USA: El hegemón amenazado?

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Revista Tesis 11 Nº 133 (04/2020)

(internacional)

Oscar Expósito*

“…en tanto en los grandes centros financieros las políticas neoliberales parecen no tener límites, en la vereda opuesta la expansión Euroasiática parece no tener fronteras.”

A comienzo del siglo XX el geógrafo británico Halford Mackinder planteó que, el dominio   territorial sobre Asia Central y Europa Oriental, al ser una zona alejada del mar, le permitiría a la nación que los dominara y gracias a los medios de comunicación terrestres, la explotación de los recursos existentes y así transformarse en una potencia mundial.

Sin embargo a lo largo del siglo XX se consolidó la hegemonía de EEUU, en especial en la posguerra y aún más a partir de la caída del muro de Berlín, no obstante a partir del resurgimiento de Rusia y en especial de China la teoría de Mackinder volvió a recobrar actualidad.

El propio presidente francés Macrón (27/8/2019) reconoció que se estaría experimentando el final de la hegemonía occidental y Mark Carney, Gobernador del Banco de Inglaterra (24/8/2019) alertó “acerca del papel “desestabilizador” del dólar de EE.UU. en la economía mundial e instó a sustituir esa “divisa hegemónica”. Pronosticó además que la dependencia mundial del dólar no se mantendrá y agregó que debería ser reemplazada por un nuevo sistema monetario y financiero mundial.

Vamos a repasar que ocurre con la idea de Mackinder. Para recapitular la historia de las organizaciones asiáticas comenzaremos por recordar  la creación de la ASEAN en 1967 (En la actualidad está integrada por 10 países asiáticos: MalasiaIndonesiaBrunéiVietnamCamboyaLaosBirmania, Singapur, Tailandia y Filipinas). La ASEAN marcó un punto de inflexión a partir del cual se fueron creando una serie de organismos multinacionales que progresivamente fueron generando importantes cambios en la zona Euroasiática.  Rusia y China son socios estratégicos de la ASEAN, pero, aunque la ASEAN mantuvo relaciones de diálogo mucho más largas con países occidentales como Estados Unidos y la UE, con ninguno de ellos llegó a acuerdos trascendentes.

En los últimos años se crearon nuevos organismos como la Unión Económica Euroasiática; la Organización de Shanghái; la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático; la Asociación Económica Integral Regional; la Iniciativa Belt and Road, entre otras, que por su importancia y objetivos permiten intuir cambios fundamentales en la relación geoestratégica de los próximos años.

Veamos algunos ejemplos

La Organización Cooperativa de Shanghái, (SCO). (Integrada por Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, India, China y Pakistán; con Afganistán, Irán, Mongolia y Bielorrusia como observadores y Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía como aspirantes). Es la organización de seguridad más grande del mundo y cuenta con cuatro potencias nucleares entre sus miembros.

El 14 de junio de este año los líderes de los Estados miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái emitieron en la capital de Kirguistán, (Bishkek), una declaración de la cumbre anual y pidieron aumentar la cooperación para promover la paz y el desarrollo.

Los Estados miembros consideran importante utilizar el potencial de los países regionales, organizaciones internacionales y asociaciones multilaterales para “promover una cooperación amplia, abierta, mutuamente beneficiosa y equitativa en Eurasia”.

Los Estados miembros enfatizaron su intención de extender y profundizar la cooperación para abordar las amenazas a la estabilidad y la seguridad de la región de la SCO.

Condenaron el terrorismo en todas sus formas y pidieron a la comunidad internacional promover la cooperación mundial en combate al terrorismo con la ONU desempeñando el papel central.

Los miembros de la SCO reafirmaron que el establecimiento unilateral e ilimitado de sistemas de defensa antimisiles por países o grupos de Estados pone en riesgo la seguridad internacional y desestabiliza el mundo.

La Declaración de Bishkek, enfatiza en las garantías de seguridad del Tratado de la Zona Libre de Armas Nucleares de Asia Central, la “inaceptabilidad de los intentos de garantizar la seguridad de un país a expensas de la seguridad de otros países y condena lo unilateral y la acumulación ilimitada de sistemas de defensa antimisiles por parte de ciertos países o grupos de estados”.

El presidente iraní, Hassan Rouhani, hablando con los presidentes Putin, Xi, Modi e Imran Khan, criticó a los Estados Unidos como «un grave riesgo para la estabilidad en la región y el mundo» y ofreció un trato preferencial para que todos los países, empresas y empresarios de la SCO inviertan en el mercado de Irán. Xi respondió que Beijing seguirá desarrollando lazos con Teherán “sin importar cómo cambie la situación”.

La Iniciativa Belt and Road (BRI). El presidente chino Xi Jinping lanzó este proyecto en 2013 con el nombre de “One Belt and One Road” (OBOR, “Un cinturón, una ruta”), que ahora se denomina oficialmente “Belt and Road Initiative” (BRI). Se trata de una iniciativa de inversión transnacional en infraestructuras. Aunque el gobierno chino evita toda connotación geopolítica y lo describe como un proyecto de cooperación económica, el hecho es que esta gran iniciativa tiene implicaciones geoestratégicas para la política mundial. Polonia, Grecia, Italia, Austria, Luxemburgo y Suiza, entre otros, se han unido a la Iniciativa. Integra a cuatro mil millones de personas en ciento treinta países de Eurasia, África, América Latina y el Pacífico Sur. El BRI se centra en la coordinación de políticas, la conectividad de infraestructura, el comercio sin obstáculos, la integración financiera y los lazos entre personas.

