política que aplicaron fueron generando
la inseguridad que nos llevó a esta catástrofe.
«El mercado librado a la ley de la selva
llevó a la inmensa mayoría de la
población a la pobreza y la desesperanza.»
Cuando cae una garantía, comienza la inseguridad.
Nosotros creemos que este flagelo debemos
analizarlo y articular con los tres poderes del Estado.
«La centroizquierda se debe reconstruir,
está dispersa y se caracteriza por
su heterogeneidad porque es consecuencia
del desastre de la Alianza.»
Asimismo, el tema penitenciario es también
clave, porque hoy entra un delincuente a la cárcel y
sale peor como persona. Y esto es anticonstitucional,
porque la Constitución Nacional es clara en cuanto a
que se debe rehabilitar a la persona cuando entra a
cumplir una condena.
En este marco, ¿cuál cree usted que puede ser
el destino del espacio de centroizquierda?
Pienso que la centroizquierda se debe reconstruir;
está dispersa y se caracteriza por su heterogeneidad,
porque es consecuencia del desastre de la
Alianza. Al respecto, es bueno considerar los ocurrido
en Uruguay con un Frente Amplio donde la expresiones
progresistas se pueden sentar a una mesa sobre
la base de coincidencias programáticas, y así poder
elaborar una alternativa para la Argentina.
El triunfo de José Luis Zapatero, ha conmovido
no sólo a España sino también a la arena política
mundial. ¿Qué opinión le merece este hecho?
Es una gran enseñanza que indica que los
pueblos desean paz y justicia. En España la inmensa
mayoría no quería la guerra de Irak y, menos aún,
que sus soldados fueran con una actitud sumisa respecto
a los Estados Unidos. Cuando se comprobó
que el atentado en la estación ferroviaria de Atocha
fue una respuesta violenta a la participación de España
en Irak, el pueblo hizo tronar su voz en las urnas
del 14 de marzo, cambiando su voto y dando la victoria
al PSOE. En consecuencia, estimo que es una
enseñanza positiva. El mundo asiste a una hegemonía
de Estados Unidos que, de una manera bárbara,
pretende imponer sus políticas arrasando con el Derecho
Internacional y las Naciones Unidas. Esto demuestra
que la fuerza del pueblo es vital y su voluntad
se puede imponer en cualquier circunstancia.
* Rubén Gustiniani es Senador Nacional
y presidente del Partido Socialista.
** Miembro del Consejo de Redacción de Tesis 11