Ya están construyendo centrales eléctricas en Pakistán, líneas de tren en Hungría y puertos desde África a Grecia, reemplazando instituciones occidentales. Irán es un nodo BRI clave y Teherán lo ve como el camino hacia la integración total en el ecosistema económico euroasiático. El Puente Terrestre Eurasiático del BRI (NR: enlace ferroviario terrestre entre Asia Oriental y Europa) ejemplifica su modelo cooperativo.

La Unión Económica Euroasiática (Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, la República Kirguisa, Rusia y Tayikistán, con Moldavia en consideración) orientada a la libre circulación de bienes, servicios, capital y trabajo y a políticas coordinadas, coherentes y comunes en todos los sectores económicos clave.

La Asociación Económica Integral Regional (RCEP) (Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia, Vietnam, China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, con el probable agregado de India). Se constituye en el bloque comercial más grande del mundo, el RCEP representa el cuarenta por ciento de la economía mundial.

Por su parte Rusia tiene entre sus objetivos conectar las provincias del norte de China con Eurasia a través del ferrocarril transiberiano y el ferrocarril oriental chino. El puerto de Vladivostok es el punto de entrada de Eurasia para Corea del Sur y Japón, así como el punto de entrada de Rusia al noreste de Asia. Además se está desarrollando la ruta marítima polar. En 2010, el primer buque de carga navegó por toda la ruta sin asistencia de rompehielos y, en 2017, el primer buque rompehielos transportó GNL desde la península de Yamal a través del estrecho de Bering hacia el sur, hasta Japón y China. El gas ruso también comienza a fluir a Turquía a través de Turk Stream y Rusia y Bulgaria han comenzado a trabajar en el oleoducto Balkan Stream para transportar gas al sur de la UE.

Respecto a la interconexión eléctrica global, Beijing lanzó GEIDCO en 2016, una red de voltaje ultra alto para transmitir continuamente energía limpia alrededor del mundo, ha invertido $ 1.6 billones en ochenta proyectos de generación y transmisión. Mediante el protocolo DSR está fortaleciendo la infraestructura de internet, profundizando la cooperación espacial, desarrollando estándares tecnológicos comunes y mejorando la eficiencia de los sistemas policiales entre los países del BRI.

El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, garantiza un billón de dólares anualmente en préstamos a largo plazo con bajo interés para infraestructura regional, en yuanes convertibles en rublos. Se trata además de facilitar en el futuro la red internacional de comunicaciones financieras entre bancos y otras entidades financieras evitando la red (SWIFT) dominada por los Estados Unidos por medio de la cual, por ejemplo, restringe las transferencias digitales entre países sancionados como Venezuela o Cuba.

Los avances de la nueva “ruta de la seda” es innegable y es probable que, en un futuro, ponga en aprietos al hegemón del imperio y a sus socios más cercanos. El triunfo del Brexit del 12/12/2019 en Gran Bretaña pareciera contradecir este sentido de la historia. Sin embargo, al respecto debemos tener en cuenta el editorial del Financial Times sobre el resultado electoral de ese día. El diario de la City no se explica el rotundo triunfo teniendo en cuenta que “El número de personas sin hogar ha crecido. Los servicios públicos básicos, como el sistema de la justicia penal, los servicios sociales y el gobierno local son muy deficientes. Las compañías privatizadas de agua y ferrocarril no satisfacen a los usuarios…”

A pesar de esta realidad el resultado de las elecciones otorgó la mayoría absoluta a los conservadores de Boris Johnson. Aparentemente será necesario un nuevo ciclo para que los sectores más perjudicados por la política neoliberal tomen conciencia de su error.

A través de la manipulación mediática el Brexit se ha transformado en una falsa panacea que absorbe las quejas, promete todas las soluciones y oculta las verdaderas causas del declive del sistema capitalista británico en los últimos años. En esa crisis la City de Londres es la excepción ya que, merced a ser una de las capitales mundiales de la globalización, en los años recientes ha experimentado una intensa prosperidad debido a ser uno de los centros de los negocios financieros más importantes del planeta y que en base a sucesivas medidas de liberalización se está transformando en uno de los paraísos fiscales más importantes del mundo.

Desde luego el pueblo inglés debe olvidarse de un renacimiento de la industria ya que el plan es una apertura comercial sin límites. El núcleo financiero que respalda la apuesta al Brexit espera una mayor integración con las finanzas globales y eso también significa pedir pocas explicaciones sobre el origen a los capitales que ingresen a la City y, además, por supuesto, omitir las referencias al pago de impuestos. Es un discurso seductor para una parte de la población especialmente a los que aspiran a ser beneficiados, pero que tarde o temprano verán las consecuencias.

En resumen, en tanto en los grandes centros financieros las políticas neoliberales parecen no tener límites, en la vereda opuesta la expansión Euroasiática parece no tener fronteras. Todavía resta mucho, por ejemplo si tenemos en cuenta a África, continente en disputa a futuro por parte de las grandes potencias por sus enormes recursos naturales y su abundante mano de obra barata.

Para finalizar estas consideraciones no debemos olvidar que falta incluir en esta gran propuesta expansionista euroasiática la necesidad de dar prioridad a los urgentes reclamos de las poblaciones más castigadas por el hambre, la educación, la salud, la vivienda y la protección contra el cambio climático.

Que las reivindicaciones básicas de una mayor justicia social no queden en meros enunciados.

*Oscar Expósito, economista (FCE/UBA), colaborador de Tesis 11.

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